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Noir désir por Marii Eel

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Notas del fanfic:

Este es el primer fic que digamos le he dado cierta continuidad, hasta cierto punto son proyecciones propias como de personas que he conocido en una sociedad tan cerrada y doble moralista como es en la que vivo, aunque claro con todo ese toque novelesco que es mera ficción, ojalá lo puedan checar.

Notas del capitulo:

Algo que considero importante aclarar es que el lenguaje está muy enfocado en como se habla en México, si no es entendible para alguien, háganmelo saber para en los siguiente modificar algo ¿vale? Aunque considero que de alguna manera se expresa un poco mejor de esta manera.

Aún no estoy del todo convencido si es buena idea ir a ese lugar, me refiero a que no creo que encuentre lo que estoy buscando en estos momentos, pero igual algo funciona… así que me detengo, me bajo de la moto y le entrego las llaves al ballet parking de siempre, quién me saluda cordialmente. Entro y lo primero que siento son todo tipo de miradas sobre mi, algunas de indiferencia que sólo volteaban a ver quién entraba y otras cargadas de lascividad tanto de hombres como de mujeres que no se recatan en absoluto incluso llegándome a decir  obscenidades mientras paso frente a ellos… siempre es lo mismo, me pregunto por qué vine entonces, ah…ya lo recordé, necesito un desahogo y quizá un poco de dinero no me caería mal, cosa que no es nada difícil de conseguir aquí, y es que mi apariencia diría que es bastante favorable y andrógina cosa que a mucha gente le gusta… digamos que mido 1.70, piel nívea, ojos azul intenso que contrasta bastante con mi cabello negro un poco largo, cuento con rasgos bonitos y sumándole que soy bastante delgado puedo confundirme fácilmente con una chica, combinación perfecta ¿no?

 

 

Pero al parecer la apariencia no lo es todo, al menos no en el infierno en que vivo diariamente especialmente en casa, mi madre me tuvo muy joven con un cabrón italiano que conoció en un evento cultural, y que a lo mucho he visto en un par de ocasiones, de ahí mi nombre Andrea que para colmo me trajo muchas bromas y críticas, por que si bien mi nombre es común para los hombres italianos no lo es aquí; y después de no se cuantos padrastros y un medio hermano idiota a mi madre se le ocurre casarse con un libanés conservador que me vino a dar en la madre… no sé Lucía (mi madre) por que tenga afición por los extranjeros… en fin, este tipo y yo siempre chocamos por cosas irrelevantes al menos para mi, como mi apariencia y el hecho de que no puede soportar que uno de sus ‘hijos’ sea maricón, afeminado o como le quieran llamar, en pocas palabras no me traga y mucho menos yo a él, hasta eso todo era soportable, pero para mi mala suerte un día me encontró besándome con un chico, lo que desencadenó una serie de medidas extremas en mi contra a las que Lucía sin problema alguno accedió… para empezar tenía que empezar a ver especialistas para “curarme”  de mi bisexualidad (por que hasta eso si había tenido relaciones satisfactorias con mujeres), tenía que dirigirme a casa en vez de quedarme en el campus1, no podía salir excepto con ‘gente bien’ para que me ayudara a retomar las buenas costumbres y moralidad.

 

Al principio accedí por que no quería que la situación se pusiera más tensa, pero ese no era yo, todo era tan jodidamente frustrante que exploté sin más y mandé todo por la borda, eso obvio enfureció a mis padres y como consecuencia iban a mandarme a otro internado, uno mucho más disciplinado… pero eso no pasó gracias a que mi abuela intervino, quién amenazó a mi madre con no legarle unas propiedades que sin duda alguna ya estaban en los planes futuros de Lucía y su esposo, después de negociar accedieron a que entre semana me pudiera seguir quedando en el campus aunque bajo la extrema supervisión de las religiosas, y los fines de semana estaríamos en familia y yo tenía que aceptar la convivencia de acuerdo a sus intereses y ocasionalmente seguir viendo a esos niños estúpidos que mis padres desearían sin duda alguna que fueran suyos… en teoría no tenía que ser tan malo, pero nada más mi abuela salió del país y regresaron las terapias, al negarme me quitaron el dinero y techo para vivir los fines de semana, supongo que pensaron que si no lo aceptaba por las buenas entonces por las malas, creyeron que no soportaría y al primer intento vendría pidiendo perdón o yo que sé, pero estoy seguro que nada podría ser peor que acoplarme a su vacío e hipócrita estilo de vida, mientras saludan a la gente en las fiestas simulando el cuadro de la familia perfecta y multirracial jajaja, y es que mi hermanastro Erick es hijo de un músico afro americano, y digamos que heredó de Lucía el temperamento y desagrado hacia mi, prueba de ello son los rumores que esparció en la escuela sobre mi, que de por si la mayoría de mis compañeros ya eran hipócritas y murmuraban cosas de mi al pasar por ser un poco diferente o más bien por salirme del molde de todos esos clonados, el rechazo incrementó aún más… dándome sus sonrisas de modelo en mi cara y lanzándome frases despectivas en cuanto les daba la espalda, sumándole a las tipas idiotas que se ofrecían para hacerme ‘hombre’,  ¿que bonita familia no?.

