No lo podía creer, ¿en verdad era él? ¿Jake Thomas estaba delante de mí? ¿Me estaba viendo? ¿Recordó mi nombre? Esto es… no sé, no sé cómo catalogarlo, es sorprendente, hacía tiempo que dejé de verlo, deje de pensarlo, dejé de extrañarlo, sin saber cómo George fue metiéndose en mi mente, comenzó a ocupar el espacio que tenía reservado solo para Jake, pero, ahora, justo ahora no sé qué decir, qué hacer… qué pensar…
-¡Hey Mikel ¿estás bien?- Nick pasó una mano delante de mi cara, me perdí… ¿será acaso que no estaba tan superado este asunto?
-Mikel, ¿no dices nada?- me sonrió, Thomas me dedico una sonrisa, esto es muy extraño…
-Yo…- ahí me quedé, no supe ni pude decir más
-Vaya que estás cambiado, mírate, has aumentado de peso, el cabello distinto, ya no usas frenos…- comentada divertido, al parecer se sorprendió de verme
-¿Quién eres?- preguntó mi amigo un tanto desconcertado, al parecer mi actitud lo puso en estado de alerta.
-Soy Jake Thomas, amigo de Mikel… ¿y tú?- se miraron
-Yo soy Nicholas, mejor amigo de Mikel- le contestó, yo movía los ojos de uno a otro, si estoy muy confundido, ¿no se supone que quiero a George? ¿Entonces por qué siento todo esto moverse dentro de mí al verlo? Demasiadas preguntas que me siento incapaz de responder, ¿qué siento? O mejor dicho ¿Qué pasa? Jake volvió, es verdad, pero eso no implica nada, no significa que vaya a obtener algún beneficio de esta situación… ¿o sí?
-Me alegro, eso quiere decir que Mikel ha estado haciendo amigos, has cambiado mucho desde la última vez que nos vimos- Es verdad, la última vez que nos miramos fue esa tarde desoladora en la que se marchó con ella, con Daphne. Me quedé solo, todos me abandonaron, pero entonces él regresó, él volvió por mí: George- Si no tienes nada que hacer, te invito a los recreativos, como en los viejos tiempos ¿qué dices?- lo miré, ¿me estaba invitando a salir? No siento la misma emoción de la primera vez que me invitó, pero sí me siento feliz… ¡Oh no! ¿Será que sigo enamorado de él? ¿Seguiré enamorado de Jake Thomas?
-Eso es empíricamente imposible, Mikel y yo tenemos muchas cosas que hacer, sobre todo hoy vamos a ir a casa de George- aguarden… ¿Que vamos a dónde?
-¿George? ¿El mismo George Acoste que conozco?-
-Efectivamente, ese mismo grandulón, abusivo, celoso y torpe George- respondió Nick, yo no he podido articular una sola palabra desde que lo volví a ver.
-¿Mikel va a ir a su casa?-
-Sí, ¿es que no escuchas muchacho?- mi amigo se estaba fastidiando
-Si escucho, es solo que me sorprende, hasta donde yo sabía él te odiaba y tú a él- me miró expectante
-Las cosas cambian amiguito, es empíricamente posible que estos dos sean amigos ya- creo que Nick no simpatizó con Jake, y eso de que vamos a casa de George es la mentira más grande del mundo, ¿por qué lo dijo?
-Bueno, eso no impide que salgamos… ¿o sí?- me volvió a mirar, ¿qué respondo? ¿Qué respondo?
-Yo… pues…- mi corazón se aceleró al mil por ciento, qué digo…- Sí- ¡por todos los cielos! Dije que sí
-Perfecto, entonces espero que hagas lo que tengas que hacer y nos vamos- esto es extraño, se supone que el viene a no sé qué, me ve y me invita a los recreativos… ¿algo estará mal? O ¿solo estoy haciéndome pelotas por nada?... ¡Tía que falta me haces!
Nos dimos la vuelta para recoger la constancia, Nick tenía cara de pocos amigos, ¿qué le pasaba?
-Nick yo…-
-Es empíricamente imposible que esto esté pasando- refunfuñó
-¿A qué te refieres?
-A que se supone que estás con el mentecato de George ¿no?… no comprendo entonces por qué pones cara de ovejita a medio morir cuando viste a ese tipo, que dicho sea de paso tiene cara de muñeco de plástico- ¿Qué dijo? ¿Que George y yo…?
-Eh… Pues, no sé que tiene que ver George…- tragué duro, se notará algo, nos habrá visto… ¡¿Nos habrá visto?!
