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Ojos que no ven, oídos que me lo cuentan por YamiYo

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Notas del capitulo:

Hola :3

Lamento la tardanza, vacaciones y actualizo menos, nada tiene sentido jeje

Bueno.... hay ciertas aclaraciones en las notas finales...

Y bueno este capitulo sera extenso y contenda lemon owo

En fin aqui el sexto capitulo

 

Así quedo un momento de silencio que perduro por un buen rato. Hasta que el menor de los albinos decidiera buscar ropa para Yugi.

 

.......................................................................................Capitulo 6

 

Ryou corría a través de los amplios pasillos del instituto.

 

-"Bien, ya tengo la ropa que darle a Yugi"-dijo dirigiéndose a la sala del conserje velozmente.

 

Ya estaba, nadie estaba cerca. El albino entro y observo a su amigo respirando agitadamente y moviéndose de un extremo al otro.

 

-Ya llegue.-dijo Ryou a su amigo que aún no se percataba de su presencia.

 

-Ryooooooou.-grito Yugi yendo a abrazar a su amigo-. Me asustaste horriblemente. -empezó a sollozar.

 

-Ya, mira te traje esta ropa, cámbiate y vamos pensando lo de la noche.-dijo el albino guiñándole el ojo.

 

El tricolor se cambio, y calmo su angustia. Respiro hondo, se miro de pies a cabeza y decidio salir.

 

-Ya está. -decía tímidamente llevando puesto un polo azul marino y unos shorts negros ajustados.

 

-Te queda bien, vamos al salón.-dijo olvidando sus otras tareas no referentes a la fiesta.

 

Los dos fueron rápidamente al salón correspondiente y se encontraron con el profesor el cual se estaba retirando dando paso al siguiente profesor, Pegasus, el cual tenía un inmensa sonrisa.

 

-Bueno día mis estudiantes, se rumorea que hoy habrá una gran fiesta.-dijo bastante alegre el de pelos plateados.

 

-Bueno profesor...-dijo Yugi mirando distintos lados-. Creo que deberíamos entrar.

 

-------------------------Después del colegio, todo había marchado como un día normal, Yami llego a última hora abrazando a su moto. Bakura durmió todo el día, Marik era acosado por sus compañeros que no querían hacer la tarea, y todo normal, se podría decir.

 

-Acompáñame a mi casa un toque saco mi ropa y me ayudas a buscar los tapones para el oído y todos felices.-dijo Ryou mientras jalaba a su amigo en dirección a su casa

 

-Ryooou cálmate. -decía el tricolor quejándose mientras era 'arrastrado' por la calle

 

Al fin, después de caminar unas cuantas cuadras habían llegado a esa casa. Al principio el de pelo blanco no encontraba sus llaves y desesperado tiraba todo al suelo para encontrarla en el bolsillo de su pantalón, que ironía.

 

-Acá esta.-exclamo sonriente-. Yo iré buscando mis dichosos tapones mientras tú me ayudas a buscar mi camisa negra y el jean que debe estar tirado en el piso, ¿Estamos de acuerdo?

 

-...Si tu lo dices, pero ¿no te ibas a bañar?-pregunto el de ojos amatistas.- Yo todavia no pido permiso...

 

Mientras Ryou proseguía en su búsqueda a lo lejos contesta.-Esta bien, si no te quieren dar permiso, yo los convenceré aparte me bañare en tu casa, porque tu también te tienes que alistar.

 

-Bueno, ya encontré tu jean dijo.-dijo algo avergonzado porque también se topo con la ropa interior de tu amigo y dijo en voz baja-.También tus boxers...

 

-..."Creo que no los guarde"-pensaba aun imaginándose a su chismoseando su ropa mientras de pronto encontró sus tapones-. Bueno deja de ver mi ropa, ya encontré lo que buscaba-.agrego mientras se dirigía a su cuarto.

 

Yugi estaba observando detenidamente la habitación de Ryou como si fuera un museo.

 

-Tu habitación es tan extraña. -decía viendo detenidamente cada pared que tenía un color distinto, una era verde, otra negra, la siguiente azul y la ultima era blanca.- ¿Como se te ocurrió pintar tu cuarto así?

 

-No lo sé, pero si te fijas bien también tiene algo así como nubes, apesar que la mayoría solo se fija en la pared blanca ese detalle.-comentaba el albino-. Que importa mi cuarto, vamos a tu casa.-dijo guardando su ropa en una pequeña y practica mochila.

