Después de aquel aguacero en el que George y yo nos mojamos, él amablemente me fue a dejar hasta mi casa, no es que piense que las cosas van a mejorar, pero al menos espero que ya no me torture como lo viene haciendo desde la secundaria. Se sintió tan genial volver a ser abrazado por él, en verdad que había olvidado cuán cálido es ser apretado por sus brazos. Tocó el timbre, me dejó en la entrada y se marchó, no nos dijimos una sola palabra, no hacía falta, al final de cuentas lo importante era superar la pena que llevaba por dentro y conseguirlo de la mejor manera.
-¡Pero Mikel estás hecho una sopa!- la abuela gritó con horror
-No es verdad abue… abue… ¡achúuuuuuuuuuuuuuuu!- estornudos, picazón en la nariz, dolor de garganta, creo que ya valí gorro… pronto tendré una espantosa y terrible gripe.
-No, no, si los jóvenes de estos tiempos, entre follar y mojarse no invierten bien el tiempo- la abuela me arropaba con una toalla seca
-¡Abuela! No digas follar- la reprendí, ¿cómo se atreve a decir que ando follando? ¡Para mi desgracia no es verdad! ¡Nadie me ha follado! Pero de este año no paso… ¿qué demonios digo? Hace unas horas me partieron el corazón, definitivamente no quiero saber nada del amor, pero ese contacto, George… Me siento de alguna forma feliz…
-Está bien, ¿fornicar? ¿Encamarse? ¿Culear? ¿Cuál te gusta más?- lo que me faltaba, ahora se cree la adolescente, su mente cada vez está peor…
-Solo quiero ir a mi cama- no tenía ánimos de discutir, no hoy. Con toalla y autoestima por los suelos me dirigí a mi cuarto, cerré con seguro, me quité la ropa, pero al hacer los movimientos necesarios para despojarme de ella percibí el aroma de mi ex amigo, olía tan bien y no me di cuenta, George… ¿qué pasó para que nuestra amistad terminara? Sigo sin comprenderlo, éramos los mejores amigos del mundo, ¿por qué tu cambio? ¿Por qué me odias tanto?... dejé las preguntas, mejor me daría una ducha, sí, definitivamente eso sería lo mejor…
Mi mamá me fue a ver, estaba tapado hasta el cuello, me sentía mal tanto física como anímicamente…
-Tienes un poco de fiebre hijo, te daré un antigripal-
-Si mamá- contesté de forma casi mecánica. Regresó trayendo consigo un vaso con agua y la pastilla. Me incorporé con toda la flojera del mundo y la tomé. El contacto del agua fría con mi garganta ardiente se sintió horrible, odio estar enfermo, ¡malditos hombres! Por su culpa sufro tanto, pero sin ellos quién sabe qué sería de mi vida… son tan bellos. Me volví a acostar, pude escuchar el sonido de las gotas de lluvia volviendo a caer, cerré mis ojos y me dispuse a dormir, ya era de noche y creo que de esa forma me sentiré mucho mejor.
-Descansa mi cielo, ya todo pasará- me besó la frente, apagó la luz y se fue.
-Espero que todo pase…- susurré para quedarme dormido.
No sé cuántas horas han pasado, pero creo escuchar un sonido estridente, ¿son risas? Creo que sí, alguien se ríe demasiado. No sé si sueño o estoy despierto, solo escucho pero no sé qué tan real sea, es mejor ignorarlo, a lo mejor lo imagino, estoy enfermo, y cuando lo estoy imagino muchas cosas, demasiadas diría yo…
“-¿Por qué te gusta el color amarillo?-
-No sé, porque es bonito y se parece a mi cabello George-
-Sí, tu cabello es bonito, se siente suavecito, me gusta-
-Dice mi mami que debo cuidarlo mucho-
-Sí cuídalo, porque está igual de bonito que tu-
-¿Yo soy bonito?-
-Sí Mikel, eres muy bonito, y si a lo mejor cuando seamos adultos…-
-Cuando seamos adultos ¿qué?-
-Pues, cuando seamos adultos tú y yo… aghrmmmmmm”… ¿eso es un ronquido?... aghrmmmmmm…. Suena como un ronquido… ¡aghrmmmmmmmmm!-
