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La tempestad del mar por VampireSaga

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Notas del capitulo:

Hola a todos/as, he actualizado por fin el misterio de aquella mujer se revela, espero les guste, los leo en los Rev. Y bueno si me da tiempo subo otro capítulo en unas horas. ¡Gracias por leer!


 

-.-.-.-.-.-.Alemania-.-.-.-.-.-.

Radamanthys se había quedado quieto, viendo con duda a quien se decía llamar ‘Kanon’, pronto hizo uso de su cosmos, de su energía para poderse liberarse de Saga, se había quedado agotado, tanto que tuvo que quedarse sobre el piso, jadeando y gruñendo a su vez. Saga suspiró.

-¿Qué eres? –Dijo el mayor de los gemelos, el uso del cosmos de esa forma se le hizo demasiado extraño.

-Uno de los tres jueces del infierno –Murmuró Kanon recuperándose.  -Saga quedó un poco atónito ¿Kanon no se había dado cuenta de ello o que estaba pasando aquí?

-¿Te has acercado a mí con la intensión de provocar una guerra santa? –Enarcó una ceja mientras se levantaba y se dirigía al espejo, el tinte claro que le había aplicado Kanon se le hacía tan extraño, sin dudas se parecía demasiado a su pequeño hermano.

-Sabes que no, Atenea y Hades están en paz, nadie quiere guerras. ¿Quién eres tú?-Masculló el Juez viendo a Saga, mientras se trataba de reincorporar.

-No puedo creerte, ¿así que todo este tiempo supiste que soy un Santo de Atenea?

-No. –Negó el espectro convencido. –Lo he comprobado poco a poco, sin embargo no sé qué constelación es la de tu nacimiento. –Saga se puso camisa y se acercó al espectro.

-Eso no es de tu incumbencia, regresa por dónde has venido y olvida tu venganza que tenías contra mí…Además eres solo un choquillo –Le tomo del mentón y le apretó.

-No puedo creerlo –Dijo Radamanthys apretando el brazo de Saga –Kanon, sabes bien que esa venganza se me ha olvidado, no has puesto resistencia al beso, ni siquiera a mi acoso, te la has pasado amenazando sin hacer nada, ambos sabemos que es esto. –Saga terminó soltando al rubio. Eso Kanon no se lo había contado –Me largo, pero esto no se va a quedar así, no te conozco, tu no me atraes, solo haces que la sangre me hierva y MI Kanon no provocaba eso en mí –Saga solo echo una risa sarcástica cuando recalco que su hermano le pertenecía.

-.-.-.-.-.-.Santuario-.-.-.-.-.-.

Kanon se metió a la ducha y se puso los ropajes de Saga, prefería su ropa típica a esa ropa que Saga a veces usaba, con disgusto se encontraba y termino poniéndose su propia ropa, esa camisa azul con el cuello en uve todo típicamente griego en el menor, ese atuendo caracterizaba a Kanon. Se miró al espejo, su color de cabello era más oscuro, justamente la tonalidad azul marino y no la añil que él solía tener, pero había sido necesario, ojala Shion no se diera cuenta, o ese idiota de Milo, odiaba el color de Saga y se terminó revolviendo el cabello.

-No sé por qué he hecho esto…-Murmuró peinándose de nuevo –De hecho si sé…-Echo la mirada al techo del templo –Solo para evitar esto… ese acoso a ese....hombre…-Cuando Saga sepa a quien estaba siguiendo se le saltaran las venas de la frente. -Se preparó y subió a desayunar, en el camino se encontró con Shaka, Aioria, Mu y Aldebarán. Quienes le veían de forma extraña.

-¿Te has hecho algo nuevo Saga?, te notó diferente –Comentó el León dándole un codazo a Aldebarán.

-Es cierto, ¿tu cabello es más oscuro o quizás es que lo peinaste diferente? –Añadió el grandulón tauro.

-No creo que sea eso caballeros, vean lo evidente –Dijo Shaka.

-¿Vean?, Shaka tu ni ves, nunca abres los ojos y eso que son hermosos –Hizo burla Aioria –trae la ropa de Kanon –Dijo el santo de la virgen ignorando a su compañero.

-¡Es cierto! –Espetaron Aioria y Aldebarán mientras caminaban. Kanon estaba perdiendo la paciencia con eso, por ello no había comentado nada.

