-“Un juego de pareja” –pensaba Amane siguiendo a su hermano
...............................................................Capitulo 15
Los hermanos estaban en la puerta del salón, tocaron la puerta para pasar. Habían llevado al auxiliar, un hombre despreocupado. Los chicos se juntaban en pequeños grupos, Amane intentaba entrar, al rato se aburrió de sus conversaciones. La pequeña veía como otras chicas veían en la ventana.
-¿Que sucede afuera? -pregunta Amane empujando a Tea.
-Hay chiquilla sal, estamos viendo como Bakura salta la soga, y si no te suena interesante, salte. -decía la castaña levantando los pies- ¡Huy! Parece que se va a quitar el polo.
La chica al escuchar "Bakura" se pego a la ventana. Amane, muy astuta fue donde el auxiliar, el cual estaba jugando con su celular, movió sus brazos y no le hacía caso.
-¡Hey! ¿Podemos ir al patio? -decía la chica con mirada directa.
-¿Ah? -exclamaba el auxiliar- Si quieren bajen, yo los autorizo.
-Gracias. -contesto la chica feliz.
Amane corrió a donde se encontraba su hermano y lo empezó a empujar.
-Dile a todos que bajemos al patio, las chicas se mueren por ver a Bakura sin polo, ¿vamos? -decía la chica guiñándole el ojo a su hermano.
-Bajemos, tengo sed y quiero ir a comprar algo, no pienses que bajo para ver a Bakura. -le dijo Ryou cogiendo su mano- ¿Bajamos?
-Sí, pero déjame un momento hablar con el auxiliar. -dijo la chica.
Se acerco y le susurro al oído unas indicaciones.
-Chicos, vayan al patio. -decía el auxiliar parándose- Si quieren jueguen pelota, conversen, coman, es su hora libre.
Los chicos emocionados bajaron. Ya los dos hermanos, estaban en el patio.
-"Muy bien, primero... ¿cómo vengarse de él?" -pensaba Ryou viendo como las chicas lo rodeaban-"... hay que aprovechar que esta saltando"
-No te pone celoso que se le peguen tanto. -decía la chica que también quería ver- Yo también quiero saltar.
-Amane... -dijo Ryou reprobatoriamente- ¿Celoso? ¿Para qué?
-Déjate de hacerte el inocente, escuche que estaba sin polo. -dijo la chica saltando-. Yo quiero ver (n/a: jajaja no sé porque esta innecesaria nota, pero solo imaginen a la hermana de Ryou queriendo ver a Kura sin polo *o*)
-Ah... bueno, vamos. -dijo rendido.
Se dirigieron a la mancha de chicas que había. Cuando el salón termino de bajar, este paro instantáneamente.
-¿Que pasa Bakura? ¿Te da vergüenza? -pregunto Ryou burlón mientras las chicas que estaban cerca se acomodaban.
-Por que iría yo a tener vergüenza. -respondió incrédulo- Además, seguro fuiste tú el que le insistió al profesor para bajar ya que me quite el polo.
-¿Yo bajar por ti? -empezó a reír- Es que descontrolaste las hormonas de las chicas.
Estas miraban, como gatos miran una bola de estambre. El auxiliar al ver el alboroto se acerco.
-¿Qué sucede? -dijo el hombre cerrando su libro.
-Bakura y Ryou se están peleando. -dijeron las chicas señalándolos y quejándose.
-Él empezó. -dijeron al unisonó.
-Mejor hablen con el director. -dijo el auxiliar molesto por los gritos que daban las chicas.
Ryou y Bakura lo miraron con la boca abierta. Amane se había ido para "dejarlos solos"
-Pero, por favor no nos mande ahí. -dijo Ryou rogándole.
-Por mi normal...-dijo Bakura ignorando al auxiliar.
Este pensaba rascándose la cabeza.
-Mejor pónganse a saltar la cuerda toda la hora. -dijo sonriendo-. Eso sería más agotador para los dos.
Las chicas empezaron a gritar de emoción.
-No quiere llamar también a Yami. -dijo Tea.
-No, ellos tienen sus motivos. -dijo el auxiliar cogiendo su barbilla- ¿Quiénes quieren girar la cuerda?
Las chicas se peleaban hasta que llegaron dos chicos.
-Yo puedo girar. -dijo Marik sonriendo burlón.
-Gracias. -dijo Bakura sarcásticamente.
-¿Alguien más? –pregunto moviendo su brazo.
-Yo puedo. –dijo un rubio alzando sus brazos.
-Bien estos dos alumnos estarán aquí ayudándolos a cumplir su castigo. -dijo
Los albinos se pusieron lado a lado mientras que Marik y Joey acomodaban la soga.
-¿Listos? -pregunto Joey.
-¡Aja! -contestaron desanimados.
-Empiecen a contar niñitas. -decía Marik riendo.
-Cuenta tú. -contesto Ryou comenzando a saltar.
-No te saltas una y te las veras conmigo... -dijo Bakura contando-. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8....
-Sabes que mejor cállate. -dijo Ryou irritado- "¿Que pasaría si se cae en este momento? ¿Un beso contra el piso?"
Los dos saltaron hasta que Ryou tropezó.