 

Todo este circo comenzó a mis quince años y fue cuando comencé a aislarme, sentía que nada tenía sentido, aunque igual y me esforzaba en lo académico para que al cumplir 18 pudiera entrar a una buena universidad y deshacerme de toda estar mierda, dónde podría empezar de cero, pero mientras eso ocurría por lo pronto necesitaba dinero y  prácticamente a nadie a quién acudir, por que mi único amigo real Jona tenía problemas familiares fuertes, su mamá tenía cáncer  por lo que tuvieron que mudarse de ciudad, y pues él no podía estar velando por mi en esa situación y mucho menos a distancia.

 

Un día sentado en la barra de un bar (como verán en este país no existe la edad legal en realidad), se me acercó una mujer muy guapa de unos 25 años, que además era inteligente, simpática, culta… en pocas palabras me cautivó, me dijo que su nombre era Natalia, cuando me di cuenta estábamos teniendo sexo y al terminar me entregó dinero cosa que yo no entendí, ¿será que era tan transparente?, en fin continuábamos encontrándonos, seguía percibiendo su dinero o debería decir el de su esposo y sentía que estábamos bien, pero aún cuando tenía sus piernas enredadas a mi cadera no lograba sentirme mejor o despejar mi mente, sentía que me faltaba algo, ahí fue cuando empecé a frecuentar más antros gay donde en un principio iba a ligar y  después de un tiempo acudía para drogarme hasta no saber más.

 

Un día un chavo que acababa de conocer me dijo que si me gustaban las experiencias fuertes como él creía me recomendaba ir ahí y me entregó una tarjeta blanca con una dirección y un símbolo extraño en la parte superior derecha, bastante sobria diría yo, pero ganándome la curiosidad fui. Era una casa grande, bastante cuidada, me recordaba la fachada de la casa de las monjas y pensé que quizá ese tipo me había tomado el pelo y había caído en una broma patética, pero enseguida vi salir a dos hombres y una mujer bastante atractivos dirigiéndose a un coche, noté que uno de ellos no caminaba bien, iba como encorvado, fijándome bien la chava lo llevaba tirando de una cadena alrededor del cuello… ¿qué demonios era exactamente ese lugar?; entré despacio, llegué a una recepción parecida a la de un hotel y un hombre que parecía modelo me preguntó qué necesitaba, yo sin saber más le entregué la tarjeta y le dije que un amigo me la había dado, pero que no sabía qué era el lugar o que era lo que ofrecían… se quedó callado y me observó de arriba abajo, enseguida marcó un numero en su teléfono y dijo algunas cosas que no alcancé a oír, no tardó mucho en aparecer un muchacho de aproximadamente 20 años, que en cuanto lo vi me quedé sin habla, primero por lo hermoso que era… un poco más alto que yo, con una cara masculina pero a la vez de rasgos estéticos, sus labios gruesos le daban el toque perfecto del aire exótico que desprendía con su piel aceitunada, sus ojos obscuros y su cabello ondulado… bajando más mi mirada me percaté de su cuerpo delgado pero atlético, combinado con unas cintas de cuero que simulaban un chaleco unidos por una argolla central, era un pecho bien trabajado donde noté los piercings bastante provocadores en cada uno de sus pezones… caí en cuenta de lo que era ese lugar, y antes de que pudiera decir algo, el moreno me tomó de la mano y con voz gruesa y firme me indicó que lo acompañara, algo a lo que obviamente no me negué, bien pude haber salido de ahí pero por alguna extraña razón no lo hice.