-No te hagas, bien que los he visto, las miradas, las risitas… es empíricamente imposible que lo puedas esconder- o es observador o está fanfarroneando. Siento que me arde la cara, estoy rojo, creo que quiero a George, las piernas me tiemblan, las manos me sudan, siento revoloteos en la panza… pero esto que pasó con Jake ¿qué fue esto? No debo hacerme castillos en el aire, en cuanto Thomas resuelva lo que vino a hacer se irá tal como llegó ¿cierto? Eso quiero pensar...
-Yo solo te digo, ese bruto de Acoste será lo que quieras, pero lo gay por ti se le sale por cada poro, no sería justo que lo hagas sufrir, y menos por ese muñeco de plástico barato- ¿cómo? ¿Yo hacer sufrir a George? Pero… ¡Ay no! ahora si estoy muy confundido… demasiado diría yo.
Nos dieron las constancias, Nick en todo momento estuvo con cara de perro apaleado, la verdad está molesto, creo que George le cae bien, pero yo no he hecho nada malo, digo, ni siquiera le he contestado más de seis palabras a Jake, mi vida es un caos… ¡Hombres!
-Te veo al rato- dijo el empírico y se marchó, no me gusta que peleemos y más por algo que no creo tener culpa
-¡Wow! Creo que no le caí bien- me encogí de hombros, esa fue mi respuesta- pues bien… vamos- asentí y lo seguí. Iba detrás de él, ese aroma lo recuerdo, cuando íbamos juntos en clase trataba de guardar ese aroma muy propio de él, era mi amor platónico, se sentaba delante de George, George tenía el cabello más largo y alborotado, siempre con el uniforme desaliñado, a veces se peinaba, George no lustraba sus zapatos, pero se ve tan guapo cuando no lleva uniforme, es un chico muy atractivo… ¿Estoy pensando en George?
Esta ¿cita? No fue muy parecida a la primera que tuvimos, en aquel entonces estaba fascinado por Jake Thomas, hoy simplemente no he podido sacar de mi mente a Acoste, si bien es cierto que me siento muy a gusto con mi acompañante, mi amigo se mete en mis pensamientos cada dos segundos. Todo me lo recuerda… ¿dónde andará?
-Has estado muy pensativo Mikel- dijo dando un sorbo a su refresco, ya habíamos ido a los recreativos y ahora estábamos en una tienda de comida rápida
-No es solo que yo…- reí nervioso, sí, ando pensando en que creo que me gustas, pero también me gusta George…
-Sabes, regresé para estar una temporada en este lugar… Daphne y yo terminamos- como balde de agua fría me cayó esa noticia- no es lo que yo pensé, miente, es caprichosa, exige pero no da… creo que me equivoqué con ella- ¿por qué me dice eso a mí? Se lo debería contar a sus amigos, el y yo no terminamos muy bien.
-Yo creí que estaban bien- ¡Por fin! dije algo con sentido
-Al principio si fue agradable, pero su secuestro la marcó mucho, anda paranoica, se volvió más celosa, me asfixiaba-
-Tú la elegiste a ella- se me salió, ese reproche se me escapó, mi mente se dejó llevar y escupió esas
palabras
-Sí, yo la elegí y…- iba a escuchar más pero claramente sentí como me jalaron del cuello de la playera…
-¿Qué crees que haces Rivierea?- ¡George!
-Oye, suéltalo- Jake se levantó, en otro momento estaría muerto de miedo, pero ahora se tornaba distinto, me alegraba, de qué no lo sé exactamente, solo me alegro.
-No sé a qué demonios regresaste, pero será mejor que tomes tu autobús de regreso a pendejilandia y te quedes allá- su agarre cambió, ahora George me tomaba de la cintura, mis mejillas estaban coloradas, coloradas, coloradas…
-Todos cambian menos tu, sigues siendo el mismo patán, arrogante, inseguro e idiota de siempre- le dijo Thomas
-Mira muñeco de plástico barato- ¡oye! Ese insulto lo conozco, por instinto giré la cabeza con dirección a los baños y vi como la cabeza asustada de alguien se escondía, creo empíricamente posible saber de quién se trata y como Acoste dio conmigo.
-Bueno, pero si hasta en los insultos eres poco innovador, no sé qué te ocurre pero no me importa, Mikel y yo estamos platicando, así que si te largas nos haces un gran favor-
-Si me largo…- giró soltando mi cintura, le daba la espalda a Thomas cuando repentinamente me agarró del brazo- pero me largo con él- no habló más y me llevó consigo, no volteé, muchas veces odié que mi amigo, en aquel entonces ex amigo, me tratará tan brusco, hoy me gustó, me sentí cómodo con su actitud tan… tan… ¿posesiva?