Este último ronquido fue tan fuerte que me despertó, abrí los ojos de inmediato, ¿por qué demonios esos ronquidos interrumpen cuando George mi ex amigo me iba a decir algo? ¿Qué me iba a decir? ¡Odio que interrumpan mis sueños! Las cortinas de mi habitación están cerradas, no puedo creer que los ronquidos de mi papá lleguen hasta mi alcoba, ese hombre debe estar malm muy mal, le recomendaré que vaya al médico. Me siento débil, lo mejor será que vuelva a dormir, me estoy acomodando en mi hermoso colchón y al mover mi piernita derecha pateo algo…
-¿Eh?- tanteo con mi pie… será… ¿es una pierna?... aguarden… ¿una pierna?... ¿será que la abuela se volvió a equivocar de cama?- abuela, esta no es tu cama ni tu recámara, sal de aquí inmediatamente, hoy me siento mal- dije con apatía y aburrimiento, espero correarla. No se mueve… esa anciana, es muy mañosa. La pateo levemente intentando despertarla…
-Mmm- gime irritada
-Pues vete abuela, esta es mi cama- la volví a patear, siento como se levanta para quedar sentada sobre el lecho y me dice…
-Yo no soy tu abuela- no conozco esa voz, es de mujer, obviamente es de mujer, pero si no es mamá y no es la abuela… ¿entonces quién demonios es? Abro los ojos, con todo y mi desgano, enfermedad y debilidad volteo hacia el otro lado y me topo con la cara regordeta de una mujer con el cabello completamente despeinado, rímel corrido, labial como el del “guasón” el enemigo de batman…
-¡Oh por todos los cielos!- grito asustado
-¡Pero qué horror!- grita asustada
-¡Eres horrible! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!- ambos gritamos lo mismo al mismo tiempo y por el susto nos caímos de la cama, bueno, en realidad yo tiré a esa mujer porque me fui al piso con todo y sábanas, por tal motivo las jalé y ella perdió el equilibrio cayendo del otro lado…
De inmediato me levanto tomando un lápiz sin punta que tenía en el buró…
-Muy bien, me dices quién eres o te verás en serios problemas, tengo un arma y no dudaré en usarla- seguía apuntándole con mi “arma”
-Ay… pero qué manera tan horrible de despertar, yo soñando con mi novio y tú me despiertas- se incorporó sobándose el trasero
-¡Qué hables!- sigo apuntando
-Por favor Mikel, primero sácale punta a ese lápiz y ten cuidado, porque si no lo apuntas bien puedes sacarte un ojo- esa mujer sabe mi nombre… ¿cómo es que sabe mi nombre?
-E… tu… yo… qu… ¿quién eres?- seguía mirándola mientras buscaba el sacapuntas, era verdad, la invasora tenía razón, si quería atacarla necesitaba que mi arma tuviera punta bien afilada.
-Ay Mikel Josafat Riviere Segovia, ¿será posible que no me recuerdes?- movía la cabeza negando, esa mujer… ¿quién era?- Pero tu mamá tiene razón, ya estás grandecito, no te pareces en nada a…-
-¿A quién?- bajé el instrumento de muerte y la miré con atención
-Brinca la tablita yo ya la brinqué, bríncala de nuevo yo ya me cansé, dos y dos son cuatro…- comenzó a cantar
-Cuatro y dos son seis, seis y dos son ocho y ocho dieciséis- la interrumpí cantando, entonces ella recuperó el liderazgo…
-El pequeño Mikel viste de azul, es un rubio hermoso que es adoración- solo una persona me cantaba esa melodía, y cuando terminaba me daba un abrazo y una paleta…
-¡Tía Beth!- corrí hasta ella…-Tía… tía- me restregaba en ella como neko lo hacía conmigo, que dicho sea de paso, ese gato malagradecido no ha venido, de seguro debe andar por ahí de calzones distraídos con las gatas de la cuadra, pero volviendo con mi tía…-cuanto tiempo, no sabía que vendrías-
-Ya sabes, soy un alma libre, me gusta andar por la vida sin problemas, sin dificultades…-
-¿Te dejó tu novio verdad?- le pregunté directamente
-Síiiiiii, fue horrible, me cambió por una quinceañera- berreó a mi lado, mi tía me quiere mucho, pero ya se me hacía raro primero, que estuviera aquí y segundo que durara mucho con su nuevo novio.
-Ya, ya… no llores, pronto llegará un hombre bueno…- ni yo podía creerlo, esas palabras ni yo me las tragaba, por algo ando deprimido.
