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Porque no puedo dormir por sunako_1

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Notas del capitulo:

este es el segundo y ultimo capitulo :3

espero que les guste

Ya habían terminado las clases y los chicos del club de baloncesto de Seirin, se encontraban practicando como era habitual.

-¡Vamos, aun les queda una vuelta!- gritaba la chica castaña que era la entrenadora –Después de esto practicaremos los pases-

Terminaron y descansaron un momento. El pelirrojo se le acerco a aquel chico de cabellos y ojos celestes, piel blanca y bastante más bajo que él. Se aseguro que nadie pudiera escucharlo y le hablo en voz baja –Oye, Kuroko- el más bajo le observo –Hay algo de lo que necesito conversar contigo-

-Tienes mi atención Kagami-kun- contesto cortésmente, como siempre.

-Es que no es algo que pueda decir aquí- el peli celeste estaba con su rostro inexpresivo -¿Puedes venir a mi casa?-

-¡Kagami, Kuroko, ya vamos a empezar!- los llamo su capitán.

Los dos caminaron hacia donde se encontraban los demás –Esta bien- dijo el ojiceleste –Puedo ir hoy después del entrenamiento- el ojirojo se puso nervioso pero, al mismo tiempo, estaba contento.

Se acabo el entrenamiento y después de ir a las duchas, todos tomaron distintos rumbos. Los dos chicos fueron a la casa del más alto. Llegaron después de un rato. Entraron -¿Tienes hambre?- dijo el pelirrojo, dejando su bolso a un lado del sillón y quitándose la chaqueta el uniforme –Prepararé arroz frito-

El más bajo se quito el bolso y lo puso en el sillón –Si, me gustaría-

-Entonces, siéntate en el sillón y espérame un poco- el peli celeste se sentó y el ojirojo se fue a la cocina. Mientras preparaba la comida, su nerviosismo iba en aumento, la verdad, no sabía que decir ni que hacer, pero ya estaban allí, así que se le debía ocurrir algo. Paso un tiempo y el pelirrojo salió con los platos para ponerlos en la mesa –Ya está listo ¿Qué pasa?- pregunto al ver al otro chico mirando su celular.

-Solo pensaba llamar a mis padres para decirles que llegare tarde-

-Mejor diles que te quedaras en mi casa- dijo rascándose la mejilla con un dedo –Mañana es domingo, así que no tenemos clases y la entrenadora nos dio el día libre, además aquí hay dos habitaciones, así que te puedes usar la libre- se sentó a la mesa esperando la respuesta.

-¿Eh? Pero a Alex-kun no le molestara que me quede- también se sentó a la mesa.

-Ella se fue a Estados Unidos porque tenía que arreglar unos asuntos- agradeció los alimentos y empezó a comer.

-Entonces, agradezco tu hospitalidad- llamo a sus padres para decirles donde se quedaría esta noche.

Se encontraban los dos comiendo, pero el más alto seguía inquieto –“¿Qué hago?”- el miedo a perder todo lo que habían logrado, le hacía tener dudas –“Mejor le preguntare algunas cosas para saber si puedo declararme o no”- por fin se decidió –Oye, Kuroko ¿Te gusta alguien?-

-¿Por qué de pronto quieres saber eso?-

-Bueno, es que nunca conversamos de cosas así-

-…-

-Dale cuéntame, no le diré a nadie-

-Creo que si- se sorprendió por la respuesta, dejo la cuchara y el plato a un lado para ponerle atención.

-¿Crees?-

El ojiceleste término de comer –No lo sé realmente, solo sé que lo admiro y respeto-

-Pero admiras y respetas a tus compañeros de la generación de los milagros, entonces ¿Te gusta uno de ellos?- los celos se le estaban subiendo a la cabeza al acordarse de cierto moreno de cabellos y ojos azules y toda la historia de que antes el era su luz -¿Podría ser Aomine?-

El más bajo lo miro –Aomine fue mi compañero y mi gran amigo, y no solo los admiro y respeto a ellos, también a Teppei-kun, a Hyuga-kun, a todos nuestros sempais y compañeros de equipo, y por supuesto, a nuestra entrenadora-

-Entonces en que se diferencia a ellos- se tranquilizo un poco.

-Es difícil decirlo, solo… que no puedo dejar de mirarlo- sus mejillas se ruborizaron levemente.

El ojirojo se levanto, se acerco al peli celeste y se agacho para ponerse justo frente a él –Kuroko… me gustas- justo después de decirlo lo beso. Fueron unos pocos segundos los que sus labios permanecieron unidos. Cuando los separaron, pudo ver el rostro sonrojado y sorprendido del ojiceleste –Wow, nunca había visto esa expresión en tu rostro-

El más bajo se quedo sin palabras, pero, el pelirrojo no pudo esperar, lo levanto de la silla llevándolo a su cuarto para tirarlo en la cama -¿Kagami-kun?- no pudo seguir hablando. El más alto devoraba su boca disfrutando el roce de sus labios y su lengua.

