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Confesiones de un rubio pasivo adolescente © por Charly D

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Notas del capitulo:

Hola a todo@s  gracias por sus lecturas, este capítulo servirá de sepraración entre la primera y segunda tempoara, la cual oficialmente iniciará en el episodio 12...

Gracias por sus lecturas, este capítulo lo dedico a un gran amigo que conocí por aquí y al cual estimo mucho... George, en tu honor  :)

 

A leer!!

CONFESIONES DE UN CASTAÑO ACTIVO ADOLESCENTE

Mi nombre es George Acoste Lake, tengo 16 años recién cumplidos, mi cabello es castaño claro, soy de tez clara y algo fornido, practico futbol, me agrada hacer ejercicio corriendo tras el balón. Voy en el mismo instituto que esa cosa fea llamada Mikel Rivierea, es mi compañero de clases, aunque lo es desde que íbamos en la primaria, puedo decir que disfruto haciéndolo sufrir, es de mis actividades más satisfactorias, cada vez que lo tiro en el depósito de basura orgánica se me ensancha una gran sonrisa, disfruto en demasía torturándolo, eso sí… ¡solo yo puedo masacrarlo! Si alguien más toca a mi presa lo mato, si no me creen, pregúntenle al imbécil de Nino, patearle la cara fue divertido, recuerden la regla de oro: “Nunca toquen a Mikel Rivierea frente a mí”.

 

Lo odio, pero… ehm… cómo lo puedo decir sin que suene gay… mmm… ¿lo quiero? Creo que eso es apropiado, no soy una nena, si alguien me llama marica le parto su linda y carismática carita… solo me gusta ese feo, algunos se preguntarán ¿cómo demonios te gusta un adefesio como ese? Simple, no me fijo en su físico, aunque para mí no es tan feo, me fijo en su interior, desde el día que lo conocí me pareció la persona más pura y buena que existe en el planeta, detestaría que en algún momento esta mierda de mundo acabara con la inocencia que tienen esos hermosos ojos color miel que se esconden detrás de aquellas gafas.

 

¿Cómo lo conocí? Pues de eso ya tiene muchos años, lo recuerdo como si fuera ayer, y también recuerdo el por qué lo comencé a detestar, sin embargo mi cariño es mucho más grande que el desprecio que siento… ¿soy un poco complicado no? ¡Pues obviamente! Soy  adolescente, si no fuera complicado estaría muerto o en un seminario… bueno, el punto es el siguiente, porque eso quieren saber, mi historia con ese feo comenzó hace mucho tiempo…

 

Tenía 7 años cuando mis papás y yo llegamos a vivir a esta ciudad, en la dirección de mi nuevo colegio el director me daba la bienvenida, me sentía algo incómodo, el uniforme a cuadros con colores rojos y verdes me incomodaba mucho, lo odio, es el vestuario más horrendo que he usado. Mis amigos se quedaron en mi otra escuela, no conocía a nadie, me cuesta adaptarme a nuevos lugares, en fin, ese señor de cara redonda y bigote recortado me dijo que todo estaría bien y me acompañaría al salón.

 

-Él es el pequeño George Acoste, será su nuevo compañero, digan hola niños- la maestra me tomaba la mano cuando entré al salón, había muchos niños, ¿por qué tenía que recalcar la parte de ‘pequeño’? ya sabía que estaba chiquito, casi todos me saludaron con desgano, al parecer no les caí muy bien, sin embargo, en el segundo lugar de la fila pegada a la ventana un niño movía sus manos muy apresuradamente, ¿me saludaba? Sí, me saludaba con mucho gusto, fue el único que lo hizo, le sonreí y me sonrío, con sus dientitos de leche medio separados me regalaba su sonrisa, llevaba puestas unas gafas que en los extremos tenían un cordón para que no se le cayeran cuando se las quitara. Pese a la distancia y a sus lentes puede apreciar sus lindos ojos, color miel, brillaban mucho, se me hace que era por el reflejo del sol, su cabello era rubio, al igual que sus ojitos la luz hacía que luciera mucho más claro. Caminé hacia él y la maestra improvisó un lugar para que sentara cerca.

-Hola, mucho gusto, soy Mikel, y ¿tú? ¿Eres nuevo? ¿Te gustan los chocolates? ¿Tienes hermanos? Me gusta el color amarillo ¿Quieres ser mi amigo?- habló tan rápido que no supe qué responder primero…

-Soy George- ¡eso! ¿Qué? Era demasiada información la que me pedía, tenía solo 7 años, no pensarán que mi cerebro trabajaba tan rápido.