 

Cruzamos una puerta para abandonar la recepción y entré en un mundo que no sabía que existía tan cercano a mi, era como ir a la época medieval, era impresionante como de estar en un ambiente moderno llegábamos a esto, el piso era de cemento con acabado de piedras pequeñas, las paredes tenían un forramiento de piedra donde colgaban una especie de antorchas… era un pasillo muy largo donde abundaban las puertas pesadas de madera, pero a pesar de lo gruesas que eran no limitaban el ruido que salía de cada una de las habitaciones como los gritos de los amos y dominatrixes así como los de placer, gemidos, el sonido de cadenas… finalmente llegamos a una habitación donde empezó mi transformación, donde fue mi primera experiencia de este tipo, que fue muy satisfactoria y me produjo un dolor combinado con placer que me dejaba simplemente cegado, y a diferencia de cuando estaba con Natalia me hizo olvidarme hasta de mi nombre, me permitió realizar mis deseos que quizá había mantenido hasta ahora escondidos en mí, comencé a ser consciente de zonas de mi cuerpo que no sabía que podían producir esas sensaciones de lujuria, de deseo, saciedad… me sentía vivo.

 

Pero cada vez comencé a necesitar más, así que poco a poco dejé de ir, necesitaba algo más real2, algo que me marcara, que reflejara en mi cuerpo como me sentía, el dolor físico era la única forma en que podía sacar todo ese dolor, odio, frustración y tristeza espiritual que estaba enterrada de una forma tan profunda que sin duda si no hubiera sido por estas prácticas, no sé como habría seguido vivo.

 

Y ahora estoy aquí, dos años después, que igual y estoy consciente que no es el lugar típico para mis necesidades, pero el que busca encuentra…diviso un asiento en la barra y pido una Salamandra3, el barman sonríe y coquetea un poco conmigo, le contesto amablemente pero decido darle la espalda, es lindo pero no lo que ando buscando, dejo llevarme un poco por la música tipo tecktonik4 mientras observo a la multitud bailar, otros viendo y tomando fotos o video a los strippers que bailan provocativamente en jaulas algunos en parejas simulando diversos actos sexuales; hay otras personas ligando y los más desinhibidos teniendo sexo en alguna esquina o sobre algún sillón… hombres o mujeres, aquí no importa eso y es una de las razones por las que me gusta venir aquí.

 

De repente lo veo, llama enseguida mi atención y es exactamente mi tipo: alto de buena complexión, con el cabello rubio a la altura del cuello, ojos azul claro, lindos labios, piel blanca pero con un ligero bronceado, con cigarro en mano y actitud de bad boy que le va perfecto con su playera cuello V de estampado extravagante, chamarra de cuero y unos jeans negros de los que de la bolsa trasera cuelgan algunas pequeñas cadenas… ¿cadenas? ¿Estoy obsesionado o que?, sacudo la cabeza y en cuanto trato de enfocar para verlo de nuevo noto sus penetrantes ojos clavados en los míos, no niego que me tomó por sorpresa un poco, pero trato de retarlo mirándolo de vuelta de modo desafiante, él enseguida traza una sonrisa de lado, le da una calada a su cigarro sin dejar de mirarme y se dirige por entra la multitud a dónde me encuentro –Vaya, hasta que encuentro alguien que vale la pena, soy Leo- lo dice mientras me da un provocativo beso en la mejilla –Puede que para ti valga la pena, pero no estoy seguro que para mi sea lo mismo- lo digo mientras el arquea una ceja y se recarga en la barra, da otra calada en un movimiento de tinte erótico, enseguida me giro completamente hacia él –Y yo Andrea- milagro… parece no sorprenderse por mi nombre, Leo me toca la cadera y me dice –Entonces,  ¿quieres bailar o que Andy?-  mi reacción inmediata e inconsciente fue jalarlo de la chaqueta para acercarlo hacia mi mientras le grito –No me llames así, ¿para ti soy Andrea Ok?- y es que no hay nada peor que me llame así cualquiera, Leo me toma de la muñeca con fuerza y me dirige una fuerte mirada –Cuidado niño, no sabes lo que puedas provocar- me paro de mi asiento y sonrío, me digo que quizá si fue la elección correcta –Bailemos entonces.

 

