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**Buscando Un Corazón** (Not Giving Up On Love) por KevinSheik

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Notas del fanfic:

Ah... el amor... no es lo mas genial que tiene la vida (jajajajaja coff coff jajaja)...  Eso es lo que descubrira Roxas y compañia poco a poco...

Disclaimers:

Todos los perosnajes pertenesen a Tetsuya Nomura y a Square Enix, lo unico que me pertenece a mi son mis replicas de los chakrams de Axel y mis dos llaves espadas.

Notas del capitulo:

Aquí una nueva historia de Roxas y compañia, espero que os guste. Se Necesita Con urgencia sangre del tipo B- digo una gran docis de reviews... 


Actualizado el 16-01-14


 

Midnight.

Capítulo I

La vida para muchos un regalo, una bendición, para otros quizá un castigo, una tortura y un verdadero infierno. Pero quizá muy en el fondo, si la vida fuera fácil, esta sería demasiado aburrida, no…. Tal vez la forma en la que conseguimos las cosas es la que, hace que uno aprecie mucho más… las mismas.

La vida es un viaje sin retorno, pero si sabemos a donde debemos ir, podremos llegar más rápido a donde nos proponemos.

Son todos estos pensamientos los que no se encontraban en la cabeza de ciertos personajes, que en las últimas horas veía, como su vida, se iba deslizando apresuradamente por el drenaje, por decirlo de una forma suave.

Si le hubieran preguntado a este personaje un año atrás, que como era su vida, este hubiera respondido sin mentir que su vida era buena, no llegaba a ser perfecta como en las historias de los cuentos pero… si buena. Si le hubieran lanzado esta misma pregunta a nuestro personaje, seis meses atrás, el susodicho respondería con ligero sarcasmo en su expresión, que su vida era aceptable… con altibajos, lo que se denominaría una vida normal. Para finalizar si le hubieran lanzado la misma pregunta hace escasos cinco minutos, nuestro centro de atención se habría dado cuenta de que la realidad lo golpeo tan fuerte, que derrumbo todo deseo de superar las adversidades. Así que Roxas el nombre de nuestro centro de atención, sabía que a sus diecisiete años su vida, era una mierda, y que para que dejara de serlo, pasarían muchos meses.

Este infeliz personaje que la vida lo golpeaba una y otra vez y, que las personas en las que uno suele confiar más, en este caso sus hermanos, no serían de demasiado “útiles” a la hora de pedir ayuda y consejos, cuando estos fueran requeridos. Tener un hermano mayor por varios años con un complejo de cadáver y otro mayor por varios minutos, con un severo caso de hiperactividad además de un estúpido  complejo por ser el mayor de los gemelos y además un cociente intelectual ligeramente inferior. Eso créanlo o no añade un poco de locura al problema.

El problema empezó hace doce meses, cuando acepto salir con la chica más inteligente y brillante del salón, a simple vista esta parecería ser la típica historia de amor y la típica historia de desamor, pero la forma en la que se desarrollaron los hechos, hicieron que Roxas, quedara devastado. Por este motivo, Roxas se encontraba acostado en su cama, deprimido, derrotado, tal vez hasta cierta parte descubierto, esto hacía sino hacer que rememorara los hechos ocurridos desde la tarde hasta el momento.

Flashback…

Roxas, se encontraba sentado en el ático de la escuela, el día era un jueves, el cielo ya pintaba varios tonos en colores naranjas y amarillos, Roxas estaba junto a una adolescente de cabellera larga y de un tono rubio pálido. Llevaban ya un buen rato discutiendo, las clases habían acabado hacía un par de horas, pero esto parecía no importarles.

            -No Naminé, espera no puedes hacerme esto… -Rogó un Roxas, ya con los ojos con una muestra de tristeza y algo de desesperación.

            -Roxas… yo… no tengo opción… siempre estás muy distante, cuando te digo o menciono algo… tu siempre me ignoras…

            -Perdón… si… yo te prometo que cambiare… solo dame tiempo… -Respondió un Roxas ya temiendo lo peor.

            -Tiempo… por favor Roxas… ya llevamos saliendo años (Uno), y siempre es lo mismo… que si hiciera esto… que si hiciera lo otro… En serio a veces me pregunto si son las mujeres lo que van contigo… Yo… yo… debo terminar con esto… lo siento. -Dijo Naminé volteándose con la intención de marcharse del lugar y dejar a Roxas sopesar todo.

Roxas, guardo silencio pero al fin comprendió todo, respiro profundo varias veces, antes de que Naminé pasara por el umbral de la puerta. Roxas la tomó por la mano, para después hablarle.

            -Creo… creo que tienes razón… yo… yo… no te correspondí como tú te mereces… así que… yo… quiero que todo quede aquí...