-Mmm- entrecerró sus ojitos y me miró- me caes bien ¿quieres ser mi amigo?-

-¿Yo?- era una propuesta inesperada, no llevaba ni cinco minutos de conocerme y ya me pedía ser su amigo, pero total, no perdía nada, le respondí- bueno- me encogí de hombros, ese niño me simpatizó mucho y la verdad era muy bonito… (¡ahhhhh! Soné muy gay, lo sé)

 

Desde ese día nuestra amistad empezó, fue el primer amigo que hice en ese lugar, al pasar de las semanas noté que era un chico muy listo, terminaba pronto sus tareas, era el primero en entregar su cuaderno a la maestra, ella se admiraba por lo inteligente que era, el rubiecito aquel tenía mucho cerebro, por eso me ayudaba, a veces él hacía mis actividades mientras yo miroleaba por la ventana, pero no era abusivo con mi amigo, yo le daba clases sobre cómo jugar al futbol, pero creo que no le gustaba mucho.

 

Ese niño rubio era mi sol, poco a poco se fue convirtiendo en alguien especial para mí, algo que recuerdo muy bien, fue aquel día que me salvó de que llamaran a mis papás, seguro me regañarían…

-¡George! No puedo creer que hayas copiado la tarea de Mikel, eso no se hace- la maestra me regañaba, nuestro libro de actividades tenía la misma información, era sobre las plantas o algo así…- Llamaré a tus papás, no debes copiarle la tarea a tus compañeros- se daba la vuelta cuando mi niño rubio entró en acción…

-Maestra…- la jaló levemente de la blusa, sus mejillas estaba coloradas, lo miraba sin saber exactamente qué iba a hacer- George no tuvo la culpa, yo le copié- agachó su cabecita y puso sus manos tras la espalda, jugueteaba nerviosamente con sus dedos. Me quedé sin creerlo, ¡se echó la culpa por mí!

-Mikel… ¿tú le copiaste? ¿Por qué?- se inclinó para quedar a la altura de mi amigo

-Es que se me olvidó, y por eso le copié, lo siento- se disculpó bajito. En ese entonces creí que la maestra se tragó el cuento, pero hoy día lo reflexiono y analizo las palabras de esa educadora…

-Ay Mikel, a veces te pasas de bueno- suspiró y le revolvió sus cabellos, nos dijo que no volviera a ocurrir, nos dejó libre para ir al recreo, ahora sé que no la engañó, sé que descubrió a Mikel intentando salvar mi pellejo, por eso no me castigó, para que el sacrificio de mi amigo no se fuera al caño.

 

Desde ese día descubrí algo nuevo, Mikel era demasiado especial para mí, nunca nadie había hecho algo como eso, arriesgarse a que se lo cargara el payaso por culpa de la flojera de otro no lo hace cualquiera, mi amigo demostró ser mi amigo. Nos volvimos inseparables, él y yo siempre juntos, al principio de nuestra amistad muchos de mis compañeros abusaban de él, como era listo y más bueno que el pan, lo agarraban de su puerquito… ahhh, pero si se trataba de fiestas o juegos, a él no lo tomaban en cuenta, al ser mi amigo, eso se terminó, no permití que volvieran a tratarlo así, ¿no me creen? Pregúntenle a la tonta de Melissa.

 

En cierta ocasión esa niñita, le dijo a Mikel que le hicera la tarea de matemáticas y le regalaría una calcomanía de el rey león, le enseñó la porquería esa y a mi rubiecito le brillaron los ojos, de inmediato se puso a hacerla, cuando terminó le dio la actividad, pero la muy méndiga le dijo…

-Ay, ¿qué crees? Ya la regalé, me la pidió Paul y se la dí, ya ni modo- mi amigo se quedó con cara de incrédulo, esa infeliz lo engañó, entonces yo entré en acción. Fui al patio trasero del colegio, donde estaba un sapo muerto, lo agarré con una bolsa y sin que me vieran llegué al salón, abrí la mochila de esa tipeja y metí al animal muerto. Lo más divertido fue cuando ella descubrió el sapo y gritó como loca, lloró, se asustó y tiró todo por lo aterrada que estaba, Mikel se rió como nunca, eso lo valió todo, que mi amigo fuera vengado.

 

Desde entonces cuidaba a mi amigo, sabían que él ya no estaba solo, yo era su mejor amigo y lo defendía siempre que podía, al igual él lo hacía conmigo, si me metía en problemas, él era el primero en irse al carajo acompañándome. Un día, a la salida, mi mamá pasó por mi, mi amigo esperaba a mi lado a que fueran por él, casi siempre iba una anciana, que al principio me daba miedo, pero ya luego me dijo que su abuelita Francisca no era mala, solo tenía cara de momia. El punto es que esperamos, ya había pasado más de veinte minutos y mi madre llegó, pero nadie por Mikel, comenzó a impacientarse, sus ojitos demostraban preocupación, era la primera vez que tardaban tanto.

 

Lo ví y mi mamá me dijo que fuera con ella…

-Adiós Mikel- me despedí

-Adiós George- su mirada era de tristeza. Subí al auto y miré como él era de los poco niños que quedaban, los más grandes iban saliendo y se burlaban de él diciendo que lo abandonaron, mi mamá iba a arrancar cuando la detuve…

-¡no! tengo que esperarlo, es mi amigo, nada más que venga su abuelita y nos vamos ¿si?- me comprendió y dejó regresar. Al verlo corrí…-¡Mikel!- el volteó…

-¡George!- lo abracé- me dejaron solito- comenzaba a gimotear, hay muchas cosas que odio, el brócoli, las habas, la berenjena y que Mikel llore, no lo soporto, quién lo ha hecho llorar termina con un sapo muerto en la mochila… ¿verdad Melissa?