-Pero bueno, eso no importa, al menos no por ahora…- terminamos el abrazo- pero mírate, que grande estás-
-Tú también estás grande- le respondí
-Y qué bonito cabello tienes-
-Tú también tienes bonito cabello- contesté
-Y qué linda sonrisa con todo y frenos tienes-
-Tú también tienes una linda sonrisa… y eres muy bonita- esperé que me devolviera el elogio
-Tú también eres re- simpático- mmm… mujer mala, evitó decirme lo que quería escuchar…
Luego del susto mañanero, nos sentamos a platicar, por toda la emoción se me olvidó que estaba enfermo, es que la tía Beth es a todo dar, hace años me llevaba con ella y vivíamos todo tipo de aventuras, con decirles que una vez me vistió como monito cilindrero y mientras ella aplaudía yo bailaba, lo malo es que ponía un sombrero a mi lado y algunas personas le dejaban monedas… un momento… empiezo a creer que hacía negocio conmigo…
Un rato después mi mamá acompañada de papá llegaron a mi alcoba…
-¿Cómo amaneciste hijo?- me preguntó mi mami
-Bien, ya me siento un poco mejor- le dije
-¿Ves? A este chico le hacía falta dormir con su tía favorita para recuperarse-
-Tía, eres la única tía que tengo- papá no tiene hermanos, por eso Beth es mi única tía.
-Bueno, ya deja que me dé mi importancia, cielos, los jóvenes se estos tiempos se conservan en esa parte de pequeños polimorfos perversos-
-¿Ah? ¿Qué es eso?- no comprendía esas palabras y por eso la cuestioné
-Lo que tú eres, pero no entraré en explicaciones, mejor… ¿ya vamos a desayunar?-
-Sí hermana, ya vamos- mi mamá le dio la noticia más bella que pudo escuchar en esos instantes
-¿Y mi mamá?- ahora averiguaba el paradero de la abuela
-Ella está dormida en la tina-
-¿En la tina?- mi tía no lo creía
-Sí, a veces a la abuela se le olvida donde está su cuarto y se duerme en el primer sitio que encuentra-
-Cielos, mi mamá está muy mal… pero en fin… ¡vamos a desayunar!- comentó muy animada mi tía, justo así la recuerdo, divertida, irresponsable, enamoradiza pero muy buena.
Ya estábamos sentados en el comedor, y la abuela inició la charla…
-¿Y tú quién eres mujer?- le preguntó a la invitada
-¿Cómo? ¿No me recuerdas? soy tu hija Beth…-
-Ahhh…. ¡Betharraba! Eres tú- casi escupí mi leche… ese nombre siempre me dio risa, solo por ser su madre se salvaba, efectivamente en su acta de nacimiento decía Betharraba Segovia, es un nombre muy chistoso, tuve que aguantarla pero me costaba mucho, mis papás igual, mi tía no se miraba nada feliz
-Aún me sigo preguntando cómo es que tú y papá fueron tan inconscientes de bautizar a una persona con un nombre tan espantoso-
-Pero si está bello tu nombre- dijo la abuela
-Claro que no, es horrible, tú dijiste que lo ibas a cambiar, ya va siendo hora mamá-
-Dígame señorita, ¿el café viene incluido con el desayuno o solamente la leche?- eso yo lo llamo suerte, a la abuela se le acaban de ir las cabras al monte
-¿Qué? Ah no mamá, no me evadas- le reclamaba
-Déjala Beth, no te hará caso- intervino mamá
-No, esa mujer lo prometió, mira nada más me pone ese feo nombre y se va como si nada- esto es muy divertido, mi tía peleando con una anciana que tiene Alzheimer
-Mikel es gay y ayer venía acompañado de un hombre-como tantas veces lo comentó casual, un silencio incómodo se formuló, y lo malo del caso no es que lo haya dicho, bueno sí un poco, pero lo peligroso del caso es que lo dijo con…
-¡Mikel Josafat Riviere Segovia! ¿Con quién diablos viniste ayer?- lo malo es que lo dijo frente a papá
-Yo… pues… yo…-
-¿Mikelito es gay? Já, lo sabía, viste hermana, tengo un tacto increíble para eso, yo te dije que tu hijo era gay y nunca me creíste- miró a mamá- Pillín, eso no me lo dijiste… ¿quién es el afortunado? No sabía que ya tenías novio… el amor, qué bello es el amor- No tía, no sigas, tengo frente a mí al ser vivo más peligroso cuando se le dice que su hijo único tiene pareja o algo parecido.
-Mikel, ¿me vas a contestar?- ¿dobló la cuchara? ¡Sí, oh por todos los cielos, dobló la cuchara!
