Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La tempestad del mar por VampireSaga

[Reviews - 53]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

En un parpadeo el tiempo había transcurrido, ahora sabía porque sus padres lo ocultaban, era para que nadie supiera que uno de los aspirantes a ser el Santo de Géminis tenía un hermano gemelo y así tomar por sorpresa al enemigo.  Fue estúpido después de todo, en el santuario las personas más importantes los sabían, los doce santos dorados y el patriarca y como todo era utópico, ninguna batalla está sobre ellos. Apenas tenía veintiocho años, iba y venía haciendo encargos, peleando, entrenando y gastándole bromas a quien fuera. A veces recibía cartas de amor, quizás de una mujer, estaba harto, hasta el día en que fue con el patriarca al querer expresar su molestia.

-¡Shion! –Gritó sin respeto alguno y el patriarca frunció el ceño.

-¡Santo de Géminis!, ya te he dicho que cuides esos modales.

-Eso no importa ahora –Murmuró estrujando la dichosa carta en su puño.

-Kanon, que bueno que has venido, estaba a punto de llamarte–Murmuró el Santo de Aries quien salía de una de las cámaras para llevar un libro al patriarca.

-¿Mu?...-No entendía nada. 

-Ah, es cierto –Expresó el patriarca Shion pero al ver al peli-azul, aclaro su garganta –Irás a Alemania hoy mismo.

-¿Qué?...-Movió al cabeza negativamente -¿Cómo por qué? –Se cruzó de brazos de manera insolente.

-Por que debes ir a hacer un encargo, por eso y sin protestar Kanon, estoy algo cansado de tu insolencia.

-Lo que digas –Bufó y suspiró -¿Qué tengo que hacer? –Pensaba que un viaje lejos de los mandados de todos esos santos le harían bien.

-Irás a una escuela y…

-¿¡No te parece que ya estoy bastante viejo para eso!? –Interrumpió de forma abrupta –La escuela nunca me enseño nada, ¿por qué no mandas a Saga?, seguro que desea ir, Mu sería el indicado, siempre tan mojigato, Shaka, tan sabio, ah seguro que no, es un sabelotodo. ¡Mandas al más burro a esto, no seas insolente conmigo Shion! –cuando estaba a punto de marcharse Shion paralizo el cuerpo del peli-azul.

-Te dije que me canse de tu insolencia, irás a vigilar a alguien, no a estudiar, solo a vigilar. –Rodeo el cuerpo inerte del muchacho y se puso frente a él -¿Entiendes? –Le dejo libre y se le quedó viendo. –Prepárate, partes hoy en la noche.

Salió refunfuñando de ahí y atravesó las casas como fuera, sin pedir permiso, como una sombra, hasta llegar a la casa de escorpión, viendo algo extraño, quizás algo sorprendente, Camus estaba besando a Milo, lo que le dejo paralizado y lo que siguió le dejo aun peor. El santo de escorpión había golpeado al otro, con fuerza. Desvió la mirada, tenía que pasar por ahí y tomo fuerza.

-Ja, ya veo, con que los santos deben andar jugando entre sí, porque el patriarca no les deja tener mujeres en el recinto, que te diviertas, esto es increíble. –Murmuró y Milo le tomo del brazo pronunciando su nombre. –No diré nada, si eso te preocupa, los romanos lo hacían con hombres o mujeres, tu puedes hacerlo –Le quito la mano.

-Kanon, espera… -Murmuró Camus reincorporándose… El peli-azul se le quedó viendo –Milo… él y yo no…

-Me importa poco lo que hagan con su vida… -Termino de salir y por esa insolencia Milo se quedó viendo al santo de Acuario. Y después a la figura que desaparecía en la casi oscuridad.

Al llegar a la casa de géminis saco unas pequeñas pertenencias y las empaco.  Tomo ropa con un estilo más occidental y se las puso, hasta que observó a su hermano llegar. Lo ignoró como a sus preguntas que consideraban estúpidas.

-¿Tienes una amante, querido hermano mayor? –Soltó de golpe, ajustándose el pantalón. Saga había saltado y se le quedó viendo, como si escondiera algo.

-¿A qué viene la pregunta? Y responde Kanon ¿Por qué te vistes así?

-No sé, solo lo pensé, es que… parece que muchos de los Santos dorados liberan su frustración sexual con sus compañeros de batalla, quizás solo buscan saciar su soledad. –Sonrío y se le quedó viendo.

-A mí no me incluyas, me tiene sin cuidado lo que hagan los otros.

-Bueno… como sea –Se volteó para acomodar la ropa y vio la carta caer, ya eran tres con esta, y no sabía el remitente. –Saga, debo hacer algo para el patriarca. No estaré en mucho tiempo. –Susurró y se fue, entre hermanos la comunicación se había vuelto distante era demasiado extraño ahora. Cuando estuvo listo, tomo un avión, se despidió de quien lo había llevado y al estar ahí, saco la carta, la observó y pensó en leerla con más calma ahora que no había nadie conocido.

Cuanto más te añoro más distante, me enamoro y no te das cuenta, me rechazas con una simple mirada, tienes un poder sobre mí que ni yo podría explicarlo, haces que me vuelva irracional y solo quiero tus labios. Quiero hacerle el amor a tu cuerpo, a tu alma, a todo tu ser, penetrar en el azul en el que te encuentras. Noches añorándote, buscándote en otras personas, para que al final seas tú a quien yo amo y deseo sin remedio.

¿Había sido una mujer?, era demasiado poético aquello, con el simple hecho de imaginar que alguien lo observaba sintió una sensación poco agradable. Cuando llegó a su destino y se instaló en aquella casa que habían rentado exclusivamente para él. Observó el mar báltico, estaba situado en la isla de Rügen, maravillosa, solitaria o casi parecía y se aventuró a ir a la orilla, ni siquiera había desempacado y se acostó, cubriendo su rostro con su ante brazo.

-Turista idiota, estas aplastando al cangrejo –Susurró, eso había sido ¿un Déjà vu?, esa voz era gruesa, abrió los parpados al quitar su brazo y esos cabellos rubios como los rayos del sol se asomaban junto a una expresión parca…

¡¡TU!!

Se escuchó con la voz combinando de ambos. Aquello apenas comenzaba. El destino podría ser cruel o demasiado fácil, pero no para alguien como Kanon. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).