 

Naminé no se esperaba, esta reacción en su ex novio, se quedaron en silencio durante unos minutos hasta que Roxas se acercó a Naminé y le tendió la mano.

            -Entonces… amigos….

Naminé solo le tendió la mano a Roxas, esbozo una sonrisa sincera y después respondió.

            -Bien… mejores amigos…

Aunque era evidente, que las cosas jamas serían igual.

Fin Flashback

Después Roxas salió disparado con dirección a su casa, esta vez no habría un helado de sal marina al salir de la escuela, ni escuchar el increíble monólogo que le daba Sora, en el tren. Cuándo Roxas, llego a su casa lo único que hizo fue caminar hasta su habitación, aunque hubiera superado en parte la rotura de la relación con Naminé, cierta frase le taladraba la cabeza una y otra vez.

“En serio a veces me pregunto si son las mujeres lo que van contigo…”

Daba vueltas y vueltas en su cama y no podía extirpar, esta frase, se iba y regresaba. Esto se había vuelto un problema. Si algo él había aprendido en su corta vida era el no decir jamás que algo no le gustaba sin antes probarlo. Así que por lo pronto este era otro problema, que se añadía a su lista de problemas, que poco a poco se iba incrementando, pero que seguía encabezando el corte del grifo, que sus papas le habían dicho, que ya era hora de que “sus pequeños”, trabajaran en vacaciones y ganaran su propio dinero.

Después de horas de escuchar música melancólica, rayo de esperanza, apareció de quien sabe dónde, aclarando él oscuro paisaje dentro del corazón de Roxas, todo esto con un solo fin… acabar de una vez y para siempre con sus problemas. Como iba a lograr superar todos sus problemas, no tenía idea, lo que si tenía seguro era que lo conseguiría o dejaría de llamarse Roxas K. Strife, así que ya con la mente despejada y obviamente su mente más relajada. Roxas por fin pasó por la aduana de Hipnos, esperando a que a la mañana siguiente un radiante y bello día lo despertara, le aclarara y despejara la mente de todo pensamiento homicida, y poder encontrar una solucion para este gran lio.

Pero como si el destino quisiera seguir burlándose de él, una poderosa tormenta que hacia parecer que el mimo cielo caería  en la aburrida Twilight Town. Tener clases no mejoraba para nada, el para muchos esperado día viernes. Así que Roxas tratando de que esto no echara tierra en sus planes. Se levantó perezosamente de su cama, se restregó los ojos, cogió una toalla y se dirigió al baño, a lo mejor una ducha matutina aclararía su mente. Cuando por fin entró al baño, se plantó frente al espejo, se rio para sí mismo al ver como su cabello se encontraba  alborotado, con la forma de la melena de su hermano gemelo, sin más corrió la puerta de vidrio de la ducha y encendió la regadera.

En la habitación contigua a la de Roxas, con una exagerada cantidad de pereza, se despierta un personaje con rasgos idénticos al susodicho, solo cambiaba en el tono de la cabellera por unos tonos más oscuros, habiéndose levantado y olvidándose de algo llamado “higiene personal”. Sora, sale de su habitación y con un descaro increíblemente, se adentra en la habitación de su hermano menor, quién todavía se encontraba en el baño, busca con la menor delicadeza entre la mochila el cuaderno en donde se encontraba la tarea que casualmente se le había “olvidado” hacerla el día anterior, quitando también el hecho de que tuvo una semana para realizarla.

Cuando finalmente encuentra el tesoro, sale de la habitación con toda la normalidad del mundo, como quien no ha roto un plato en toda la vida y se dirige a la cocina. En donde podría plagiar con toda delicadeza, la tarea que su hermano se había esforzado para hacerla de la mejor manera posible, y de paso pillar algo para mantener ocupado a su aparato digestivo.

Cincuenta y tres segundos después de que fuera hurtado su cuaderno, Roxas sale del baño solo cubierto de cintura para abajo por una micro toalla, e ignorando a su hermano mayor, que salía de su respectiva habitación, con su típica mirada indescifrable.

Roxas entra en su habitación, termina de secarse y se pone el horrendo uniforme de la escuela (Es el que usa Kairi en Kingdom Hearts II, solo que en versión masculina).

Habiendo Roxas terminado de cambiarse, coge su mochila y sale de su habitación, con dirección a la cocina, al llegar a la cocina se encuentra con un Sora, que muy concentrado (Como si fuera posible) en copiar la tarea que no hizo la noche anterior, porque tenía que ir a no sé dónde, con no sé quién, Roxas que ya se esperaba esto, no era la primera ni la última vez que Sora haría esto en su vida. Con toda tranquilidad se sienta, se sirve una gran taza de café sin azúcar por cierto y se la toma. Frente a él Cloud el mayor de los tres hermanos, se dedicaba a asesinar un waffle, que tenía en su plato, su madre corriendo de un lado a otro de la cocina, haciendo lo que sería el almuerzo de sus “niños”.

