¡Auch! El puñetazo en mi estómago me sacó el aire por completo. Eché mi cabeza para adelante mientras ponía mis manos en la parte adolorida…
-¿Pe… pero qué… te pasa…?- pregunté con un hilo de voz intentando recuperar la postura y calmar el dolor.
-Miserable imbécil, feo de mierda…- me iba a dar otro puñete y casi lo sentía en la cara cuando escuché ese grito de guerra…
-¡Ahhhh!-Romi corría hacia nosotros, tenía la mochila girándola con la mano haciendo las veces de arma, sin esperarlo mucho golpeó en la cabeza a George y tomándome de la muñeca me arrastró con ella- ¡Te lo mereces bestia panzona del inframundo!- le gritó mientras corríamos.
Llegamos al salón sumamente agitados, yo aguantaba las ganas de llorar, el trancazo que me acomodó George no fue para nada delicado, siento como si me hubiera roto una costilla o algo así…
-¿Te duele?- mi amiga me cuestionó al momento de sobarme la barriga
-¡No! me retuerzo porque no tengo algo mejor que hacer- contesté sarcástico
-Ya, ya entendí que te duele, pero, ¿Sabes la razón por la cual ese esbirro del mal te pegó?, porque lo vi, por eso fue en tu auxilio damisela-
-No, no tengo idea- respondí con dificultad, jadeaba aún busca aire, tonto George, por qué se portó así conmigo, nunca me había pegado, y ahora no comprendo sus razones, ¡no le he hecho nada!
-Ay Mikel, un hombre enamorado está siempre loco-
-¿Y eso qué demonios tiene que ver conmigo? Que le pegue a su novia no a mí- contesté
-Mikel, Mikel, Mikel… eres demasiado gay para funcionar- la miré sin comprender bien lo que decía.
-¿Para funcionar en qué?- me confundió
-Nada, será mejor que todo ocurra a su tiempo- dejamos de vernos a la cara porque un sonido estruendoso nos interrumpió, George Acoste entró iracundo al salón, lo vi y preferí agachar la cabeza, aún me dolía al vientre como para ponerme a pelear con ese sujeto, sin embargo, él se acercaba peligrosamente a mí, y tal como lo esperaba mi chica ideal se posicionó al frente de batalla- Da un paso más y te juro que todo el mundo se enterará de tu pequeño romántico-sadomasoquista sucio secreto- mi lesbiana amiga tiene el poder de un macho intimidante, porque la tensión entre esos dos creció a tope.
-No sé de qué hablas- ¿estaba nervioso? ¡sí! Parece que sí está nervioso, ¡Oh por todos los cielos! Ahora sí tenía curiosidad por saber eso que mi amiga sabe y yo no, pero ¡auch! Aún me duele mi estomaguito… maldito George. Ya no continuó hacía mí, dio la vuelta y se fue a su lugar. No lo miré por temor a despertar más su furia de bestia infrahumana.
-¿Qué sabes que yo no Romi?- le pregunté al oído
-Todo a su tiempo Mikel, algún día si eres observador lo sabrás- me sonrió
-Creo que tu gusto por las niñas te afectaron el cerebro porque no entiendo ni papa de lo que dices-
-Ay Mikel, a veces los chicos son tan estúpidos, no se dan cuenta de lo que sucede aunque lo tengan enfrente y prácticamente con el cartel en la cara de me…- cerró la boca de inmediato, ¿qué iba a decir?
-¿Me qué…?- cuestioné con ganas de saber el resto
-Nada Mikel, activa tu radar gay- fue lo último que dijo antes de que el profesor llegara dar la clase.
Esa mañana como esperaba ansioso el receso, está bien, casi todos lo esperamos con muchas ansias de salir y despejar nuestros encéfalos, pero hoy era diferente, lo aguardaba para poder hablar con Jake Thomas. Durante las clases lo vi con semblante de preocupación, y pude notar también que la descerebrada número uno no asistió a la escuela… ¿se habrá dado cuenta que no sirve para el estudio y se integró a un proyecto para alfabetizar jirafas?
Por fin el tiempo de relajación llegó…
-Tengo un hambre… voraz- dijo mi amiga
-Aguanta, debo ir a hacer algo…- le contesté
-¿No vas a comer conmigo?-
-Hoy no creo, déjame ver si termino rápido te busco en la cafetería ¿va?-
-De acuerdo- soltó aire con frustración- solo ten cuidado con lo que hagas- mencionó con desgano, al parecer hoy todos están desanimados o molestos, Romi se ha comportado muy extraño, ya sé que es rara, que le gustan las mujeres (¡iugh!) pero especialmente hoy la noto muy deprimida, pese a regalarme sonrisas como de costumbre no soy tan tonto como Daphne y me doy prefecta cuenta que algo la entristece, pero ya tendremos tiempo de platicar, el fin de semestre se acerca y a lo mejor por eso anda melancólica.