 

Sin mucho habla durante esos minutos, los dos amigos se encaminaron a la casa de Yugi, para prepararse, física y mentalmente para la gran fiesta de ese día. Al fin llegamos a su casa-tienda, cosa que el albino no estaba enterado.

 

-¿Así que vives en una tienda de juegos? -pregunto con sumo interés viendo atentamente la tienda con aura acogedora- Interesante, pero entremos, no hay tiempo que perder.

 

-Como digas.-dijo entrando a la tienda y saludando con la mano a su abuelo-.Abuelito, este es mi amigo Ryou.

 

-Buen día.-contesto con una amplia sonrisa el albino y agrego-. ¿Podría pedirle un favor?

 

-Huuuum.-pensaba el anciano-.Dígame

 

-Podría Yugi acompañarme a una fiesta, hoy por la noche.-dijo Ryou agrandando sus ojos y diciendo continuamente.- ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor! ¡Por favor!

 

-Si eres tan insistente, como decirte que no.-contesto el señor sonriéndole fraternalmente a Yugi-. Al poco tiempo y veo que se llevan de maravilla.

 

-Gracias abuelito.- dijo Yugi jalando del brazo a su amigo llevándolo a su habitación.

 

-Ya estamos aquí.-dijo Yugi tirando su mochila en su habitación-. Bienvenido a mi habitación, yo veo que me pongo, y por ahí está el baño-.dijo señalándole una puerta.

 

-Gracias Yugi.-dijo Ryou-. En verdad creo que nuestra confianza fue algo... rápida- .reía algo descontrolado-. En verdad te debo una así que en la fiesta hare que hables con tú amado Yami. -decía haciendo énfasis en la última palabra

 

-T...Tú cállate.-dijo el tricolor sonrojado-.Graa...gracias

 

-De nada.-contesto triunfante el albino.

 

Mientras observaba todo a su alrededor, en verdad era acogedora la casa, le entraba la sensación que dormiría la mejor siesta de su vida, pero, eso no puede pasar porque este será un día agitado. Entro a la ducha y la abrió lentamente saboreando con el cuerpo el agua helada que rosaba en su torneado cuerpo.

 

-Que tranquilidad.-dijo mientras se enjabonaba.

 

Al terminar un pequeño escalofrió recorrió su espalda al sentir el suelo. Cogió la toalla que metió en su mochila, junto con su ropa y empezó a secarse. Al otro lado de la puerta se encontraba Yugi tirando toda su ropa.

 

-En realidad no tengo mucha ropa.-dijo cogiendo su característico polo negro ,casaca azul al igual que su pantalón (n/a: si igualito que en el anime, él no se cambia de ropa)-.¿Ryou ya terminaste?

 

-Ya salgo.-contesto el albino guardando la ropa con la que fue.

 

-Mejor espera que me cambie.-dijo mirando nuevamente su ropa y pensando-."No te arrepientas has llegado demasiado lejos"

 

Llego ese momento en que se verían cara a cara, cada uno llevando un sentimiento que les movía el estomago(n/a: las tripas). La puerta del baño se abrió lentamente y se vieron.

 

-Te ves genial.-dijo Yugi al ver a su amigo

 

-Tu también, vamos, seamos unos donjuanes.-dijo Ryou sonriente-. Además no seremos ni los primero ni los últimos porque tenemos que buscar la casa.

 

-Yo también me tengo que bañar.-dijo Yugi rascándose la cabeza-. Solo quería oír tu opinión y me siento halagado.

 

-Bueno te espero.-dijo bostezando-. Me levantas cuando termines.

 

El albino se quedo dormido con la tranquilidad de la habitación y el sonido de la ducha. Después de esa hora los dos compañeros estarían en la calle buscando un taxi y una limosina que paro enfrente de ellos.

 

-Chicos, ustedes son Ryou y Yugi.-dijo con una voz seca y penetrante.

 

-Si.-contestaron dudosamente

 

-El amo Seto me pidió que los escoltara a la fiesta a pedido especial.-dijo el chofer-. Le pido que pasen.