La mañana estaba  siendo hasta ese momento monótona, después de terminar de desayunar, Roxas y Sora salieron de sus casa con una tormenta de la más mata ánimos que pueda existir con dirección a la estación del metro que se encontraba a escasas tres cuadras.

Para Sora estas tres cuadras eran una barbaridad, un castigo de un ser divino y más tortuoso aun sí llovía. Al llegar a la dichosa estación de tren, se plantan de cara a la parada a esperar a que apareciera el bendito tren.

Como a los cinco minutos de que llegaran Roxas y Sora a la parada del tren, aparece alguien que ayudaría a que la miserable vida de Roxas se ilumina por lo menos unos minutos, Hayner hacía su “triunfal” aparición. Este se dirigió rápidamente a donde estaban los gemelos. Con un alegre saludo se dispone a acompañar en la ardua tarea de… esperar el tren. Hayner al ver el sepulcral silencio que empezaba a rondar sus alrededores, trato de sacar un tema de conversación, para… por lo menos no estar… en una situación igual que Sora y Roxas que estaban muy adentrados en su entretenida (Nótese el sarcasmo) tarea de esperar. Así que pregunto lo primero que se le cruzo por la mente.

-Oye Roxas, quieres ir a parque para patinetas después de la escuela, -Pregunto con un tono de inseguridad en su voz.

Como si el mismísimo destino quisiera seguir con el silencio sepulcral, Roxas, no escucho o escucho y decidió ignorar la pregunta. Pero como Hayner es una persona persistente, al no conseguir respuesta, trato de llamar la atención del rubio picándolo con el dedo índice, en el brazo, hasta que logro llamar la atención del rubio.

            -Sí que quieres, -Respondió con un claro tono de mosqueo en su voz, agregando el ceño fruncido, que cada vez más seguido aparecía en su rostro.

-Que si quisieras ir conmigo al parque de patinetas, después de clases.

Tras meditar unos segundos Roxas, este respondió.

            -Estás loco, espabila… ni de coña, mira todo el día ha estado con una tormenta del demonio, el parque hoy estará hecho una pocilga.

Al parecer este pequeño detalle se le había pasado por alto a Hayner, y antes de que Hayner sugiriera otra actividad, llegó el tren, habiendo abordado en el tren, el cual estaba vacío por cierto, esto se debía a que era una de la primeras paradas del metro, por ende estaba vació, pero mientras más se acercaban a las zonas del centro, este quedaba atestado y los pasajeros que iban sentados, prácticamente iban cargando a las demás gente que lo abordaba y le toca irse de pie.

Sora que desde que había salido de su casa, la únicas palabras que había mencionado eran buenos días cuando llego Hayner y mierda cuando se acordó que había dejado su billetera en la mesa de noche de su habitación. Cuando se sentó ocupando la mayor cantidad de espació que se podía abarcar, se dispuso a seguir copiando la tarea de Roxas, no era de extrañar que la letra de Sora quedara peor que la de un Doctor.

Letra que ya de por si era toda una hazaña poder leerla, hecha a la rápida obviamente quedaría desastrosa, cuando termino de plagiar la tarea, devolvió el cuaderno a su respectivo dueño, cuando le dio el cuaderno a Roxas, este llego a escuchar un –Que te den… pero, pensó que solo era un truco de su mente o de sus oídos, después de todo aun no hacia su baño semanal, el recorrido del tren tardó un poco más de un cuarto de hora, cuando por fin bajaron del tren, con un paso apurado corrieron a la escuela donde la demoledora lluvia, seguía haciendo estragos, cuando el trío fantástico, entro en la escuela, estos no iban demasiado secos que se diga, después se tuvieron que hacer camino, entre una estampida de alumnos, que caminaban y corrían hacia todos lados, logrando subir al cuarto nivel, todo un calvario para personas que odiaban caminar (Adivinen quien), cuando por fin llegaron hasta su salón que era el 4-26, donde los estudiantes de último año de preparatoria, se dedicaban a hacer el vago.

Cuando entraron al salón Sora se encargó de saludar a  todo el salón, con un mega súper chillante saludo. Todas las personas en un radio de tres metros, sufrieron las consecuencias del grito chillante de Sora.

            -Riku... -Grito Sora iluminándosele el rostro, cuando vio al albino y como si fuese un niño de seis años que va a recibir un regalo súper costoso.

El aludido solo le dio tiempo de levantar un poco la mano cuando un gran peso le cayó encima, Sora siempre se emocionaba cada vez que veía el albino, el ojo crítico de Roxas, veía amor en ese par, pero Sora lo negaba vil mente, Roxas paso olímpicamente de toda la clase y se dirigió a su escritorio que estaba pegado a la ventana, en la segunda fila de adelante hacía atrás, Hayner que compartía escritorio, estos obviamente eran para dos personas, le imito y se sentó. Como si el mismo destino quisiera quitarle todo momento de paz a Roxas, en medio de su ensimismamiento, es interrumpido, por una adolescente de una corta cabellera de color negro, ojos igual de azules a los de Roxas, su nombre era Xion.

