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Ojos que no ven, oídos que me lo cuentan por YamiYo

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Notas del capitulo:

Hola, lamento inmensamente la demora que tuve, los problemas vieron uno tras otros y acabo de levantarme despues de un tropiezo.

Solo les digo que "giro de drama superduperespecial"

Sin mas que decir, disfruten el ultimo capitulo de este fic tan ... mio XD

PD: este capitulo sera diferente. 

Bakura: Negrita /Ryou: cursiva 

Capitulo 18..........................................

Una semana después, Bakura se fue de la ciudad. Fue un gran impacto para todos sus conocidos, en especial para Ryou

*12 años después*

Como en toda ciudad, había un Orfanato. Ahí trabajaban todo tipo de personas, nunca falta una persona que le guste “quedar bien”; tampoco, falta el que va por dinero, pero hay ocasiones donde personas con vocación trabajan por el bien del resto.

Ha sido duro superar algunos problemas, aun tengo recuerdos de mi instituto, mi vida libre y el libertinaje, uff… que tiempos, sexo desenfrenado y paseos con amigos a toda hora. Admito, que mi adolescencia no fue nada mala, recuerdo que me gustaba un chico llamado Bakura. Su actitud, su forma sobre protectora de cuidarme, su belleza física, en verdad que era guapo. Cuando resolví la duda de si me gustaba o no, tuvo un problema familiar, y se fue de la ciudad, solo, sin avisar, sin despedirse. Tengo que volver al trabajo, el jefe me aviso que hoy llegaría un nuevo niño.

Y pareciera de que la vida nunca te fuera a sonreír, y poco importa, ahora. Lo más duro de la vida es la realidad, aceptar que el mundo miente, aceptar que es poco probable de que encuentres a alguien que te quiera. Quisiera ser más joven, vivir engañado, tener amistades. ¿De qué sirve ser jefe de una tienda si poco te importa lo que suceda? A quien engaño, necesito el dinero, el mundo es así. Después de saber que soy adoptado, decidí ganarme la vida solo, aprendí que si no eres cruel, pierdes. Debo dirigirme a una obra de caridad para auspiciar mejor la marca.

Un niño entro, sus pelos azules, mirada molesta y ojos rubís. Una chica con lentes le indico quien era, su nombre era Oshitari.

-Ven pequeño, él te va a cuidar desde ahora. –le decía la chica alborotando sus cabellos, provocando que este gruñera.- ¡Que no soy pequeño!

-Muy bien ‘gran Oshitari’ –le dijo la de lentes saliendo del salón-. Todo tuyo Ryou.

-Hola Oshitari. –dijo el albino extendiéndole la mano-. Mi nombre, como escuchaste antes, es Ryou. ¿Te muestro tu habitación?

-Tengo hambre. – decía mostrando un bostezo. –Quiero irme a casa.

No puede evitar sonreír con melancolía. Ver como un niño quería volver con su familia, y no pueda hacerlo. Era lo más duro del trabajo, el comienzo. El chico parecía no hacerme caso, miraba con curiosidad el lugar.

-¡Tu cabello parece de un viejo! -exclamo, cuando decidió mirarme fijamente.

Eso en verdad dolió, los recuerdos suelen ser así. Pero el eso fue pasado, solo queda seguir. Debería dejar sus cosas en su nueva habitación, al parecer trajo una mochila.

-Ven Oshitari, te mostrare tu habitación, luego vamos a comer. –dijo Ryou cogiéndolo de la mano para guiarlo.

El chico lo siguió a un paso apresurado, ya que era bastante pequeño. Cuando llegaron a su habitación el chico tiro su mochila y llamo al albino.

-Doctor, doctor me promete algo. –dijo el chico mirándolo seriamente.

-Como gustes.

-Ve esta foto, es mi hermano. –dijo el chico con los ojos llenos de emoción-. Cuando pueda salir aquí, lo buscare. Prometa no decirlo a nadie. –le dijo estirando su meñique.

-Lo prometo. –contesto Ryou con una sonrisa y estirando su meñique igualmente.

Al cabo de unas horas, los niños se irían a dormir. El pequeño Oshitari no era la excepción, los voluntarios, doctores y asistentes se dirigieron a la sala de reunión. Algunos estaban cabizbajos, otros con rostros neutros, parecía que habían recibido una noticia.

-Todos, escuchen. El niño nuevo, procuren no hablar de su familia. –dijo el jefe.

No hubo mas conversación, todos se retiraron. En la puerta, Ryou esperaba a su jefe.

-Una pregunta ¿Qué paso con su familia? –dijo el albino con mucho comprensión.