Lo busqué por varios lados, Jake no estaba, pareciera que se lo tragó la tierra, de forma regular se la pasa con sus amigos los “hechos a mano”, pero hoy en ese grupito no estaba él. Continué escudriñando con la mirada cualquier rincón. Ya casi terminaba el descanso y no lograba hallarlo, como última opción me adentré a la biblioteca, ningún chico popular como él estaría en un sitio tan aburrido como ese, avancé hasta la parte más profunda, nada perdía con buscarlo, si revisé todos los cubículos del baño abriendo uno cuando un chico hacía sus necesidades, podía intentar buscar en ese lugar.
-¿Jake?- miré extrañado un sujeto sentado mirando hacia la nada- Jake… ¿estás bien?- le pregunté tímidamente
-¿Qué haces aquí?- me soltó con un tono algo seco
-Te estaba buscando, necesito hablar contigo- mis manos sudaban, sentí como mis cabellos necios se paraban más que de costumbre, mi madre dice que gracias a esos pelos parezco puerco espín.
-No tenemos nada de qué hablar- repitió el tono de antes, mi sexto sentido arácnido me indica que algo anda mal por acá…
-Jake yo…- mencioné algo nervioso
-¡Basta niño!- se puso de pie- no tengo nada qué hablar contigo- me vio con gesto de irritación
-Yo solo…- iba a articular una frase pero él me lo impidió
-¡No! no quiero saber nada, no quiero que me digas nada, no deseo que me hables, entre tú y yo no pasó, no pasa, ni pasará nada, ¿lo entiendes o te lo explico con manzanas?- me encaró, se veía muy molesto
-Jake- dije con un hilo de voz, ya no me prestó atención, se giró y salió rumbo al salón. ¿Le sucedía algo? ¿A caso me equivoqué al pensar que un príncipe como Jake Thomas se podría fijar en mí? ¡Pero qué idiota soy! Obviamente los príncipes se hicieron para las princesas, eso ya lo sé de sobra, ¿qué demonios pensaba cuando pretendí acercarme a él? ¿Qué me hiciera su esposo y tener nuestro y vivieron felices para siempre…? No… Mikel Riviere, oficialmente eres un imbécil... los sueños y fantasías son para los bellos, los bonitos y espectaculares, para ellos siempre se cumplen, para mí, el feo de la escuela simplemente me toca soportar ser tirado al depósito de basura, acosado por un animal que disfruta con mi dolor… ya no me debería doler ni importar… ¿entonces por qué no puedo parar de llorar? ¿Por qué me duele tanto que me tratara así cuando antes hasta me besó?
Con el ánimo por los suelos, regresé a mi salón, ya el receso acabó, iba llegando cuando Jake Thomas salía con todo y mochila, levanté la cara intentando ganarme aunque fuera un poco de su atención, pero me ignoró completamente, implícitamente me dejaba en claro el lugar que ocupaba en su vida. Limpié mis ojos con cuidado, para evitar que los chacales de mis compañeros me vieran llorar y se burlaran de mí. Me calmé y entré, el director se encontraba allí, pedí permiso para entrar y me lo concedió. A penas me senté los altos mandos salieron, no comprendí lo que estaba ocurriendo, pero Romi se acercó para contarme…
-Estuvo denso Mikel, ahora sí la compadezco- se mostraba muy consternada
-¿Qué? ¿qué ocurrió?- le pregunté
-A Daphne, la secuestraron- me dijo mientras miraba a la ventana
-¿Cómo?- ok, no me agrada esa mujer, me desprecia tanto como yo a ella, pero tampoco le deseo un mal así de grande, me impactó escucharlo- Pero… ¿cómo fue? ¿Cuándo?-
-Al parecer el sábado por la tarde salió de su casa y desde entonces no ha regresado, el director nos acaba de preguntar si sabíamos algo de ella pero nadie sabe nada-
-Y ¿están seguros que es un secuestro? Digo, pudo haberse ido de vacaciones o no sé…- me resistía a creer que esa tonta estaba en peligro, me ha hecho daño, me ha insultado, pero en verdad no quiero que le pase nada malo, tengo corazón de pollo lo siento, no me gusta que la gente sufra.
-Eso esperamos todos, pero ya son dos días sin saber de ella, sus amigas dicen que el sábado estaba llorando, que tuvo un problema con Jake me parece, que tú estabas allí- me vio con duda- ¿Sabes algo?-
-Sali con él, fuimos a los recreativos, discutieron por mi culpa, y luego de ello nos fuimos-
-¿Por qué no me lo contaste Mikel?- preguntaba dolida
-Es que… ni yo sé… qué ocurrió ese día-
-Gina y Tina dicen que fue un momento al baño, ellas la esperaron en un café, pero Daphne ya no las alcanzó-
-Es mi culpa…- dije en voz baja, tal vez Jake ya sabía y por eso se sentía tan mal como yo en este momento…
-¿Tu culpa?- me escuchó mi amiga- es cierto que eres un miserable gay oculta secretos, pero lo que haya pasado con Daphne no es tu culpa, ojalá esté bien donde quiera que se encuentre, pero no es tu responsabilidad-
-Si lo es, si Jake no se hubiera ido conmigo, hubiera permanecido con ella y ahora estaría aquí haciéndonos la vida imposible a los dos… es mi culpa, por mi culpa nadie sabe donde está… - mis lagrimas salieron sin avisar, me deprimía imaginar que por mi causa ella no aparecía.