            -Hola primo que te cuentas... -Pregunto alegremente Xion.

            -Lo de siempre Xion, mi vida es una mierda y no sé qué debo hacer… -Respondió Roxas, con desgano.

            -Jajaja, Roxy no seas tan dramático, tu vida es buena, solo que tú te esfuerzas en ver solo lo malo… ya se… mmm… deberías de hacer algo no se… diferente en estas vacaciones de verano, como irte de viaje… hacer nuevos amigos a algo así… no dejes que tu ruptura te afecte… tú encontraras un remplazo  en solo unos días… recuerda que solo falta una semana de clases, exámenes finales y adiós a esta maldita escuela.

Roxas, quedo sorprendido de la velocidad con la que corrían los chismes en la escuela, si Xion lo sabía, esto significaba que hasta el conserje de la escuela lo sabía.

-Hay que graciosa, mira como me rio... -Respondió sarcásticamente Roxas. -Hacer amigos… viajar… sonaría genial si no me hubieran  sentenciado a que trabaje todas las malditas vacaciones. Mientras que Sora esta “Castigado de por vida”, por sus bajas calificaciones en la casa.

-Mmm buen punto… pero… Roxas, tú sabrás arreglártelas… tú eres el mejor estudiante de toda la clase, junto con la niñita odiosamente buena de Naminé…. Que por cierto me dirás como cortaron…

-Además no tienes que buscar mucho, siempre hay alguien que está detrás de ti. -Respondió Xion, señalando con la cabeza a Hayner, quien hablaba alegremente con Olette.

            -Qu… que respondió Roxas, enérgicamente ante tal insinuación, yo no ventilare mi vida privada, especialmente contigo, la última vez que te conté un secreto, al día siguiente ya lo sabían hasta los del jardín infantil, además… eh… yo… no se… no busco a nadie por el momento. -Corto de pronto Roxas.

            -Jajaja Roxy… Roxy… Roxy, le veo en sus ojos que este tío, está loco por ti, solo con ver cómo te sigue a todos lados, además la forma en la que se te queda viendo… bueno yo me piro de aquí.

Antes de que Roxas respondiera con una queja más Kairi, la pelirroja que tan “bien” le caía a Roxas, llamara a Xion, por ende esta se fue corriendo del escritorio de Roxas. Dejando de nuevo al rubio solo por unos escasos segundos, después otro rubio que otras personas dirían que era clavado a Roxas, salvo por los ojos. Se sentara en el escritorio delante de él.

            -Bonito día no. -Pregunto Ventus.

            -Ja, no se cual sea tu definición de bonito, Ven… pero al menos para mí este día es horrible... Tener química en la primera hora, no me emociona demasiado.

            -Jajaja que negatividad Roxas, creo que te falta un poco de amor, ese corazón acabara como el de tu hermano mayor, si sigues así, serás más expresivo que un ataúd y más frío que el cerebro del capullo de Vexen.

Roxas casi reía ante tal respuesta, su hermano era conocido por casi todo el mundo como alguien que siempre ve el vaso medio vacío o vacío al cien. Si seguía así, solo lograría ser una versión más joven de Cloud, a quien le gustaría ser más emotivo que un cadáver. No él era diferente, más joven él no quería amargarse la vida a los diecisiete años.

            -Quien es un capullo. -Pregunto altanera mente Vexen, el profesor de química.

-Na… nadie profesor… -Respondió Ventus nerviosamente, corriendo apresurado a sentarse en su escritorio, que era el que estaba atrás que el de Roxas y Hayner.

 

Todo el buen rollo que había en la clase se esfumo en ese momento y se fue al drenaje. Toda la clase busco su asiento y se sentó para recibir la entretenida, divertida e interesante (Nótese de sarcasmo), clase de química, de parte del entretenido profesor, su aburridísima voz dormiría a alguien que padece de insomnio crónico en un santiamén.

Vexen prosiguió con su entretenida clase hablando de la tarea final, que eran un trabajo en parejas, que el mismo iría nombrando aleatoriamente, como es costumbre todos los estudiantes pasaron olímpicamente de él. Esto enfureció más a Vexen, que ya se le empezaba a marcar la vena de la cien.

            -Silencio idiotas... -Grito Vexen a los cuatro vientos. -Ya que no respetan a los mayores, les ampliare la tarea.

Como respuesta toda la clase protesto, Vexen prosiguió saco un cuaderno más viejo y amarillo que él y escribió algo y después volvió a llamar a todo el salón,

-Les asignare con quienes trabajaran, no pueden cambiar de parejas, no pueden hacer su trabajo solos... no pueden copiar y pegar su trabajo.