 

-¡¿Y cómo no sabremos si es un pedófilo?!-dijo sobre saltado Yugi-. Vamos a buscar el taxi. - .agrego jalando su brazo

 

En eso una voz conocida sonó repentinamente.-Chicos ¿Desde cuándo tan paranoicos?-dijo Joey

 

-Eres tú Joey...-dijo sorprendido Ryou

 

-Es Joey.-dijo Yugi con la boca levemente abierta

 

-Si soy yo, el sexy Joey.-dijo dejando ver su rostro por la ventana.-Vengan no pasara nada.

 

-Vamos Yugi no seas temeroso. -decía insistente Ryou.

 

-Ok...-contesto                subiéndose en la limosina seguido por su albino amigo.

 

Al fin, después de tanta preparación estaban ahí. Joey bajo rápidamente, se veía algo ansioso como si tuviera algo importante que hacer. Luego bajaron el albino junto al tricolor, el sentimiento de emoción recorría sus cuerpos a través de espasmos en la espalda.

 

-Entremos a este castillo de misterio.-dijo Ryou sonriendo de oreja a oreja-.Desahoga tu pasado y disfruta el momento.-dijo avanzando alegremente mientras era seguido por su amigo que seguía callado.

 

Al ver la inmensa puerta la cual estaba abierta Ryou vio el objeto que le serviría para pasarla bien, si benditos tapones, pensaba mientras se los ponía. Entraron y todo estaba un poco oscuro, se divisaban las luces de colores, el olor a perfume y alcohol embriagaba el ambiente.

 

-Mira hay un balcón y veo gente, creo que hablaran.-dijo Yugi observando cómo las luces se acercaban a el lugar.

 

Con todo ‘estilo’  se puede ver un chico de pelo negro azabache y piel morena hablar.

 

-Bienvenidos a la fiesta de Cumpleaños.-dijo Mokuba con actitud de animador-. Por aquí se encuentra el cumpleañero, aplausos a Marik.

 

Ahí salió el moreno con una mirada de galán, en ese momento la música empezó a sonar y las luces dejaron de señalarlo. La gente seguía llegando de a pocos y Yugi junto a Ryou aun asombrados de su alrededor.

 

- ¿Bajo por el tobogán?-pregunto Yugi observando una escalera rodeada de dos toboganes.

 

-Esto parece un paraíso de flojos.-dijo Ryou siendo interrumpido por un mozo el cual les ofreció un trago.

 

-¿Desean, whisky, cerveza, gaseosa o algún otro tipo de trago? -pregunto el mozo muy respetuoso mientras repentinamente se oía romper una ventana y una mueca por parte del mozo.

 

-Yo quiero un whisky.-dijo Ryou pensando porque la fiesta aun estaba tan sana-. "Al menos tengo trago gratis"

 

-Yo quiero una gaseosa por favor.-dijo tímidamente Yugi

 

-En un momento regreso.-contestaba

 

-En verdad contigo siento que vine para nada a esta fiesta, parecemos desadaptados en el rincón.-dijo alterado Ryou al tricolor-.Te vas a tomar mi whisky.

 

-Tranquilízate, pensé que algo parecido pasaría por eso no quería venir.-dijo Yugi mirando al suelo en señal de su tristeza.

 

-Vamos, lo siento.-dijo el albino-. Tengo que ir al baño, ya vuelvo.

 

-Ok, procura no demorarte.-dijo ansioso el tricolor.

 

En ese momento, Yugi observaba como el resto de la gente bailaba y tomaba, gente jugando con jarrones, uno que otro loco lanzándose por los candelabros pero no había vista de su motociclista.

 

-"Yami, donde estarás"-.pensaba apoyándose en el tobogan que estaba cerca.-"Seguro con tus admiradoras que te complacen de mil formas"-.seguía meditando siendo interrumpido al sentir el tobogán temblar.

 

De ahí baja un apuesto chico, si Yami, su peinado en forma de estrella estaba hacia atrás por el estrecho tuvo del tobogán, llevaba una casaca de cuero, unos pantalones azul marino pegados.

 

-"Oh, está detrás  mío" -pensó Yugi-."¿Se dará cuenta de mi presencia? ¡Por qué nervios, no se apoderen de mi en este momento!"

 

El mayor estiro los brazos y disfruto el momento y empezó a hablar para sí mismo.

 

-Es día de volverme un rompe corazones. -decía Yami acomodándose su cabello-. Espero que ese tal Yugi allá venido, su cuerpo es tan sensual.-agregaba cogiendo su mejilla-. Tiene algo que me hipnotiza, pero ese no es el asunto.

