“Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el hilo rojo del destino y la mando traer ante su presencia.
Cuando la bruja llegó, el emperador le ordeno que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con una bebe en los brazos ofrecía sus productos.
Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invito a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo : “Aquí termina tu hilo” , pero al escuchar esto , el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja , empujo a la campesina que aun llevaba a su pequeña bebe en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebe se hiciera una gran herida en la frente , ordeno a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.
Muchos años después, llego el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor era que desposara a la hija de un general muy poderoso. Aceptó y llegó el día de la boda y el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, la cual entro al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente.
Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro... tenía una cicatriz muy peculiar en la frente.”
Chanyeol se miró el dedo meñique durante alrededor de 15 segundos. ¿Sería cierta aquella leyenda? Había escuchado que según la tradición del país del sol naciente, las personas que están predestinadas están unidas por un hilo rojo atado a sus dedos meñiques, y que tarde o temprano terminarán por juntarse. Tal vez por un segundo chocando en la calle, o posiblemente para toda la vida hasta envejecer juntos y quedar como uvas pasas, pero tarde o temprano se juntarán. Se imagina atado a Wufan con una cuerdita roja, tal vez ellos estén predestinados, pero no lo cree. Está enamorado del chino desde la primera vez que lo vio, pero cree que el mayor de los 2 sale con el maknae de los chinos, “Tanto TaoRis no puede ser falso” pensaba. Aunque podría equivocarse, decía lo mismo acerca del HunHan pero resultó que el venado a quien quería era a Minseok. Loco, ¿No?
Sus pensamientos se desvanecen de pronto, tocan la puerta. Sus neuronas se dignan a hacer su trabajo y recuerda que los 4 chinos y los otros 2 coreanos debían llegar hoy al país que lo había visto nacer. Cierra su laptop, sin darse cuenta que la página web en la que estaba leyendo acerca de aquella leyenda nipona aún estaba abierta y la deja sobre una mesita de café que se encuentra frente al sofá. Se levanta tomando una gorra de lana y colocándosela, sabe que los otros miembros están conscientes de que su nuevo corte de cabello es un desastre total, pero aun así no quiere enseñarlo. Va hacia la puerta y la abre, encontrándose con el miembro más alto de la otra mitad del grupo frente a sí.
- ¡Chanyeol! ¿Qué haces despierto a estas horas de la noche? No me imaginé que estuvieses de pie aún, es tarde, deberías dormir, mañana hay ensayo temprano...
Guardó silencio. Nada de “Te extrañé” o “¿Cómo has estado?”. Ni tan siquiera un “Hola”. A Chanyeol le dolía un poco no haber sido saludado con efusividad, pero él sabe que Wufan no es así, no es la clase de persona que abraza a la frente ni nada de eso. Sin embargo, siempre ha creído que unas palmadas en la espalda no estarían de más. Lo que el happy virus de EXO no sabe es que Kris lo ha ¿saludado? así solo porque se preocupa por él. No quiere ver a ese chico que se roba sus sueños estando cansado, o hasta enfermo. Nadie lo sabe pero está perdidamente enamorado de la torre de EXO-K. Tal vez sean los ojos del entre comillas pequeño, tal vez sea su personalidad eufórica, pero sabe que lo ama y eso es lo importante.
- Es que no tenía sueño... - mintió. Y la mentira se notaba a miles de kilómetros de distancia, era medianoche y había dormido poco durante la madrugada. Lo siguiente en escucharse fue la risa del mayor, que besó suavemente la cabeza del virus por sobre la lana, causando que las mejillas de Chanyeol adoptaran un tono rosado.
- Ahora sácate esa gorra... - Kris acarició suavemente tras la oreja de Chanyeol, acomodando los pocos cabellos que se colaban - Sé que crees que es un desastre... pero a mí me gusta. Además, si en verdad lo odias, no te preocupes, ya crecerá. Además, hay casos peores, ¿O no has visto el desastre que tiene Sunny en la cabeza? Eso sí que no se soluciona con nada.
Ambos rieron por la referencia al solecito de las Girls’ Generation. Sin embargo la risita del menor se escuchaba nerviosa, si al hombre de sus sueños le gustaba su nuevo corte, no había razón por la cual cubrirlo. Tomó los bordes del tejido y los jaló hacia atrás, tirando su gorra a un sofá y dejando ver su cabello ahora negro y sus enormes orejas. Su nuevo corte le recordaba a Minho de SHINee en la época de Lucifer, pero a Chanyeol le queda aún peor. Ese es el problema de la gente que tiene facciones grandes, si el cabello es muy corto se ven más elefantes. Park parecía un elefante delgado, o al menos eso le había dicho BaekHyun una vez, tratando de animarlo y bromear un poco... y no funcionó. Para nada.