            -No pueden llamarme capullo -Imito burdamente Ventus la voz del vejestorio que tenía de profesor.

Roxas, Hayner y todos los que estaban a su alrededor, se empezaron a reír en voz baja ante tal burla. Para su suerte Vexen, seguía escribiendo algo en su viejo cuaderno después, Vexen empezó a nombrar.

-Las parejas son: Riku y Kairi, Sora y Wakka, Xion y Olette, Roxas y Naminé, Tidus y Selphie el siguiente será Ventus y Vanitas y el último grupo es el de Hayner y Yuffie.

Habiendo terminado de asignar parejas, Vexen, siguió hablando del trabajo final, pero como siempre en toda clase hay alguien que no está conforme, las protestas no se hicieron esperar, pero adelantándose a las protestas de cierto castaño pelo pincho, estas fueron de un rubio y no, no era Roxas, esta vez fue Ventus, que no le había gustado en lo más mínimo la idea de trabajar con su archi enemigo, Vanitas, el chico muerte y destrucción del salón al que casi nadie la hablaba, y que además tenía una rivalidad a muerte con Ven, sembrada desde que eran unos niños que se comían los mocos en el jardín infantil.

            -Profesor, porque tengo que trabajar con Vanitas.

Vexen que al contrario de inmutarse, al parecer esperaba esta protesta, solo se posiciono de una mejor forma los lentes, solo le atino a responder como lo haría cualquier catedrático, con mentalidad de dictador.

            -Porque yo digo que sea así… o tiene algún problema señorito… Inoue.

La mirada desafiante de Vexen, no acobardo a Ven, paro ya no siguió protestando, porque sabía que no ganaría nada, aunque Vexen llego a oír un simple “Maldito capullo”. Ha… imaginaciones suyas… su mente le estaba jugando una mala pasada. Para suerte de la gran mayoría de la clase, el timbre que informaba que la clase del maldito capullo llegaba a su fin, decidió hacer acto de presencia. En resumen el día para los estudiantes, estaba resultando ser, una mierda, después de química tener biología, filosofía y rematar con geografía, no era algo para motivar. Que sí que el cuerpo está formado de células, que Anaximandro de Mileto creía que la luna era la estrella polar y las rocas aire comprimido y para rematar, que Ciudad Disney es la capital del país, ja… menuda novedad.

Así que interrumpiéndome con mi resumen detallado, de cada clase que recibieron en la mañana. El bendito timbre sonó anunciando el muy esperado y amado receso, donde como era de esperarse, toda la clase salió diaparada, Roxas que se había dormido en toda la clase de filosofía y geografía, salió lo más rápido que pudo a la cafetería, para ser de los primeros en la fila, quedarse parado con cara de imbécil a que la cola avance no es algo agradable y que precisamente en el momento en el que es su turno, suene el timbre de entrada del receso.

Lo malo de ser popular o por lo menos, no ser uno de los rechazados, es que siempre una panda de gente, que solo quieres que les des las respuestas en los exámenes, te siga, al estilo de un perro faldero.

Que el perro faldero principal fuera Sora, no tenía nada que ver. Pero la panda la terminaba de formar Hayner, Naminé, Kairi, Ven, Olette, Xion y por ultimo Riku, que por cierto Roxas, no lo consideraba su amigo, por favor, él era el amigo del alma de Sora, quien solo veía al albino venir, este se idiotizaba y corría hasta donde el albino se encontraba, llamándolo con su grito rompe tímpanos sea mencionado de paso, Kairi era un caso igual al del albino, que Roxas deseaba que muriere sola, no era la razón para que no la considerara su amiga.

Cuando por fin llegó el turno de Roxas de comprar, solo compro una Coca Cola (El odiaba la Pepsi, no me pregunten por qué) y una galleta, pago y se sentó, toda la panda de seguidores compro cuanta cantidad de comida chatarra se le atravesó.

Se sentaron todos en una mesa para seis personas. Después de hablar de cualquier tontería, surge una sensación en Roxas, era algo extraño sentía que lo observaban, pero no de una manera normal, era como si lo estuvieran desnudando con la vista, como si se lo comieran con los ojos, trato de buscar de donde venía esa sensación, pero no encontró la razón, incluso cuando se levantó de la mesa a base de empujones para ir al váter. Cuando no encontró la razón de esta extraña sensación, trato de ignorarla, pero ignorarla no ara que esta desaparezca, le comento esto a Naminé, pero como toda una niñita extremadamente dulce, solo se rió alegremente, pero no le respondió.