 

-"¡LE ATRAIGO!"-pensaba con emociones indescriptibles dentro de él-"No pensé que fuera homosexual, pero si aun tengo oportunidad de hablar con él"

 

En eso una voz chillona distrajo al menor tricolor de su feliz momento.

 

-Yamiiiiiiiii quieres bailar un ratito.-dijo una castaña la cual llevaba un gran escote dejándole ver sus proporciones.

 

-Como quieras Tea.-fue la respuesta de Yami

 

-Acompáñame.-fue lo último que dijo Tea mientras se llevaba lejos a el tricolor de ojos rubí.

 

-"Se fue, ni siquiera intento buscarme"-pensó Yugi-"debo dejar de ilusionarme tan rápido, me imaginare que nunca sucedió"

 

Así pasaron unos largos minutos y Ryou llego tambaleando y con un trago en la mano. Sus manos estaban llenas de papeles.

 

-Mira intento ir al baño y me encuentro con chicas y chicos, los cuales me dan sus números, uno me sacan a bailar y además en el baño habían bailarinas y de paso me sirvieron mi añorado whisky. -decía Ryou con los humos en lo alto-. Había gente tan sexy... pero me acorde de que te prometí volver, agradeceme.

 

-Y solo te demoraste casi media hora.-dijo molesto el tricolor-.Sabes que me harte me iré a mi casa, esta fiesta apesta.

 

-Yugi no te vayas. -decía el albino intentando agarrarlo pero había salido corriendo.-"¿Rayos ahora que hago?"

 

Mientras Ryou se escabullía entre la gente, Yugi llego a una puerta, sin dudarlo entro en ella y se encontró a unos peli cenizos hablando secamente, al sentir la presencia de alguien más lo miraron uno con cólera y el otro con alegría.

 

-Qué bueno que llegaste Yugi.-dijo Malik parándose y alejándose del cumpleañero.- Vámonos.

 

-¿Ir a donde? -pregunto inocentemente el tricolor.

 

-Sígueme el juego -susurro Malik al oído del tricolor.

 

-¿A dónde crees que vas lindura?-pregunto coquetamente Marik acercándose sigilosamente.

 

-Largarme de aquí pervertido.-dijo Malik.

 

-Conmigo las cosas no son tan fáciles.-dijo Marik chasqueando los dedos con ritmo-. Veras que no puedes huir de mí.

 

Este paro el tiempo en donde solo el creador se podía mover, o eso creía. Decidió mirarlo furioso al otro peli cenizo mientras hablaba para sí mismo.

 

-Este poder es tonto, nadie puede ver lo que hago.-dijo el mayor peli cenizo mirando el techo-. Este tonto no se va a ir sin darme mi regalo-. Seguía quejándose.

 

-¿Como que nadie puede ver lo que haces? -dijo curiosamente Malik moviéndose

 

-No bromees, tenemos el mismo poder.-dijo riendo descontroladamente pensando que era un mal juego de su mente.

 

-Poseía un presentimiento de que también tendrías un poder, no pensé que el mismo.-dijo Malik quejumbroso

 

-Mira, así comprobamos que somos el tal para el cual. -dijo acercándose seductoramente al otro.- Hasta el nombre se nos parece

 

-Marik....cállate.-dijo ignorándolo con un poco de nerviosismo.

 

Velozmente Marik no dudo en coger sus caderas con posesión, acercando peligrosamente sus cuerpos. 

 

-No te resistas, sabes que me deseas.-dijo a escasos centímetros de sus labios-. Al menos que quieras llegar más lejos-. Dijo levantando la ceja.

 

-Que regalo ni que regalo.-dijo sin percatarse de la situación, en medio de la pataleta del menor, Marik decidió interrumpirlo por un fogoso beso, Malik se perdió en sus labios (n/a: los cuales sabían a chocolate?  XD) luego sin desaprovechar la situación, mordió el labio inferior del menor provocando instintivamente que estos se abrieran permitiendo explorar su cavidad. Una danza de lenguas empezó a surgir, tal frenesí, tal intensidad fue interrumpido por el oxigeno, mientras un hilo de saliva era lo único que los unía.