-Si no fuera por el color de cabello juraría que eres Kanon –Murmuró Mu y Shaka asintió. Kanon frunció el ceño y trato de no cruzar sus brazos al hablar cuando algo no le parecía, se quedó con los brazos al costado ‘imitando a Saga’.

-Me he quedado sin ropa limpia y como Kanon no está me he puesto lo primero que encontré en sus pertenecías –Paso de ellos viendo con atención a Mu. Echándole una mirada un tanto ¿sexual?, que más bien termino en una normal.

Todos veían al ‘Saga’ que tenían ahí pero algo estaba un tanto extraño o eso les había parecido, Aioria y Tauro aseguraban que la ropa, pero mientras subían de casa en casa ayudándose de Mu, los santos veían con más rareza al gemelo hasta que llegaron donde Camus, ya que Milo se encontraría ahí, pues habían visto subir a la parejita muy temprano.

-Milo –Susurró Mu apenas apareciendo con la bola se Santos que se encontraba ahí, pero lo que vieron era un tanto deplorable, estaba ahorcando a Camus, Aioria, Aldebarán y Dhoko tuvieron que separarlos.

-Milo…-La voz de Kanon y su expresión fueron extrañas.

-¡Déjenme a ese idiota! –Gritaba el escorpión, quien traía una mordida en el cuello.

-¡Idiota tú, eres un maldito Milo! –Gritó Camus con los labios carmesí.

-¡Calma señores! –Decía Shaka quien odiaba ese tipo de cosas. -¡No pueden pelear entre santos, terminen sus diferencias!

-¿A caso quieren que el patriarca los exilie? –Dijo Aiolos acercándose a esos dos.

Dhoko se acercó y les dio un buen golpe a los dos –Están demasiado grandes para seguir haciendo cosas de este tipo, les advierto que si escucho un insulto más yo mismo los despojaré de todo. Y haré que Shaka les borre la memoria para que vivan como un hombre común y corriente.

-Eso estaría bien en vez de pasar toda una vida con un compañero tan desgraciado como Milo –Dijo Camus soltándose de los demás caminando hacía la casa de Afrodita.

Todo fue un silencio sepulcral, solo que las miradas de Kanon y Milo se cruzaron. Fue un tanto extraño, pues noto que ‘Saga’, tenía los brazos cruzados, cuando ese gesto era más del gemelo menor.

-¿Te has vestido para provocarme Saga?, con ese ademan y todo así, juraría que eres Kanon…-Añadió Milo y todas las miradas barrieron a Kanon.

Soltó un suspiró de hastió y dejó de cruzar los brazos –Les he dicho que me he quedado sin ropa limpia y que he tomado la de Kanon ¿tan raro es?, y Milo, mejor no hagas llorar a la Sirenita, Kanon jamás te hará caso… -Añadió saliendo de ahí. –Por qué él ya tiene a alguien…-Silencio al darse cuenta que hablaba del rubio. ¿Por qué había hecho eso?

-¿Qué Kanon qué? –Se exaltó Shura, Aioria, Death Mask, Aldebarán y rematando con Milo

-No sean chismosos, pregúntele a Mu, el carnero lo ha visto todo –Se río dirigiéndose al comedor, mientras todos buscaban sacarle el chisme al santo de Aries.  Aunque claro, Milo se hizo el desinteresado, viendo caminar al supuesto Saga, había algo raro en eso.

-.-.-.-.-.-.Alemania-.-.-.-.-.-.

Saga terminó cambiándose, odiaba el estilo de Kanon -¿Debo seguir a…? –Murmuró caminando por ahí, viendo a la mujer, delgada, alta y de…-¡Atenea!, digo… ¿Saori? –Aquella mujer de cabellos lilas salía de una tienda de ropa junto a Hyoga quien cargaba todas las cajas y se dirigía a entrar en un convertible donde el chofer era Seiya. -¿Así que de esto se trataba?, Maldito Shion, como no lo mato, esto es una pérdida de tiempo. –Terminó tomando un taxi para seguir a ‘la diosa y santos de bronce’.  Saco la nota de Shion del bolsillo del pantalón de Kanon.