Sonó la campana, como si fuese una ola de pura resignación se levantaron todos de la mesa y se movieron hasta el salón 4-26, en donde tocaba la clase de literatura, minutos después de que sonara la campana, llega un profesor, su edad debería de rondar los mil años, su pelo era gris y su cabellera era muy larga, un traje ridículo de color azul y con cuatro libros como de mil páginas cada uno, bajo el brazo derecho. Con todo el morro del mundo, se dispuso de llamar a alumno por alumno, revisándole la tarea, a veces Sora agradecía tener profesor del tipo, “idiotas que no leen la tarea y que solo la ojean y mientras más hojas hayas hecho, más alto es tu punteo”

A Roxas siempre le mosqueaba cuando revisaban (Si es que se le puede llamar así) la tarea, porque siempre Sora sacaba la misma nota que él, cuando todos sabían que era todo gracias a él, porque terminaba con el trasero adolorido de estar sentado en la misma posición durante horas para terminar de la mejor manera las tareas. Pero sabía lo oportunista que era Sora, un par de veces él se había negado a dejar copiar a Sora, pero él se excusó después con su mama, a la hora de la entrega de calificaciones, que Roxas no lo quiso ayudar con su tarea y por eso el no entendió y reprobó.

Al tener una mama tan comprensiva, Roxas tenía las de perder, sin darse cuenta llego la hora del almuerzo, Roxas camino a su taquilla, a coger su comida y de paso dejar todos los libros que utilizo en el día guardados. Cuando abrió la puerta caen dos hojas de papel al suelo (Obvio no), el rubio pelo pincho, ni se dio cuenta y siguió acomodando sus cosas, hasta que Sora posa su mano en el hombro de Roxas.

            -Se te callo eso. -Señalo Sora con su índice los papeles en el suelo.

Roxas se extraña de lo que le dice Sora, el no recordaba tener esas dos hojas ahí, en ese sentido Roxas era más ordenado que una abuela, el nunca dejaba nada mal puesto, todo tenía un lugar específico, aun si las recogió pero no sin antes ver que eran y así guardarlas en su respectivo lugar. Cuando vio la primera decía “Para mi amor secreto”. –Qu… que decía la mente de Roxas, Sora vio el cambio en la cara de Roxas y pregunto.

-Que son… que tienen esas hojas. Roxas no respondió sabia como era Sora en ese sentido, rápidamente haría un gran alboroto y él no quería eso. Así que solo atino a responder secamente –Nada importante. Doblo las hojas y se las metió en el bolsillo del pantalón.

Sora no mucho se lo creyó, acaso su hermano pensaba que era idiota. Pero aun así no volvió a preguntar, sabía que cuando Roxas desidia no decir nada, este no decía nada, en ese sentido él era clavado a Cloud. Decidió pasar el tema e irse al comedor ya su estómago, reclamaba atención si seguía así se quedaría sin energías, y por Dios, quien quiere a un Sora sin energía, eso… eso era pecado, era un sacrilegio el solo pensar en eso, para Sora la comida era sagrada.

Caminaron hasta el comedor en donde la panda de siempre los esperaba, comieron con toda la tranquilidad del mundo menos cierto personaje que parecía aspiradora, en menos de un minuto acabo todo un plato de comida tamaño familiar, todos los demás alejaron su plato prudencial mente.

Roxas desde el inicio siempre quiso asesinar al encargado de crear el horario a los estudiantes, a que idiota en las palabras del mismo Roxas se le ocurre colocar deporte después de almuerzo, pero al fin que podía hacer él, era un simple mortal.

Toda la clase ya se encontraba ya cambiada y en la duela del gimnasio. Si es que se le podía llamar así, a algo que en mejores días fue una cancha de baloncesto, lo único que quedaba de hoy en día de esa cancha de baloncesto, era el aro para encestar ya sin red que además estaba “un poco” torcido por la mala puntería de los jugadores.

Pero el profesor de deporte alguien que se ocupaba de torturar a toda la clase mientras él se dedicaba a ver una revista de mujeres con poca ropa, sentado en una silla de playa. Pitando por si alguien se dignaba a detenerse.

Después de la tortura ya era la hora de salida, ahora absolutamente todos mandaban ya saben a dónde las clases, los pocos personajes que si se preocupaban de su higiene se encaminaron a las regaderas, un baño rápido antes de irse era lo mejor, Sora decidió saltar este punto pero al ver que su albino iría este también fue.

-Roxas -La voz fuerte de su profesor lo llamo, antes de que se  escapara a las regaderas.

-SI profesor, en que le puedo ayudar. -Roxas ni el mismo creía la amabilidad con la que le acababa de responder al profesor. De hecho ni el profesor se tragó esa frase, después de todo, él era consciente del odio de los estudiantes hacia su persona.

-Riku, Vanitas y tú los he incluido en la lista de los jugadores que irán al juego de despedida de la temporada de baloncesto... Claro si tú quieres -Pregunto el profesor de Roxas.