-Fueron asesinados mientras él estaba en el colegio, es un niño de primer grado. Sus padres y su hermano menor fallecieron ese día. –decía el señor con angustia-. Sinceramente nadie sabe como murieron, porque encontraron una nota en la casa diciendo: “Díganle a Oshitari que estamos de paseo”

Fue como una aguja en la garganta. Ese niño estaba aun tan feliz. Y por malo que suene, que pena que le mientan. Pero bueno, estos casos no se daban muy a menudo.

-Por cierto, Ryou. Mañana haz tu primer tiempo en el orfanato, luego iras a una reunión conmigo, es para unos donativos. –dijo intentando alegrarlo -. Tranquilo, estoy seguro que es un niño fuerte.

El día termino sin más percances. Fue una noche de reflexión, siempre queda algo por pensar, algo que podría estar mejor. A la mañana siguiente, dos albinos fueron a sus respectivos trabajos.

Agg no puede ser peor día. ¿Qué tendré en la cabeza como para ir a un orfanato? Bueno, que importa, es tan solo una reunión, nada puede pasar. Ni malos recuerdos, ni malas vibras. Tengo tiempo para alistar los papeles, no habrá problema. Este será mi acto de buena caridad.

No pasara nada, una reunión, que nervioso me pone. Me sube la adrenalina más que nunca, los años pasaran y yo tengo mi mismo nerviosismo. Bueno, a superar un nuevo obstáculo.

Una hora antes de la junta, Ryou estaba con los niños del orfanato, era la hora de la comida.

-¿Quién quiere postre? –preguntaba animadamente Ryou mirando con curiosidad a Oshitari.

Varios niños alzaban lo más que podían sus manos. El albino se dirigía a ellos y les entregaba un pequeño pudin. Pero el chico nuevo parecía molesto.

-Oshitari ¿quieres pudin? –pregunto Ryou encontrándose algo inesperado. El niño le puso la mano en el rostro.

-Me pase toda la noche pensando en por qué tú cabello en blanco. Y soñé que había alguien igualito a ti. –dijo riéndose. –Pero eso no es posible ¿o sí?

Está bien, esto es extraño, han pasado más de diez años desde que vi a Bakura. ¿Qué tiene que ver él en este momento? Ryou, deja de torturarte, solo estas algo deprimido. Quizás el hecho de que trabajes en un orfanato hace que siempre tengas un recuerdo constante de Bakura. Tu último amor. Deja de pensar tonterías de adolescentes y concéntrate.

-Sí, había una persona muy parecida a mí físicamente. –respondió con una risa. Era inevitable para él. Recordó sus peleas, sus salidas, su forma tan elegante de decir que tenía buen trasero.- Sabes Oshitari me has alegrado el día.

-Te cobrare un pudin más. –contesto mirándolo pícaramente.

Minutos después, el jefe vendría para avisarle a Ryou que era la hora. Ya estaban en un restaurante cercano. Los dos iban vestidos elegantemente y esperaban ansiosos ver a la institución que los ayudaría.

Y llego el momento. Esa persona paso por la puerta, Bakura paso por la puerta. Rascándose la barbilla se sentó junto a una asistenta. Se saco los lentes y abrió los ojos.

-Tú... -murmuro Bakura

 

-¡Bakura! -exclamo el otro.

 

Los albinos se miraban con impresión, no comprendían porque se estaban viendo los rostros, y menos porque en ese tipo de circunstancias. Ryou trabajando en un orfanato y Bakura es un empresario, nada parecía tener sentido.

 

La reunión siguió, intentaban no dirigirse la palabra. El aire creado era muy tenso. Al terminar el jefe de Ryou le dijo que podía irse, prefería no preguntar si se conocían. Este se fue rápidamente del lugar y Bakura rió.

 

Este también salio del restaurante y grito.

 

-¡Vas a huir pequeña princesa! -grito Bakura burlesco, como antes.

 

Decidido a voltear, no dejaría que lo insulte, y menos después de doce años. Ni que supiera quien es el ahora.

 

Volteo y le contesto -Y tú voz de vieja, que se va sin despedirse ¿no me debes una disculpas? Además, sabes muy bien que no es necesario gritar.

 

-Ya vas a ver hoy a las 8 en el restaurante. -dijo feliz. Esa felicidad que hace mucho no sentia-. Mi cena de disculpas ¿te parece bien?

 

-Como quieras. -contesto Ryou.

 

Se sonrieron cómplices de sus sentimientos

Notas finales:

Bueno, fue en verdad un giro de trama, igualmente espero que les haya gustado :D Me dio flojera poner las escenas extra sobre Oshitari y los dos albinos XD (quizas lo haga)

Por ahi lamento las faltas ortograficas al final, gomen :C

En fin, espero que les haya gusto el fic, me voy, aun tengo asuntos que resolver.

Cuidense muchisimo

Nos estaremos leyendo en otra ocasion


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