- Bueno, creo que tiene razón hyung - “hyung”, Wufan realmente amaba cuando su pequeño le decía hyung - Creo que debo ir a dormir, buenas noches
- Eh, Chanyeol - interrumpió Kris antes de que el aludido se fuese a la habitación que compartía con don tocino - Olvidé mi notebook en el departamento en China y necesito revisar mi correo, ¿Me prestas el tuyo?
- Claro hyung, está en la mesita, ahora si me disculpas quiero dormir, buenas noches.
Dicho esto Chanyeol desapareció por una puerta. Kris se sentó en el sofá un tanto agotado por el viaje, los demás miembros de M habían ido a la SM porque tenían algo lo cual no recordaba qué era que hacer, él no, así que solo fue al apartamento. Tomó el objeto prestado y lo abrió, encontrándose con una página que tenía algo muy interesante por leer, no resistió la curiosidad y la leyó. Cuando terminó, supo que tenía la idea perfecta para declararse.
A la mañana siguiente tuvieron ensayo temprano, pero Chanyeol no había dormido prácticamente nada así que se quedó dormido en un sofá en la cafetería, aprovechando de que a esa hora todos ensayaban.
Cuando despertó, notó una suave presión en el dedo meñique de su mano izquierda. Se frotó los ojos como pudo y vio qué era lo que lo oprimía, casi se le para el corazón al ver un hilo rojo, como el del mito japonés que leía la noche anterior. Es tan largo que sale del lugar, se levanta del sofá y empieza a seguir el rastro. Camina durante al menos 5 minutos por toda la empresa, acaparando las miradas de todos, Victoria decía que se había vuelto loco, y Yunho acotó que parecía una especie de gato.
Desciende varios escalones hasta llegar a un pequeño recibidor, ya está cansado, pero lo que ahora ve lo deja pasmado, sorprendido, y algo confundido.
¿Acaso estaba soñando?
¿Era esto una ilusión óptica?
¿En realidad tenía a Kris frente a él con el otro extremo del hilo color rubí atado a su dedo?
Pues sí, era verdad. Chanyeol sintió cómo la sangre fluía hacia sus mejillas, dando a dicha zona de su cuerpo un sutil rubor carmesí, que, pese al desastre capilar que coronaba su cabeza, lo hacía ver estúpidamente tierno. Sus enormes ojos brillaban iluminados por un foco empotrado en el techo, eran esas orbes que más de alguno describe como desorbitadas y con aire psicópata una de las principales razones que habían hecho que el mayor se enamorara del más bajo. Por eso, cuando tomó la computadora portátil del virus feliz para revisar su correo y vio aquella página que contenía esa leyenda en el historial, no dudó en poner en práctica la idea. Después de todo, ¿Qué podría salir mal? De una u otra manera, si su amor no era correspondido, no importaba, iba a volver a China en poco tiempo y tendría mucho tiempo para olvidarse del virus feliz. Pero no debía ser pesimista así que esperaba que el de la mirada psicópata correspondiese su amor.
- Kris... yo... esto... Pero ¿Cómo? No logro entender nada... Yo pensé que tú salías con Tao... - Chanyeol rompe el silencio-
- ¿Tao? Pf, claro que no, ese ojeroso se la mete a SeHun, ¿Qué no te has dado cuenta?
Y recién entonces se dio cuenta de que su no tan inocente maknae andaba suspirando por el panda. Quién sabe qué más habría entre los miembros del grupo, sabe que Joon Myun le hace ojitos a Kyung Soo, pero sería. No sabe nada más, aunque tiene la seria sospecha de que tanto a JongDae como a Jong In les gustan los mayores y que andan haciendo “favores” en la cama de alguno de los sunbaes de Super Junior.
- Entonces, esto significa que... tú... ¿Yo te gusto?
- ¿Gustarme? Eso es poco. Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar el tiempo ni las circunstancias - fueron las palabras que salieron de los labios de Wu Fan en el momento en que envolvió la cintura del happy virus de EXO con sus largas y fuertes extremidades superiores, acariciando el dorso ajeno con sus grandes manos - El hilo se puede estirar o contraer...
- ...Pero jamás se podrá romper. Y estoy consciente de que pese a la distancia, nuestro hilo ni se ha roto ni se romperá... yo no te quiero, Wufan, yo te amo - prosiguió el menor. No le interesaba saber cómo habían ocurrido las cosas -aunque más tarde supondría que el chino habría visto la página con la leyenda esa en el historial cuando le prestó el portátil-, lo único que quería era sentir el calor del cuerpo de Kris, abrazarlo, sentir el tibio vaho de su aliento chocando con su rostro. El cerebro de Chanyeol tenía tanta actividad como una gelatina en estos momentos, era como si su mayor sueño se hubiese convertido en realidad, y bueno, eso estaba pasando, ahí estaba, siendo abrazado por Kris el cual depositaba suaves besos en su frente y acariciaba su espalda. En momentos así... solo podía sonreír.
Y ambos se fundieron en un beso, en su primer beso; rodeados de aquél hilo carmesí aún atado a sus falanges, que se había convertido en el símbolo de su amor.