 

Con un leve sonrojo en su rostro Malik dijo-. Tú... ya saca el trance, sabes que hacerlo por mucho tiempo puede cambiar las cosas.

 

-Cosas como tu actitud.-dijo con una leve risa-. Dentro de mí tengo la prueba de que disfrutaste ese beso tanto como yo.

 

Marik volvió a chasquear sus dedos volviendo al tiempo real y el primero en hablar fue Yugi

 

-¿Qué no estabas a mi costado?-pregunto el tricolor a Malik.

 

-Sí, pero ya sabes cómo son los pervertidos como este.-dijo saliendo lo más rápido posible de esa habitación-. Vamos por un par de copas.

 

Los dos salieron y como siempre Yugi estaba confundido.  Se encontraban en una pista de baile y el peli cenizo decidió hablar.

 

-Gracias, sé que no hablamos casi nada pero me has salvados.-dijo Malik respirando profundamente-. Te debo una, así que dime ¿Cuál es tu deseo?

 

-¿Mi deseo? –dijo el tricolor rascándose la cabeza

 

-Vamos dime quien te atrae, te veo coqueto.-dijo Malik pícaramente-. Hare que se vuelva loco por ti.

 

-Te burlarías de mi así que déjame en paz.-dijo intentándose escabullirse, el plan que no dio resultado nuevamente.

 

Entre toda la música se había creado una atmosfera donde Yugi pensaba si contarle su sueño o no. El de ojos amatistas buscaba una salida donde hubiera aire para oxigenar sus ideas, lo único que encontró fue una barra de cuatro mozos, tomo el trago más cercano y se lo tomo de un sorbo.

 

Tosió un poco y pidió otro, así sucesivamente perdiendo la cuenta.

 

-Oh Yugi perdió toda lo cordura.-dijo Malik observando como el tricolor se subía a la mesa y empezaba a bailar

 

La gente se asomaba al ver el espectáculo que este promocionaba. Ya cuando la mayoría estaba viéndolo llego Yami, se quito los lentes y abrió los ojos como platos.

 

-No es enserio.-dijo con total asombro.

 

-Mis amigos, mírenme, estoy encima de una mesa. –Dijo tambaleándose – Les dedicare una canción dedicada a ese desgraciado y dice así el coro “Así son los hombres son una basura pero qué bonito se siente que a una le guiñe el ojo y con una guitarra poquito a poco la cosa es que toques una canción” –terminando de cantar lanzando al frente donde no había nadie en ese momento.

 

-"No puedo dejarlo caer"-pensó el otro corriendo hacia esa dirección

 

Si cayó fríamente al suelo pero estaba tan borracho que no sintió dolor.

 

-Ven conmigo Yugi.-dijo Yami  cargando al ebrio.

 

Después de salir de ese lugar Yami llevo a Yugi a una de las habitaciones del lugar. Le quito su polo el cual llevaba vomito.

 

-Este se pasó, no pensé que fuera así de salvaje.-dijo Yami quitando cuidadosamente el polo del menor.

 

-Es toda tu culpa, si no te hubieras ido con esa puta. –decía entre dientes Yugi cogiendo una almohada.

 

-¿Pero qué rayos? –se preguntaba el mayor tapándolo con una sabana.- Con toda la borrachera y aun me parece lindo. -decía mientras el otro empezó a roncar

 

Yami se sentó en el sofá estiro sus piernas y suspiro.

 

-“Me sentiría culpable de dejarlo… aparte si le hacen algo, ¡no! Debo ser el único en deleitar ese cuerpo” –fue lo que pensó intentando no mirarlo.

 

Mientras tanto un albino estaba sentado en medio de la escalera.

 

-Es mi culpa que él se haya molestado conmigo.-dijo renegando mientras tomaba otro sorbo a su bebida.- Después de esto lo único que conseguiré es  maltratar a mi pobre hígado, mejor a bailar un rato mas.

 

Ryou bajo las escaleras con elegancia dejando ver su moldeado cuerpo a las personas que estaban cerca y astutamente un chico de ojos color esmeralda le hizo una propuesta.

 

 

-Un chico tan sensual como tú no debería estar solo en una fiesta como esta.-dijo el de pelos color azabache-. Acompáñame, por cierto mi nombre es Duke.

 

 

-Bueno, necesito alguien que me levante los ánimos.-dijo el albino sin pensar mucho el sentido de sus palabras.