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Me toma de la muñeca con firmeza, apaga su cigarro y me conduce al centro, dónde empieza a sonar Skin de Rihanna y la gente se anima, empezamos a balancearnos al ritmo de la música, me aparto un poco de él y comienzo a pasar mis manos por mi cabello y cuello, desciendo por mi torso, abdomen y después a mi pene dónde lo sostengo con fuerza y finalmente a mi cadera y muslos mientras lo veo juguetonamente y me muerdo los labios, Leo me mira directamente a los ojos mientras se lame la comisura de la boca y me toma de la cintura para aproximarme a él, empieza a recorrer sus manos por mi espalda y va bajando poco a poco, introduce una de ellas para tocarme mejor, y la otra la posa en mis nalgas donde las empieza a apretar; mientras estamos prácticamente pegados y moviéndonos al ritmo de la música nuestros penes se rozan, bastante sincronizados y yo no puedo resistirlo y mientras toco sus caderas empiezo a besarle el cuello, a lo que el responde dándome un tirón de cabello para elevar mi cara y besarme sin más miramientos, es un beso bastante intenso y húmedo, donde nuestras lenguas se entrelazan de forma salvaje y sin previo aviso muerde con fuerza mi labio inferior del que no tarda en brotar un poco de sangre, la misma que Leo lame de forma pausada para después volver a profundizar en mi boca; me gira para darle la espalda y comienza a frotarse contra mi trasero, frota mi pene sobre la ropa subiendo y bajando su mano de una manera lenta pero que siento bastante y simultáneamente besa y lame mi nuca… no puedo evitar soltar un gemido y es que se mueve de una manera bastante buena y resalto el hecho de que es bastante grande.

 

Siento que empieza a desabrochar mi cinturón, pero no puedo hacerlo aquí enfrente de todas estas personas, por que además no sería como me gusta, mis cicatrices y hematomas llamarían bastante la atención aún en la semioscuridad del lugar, así que le tomo la mano con delicadeza y me volteo para verlo, rodeo su cuello con mis brazos y le ronroneo al oído –Te juro que muero de ganas que me pongas esto- sostengo su pene –Pero vámonos de aquí ¿quieres? – le muerdo el lóbulo sensualmente, cosa que logró que si estaba dudándolo, terminó de convencerlo, me toma la cara con ambas manos y me dice – Te prometo que no te arrepentirás – Salimos del lugar y le digo que me espere un momento, me dirijo con Francisco, el ballet parking de siempre y le digo que lleve a donde siempre mi moto y le entrego algo de dinero, cosa que ya no es de sorprenderle, por que generalmente salgo en muy mal estado o con una persona diferente. Cuando volteo Leo está parado afuera de su coche fumando, llego hacia él, me abre la puerta y subo.

 

En cuanto entramos a la habitación del hotel literalmente me le monto para besarlo, él me sujeta con sus brazos y empieza a besarme y antes de llegar a la cama chocamos y tiramos varias cosas que sirven para la decoración, este tipo de situaciones sólo logran prenderme más, finalmente me deja caer sobre la cama mientras se saca la playera y desabrocha su pantalón… desde donde estoy se ve tan imponente y que decir de la erección que presenta, se inclina para besarme aún más intensamente que las veces anteriores y me quita de prisa la playera de manga larga y de repente se detiene al ver mi torso y brazos desnudos llenos de moretones, raspaduras y cortadas –¿Te pasa algo?- pregunto nervioso y al no haber respuesta sólo logro decir – Perdón, creo que me equivoqué, o si quieres puedo cubrirme de nuevo y es que hace rato me tocaste, no creo que no lo hayas notado- ¿Cómo puede ser que me haya equivocado?, siento que recorre sus dedos sobre varias de mis cicatrices, sonríe y sostiene mi cuello con fuerza – Para nada, es mejor de lo que había imaginado- lo dice mientras con su mano libre introduce otro cigarrillo a su boca –Prohibido dejar marcas en cara, cuello y manos, ¿está claro?- Leo sólo amplía su sonrisa- Creo que me voy a divertir-

¡Ahh!- no puedo evitar soltar eso al sentir las cenizas del cigarro caer sobre mi abdomen –Pues eso espero- le respondo.

 