Caminamos presurosos, él me jalaba, yo no hablaba, ¿qué podría decir? Caminamos, varias cuadras, vio un pequeño parque, no había gente, me arrastró con él a una banca vacía…
-¿Qué demonios pretende?- me preguntó, bajé la cabeza y me quedé callado, no sabía qué responder- ¡Te pregunté algo y quiero que me respondas!-
-Yo no… no lo sé…-
-Estoy harto de ser así- se sentó pesadamente- estoy harto de esto, de perseguirte, de cuidar que nadie se te acerque… estoy cansado de luchar con miedo- su voz temblaba, mi garganta se secó y un escalofrío recorrió mi cuerpo- si no es Thomas, es ese universitario, ¿quién más? ¿Cuántos más?-
-George….-
-¿Lo quieres?- no puede ser… me miró a los ojos por unos segundos- ¿lo sigues queriendo?
-Yo… yo…- contesté lentamente, mi respuesta diría muchas cosas
-Anda, sigo esperándote… ¿lo quieres?-
-No lo sé- en ese instante la cara de George dibujó la seriedad- no sé si lo quiero, pero yo…-
-No, ya no hace falta más, estás dudoso, y eso me deja claro algo: lo sigues queriendo, sigues enamorado del muñeco de plástico ese- sus ojos se cristalizaron- No me voy a seguir aferrando a algo que no es para mí, luche, a mi manera lo hice, tal vez me equivoqué, pero traté de hacer lo mejor posible, yo no pienso compartir, no me gusta hacerlo, me conoces y sabes que a veces puedo ser muy envidioso, no estoy dispuesto, si tú eliges a Thomas yo me hago a un lado, no tendré por qué pelear por algo que no me corresponde-
-George…- dije como un susurro
-Pero si me eliges, no miraremos a otro lado más que para el frente, para un nuevo comienzo, no te voy a presionar más, si quieres volver con Thomas hazlo, no te seguiré, solo te pido una cosa…- lo miré como respondiendo que lo escuchaba- dime cuando hayas tomado tu decisión, sea cual sea dímela y me sentiré aliviado, tranquilo, podré dejarte ir o empezar una historia a tu lado- asentí, mis lagrimas se agolparon en los ojos, tenía deseos de llorar, pero no lo haría, no por ahora, por primera vez debo ser valiente, no hay tía que me ayude, como ella lo dijo de ahora en adelante todo depende de mí, y lo tengo que hacer, como que soy feo que lo lograré- ¿Vas a tu casa?- preguntó
- Sí, quiero ir a casa-
-Vamos, te acompaño- ya no hubo jaloneos o caminatas rápidas, solo un acompañamiento silencioso y reflexivo.
Como de costumbre entré a casa, estaba mamá cocinando, no era momento de deprimirse, sino agarrar al toro por los cuernos, en otro momento hubiera llegado con la cobija por el suelo, pero si un ejemplo me dio la tía Beth es ser valiente y tener coraje, restregué mis ojos y saludé…
-Hola mamá… ¿pronto estará la comida?-
-no niño, sabes que no me gusta que huelas las ollas- casi me da un cucharazo
-Pero ¡Dios mío! Un ladrón en la casa, ¡llamen a la policía!- gritó mi abuelita
-No mamá, no es un ladrón, es tu nieto, es Mikel- la anciana tomó un palo de escoba y me comenzó a picar la panza
-No es cierto, mi Mikelito es bien feo, y este muchacho es guapo, este no es Mikel, a mi no me engañas- continuó picándome
-Pero abuela soy yo, soy Mikel…- decía mientras me retorcía por las cosquillas que me hacía
-Neko, ven a ayudarme, este impostor dice que es tu mamá- caminando perezosamente mi gato llegó a la sala, miró la escena, una mujer con un cucharón, una anciana picando las costillas de un joven con la escoba y supongo que se dio cuenta que era lo de siempre, por lo cual se giró y regresó a su cama. Gato cobarde, en lugar que ayude a ser que le quita el hambre.
-Ya mamá, deja a Mikel-
-¿Mikel?- dejó de picarme y me vio atentamente- ¡Mikelito! Qué bueno que te veo… ven, ven- me acerqué cautelosamente, a lo mejor y es un engaño de esa mujer, miren que es muy mañosa –Tu mamá dice que estás bien feo, yo lo dije que no, que eres bonito, pero esa mala mujer te insulta, te acusa y te mete en problemas, te aviso para que estés prevenido- todas esas descripciones son correctas, solo que esas cosas feas y malas les dice y hace ella… típico de la abuela culpar a los demás.