-Niñita malcriada ¿Acaso no puedes saltar la cuerda? -dijo estirando una mano
-"¿Se supone que es su lado bueno?" -pensaba cogiendo la mano del otro y tirando de ella-. ¡Qué bien! Decidiste hacerme compañía -contestaba burlón.
-No estoy de ánimos. -dijo levantándose- ¿Te apuras?
-"¿Por qué molestarlo no se me hace divertido? Él no es más que yo..." -pensaba Ryou distraído y grito- ¡Mi hermana! Déjeme buscarla por favor
-¿Su hermana? -pregunto curioso el auxiliar.
-Si, por razones complejas vino hoy día al colegio. -dijo Ryou haciéndole señas a Joey para que dejara de mover la soga.
Mientras Ryou discutía con el auxiliar. Bakura se fue del patio rumbo a la dirección, con pesadez en su cuerpo seguía caminando. Llego a su destino y toco la puerta.
-Papá ábreme, creo que es momento que me digas lo que tienes que decir. -dijo Bakura sacudiendo la cabeza.
-¿Hijo te has saltado alguna clase? -pregunto el señor llegando a la puerta
-No, el profesor se fue y dejaste al auxiliar en el salón, no hacíamos nada. -contesto - ¿Me vas a abrir?
-Ya...creo que es momento de decirte la verdad. -le decía indicándole que tome asiento.
-Puedes dejar de ser dramático, hace un mes me tienes irritado. -le decía sentándose.
-Tú sabes que... mi esposa está embarazada. -le dijo respirando.
-Sí, mi mama está embarazada. -dijo extrañado.
-Pues creo que ya eres grande como para saberlo. -decía mirándolo a los ojos.
-¡Saber que! -exclamaba con notoria molestia y al borde de la desesperación
-Bakura, yo... te.... recogí en la calle. -dijo cerrando sus puños fuertemente.
-¡¿Ah?!
-Ya lo dije, lo dije. Yo después del fallecimiento de mi primera esposa... te vi en la calle y te veías tan solo, con tantas esperanzas que te lleve conmigo. -dijo suspirando.
-Lo que quieres decir es que soy adoptado... -dijo susurrando viendo sus manos y cerrándolas. Frunció el ceño y alzo la mirada
-Exactamente no, más bien... que me siento culpable, siento que arruine tu infancia. Me sentía tan mal por mi perdida que te separe de todo lo que amabas. -decía entre sollozos
-¿Esto me lo dices para...? -preguntaba Bakura sin poder entender bien la situación, alejándose de su "padre".
-Es que ahora tendré un verdadero hijo. -dijo sonriendo melancólicamente.- Mi esposa está embarazada.
Esas dos palabras entraron fríamente en los oídos de Bakura ¿Cómo le iba a decir esas palabras? Acaso no le agarro un verdadero cariño. Bakura cogió el cuaderno que se encontraba en el escritorio y se lo tiro al estomago (n/a: así como un frisbee XD)
-¡Gracias por la "emocionante" noticia! Ahora me sentiré mejor. -dijo sarcásticamente.
Salió de la habitación y cerró la puerta bruscamente. Sin dar importancia a una niña que temblaba a su lado.
-"¿Esto será lo que llaman odio?" -pensaba el otro descargando ira en la pared-"Mejor me voy, ahora que importa lo que pase. A ese viejo no le hare caso"
Amane perpleja ante lo visto corrió directo al salón de clases de su hermano. Ya había tocado el timbre y Ryou desesperado estaba rumbo a la dirección.
Los alumnos recorrían los pasillos del instituto y Amane había perdido el rumbo. Se pego a la pared y se sentó, esperando que alguien la recogiera.
-Ryou, ayúdame. Escúchame, por favor. -susurraba la chica tapando sus oídos-. Tenías razón, no es bonito estar aquí.
Ryou había llegado a la sala del director, pero logro escuchar la suplica de este.
-Soy un idiota. -susurraba- ¿Ahora a donde se irá?
-"Mejor la busco en otro lugar, creo que tiene otros asuntos" -pensó el chico y empezó a hablar- Amane ¿donde estas?
La chica que se encontraba en el piso se levanto y buscaba con la mirada el rostro de su hermano. Vio que no había avanzado mucho, estaba dos salones lejos. Esta al identificarlo corrió.
-¡Hermano! ¿Cuánto falta para que termine la escuela? Hay cosas que debo decirte. -decía algo agitada-. Prometo no alejarme más, por favor, perdóname.
-Tranquila, me diste un susto. -dijo Ryou revolviendo sus cabellos.
Se dirigieron un poco más calmados al salón, el resto del día paso común, a pesar de la desaparición de Bakura. Se podría decir que paso normal. (n/a: aun me pregunto que es normal XD)
Ya era hora de salida y Malik se dirigía a su casa.
-¿Piensas irte sin mi amor? -susurro Marik al oído del otro.
Sonrojado y nervioso lo alejo. -¡Qué susto! Pensé que no hablabas en serio con lo de venir a mi casa.
-Vamos pequeño, nos divertiremos. -dijo sonriéndole- ¿Qué malo puede pasar? Si quieres compraremos todo los dulces que quieras.
-Bueno. -dijo Malik sintiéndose bien, ya estaba superando su trauma.
Los tricolores ya se habían escapado a su "primera cita". Cosa que solo sabia Joey.