1 Solo
La nieve caía lentamente, cubriendo totalmente las calles de toda la ciudad, el frío era aterrador, se había pronosticado una ventisca que duraría toda la tarde y parte de la noche, por lo que no había casi nadie caminando por ellas
Pero no era el caso de un adolecente que apenas se mantenía de pie, caminaba tambaleándose y parecía que se iba a derrumbar en cualquier momento, estaba a penas cubierto por prendas no muy abrigadoras y se cubría a sí mismo con un abrazo lo cual no era de mucha ayuda…
-Frío… sien.. to mucho frí..o –decía temblando- ya no más…. Ya no puedo más!... –solo dio un par de pasos más y se desplomó encima de la nieve- por qué… por qué me dejaste solo… mamá!... –diciendo lo último cayó inconsciente, evitando que la nieve lo cubriese casi por completo-
-no quiero estar solo, -estaba sumido en la inconsciencia- por qué se murieron?... por qué me dejaron aquí?, - decía entre sollozos- quiero ir con ustedes, yo quiero… -se detuvieron sus sollozos al sentir como un toque cálido, el cual no podía definir dónde exactamente lo sentía, ya que rápidamente se difundía por todo su cuerpo- qué es esta sensación, esta calidez que siento es muy agradable, qué es? –estaba como en un sueño todo era blanco incluso empezaba a pensar que había muerto de no ser por que oyó unos murmullos, pero solo parecían eso, ya que no podía oír lo que exactamente decían esos murmullos-
-resiste por favor!... –decía una persona muy preocupada con un adolescente en brazos que parecía casi sin vida- descuida, estamos cerca de donde vivo, ahí estarás mucho mejor, solo resiste- estaba caminado de regreso a su casa, la ventisca había parado y por eso se apresuró a salir de su trabajo para irse, pero a más de la mitad de su camino notó algo extraño, a lo lejos parecía un montón de nieve acumulado, pero al momento de acercarse se aterró al darse cuenta que era una persona, se apresuró a socorrerla, quedando un tanto aliviado al darse cuenta que esta aún respiraba, inmediatamente lo levantó en brazos y a paso rápido se lo llevaba de esa forma-
-hay alguien, quién es?... no puedo oír lo que dice, pero no quiero que se vaya, no!...
Después de un corto recorrido el salvador había llegado a su vivienda con el joven inconsciente en brazos, entró haciendo mucho ruido alertando a su compañero de vivienda
-Nowaki qué pasó?, quién es el?! –decía un rubio al ver a su kohai entrando con una persona casi muerta en brazos-
-rápido Tsumori, está muy más, calienta agua por favor –le pidió a su sempai, a lo que este obedeció, mientras él entraba a su habitación y depositaba delicadamente a la persona que había socorrido, desvistiéndolo rápidamente, ya que la ropa que llevaba estaba mojada a causa de la nieve derretida, cambiándola por una mullida y abrigadora pijama, por último cubriéndola con una frazada-
-aquí tienes, la puse en la bolsa, pónsela en los pies! –entregándole la bolsa, la cual el otro la recibe e inmediatamente hace lo que le había dicho- está temblando mucho… Nowaki cómo lo encontraste?
-fue de camino aquí!... no lo llevé al hospital por que hubo una falla eléctrica, no creo que lo hubiesen atendido… -acomodando los cabellos castaños del muchacho dormido- me pregunto, por qué estaba ahí?