 

-Si así lo quieres.-dijo para llevarlo más hacia las puertas de los cuartos.- Te complaceré de mil maneras.-dijo robándole un beso.

 

-¡Este es un pervertido! –exclamo dándole una cachetada muy sonora y para suerte suya, Bakura andaba de pasada.

 

-Oye princesita ¿qué le haces pegando a Duke? –Dijo Bakura sonriendo maliciosamente – Se quiso sobre pasar o lo de ayer fue más que acciones.- reía frenéticamente

 

-Nn…no ¿Qué crees que hablas? –Fue la excusa que dio Ryou – A ti que te importa lo que paso entre nosotros.

 

-Que si me importa.-dijo cambiando de mirada burlona a seria-. Ya te dije que si no estás en buena salud, no podrás realizar bien tu trabajo.

 

-No sabía que salías con alguien, me hubieras avisado. –dijo Duke molesto y saliendo del lugar.

 

-¿Salir con él?-fue lo que dijeron al unisonó con una cara de ‘no bromees’.

 

-Hasta dicen cosas a la vez, y yo que pensé que tenía demasiada suerte. –seguía hablando el de pelos azabache

 

-Yo no salgo con este pervertido,  pero él se cree mi dueño y me anda diciendo princesita. –dijo Ryou señalándolo.

 

-“Mejor juguemos a que Ryou es mi novio, sería algo entretenido por hoy”-pensó Bakura el cual se dispuso a hablar.- No lo niegues amor, recuerda como gemías ayer.

 

-Aggg van a empezar a contar eso, mejor me voy  disfruten su ‘noche’.-dijo Duke finalmente para irse.

 

-No puedo creer que se la haya creído así de rápido. –reía Bakura jalando a Ryou del brazo hacia las escaleras, empezando a subirlas.

 

-Te detesto, siempre arruinas todo.-dijo Ryou con resentimiento-. Tu poder hace que te creas la gran cosa.

 

-Ven siéntate, por aquí es la verdadera casa de Seto, siempre hace sus fiestas abajo con esos cuartos volviendo su casa un Hotel, en verdad es un pervertido.-dijo  Bakura tirándose en el gran sofá de cuero.- Ven siéntate y supéralo fue una broma

 

-Igual eres idiota. –dijo Ryou tambaleándose un poco al dirigirse al sofá.

 

-¡Los efectos del alcohol te están amenazando!  Pobrecito. –dijo el mayor tomando una copa de vino y oliéndola profundamente. -¿Quieres más?

 

-Shhhhhhhh.-dijo quitándose los tapones de su oído-. A me siento libre-.dijo tirándose al piso y desabrochando su camisa.

 

Un sonrojo se apoderaba del mayor,  el cual captaba toda su atención en el marcado pecho del menor, tomaba un gran sorbo de vino y dejo el vaso en la mesita de noche.

 

-Te dejare en la cama antes de que no me controle ¿Está bien? –pregunto cuidadosamente el mayor

 

-Solo cierra la puerta, quiero que nadie me interrumpa. –dijo Ryou terminando de deshacerse de su camisa.

 

-Escúchate pervertido, sabes que estoy consciente pero he bebido.-dijo cerrando la puerta y tirándose al suelo junto al menor. –No sabía que tenías un cuerpo tan sensual.- con un leve sonrojo

 

-Así lo crees.-dijo levantándose y posicionándose sobre él con las piernas abiertas-. Disfrútame.

 

-Ryou salte de encima. -dijo Bakura con un sonrojo, en estos momentos parecía un completo pasivo.- “Oh debo defender mi posición… que hablo, mejor le digo con mi poder que se vaya aunque esta borracho ¿Funcionara?”

 

Bakura agarro la oreja del menor y se disponía a hablar pero este empezó a gemir.

 

-Vamos, no te hagas derogar, te mueres por mí. -dijo para luego soltar un leve gemido.

 

-"Cordura ¿Te irás tan pronto?" -pensó para luego dejar llevarse por las sensaciones que el menor le provocaba. -Ahhhh porque eres tan torturador pequeño mío.

 

-Te dije que caerías a mis pies.-dijo para quitar sensualmente la camisa blanca de Bakura, esto lo hacía rompiendo los botones con sus dientes.