-No estás solito, nunca estarás solito- terminamos el abrazo y nos sentamos, al poco rato llegó su abuela cargando unas bolsas con verduras y frutas…

-Lo siento mijo, lo siento, si no le dices a tu padre que me tardé te compro un dulce- la anciana llegó a toda prisa- gracias por acompañar a mi nieto- me agradeció

-No es nada, pero no vuelva a tardar- me sorprendí yo mismo, erala primera vez que regañaba a un adulto. Nos despedimos y él se fue feliz, yo sonreí al verlo contento, regresé con mamá y nos fuimos a casa.

 

Cada vez que él se sentía mal, solo y triste, lo abrazaba y se calmaba, para mí era fantástico apretar su delgado cuerpo, era muy delgado y ese feo sigue siéndolo, creo que no come o algo así. Cierto día me comentó…

-Oye, ¿te gusta tu apellido?- dejé de morder mi emparedado para contestarle

-Sí, ¿por qué? ¿no te gusta?-

-No, digo, si, si me gusta, pero no lo había oído… ¿me lo prestas?- me miró con esos adorables ojos color miel

-¿Qué si te presto mi apellido?- pregunté sin entender

-Sí, en la novela de mi mamá, los señores les prestan su apellido a las señoras, creo que les dicen la señora de…- ahh, por eso, si, en las novelas de mi mamá también

-Bueno, te lo presto, pero cuídalo ¿sí?- el asintió- serás Mikel Riviere Acoste-

-Está muy largo- se quejó

-Es verdad, te presto entonces la letra y se hace más corto, serás Mikel Rivierea- desde entonces soy el único ser sobre la tierra que lo llama así (por si no se habían dado cuenta).

 

Muchos envidiaban nuestra amistad, éramos muy amigos, por eso no podía creer lo que me contaron…

-Mikel dice que eres un menso- me dijo un compañero

-Sí, que solo le sirves para defenderlo, por eso te mantiene a su lado, pero si no te botaría como basura-

-Eso no es cierto- lo negué, obviamente el no diría esas cosas

-Pues sí, mira- me enseñaron una hoja que decía “George apestas”

-Eso no lo hizo él- ya íbamos en sexto, a punto de terminar la primaria y pasar a secundaria, fui a buscarlo y lo vi, hablaba con otro chico…

 

-¿Entonces no lo quieres?- le preguntó

-No, es horrible y apesta- ¿él dijo eso? ¿Mi amigo lo dijo? Arrugué la hoja y me dije a mi mismo…

-“¿Con que esas tenemos?… pues bien, te demostraré que apesta más un basurero que yo” – me fui y las dos semanas que restaron de clases mi actitud cambió con él, se me acercaba y lo rechazaba, me hablaba y lo ignoraba, varias veces lo vi llorar y aunque me compadecía me acordaba de ese maldito papel y sus palabras, entonces volvía a mí un desprecio por él… “por mi amigo” yo lo creía mi amigo y solo estaba conmigo por interés… lo odié tanto, tanto que pasé por alto el hecho que nunca tuve una novia porque me enamoré de él…

 

Salimos de la primaria y pasamos a secundaria, nos tocó la misma escuela, el mismo grupo, entonces mi venganza comenzó, lo insultaba, lo regañaba y lo tiraba en los depósitos de basura, si apesto, entonces que él apeste también. Lo odié tanto, que no soportaba verlo ni estar lejos de él. Supe al poco tiempo que las niñas no le iban, entonces mi ferocidad aumentó al saber que le interesaban los chicos, por lo mismo si uno se le acercaba lo asustaba como fuera, de ninguna manera iba a permitir que Mikel Rivierea llevara otro apellido que no fuera el mío.

 

Nunca ha estado solo, desde las sombras, con todo y mi desprecio lo sigo cuidando, nunca permití que nadie fuera de mi lo lastimara y si alguien se atrevía pagaba las consecuencias, él es mío y por todos los medios lo protegeré, lleva mi apellido y nunca permitiré que le pase algo malo, ese feo es solo mío, es mí feo, no permitiré que alguien se lo lleve.

Llegamos a la preparatoria, el karma o no sé qué nos juntó de nuevo, tiene una amiga inseparable Romina, si no supiera que Mikel es gay la odiaría, pero no, son solo amigos, al que desprecio es al imbécil de Jake Thomas, creo que mi feo está interesado en él y créanme que no se lo voy a dejar, como que me llamo George Acoste que no se lo voy a dejar…

 

Lo demás ya es historia…

Notas finales:

GRACIAS!! Saludos!!


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