Para ser sinceros Roxas no tuvo que pensar mucho en sus respuestas, la escuela pagaba todos los gastos, saldría a conocer otra ciudad, estaría lejos de Sora, no haría tareas, haría deporte, estaría lejos de Sora y sobre todo estaría lejos de Sora. Como si no hubiera que pensarlo Roxas acepto.

            -Claro, profesor Lionheartt, será un honor. -Respondió.

            -Llámame León… -Respondió tratando de mostrar que el en él fondo, no era un capullo abusador, que disfrutaba hacer sufrir a todos los estudiantes, para después burlarse de ellos en su cara y recriminarles lo inútiles sosos, flojos e imbéciles que eran. -Y… ha si… el viaje es el martes en la tarde después de que terminen las clases y regresamos al día siguiente al medio día.

            -Claro gracias. -Dijo Roxas, antes de salir corriendo, hacia las regaderas a darse un baño rápido y largarse de ahí.

Cuando entro al baño estaba más vacío que una biblioteca en un fin de semana, rápidamente se bañó, se secó y cuando agarro su ropa seca encontró las cartas que le habían ido a dejar a su casillero (O taquilla o como quieran llamarle), decidió leer una, la abrió y se puso a leer.

Querido Roxas…

Soy un alguien que prefiere ocultarse bajo un seudónimo, bastante tiempo eh tratado de asimilarlo y aceptarlo pero, no puedo guardármelo por más tiempo… así que dejare que mis sentimientos fluyan a través de mi puño y letra.

Quisiera poder decirte cara a cara lo mucho que pienso en ti y de cómo me he enamorado poco a poco de ti, pero el temor a hacer el ridículo y más aún al rechazo de tu parte me rompería el corazón y eso es algo más doloroso que la misma muerte.

Solo con verte haces que mi día deje de ser una pesadilla y se convierta en el más apacible sueño, eres un rayo de sol en el agujero negro de mi vida, daría mi vida para protegerte y que tú con tus fuertes brazos me rodearan, que nos fundiéramos en un fuerte abrazo, que tus labios se pasaran posesiva mente sobre los míos.

Que tus hermosos ojos tan azules como el mismo océano, me mirara solo a mí, que le hagas sentir que me ahogo en ellos. Porque tu… con una simple sonrisa alegras mi día y que me susurraras al oído un simple te amo, dos palabras que para mí serian la droga más fuerte y adictiva que existe sobre la faz de la tierra.

Aunque los celos me corroan por dentro al ver como tú le sonríes y le das tu cariño a otras personas. siempre cerca pero a la vez apartado de ti aunque esta sea para mí una lenta y dolorosa agonía, ahora que se lo de tu ruptura, siempre estaré vigilándote desde las sombras, desde lejos para que vivas feliz, porque quiero tu felicidad y procurare que esta sea a mí lado.

Midnight.

Después de que Roxas leyera la carta este se quedó en blanco, la carta lo había hipnotizado, pero la mente de Roxas entro en la disyuntiva, seria esto real o sería una cruel broma de sus amigos, él no se atrevió a responderla en ese preciso momento.

            -…. Pero… pero que es todo esto… -Tomo la carta la guardo en su mochila, se terminó de vestir y salió de las regaderas camino con dirección a la salida del instituto, no quería que sospecharan así que trato de parecer lo más normal que se podía.

En la salida le esperaba Sora, Hayner y Riku. Se acercó a ellos, a la vista de las demás personas Roxas estaba normal, todos se tragaron esto, menos Sora que conocía a Roxas como la palma de su mano, Sora a veces era más inteligente de lo que a simple vista aparentaba (La muy conocida conexión de gemelos, entro en acción), supo que Roxas estaba pensativo, algo le debió de pasar en la regaderas, eso explicaría la eternidad que se tardó en salir del instituto (21 minutos).

            -Nos vamos. -Pregunto Roxas, tras tener una respuesta afirmativa se dispusieron a caminar con dirección a la estación de metros, no sin antes hacer una escala en una venta de helados.

            -Que… como que ya no tiene helados de sal marina -Bufo Roxas mosqueado al heladero.

            -Jajaja… -Rio Sora. -Roxy, creo que tú te has acabado todos los helados que tenía la tienda para la semana.

Atrás de ellos se escuchaba la risa de Riku y Hayner, ante el comentario de Sora.

            -Púdrete Sora. -Ladró Roxas, quien era el sin sus helados de sal marina, se sentía como Popeye sin sus espinacas o como Bugs Bunny sin sus zanahorias.

Después de hacer un gran lio termino cogiendo un helado de queso y fresa, aunque la mueca no desapareció de su rostro hasta que estuvo sentado en el metro, cuando bajo del metro, Hayner se despidió de ellos, ya la lluvia de la mañana se había ido en su totalidad, la luz del crepúsculo ya empezaba a pintar el cielo, eran las seis de la tarde.