-Lo tendré en cuenta abue-
-Si mijo, tu mamá es mala, más mala que… que…-
-¿Más mala qué…?
-¿Qué de qué?- me vio, genial ya olvidó lo que me diría.
Estaba en mi cuarto, ¿qué haría?, ¿qué haría? Estoy muy revuelto, ¿sigo queriendo a Thomas? ¡Ay!… ¿por qué llegó a hacerme bolas? Estaba pensando en respuestas cuando tocaron la puerta…
-Adelante…- la puerta se abrió dejando entrar a mi abue…-¿Qué pasa abuelita?-
-Qué bonita recámara, se parece a la de mi nieto- ay mi viejita, cada día está más loca…
-Abue, yo soy tu nieto y esta es mi recamara- me miró con sus ojos detrás de los lentes de fondo de botella
-¿Tú eres Mikel?- preguntó desconfiando
-Abue, sí, yo soy Mikel-
-Ah… tengo algo para ti… pero no se lo digas a Mikel- vaya, a veces creo que yo no soy yo
-A ver…-
-Soy vieja, y cuando era chamaca mi mamá me dio algo, Beth te dio muchas cosas que sanaron tu alma, tu espíritu, pero esto es algo que quiero darte- recobró la lucidez, eso es bueno- mira- sacó de su cangurera, esa que tiene capacidad como la barney bolsa, un guardapelo, se ve algo viejito pero bien conservado, es de esos que se pueden abrir y dentro tienen algo ya sea escrito o una foto- toma…-
-Es bonito abuelita…- lo tomé y ya casi lo abría cuando sus manos arrugaditas me lo impidieron
-No mijo, no se abre ahorita, esto que tiene dentro lo podrás ver solo cuando haga falta, cuando necesites verlo, si lo abres ahora el encanto se pierde- la miré ¿será algo de magia o así?
-¿Entonces cuando lo veré?-
-El corazón te indicará cuando… este es mi regalo mijo, el ultimo regalo que te hacía falta, lo demás corre por tu cuenta…- ¿el corazón? Si ella lo dice debe ser cierto, la curiosidad me pica, pero respetaré lo que mi abue me dice, llegará el momento indicado para abrirlo
-Gracias abuelita, te quiero mucho- me encorvé un poco y la abracé, son pocas veces las que mi abuela tiene claridad y me ayuda, momento como estos los tesoro mucho, adoro a esta viejita
- Yo también mi vida… yo también mi amor…- ese abrazo se sintió tan cálido, tan sincero, tan lleno de amor…
En la noche cenamos en familia, mi papá, mamá, la abuela, yo… y neko a mi lado con su plato lleno de croquetas.
-Más vale que ese muchacho no ande molestando ¡eh!- papá aun recuerda a George
-Ya Jerome, deja en paz al niño- intervino mamá
-Sí, deja en paz a… a…- me jaló de la manga de la camiseta- ¿Cómo te llamas ex feo?-
-Mikel abuela, soy Mikel- al menos reconoce que no soy tan feo
-Si, Mikel anda con un muchacho muy guapo que se llama George- dijo la abuela, papá escupió el café, yo me atraganté con el pedazo de pan y mamá escondió la cara entre las manos
-¡Mikel Josafat Riviere Segovia! ¿Qué ocurre entre tú y ese chamaco?- hogar dulce hogar… así proseguimos, los gritos de papá, la abuela con cara de satisfacción, neko sin ayudarme y mamá entretenida en la novela de la noche.
Ya era tarde, estábamos sentados los cuatro en la sala viendo la televisión…
-Ay, ya estoy cansada me iré a dormir- dijo la abuela, me levanté para acompañarla a su cuarto
-Yo te llevo abue…- papá apagó el televisor y mamá se levantó también
-Si, ya es tarde, ya debemos ir a dormir- comentó el jefe del hogar.
Atravesamos la sala, caminamos por el pasillo de las habitaciones, llevaba a la abuela del brazo, ya está muy viejita, pero sabe hacer de las suyas. Abrí la puerta y la ayudé a recostarse…
-Con cuidado abue- la apoyé para que no se lastimara al caer en el colchón
-Ahhh… gracias mijo, ya tengo sueño…- bostezó, mis papás entraron para ver que se acostara bien
-Ya descansa mamá-
-Si suegra, nos vemos mañana-
-Gracias mijos… tengo sueño… mucho sueño…- quedó quieta y cerró los ojos con lentitud, la vimos dormir tranquila y plácidamente…