-pues no creo que haya salido a dar un paseo, porque con la ropa que traía… -decía irónico- para mi que se escapó de su casa –mirando de reojo al castaño-
-eso crees?... –volteando a ver detenidamente las facciones del joven inconsciente- entonces lo deben estar buscando… –sonríe- ojalá despierte pronto y así nos dirá qué hacía afuera con semejante frío… -decía entre curioso y algo preocupado-
-sí, será interesante oír lo que tiene que decir… - es realmente bello –pensaba sin aparta la vista del rostro del castaño-
…
-ya no siento nada de frío, todo es tan cálido… estaré muerto?!, -sonríe- eso espero, eso es lo mejor que me puede pasar, ya no quiero volver allá, ya no!... no quiero pasar por lo mismo nunca más!, no entiendo por qué tuvo que pasarme todo eso… tal vez fue mi destino, ojalá lo pudiese haber cambiado, si tan solo papá no nos hubiese dejado solos, nada de esto habría ocurrido… sí, eso fue lo que dio pie a que todo ocurriera, lo recuerdo muy bien…
-Era un día muy triste, llovía a cántaros y mi madre estaba devastada, no paraba de llorar, nos quedamos hasta entrada la noche en frente de la tumba de mi padre, su muerte fue muy trágica, lo asesinaron para robarle lo poco que tenía, no podíamos, no queríamos creer que ya no lo veríamos más…
-sumado a la tristeza que mi madre sentía por no tener a mi padre, estaba muy angustiada sobre nuestro futuro ya que el sueldo de mi padre, aunque muy poco, lograba cubrir con nuestros gastos y ahora ya no contábamos con eso, estábamos solos y casi sin nada
-me sentía inútil, sabía que no podía ayudarla en nada con solo 5 años, no quería verla sufrir; ya a punto de quedar sin nada apareció él… así de la nada, y nos sacó de esa miseria… se había enamorado de mi madre, era lógico ella era realmente hermosa, tenía el cabello castaño largo hasta la cintura, levemente ondulado, sus ojos color miel, una tersa y blanca piel, realmente no parecía que hubiese tenido un hijo, y aparentaba unos 18 años, quién no caería rendido a sus pies…
-pero aunque él nos ayudó, mi madre no logró llegar a amarlo, no podía olvidar a mi padre, ya que lo amaba con toda su alma, aún así aceptó casarse con él, por mi… para poder darme una familia, no podía oponerme, no después del sacrificio que estaba haciendo mi madre para que sufriera de hambre o de calor familiar
-a pesar de no sentir amor por él, mi madre supo fingir muy bien, no lo odiaba, pero no lo amaba y por no causarle un dolor decidió hacerle creer que lo amaba, ya que no había mejor forma de agradecer su generosidad…
-una semana después de su compromiso mi madre me dijo que mi futuro padre tenía dos hijos, y que serían mis hermanos mayores, uno tenía 9 y el menor 7 años, no había mucha diferencia de edad y me alegraba poder tener hermanos, así que prometía a mi madre portarme bien de ahí en adelante…
…
-hijos, -decía un hombre alto, de cabello negro, ojos oscuros y que siempre vestía de traje, mientras sus hijos prestaban atención, todos se encontraban en la sala de la casa del mayor- les quiero presentar a Hiromi Kamijou … -dando paso a la castaña- ella será su nueva madre –la nombrada se inclina-
-mucho gusto, es un placer conocerlos, me gustaría que cuenten conmigo para cualquier cosa –decía la castaña un una encantadora voz-
-NUNCA!!! Nunca aceptaré que esa tipa sea nuestra nueva madre!!! –gritaba el mayor de los hermanos para luego salir corriendo a su habitación-
-Oye!!! –llamando inútilmente a su hijo que se había comportado de la manera más irrespetuosa que pudo- lo siento mi amor, es que…
-descuida cariño –calmando a su futuro esposo, con una tierna sonrisa- entiendo perfectamente, solo espero que con el tiempo llegue a ganar aunque sea un poco de su cariño-
-el menor de los hermanos se acerca a la mujer- pues a mi si me agrada la idea de tener una madre –dice con una sonrisa tierna- umhh? –se extraña al ver a alguien oculto detrás de las faldas de la castaña- y quién es él? –pregunta señalándolo-
-Hiroki sal de ahí cariño, anda no seas tímido y preséntate!... –el niño muy tímido apenas si salió de detrás de su madre
-hola… ah, yo… mi nombre es Kamijou Hiroki, mucho gusto! –dice casi gritando con la cabeza inclinada-
-Hiroki es el hijo de Hiromi, -habla el más mayor- y será tu nuevo hermano menor!
-sonríe de felicidad ya que no solo había ganado una madre, sino también un pequeño hermano menor, con lo cual el ya dejaba de ser el menor lo que le molestaba mucho- mi nombre es Usami Akihiko y el gusto es mío!