Roxas y compañía caminaron hasta su casa, Roxas que tenía la esperanza de que Riku se fuera a su casa, llego con el ceño fruncido a la puerta de su casa, al ver que esto no sucedió. La casa de Sora y Roxas, era muy amplia y estaba en una zona para gente de clase media alta para arriba, el papa de Cloud, Sora y Roxas, trabajaba en el malvado arte de gobernar, dicho coloquialmente era diputado (Senador o como lo quieran nombrar), por eso solo los visita uno o dos fines de semana al mes. Eso solo significaba objetos extraños y ridículos de ciudad Disney cada dos semanas.

            -Mamá ya llegamos -Grito Sora, cuando puso un pie en la casa, como era costumbre rompiendo los tímpanos de las personas a su alrededor.

            -Sora, Roxas, ya están aquí. -Lanzo la mama de los gemelos la tradicional pregunta obvia. –Ah Riku que bueno que viniste. -Menciono emocionada la mama de los gemelos.

            -Buenas tardes señora Strife. -Saludo Riku tímidamente.

Pasen la cena esta lista interrumpió la mamá de los gemelos, como acto seguido todos se encaminaron hacia la mesa, en donde comieron una tarta de paopú, la tarta poco a poco iba desapareciendo hasta que finalmente dejo de existir. Después de agradecer por la comida Roxas, subió hasta su habitación se quitó el espantoso uniforme escolar, se puso unos pantalones deportivos de color negro, una camiseta sin mangas con un diseño de ajedrez. Vacío su mochila, saco todas sus cosas, encontró de nuevo la carta misteriosa, se recordó de que habían dos notas, le dio vuelta a todas sus cosas hasta que la encontró.

Abrió la nota esta decía:

            -Oh Roxas, sé que pensaras que la carta es una cruel broma, pero créeme  no lo es… es más iré dejando pistas hasta que des conmigo, te conozco desde que íbamos al jardín infantil, te diré la primera pista. Así como conozco en que videojuego pasas todas las noches, te diré una relacionada…

-Esbirros y demonios controlo… de la oscuridad y el fuego mis poderes obtengo… la magia arcana controla mi sed… y al rey del hielo quiero destruir…

Midnight.

Roxas analizó más detenidamente el contenido de la carta, sin embargo su mente no se le ocurrió nada o en todo caso, se lo ocurrió pero decidió no hacer su acto de presencia. Sin más salió de su habitación ya su vejiga estaba con el tanque lleno, camino hasta el baño ensimismado, hasta que topo con algo o mejor dicho alguien, callo de sentón al suelo, la persona con la que choco era Cloud.

            -Ha… yo… lo siento no te vi… -Se disculpó Roxas se levantó y entro al baño a vaciar el tanque.

Cuando salió del baño, este vio como Riku se despedía para irse. Cuando al fin se fue Roxas vio la hora eran la 22:03, ya se quería ir a su cama, no es que fuera un viejo que no aguantaba una noche de desvelo… es solo que tenía sueño porque la cafeína no se encontraba en su organismo en ese momento haciendo su efecto. Se fue a su cama a dormir, Roxas tenía la manía de que dejaba su celular con el reproductor encendido, hasta que le diera sueño.

Como a la hora de que Roxas se hubiera ido a los dominios de Hipnos, un ente extraño pelo pincho decide adentrarse en la habitación, en donde Roxas dormía como un gatito. Con todo el descaro del mundo, este ente que llamare Sora, levantó las cobijas, se acostó junto a su hermano y lo despertó, sacándolo de un apacible sueño húmedo.

            -Roxas despierta…

            -Ha… -Respondió Roxas, entre sueños.

Pero Sora era persistente así que siguió insistiendo hasta que Roxas, estaba en sus cinco sentidos.

            -Roxas cuéntame porque estas raro.

            -Ha… que yo raro… Sora no hagas preguntas estúpidas.

            -Por favor no creas que soy tonto, yo sé que algo te sucedió ayer cuando terminaron con Naminé y hoy por la tarde en las regaderas.

Roxas no se tragaba eso, tan obvio era, para que hasta Sora se diera cuenta de su problema.

-Vamos Roxy… que ya no confías en mí… vamos te doy la palabra de gemelo. -Sonrió Sora aunque bien sabía que en la penumbra esta no se vería.

Roxas estaba de nuevo en una disyuntiva, decirle a Sora o no lo de las cartas, decidió confiar en Sora.

            -Claro que confío en ti Sora… -Roxas respiro profundo.

            -Bueno adelante soy todo oídos. -Respondió Sora.

            -Ayer……………………………

Continuara.

Notas finales:

Halagos, recomendaciones y escupitajos por favor en los reviews, eso me motivara, a mejorar. En el siguiente desarrollare un poco las historias secundarias y sera largo más que este capitulo. GRAX


Yo me piro


Sayonara


 


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