Le desbrocho el saco y la camisa del uniforme, dejando a la vista aquella hermosa piel blanca, para poder tocarla con sus manos y sentir lo suave que era. Dejo de besarlo para lamer su cuello. Podía sentir como se estremecía el peli celeste con cada caricia. Bajó su mano hasta la entrepierna del mas bajo apretándola un poco por encima del pantalón –“Esta excitado”- pensó al notar la erección bajo la tela.

Mientras le quitaba el cinturón y le desabrochaba el cierre, lamia los rosados pezones que se erguían al contacto –Ka…Kagami…kun…- su voz tan excitada, sonaba increíblemente sexy. Le saco los pantalones y la ropa interior de un tirón y acerco su rostro al miembro de más bajo para lamerlo y meterlo en su boca.

Después de un rato, se levanto un poco para quitarse la polera y tomar una botellita de aceite, que estaba en el velador cerca de su cama, la abrió, y vertió el contenido en su mano. Volvió a besarlo mientras con sus dedos acariciaba la entrada del más bajo, metió un dedo suavemente moviéndolo para dilatarla y meter el segundo. Siguió con ese ritmo hasta que sentía en sus besos los gemidos que no podía reprimir el peli celeste.

Quito sus dedos, se desabrocho el pantalón y saco su hombría mientras se acomodaba entre aquellas blancas piernas. Volvió a tomar la botella, ahora, vertiéndola en su erección. Tiro la botella vacía al suelo, puso su miembro en la entrada, y se introdujo lentamente, sintiendo lo estrecho que era. Cuando estuvo completamente dentro, se acerco a su oído y le susurro.

-Me moveré, Kuroko- empezó con un vaivén lento, disfrutando cada sensación, de pronto, llego un poco más profundo y pudo oír un sonoro gemido de parte del chico que tenia abajo. Se separo un poco y lo observo: tenía las mejillas ruborizadas, los ojos cerrados, la boca entreabierta con un hilillo de saliva resbalando por ella, su pecho subía y bajaba por la respiración acelerada y su ropa estaba desordenada. Aquella imagen le pareció lo mas erótico que había visto en su vida y no quiso dejar de verla, así que, le tomo las piernas por detrás de las rodillas y siguió embistiéndolo. A cada estocada el peli celeste arqueaba la espalda y apretaba las sabanas con las manos –Esto me está volviendo loco- ya no pudo soportarlo más y lo embistió salvajemente. Los sonidos llenaban la habitación, los envolvían en el éxtasis.

A los pocos segundos después, el más bajo se corrió manchando sus cuerpos. Después de unas cuantas estocadas más  el más alto terminaba dentro de aquellas paredes que lo apretaban deliciosamente. Salió de su interior y se volvieron a besar. Cuando termino el beso, se miraron tiernamente y sin decir nada, se acomodaron para dormir.

-Kuroko despierta- abrió los ojos lentamente, acostumbrándose a la luz de la mañana –Traje el desayuno, para que no te tengas que levantar- se encontró con la cara del pelirrojo y despacio se sentó.

-¿Y mi ropa?- se dio cuenta que estaba desnudo y el recordaba haberse dormido con la camisa y la chaqueta puesta.

-Las puse a lavar y a secar. Están limpias y colgadas- respondió pasándole la bandeja –Sabes…- miro directamente al otro -… es verdad que te quiero… y perdón por no poder controlarme- estaba preocupado, porque no sabía la reacción que tendría su sombra cuando despertara.

-No te preocupes- dijo tomando la sopa de miso –La verdad, tu eres el que me gusta, solo que no sabía qué clase de gustar era, pero con lo que paso, ya  lo aclare-

-Entonces…- esperaba ansioso la respuesta.

-Yo también te quiero, Kagami-kun- el ojirojo estaba tan feliz porque por fin escucho lo que tanto deseaba.

-Pero ya que desde hoy somos amantes- el ojiceleste se sorprendió ante esta afirmación – ¿Podrías llamarme solo por mi nombre?-

El más bajo se ruborizo y volteo un poco el rostro –No crees que sería muy notorio-

El pelirrojo pensó un segundo –Tienes razón, aunque  a mí no me importa- el más bajo volvió a mirarlo –Pero por lo menos, quítale el kun a mi apellido- se le acerco asta estar frente a frente –Solo dime Kagami-

-Está bien Kagami- se besaron otra vez.

FIN

Notas finales:

este es el capitulo final

quise hacer la descripcion de Kuroko detallada, porque en mi imaginacion se veia tan sexy que queria que uds se lo imaginaran lo mas claramente posible (*¬*)

amo a Kuroko <3

espero que les gustara


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