Me pongo de rodillas y comienzo a bajar su boxer, al estar su pene a mi alcance empiezo a lamer la punta para después repetir la acción a lo largo y ya después meterlo por completo en mi boca, subo y bajo rítmicamente mientras Leo me quema esporádicamente los brazos y no puedo dejar salir algo de esas sensaciones, ya que en cuanto trato de separarme un poco él me vuelve a dirigir la cabeza hacia el frente, hasta que suelta un gemido ronco y siento en mi boca un líquido espeso y caliente -Pásatelo todo- y eso hago… -¿Te gustó?- sonrío de manera pervertida y le respondo –¿Tú que crees?Bien, por que voy a dar bastante de eso esta noche hasta que quedes satisfecho - Antes que pueda responderle siento como me toma de las muñecas son una mano y con la otra prácticamente me arranca el pantalón, me muerde bastante fuerte la clavícula y siento como la piel de la zona se quiebra y empieza a brotar ese líquido al que estoy tan acostumbrado a ver, pero cuyo efecto sigue siendo efectivo, casi hipnótico… salgo de mis pensamientos al sentir un fuerte ardor que produce una quemadura directa en el muslo, pero no puedo evitar sentirme tan excitado –Vaya así que creces de más de esta manera- Cállate y continúa- Le digo mientras rodeo su cadera con mis piernas, las mismas que recorre rasguñándolas con profundidad, es tan placentero que cierro mis ojos, pero que enseguida abro de golpe al sentirlo introducirse en mi sin consideración…llego al éxtasis, siento el calor de mi semen sobre mi abdomen al mismo tiempo que aquel líquido carmín comienza a brotar en mi recto, lubricando y pudiendo de esta manera llegar su pene cada vez más en mi interior, las embestidas son tan fuertes que cada vez que Leo sale salpica hasta el interior de mis muslos con sangre… pero todo parece estar alterado, entro en una dimensión diferente, donde todo parece ir en cámara lenta… veo su expresión, está bastante sonrojado y el sudor escurre por su frente y cuello, así como noto las venas saltadas por el esfuerzo también en sus brazos, es bastante hermoso ahora que lo pienso… me pregunto cómo será su esposa, lo digo por que aunque vi su anillo de casado preferí omitirlo, me pregunto si será igual de rudo con ella… sinceramente no lo creo, este tipo de hombres aparentan ser perfectos frente a sus parejas pero acuden a gente como yo para sacar lo peor de ellos, su verdadera naturaleza sin la necesidad de dar explicaciones… veo que cierra sus ojos con fuerza mientras muerde su labio y siento mi interior aún más caliente… así es, ha terminado y en un par de movimientos más yo por segunda ocasión.

 

Se inclina sobre mi y me besa lentamente, es un clásico beso como de agradecimiento-despedida después de un polvo… sale cuidadosamente de mi mientras me mira de arriba abajo – No te preocupes, no te pasaste, y en todo caso yo lo busqué- Le digo al ver su cara de preocupación, jajajaja ahora resulta que es un ser moral… ¡patético!- Ok, bueno me marcho, ya dejé todo lo del hotel pagado así que si no puedes andar, quédate aquí ¿vale?, y aquí tienes dinero para lo que necesites, probablemente pienses que qué doble personalidad tengo ¿no?, pero es que me di cuenta que en realidad no haces esto por que te guste,  físicamente reaccionas, pero en realidad sólo eres un niño asustado que quiere escapar, al principio no lo noté, pero hace un momento cuando vi como me mirabas lo comprendí, creo que hasta me siento un poco culpable… -Idiota, ¿qué necesidad hay de que me diga toda esta mierda? ¿Quién se cree que es?, ¿Acaso me conoce?, esto me emputa pero prefiero no contestar y miro fijamente hacia el techo –Bueno, cuídate Andrea- lo dice mientras pone el dinero en la mesita de noche a mi costado y me acaricia el cabello, y lo último que veo es su espalda alejándose.

 

Siento todo mi cuerpo entumido y a lo mucho estiro el brazo para alcanzar mi teléfono, presiono 1 y espero, al segundo tono escucho su voz… -Andy, ¿qué pasó?- Oye, ¿puedes venir por mi?- ¡No otra vez!, pero ¿estás bien?... te juro que nunca entenderé por que sigues haciendo estas mamadas… bueno eso no importa ahora, ya voy para allá, dame el nombre del puto hotel y el cuarto- lo dice mientras noto que se le empieza a quebrar la voz y su respiración se altera, se lo digo mientras me empiezo a sentir como la mierda que soy, ¿por qué siempre le hago daño a la única persona que me importa?, será que como la naturaleza de algunos sea la bondad, maldad o ambición, la mía sea siempre cagarla y ser un egoísta por que mi destino es estar sólo… la verdad no lo sé, pero justo ahora empiezo a sentirme somnoliento…

Notas finales:

GLOSARIO

1 Andrea está en un internado mixto en el que se les permite salir de viernes a domingo.

 2 Los practicantes del BDSM generalmente lo emplean como una forma de juego, y normalmente quienes se consideran parte de este tipo de prácticas no proporcionan heridas reales al sumiso, lo máximo que está permitido es enrojecer la piel.

 3 Es una de las cervezas junto a la Purple Hand con un ligero toque a miel, que va dirigido principalmente al mercado lésbico-gay, de la cervecería mexicana La Minerva, cuya innovación le ha permitido que ya haya pedidos para exportar a países como Alemania y Japón.

 4 O TCK es un baile basado en movimientos atípicos inspirados de distintos bailes dance y hip-hop que se baila al ritmo de música electrónica (elektro, techno y hardstyle)


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