“Debes vigilar a Saori Kido, al parecer tiene una aventura con alguno de los Santos de Bronce, ya sé que lo más lógico debe ser Seiya, ella fue a Alemania para poder estudiar la universidad y que de una buena vez aprenda algo y se comporte como la diosa que es, pero me han informado que ha dejado de asistir y que tiene aventuras con diferente hombres, debes averiguar con quienes o con quien en específico, ten cuidado con el Fénix. También anda tras la diosa.”

-¡Maldito Shion!, no sé porque esa maldita de Atenea eligió reencarnar en una chiquilla caprichosa que solo está atenta a sus uñas, cabellos y joyas.  Y además ninfómana, yo a su edad ya dominaba no solo el Latín si no más de seis idiomas, entrenaba y había entrado en la filosofía. Y ella…-El taxista veía a un Saga demasiado agresivo hablando como perico, mientras este se intimidaba puesto que al santo dorado se le marcaban las venas de todo el rostro y  no dejaba de decir lo que en su ‘juventud’ había hecho. Cuando Saga bajo del taxi y quiso pagar el taxista arranco, pues la expresión del geminiano era de temer. -¿Gratis?, vaya que amable entonces, pero se veía asustado –murmuró viendo la mansión donde había visto entrar a Saori.

Toco el timbre y fue Tatsumi quien abrió, agitando su Kenjutsu al verlo y tacharlo de intruso y demás. No fue muy difícil aplicarle el Satán imperial para que le dejará ver a la ‘mujercita’, entro y recorrió con cuidado la mansión, al parecer los santos de bronce se habían marchado a cumplir los caprichos de la diosa pero el único que faltaba ahí era el cisne, de todos los que Saga había visto salir, era Hyoga quien no estaba. Entró a la habitación de la diosa sin permiso y observó a Saori intentando besar al rubio. Saga tenía poca paciencia y la tomo bruscamente del brazo.

-¡Saga! –dijo sorprendido el rubio

-Sal de aquí antes de que te mate y dile a Seiya y los demás que se largue a entrenar, es una orden de Shion…-No lo era, pero sin duda arrastraba a Saori hasta otra habitación quien gritaba, no, ordenaba que le dejara en paz y que era su diosa. Saga le soltó y cerró la habitación.

-¡Esto es deplorable, tomando a tu diosa así! –Gritó Saori.

-Tú no eres mi diosa –Se acercó Saga y le dio una cachetada fuerte, no midió su tacto. –Una diosa no reparte su amor de esa forma, una diosa no es egoísta y mucho menos una inculta e inútil, lo lamento mucho Saori, pero hasta que no aprendas a ser una diosa no me marcharé de aquí, ni siquiera te dejaré comer si es necesario y recibirás un buen entrenamiento para que dejes de depender de esos parásitos de bronce.

-¡Kanon! –Los ojos de la chica se llenaron de lágrimas

-No seas estúpida, esas lágrimas conmigo no funcionan, así que empieza a estudiar ahora. –ordenó

-¿Tú qué sabes?, no es fácil ser diosa, que la tierra dependa de mí, una chica que solo quiere divertirse a la cual privan de todo, solo quiero disfrutar, enamorarme y no estar como...-silenció viéndolo.

-¿Cómo nosotros? –Murmuró, enojándose más –Que egoísta, ¿tú no te das cuenta que también fuimos privados de muchas cosas, para estar a tu servicio?, fue así, la niñez en vez de jugar uno debía entrenar hasta que las muñecas se nos abrían, debíamos sacrificar todos nuestros fines de semana para recibir severas lecciones de Griego, Latín, Inglés, Catalán y demás idioma que se nos pusiera además de las matemáticas, historia y filosofía, no solo somos santos por estar entrando duro, si no que somos inteligentes, ¿de qué sirve ser el hombre más fuerte del mundo, si en la guerra no sabemos de estrategias para combatir al enemigo?... –Se empezó a reír -¿Y tú dices sufrir?, conviértete en una diosa de una vez por todas, y date cuenta que el proceso no es fácil, que las lágrimas no solucionan nada y valora lo que hacemos por ti.

Saga azoto la puerta y la custodio, podía escuchar a una chiquilla llorando, pero no la dejaría salir, no hasta que aprendiera, se daba cuenta que tenía muchos privilegios y que Shion no había metido en cinta a esa chiquilla, pero… sí, justo al pensar en eso entendía la misión de Kanon.

 


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