-Ya Mikel, no llores, debes ser fuerte, aunque estés solo debes tener fortaleza siempre- noté como sus ojos se cristalizaban ¿aunque esté solo? ¿Qué me quiso decir? Preferí no preguntar, ninguno de los dos estaba de ánimos para responder preguntas.
Llegué a casa muy deprimido, curiosamente ayer era el chico más feliz del universo y hoy camino por la calle de la amargura, abrí con desgano la puerta de mi casa, entré, mi abuela estaba sentada, tenía un par de ganchos para tejer, lo interesante del caso es que no tenía estambre, entonces tejía al aire o mejor dicho: nada.
-Hola abuela- la saludé con apatía
-Hola mijo, tu mamá salió a comprar… a comprar…- se rascó la cabeza y remató- no me acuerdo, pero salió-
-Bien abue, voy a mi cuarto- arrastraba la mochila, por qué últimamente se me complican las cosas. Ya en mi alcoba, me tiré sobre la cama y respiré hondo, sin resistir más salió el llanto…-Por favor, no sé quién esté por allá arriba, pero por favor que Daphne esté bien-
-A veces es bueno llorar- escuché una voz muy familiar
-A… abuela…- le sonreí intimidado, limpié mis ojos, ella me miraba compasivamente- ¿Qué pasó? ¿Quieres que te lleve a tu cuarto?- le pregunté de forma amable, a veces a mi abue se le olvida donde duerme (como podrán recordar)
-No mi niño- entró cerrando la puerta detrás de si- esta anciana ha visto muchas cosas, en verdad que ha visto el terror, tengo tanto vivido, que ver a una florecita como tú, que apenas comienza a vivir sufriendo me duele- me acarició la cabeza- llorar es bueno, en ocasiones logramos liberarnos dejando escurrir las penas-
-Abue…- ¿por qué me decía eso? ¿Me hablaba enserio?
-Esto es el principio Mikel, aún eres muy jovencito, y si crees que esto que vives es lo peor que te ha ocurrido, lo siento, pero debes prepararte, porque aún te falta mucho por recorrer-
-Es que… es que…- comenzaba quebrarse mi voz
-Lo sé, lo sé mi niño… llora, es bueno, esta anciana sabe muy bien cómo hacerlo- no aguanté, lloré, lloré inconsolablemente con mi abuela, el desprecio de Jake, el maltrato de George, la tristeza de Romi y el secuestro de Daphne eran demasiadas cosas para un día, me sentía atacado por todos los flancos.
-Recuerda que solo los valientes sobreviven para verse cubiertos de gloria- era la primera vez que mi abuela parecía tan lúcida
-Gracias abuelita-
-No hay por qué mi amor, siendo un chico gay ya es suficiente problema, ahora enfréntate a la vida, no dudes en encararla, porque de no hacerlo, ésta se encargará de acabar contigo.-
-Gracias abuelita- la abracé.
Permanecimos así unos segundos antes de que sonido de bolsas y la voz de mi madre nos interrumpieran…
-Ya llegué, ¡mamá!- la senecta se separó de mi…
-Iré a ver si me trajo mi papilla de ciruela-
-Ay abuela- se giró y cuando salí de mi cuarto se detuvo, volvió a verme…
-¡Eh! ¿por qué lloras?-
-Por nada abuela, se me metió una basurita en el ojo-
-A mi no me engañas, tu lloras…. De seguro te enteraste que tu gato se escapó con la vecina ¿verdad?-
-¿Neko se escapó?- la miré un poco alterado, solo eso me faltaba que hasta el gato me abandone
-Bueno, lo que pasa es que…- me vio por unos segundos- ¿Y donde está la recepción señorito?-
-Abuela, esta es tu casa-
-No, esta no es mi casa- me hizo un ademán para que me acercara a ella- en mi casa no hay gays, y tú lo eres-
-Pero soy tu nieto-
-¡el cielo me asista! No, no, no… yo no tendría un nieto gay… ¡Ay no! ¡Gays y políticos!, ojalá se los comieran los leones como en mis tiempos- salió de mi cuarto…
No estoy bien, pero al menos por primera vez mi abuela se mostró como el apoyo que necesitaba, aunque enloqueció dos segundos después. Espero que todo se componga y ojalá Daphne aparezca sana y salva… Jake, te amo… suspiré, espero que lo que venga no sea tan terrible como lo planteó mi abuela…