 

Luego de esto Bakura decidió tomar mandato. Le dio un beso, esta vez no fue un roce de labios, las lenguas empezaron a explorar cavidades ajenas. El mayor fue bajando mientras marcaba todo a su paso para dejar en claro que era su propiedad. Llego a sus tetillas las cuales mordisqueo sacando gemidos al menor.

 

-Aaaah.-suspiraba con satisfacción.- Maaás

 

-Así de impaciente estas.-dijo bajándole el pantalón y empezando a masturbar su miembro superficialmente.- ¿Así te gusta?

 

-¡Sigue, sigue! -pedía desesperado- Se que quieres entrar, vamos no nos engañemos-agrego entre gemidos.

 

Bakura no dudo mas, le bajo el boxer le dio la vuelta y en su entrada introdujo su pene, ya erecto, ferozmente. Haciendo que el menor gritara y le salieran un par de lágrimas.

 

-"Era casto"-fue lo que pensó al estar un momento quieto para que Ryou se acostumbrara a su presencia.

 

-Aaah… aaaah….duele muévete y no me dejes así, rápido. -gemía en señal de placer y desesperación mientras él movía sus caderas lo poco que su cuerpo podía.

 

Volviendo a su estado de nula cordura empezó a aumentar la velocidad de las embestidas. Sus cuerpos se mezclaban entre sudor, gemidos y suplicas.

 

-¡Ahi! ¡ahi! mas ahí aaah. -gemía Ryou moviendo sus caderas torpemente.

 

-Ahhh. -gemía con voz ronca deleitando el estrecho cuerpo del menor-. Eres una delicia

 

Ya llegando a sus límites en las últimas y desenfrenadas embestidas no paraban de gemir.

 

-Kuuu...kuura me coo...corro.-dijo Ryou

 

-Yo tam...tammmbien.-dijo dejando su semilla dentro de él haciendo que el otro también eyaculara.

 

El mayor cargo al menor y lo dejo en la cama delicadamente como si fuera una pluma, se dirigió al baño y se lavo la cara.

 

-¿Que fue lo que acaba de suceder?-fue lo que dijo mientras se veía al espejo viendo su cuerpo algo colorado.

 

Mientras tanto el mismísimo Seto

 

-Lo sé.-dijo secamente tomando algo de champan.

 

-Sabias que tengo un poder tan tonto como un agudo olfato.-dijo asombrado Joey

 

-Cachorro, yo lo sé todo.-dijo el castaño entre risas-. Te acuerdas la otra fiesta que tuve, en una de esas habitaciones.

 

-Maldito degenerado, yo estaba ebrio así que no significa nada.-grito el rubio-. SUPERALO

 

-Yo hablaba de cómo pasa el tiempo, infantil.-contestaba el de ojos azules y seguía hablando-. Yo quería contarte que por tu culpa esto parece un Hotel.

 

-Lo es...-dijo estirando sus brazos hacia arriba.- Hay como 12 cuartos abajo.

 

-Yo te hice caso, no me vengas a hablar.-dijo ignorándolo el más alto.

 

-Pufff.... para eso me traes mejor me voy con Tris.....-dijo para darse cuenta de la mirada asesina.- ...bueno me ibas a decir como sabias de mi olfato.

 

-Ese día pude ver cómo te mareaste rápido, y trabajo con poderes así que lo deduje fácilmente.-fue la respuesta del CEO.

 

-En fin... ¿me puedo ir? -pregunto Joey algo molesto.

 

-Como quieras, luego no me vengas a rogar.-dijo Seto con una media sonrisa.

 

El rubio sale y la noche se estaba acabando. A la mañana siguiente la pregunta será ¿Qué paso ayer?

Notas finales:

Por que los albinos son tan bruscos, porque son unos MASOQUISTAS recuerdenlo ¿si? :3

Ah si unos me preguntaron, ¿No habia otros 3 personajes con poderes? Aqui estan

Los peli cenizo tienen la habilidad de parar el tiempo, pero ellos se pueden mover en ese trance.

Y Joey tiene un agudo olfato asi como su apodo, como un cachorro XD

Si, la fiesta no fue lo que yo esperaba pero mientras mas lo veo, es mas natural XD ok ignoren esto ultimo

Creo que iba a poner un detalle mas pero ya lo olvide

Cualquier comentario, recomendacion, opiniones seran muy bien recibidas :3

Que tengan buena semana, cuidense c:

 


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