-Eh… yo, pues es que…-estaba nervioso
-Ay qué emoción, te daré consejos, te diré como conquistar a un hombre, cómo besarlo y cómo seducirlo para… uuuh… ya sabes qué- la cara de pervertida de mi tía difería del iracundo semblante que mi papá demostraba…
-Mikel… más te vale no seguir los consejos de la libertina de tu tía… porque si lo haces en los periódicos de mañana aparecerá: “Joven adolescente es hallado flotando en un lago a las afueras de la ciudad”. Y está de más decir que tú te vas a un monasterio ¿verdad?-
-Sí- tragué saliva, creo que papá está demasiado celoso, y lo bueno es que no vio a George… ahhh… George… ¡No puede ser! Acabo de suspirar…
-¿Por quién suspiras?- habló nuevamente el hombre de la casa
-Yo, por nadie- me tapé la boca
-Ya Jerome, deja el niño en paz, está bien que quiera vivir su juventud al lado de su novio- se metió mi tía
-¿Novio? ¿Ya son novios?- gritó sorprendido
-¡Nooooooooooooooooo! No tengo novio papá, nadie que me pela, en serio, ¡no me mandes a un monasterio! ¡nooooooo!-
-Más te vale, más te vale-
No disfruté de mi desayuno gracias a Francisca, esa anciana, creo que se alegra de mi sufrimiento, pero ya me las pagará, necesitará en algún momento que alguien le pegue su dentadura y no estaré ahí para ayudarla.
Unas horas más tarde, mi tía Beth se arreglaba en mi cuarto, al no tener habitación de huéspedes, adivinen con quién se quedó…
-¿Vas a salir tía?- pregunté mientras estaba sentado en la cama moviendo mis piernas hacia adelante
-Vamos querido, tú me acompañarás- respondió
-¿Yo? ¿y para qué?-
-Pues, hoy es tarde de locas, así que tú y yo vamos de cacería-
-¿De cacería? No te entiendo-
-Por favor Mikel, tan despistado eres, ¡vamos a buscar hombres!- ¿en verdad a eso me iba a sacar?, me agrada la idea pero… pero…
-Ya, no tengas miedo, iré vestida decentemente para que tu papá crea que vamos a la iglesia-
-Tía, esa minifalda y medias de red no son algo muy decente-
-Tienes razón, esta de piel no es decente, me pondré esta- me mostró una de látex color florescente
-¡Tía! Esa es peor-
-Ay ya, entonces me pondré un pantalón-
Busqué ropa, le mostraba combinaciones y ninguna le gustaba…
-Mikelito, ser feo y darle vuelo, usa algo más lindo, más llamativo pero sin ser un zorro, mira, esta playerita blanca y estos jeans se ven hermosos- vaya, no hubiera logrado esa combinación nunca, espero que sea efectiva.
Antes de salir nos asomamos por la puerta vislumbrando que papá no estuviera cerca, al ver el área libre, salimos, ella iba con sus tacones en la mano y yo con mis tennis en las mías, no sé para qué si mi calzado no hace ruido, pero ella me dijo que así lo hiciera.
Una vez fuera de casa corrimos como locos, debíamos estar lejos para evitar que papá nos detuviera. Fue divertida esa escapada, aunque me sentí como delincuente.
Salimos al centro comercial, nadie me peló, pero a ella tampoco. Fuimos a los cinemas y el mismo resultado. A la fuente de sodas y el único hombre que se nos acercó fue un vagabundo pidiendo dinero…
-Viste, tú tía aun conserva su toque…- comentaba feliz
-Peri si eres un callejero que te pidió una moneda-
-¡Mikel! Respeta a tu tía, si digo que tengo toque, tengo toque, aunque solo me haya pedido dinero…-
-De acuerdo… ¿ya nos podemos sentar? Me duelen mis piecitos…- le dije, íbamos ya por un parque algo concurrido…
-Está bien, solo porque yo también me cansé- nos sentamos y miramos hacia diferentes lados…
-Ay… mira a todas esas parejitas-
-Sí, son tan bellas, se me hace que hoy no ligué por traer estos pantalones, los hombres deben creer que soy lesbiana, la próxima sí traeré mi minifalda de piel- yo la miré imaginando cómo se vería, pronto nos interrumpieron…
-Buenas tardes, señorita, caballero, soy estudiante de la facultad de música- nos mostró su credencial que lo acreditaba como afiliado a la matricula de la universidad- y estoy interpretando unas canciones a cambio de una propina para poder mantenerme y pagar mis estudios, no sé si gusten apoyarme- yo me quedé como tonto mirándolo, tenía unos ojos preciosos, su cabello le llegaba a la oreja, de piel morena clara, una sonrisa muy linda, su ropa era sencilla pero limpia, sonreía mientras nos miraba…
-Mikel, trastecito para la baba- me susurró mi tía al oído- bien muchacho, cántanos una, pero una romántica, para coronar el momento-
-Como usted diga- nos dio una linda sonrisa de nuevo para después comenzar a tocar su guitarra y cantar, me sonrojé enormemente cuando el chico universitario giraba su cuerpo hacía a mí y por momentos me dedicaba la melodía a mí… ¿será que hoy ligué? ¡Ayyyy qué emoción!...