Era de mañana y me había levantado un tanto desanimado, la noche pasada Mahiro estuvo enojado y hasta me gritó de lo que me iba a morir. La verdad no sé qué es lo que tenía pero desde que llego al departamento venia enojado, le di un beso y me empujo para el otro lado, le hice la cena y no le gusto, quería hacerlo sentir mejor y que se le olvidara que estaba enojado pero por más que hacía y hacía se enojaba más así que me rendí y comenzamos a gritar, en fin, me fui a dormir y me encerré en el cuarto para no verlo esa noche. Llore. La verdad es que últimamente hemos tenido problemas pero hoy espero despejarme un poco al salir, iba a ver a un amigo.
- Moshi moshi? Yuu-san? Si, ahí voy a estar. Claro yo te veo.
Hacía mucho tiempo que no lo veía pero siempre hemos conservado la comunicación y hemos estado en contacto. Y aunque somos amigos desde hace ya bastante tiempo me da un poco de miedo volverlo a ver, tal vez él ya no es el mismo, quizá ya cambio mucho y no lo reconozca y se moleste; tal vez ya no hablemos tanto como antes o incluso puede que ya no le agrade cuando vea que yo también he cambiado mucho desde aquella vez...tengo miedo.
Sin embargo dejo esos sentimientos de lado y me encamino a aquel lugar que jamás voy a olvida, aquel en el que solíamos reír hasta el anochecer, hablando horas y horas de las tonterías más grandes que se puedan imaginar, en el que de pequeños jugábamos y gozábamos, en el que nos dijimos hola por primera vez y en el lugar en el que con los ojos llenos de lágrimas nos dijimos 'matta, deshou?' por última vez antes de separarnos, quiero llegar pero a la vez tengo miedo que esos sentimientos que yo escondí tiempo atrás y fui borrando con tiempo aparezcan de nuevo dejándome indefenso ante ti...pero aun así iré, porque te quiero.
El tren y el tiempo no es un buen aliado para controlar los nervios en este momento pues van demasiado lento. Una, dos, tres estaciones y aun no llega el tiempo de bajar, aquel lugar está lejos de donde vivo ahora. Veo pasar los diferentes escenarios cono las estaciones del año mientras miro una y otra vez la hora en mi reloj. El tiempo parece no transcurrir a la vez que mis nervios no se controlan y parecen incrementarse con el paso de los minutos en mi muñeca; se desvanecen al arrancar consecuente del tren pero se vuelven más fuertes cuando este vuelve a avanzar...al fin, es el momento, la que sigue es mi parada y entonces me encaminare hacia aquel lugar.
La gente sale del tren al igual que yo. Las risas y las palabras abundan a mi alrededor. Busco encontrar la tuya por si acaso acabas de llegar a la estación como yo. A medida que avanzan los pasos, a cada nuevo paso que doy crecen mis ganas de tirar todo lo perdido con Mahiro y volver a tus brazos, volver a aquellos momentos en los que era feliz contigo, crecen mis ganas de estar rodeado por tus brazos como crecen mis ganas de rozar de nuevo tus labios y decirte que te he extrañado tanto, que quería olvidarte pero que no he podido y que cada vez que escucho tu voz algo en mi corazón sabe que te extraño y que quiero estar junto a ti, pero luego recuerdo las innumerables veces que me has contado de un tal Shima y de las incontables veces que me dices que lo amas y no puedo soportar saber que él te tiene y yo no, que te hacer feliz mientras yo no lo estoy del todo y entonces pienso en que destruiría algo que te hace muy feliz.
Me acerco a ese lugar y tú no estás aun. Mil pensamientos atraviesan mi mente en este momento; me habrás engañado? Querías simplemente jugar conmigo? Que acaso no sonabas contento con la idea de volver a verme?
Me siento en una pequeña banca que esta ahí a esperarte, pero mis nervios han aumentado ante la posibilidad de saber que no vendrás y simplemente te has burlado de mí. Los minutos se ven aún más eternos que cuando estaba por llegar y la espera es infinita, dolorosa y resulta toda una calamidad para mí, quiero verte y tú no estás. Tortura. Estúpido. Tonto. Imbécil. Niñato. Han jugado conmigo. Iluso. No puedo creer toda la cantidad de emociones, pensamientos y sensaciones que estas causando en mí. Una lagrima brota de mis ojos y se desliza por mi mejilla y la siguen sus compañeras más de cerca para no abandonarla y así se desliza una tras otra por mi rostro.
Veo a la gente pasar borrosamente, vienen y van sin preocupación alguna, una par de personas de acercan y me preguntan si tengo algo mas yo les contesto con un simple 'si gracias' y se alejan tranquilamente. Busco tu figura entre las personas; busco tu voz mientras las lágrimas siguen deslizándose por mis mejillas pero nada, no te veo en ninguna parte y ya han pasado incluso dos horas de haber estado aquí sentado; lo mejor es irme ya antes de que oscurezca para no llegar tarde a casa y Mahiro no se moleste.
Camino. Llego a la estación del tren. Subo al tren y ya no es lo mismo, los nervios que sentía se han esfumado y han sido remplazados por una tristeza inmensa y lágrimas silenciosas que no dejan de caer. El tiempo es más rápido y casi inmediatamente siento llegar al departamento donde Mahiro ya llegó, sigue de malas y yo realmente no quiero verlo vuelvo al cuarto y me encierro de nuevo, tal como la noche pasada y tantas noches en las que así me siento. Lloro. Me quedo dormido. Un sonido llega a mis oídos y veo que es mi celular. Esta es la última vez que escucharé su voz. Tengo miedo pero no quiero más. Activo el altavoz mientras me preparo.
-Moshi moshi?... … … Yuu?- digo con la voz temblorosa.
-Qué tienes? Estás bien? Mahiro te hizo daño?-.
-No… …qué pasa?-.
-Oye disculpa por no haber estado ahí…
Estoy listo, un movimiento rápido y solo eso, lo haré ya antes de arrepentirme.
-… lo que pasa es que hubo un problema con el tren y no pude llegar antes- dijo.
Lo escucho y no creo nada, seguro es otra mentira.
-Te… …amo- digo con dificultad, para terminar.
-Yo también te amo Takemasa-.
Ya lo había hecho, no había vuelta atrás pero lo había escuchado, él decía la verdad y el pánico me inundaba. No quiero morir. Tú me amabas y yo a ti, porque no me lo dijiste antes…ahora la soga es mi asesina y no puedo hacer algo para salir del amarre. Pánico. Terror. Dolor. Nada…he muerto.
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