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Confesiones de un rubio pasivo adolescente © por Charly D

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Notas del capitulo:

Hola a todos, tarde pero actualizo!!

Gracias por sus comentarios y el capítulo 10 será final de temporada!!

Sin más... a leer!!

Han pasado cinco días desde la desaparición de Daphne, ando con los ánimos por los suelos, Romi intenta hacerme sentir bien, pero la verdad noto que se esfuerza demasiado, no la veo tan feliz como antes, algo raro ocurre con mi amiga, pero la pregunta es ¿qué le sucede?

 

Cogí la mochila para salir de casa, pff, un día nuevo, sin noticias de Daphne, sin que Jake me dirija la palabra, Romina muy falsa y George… ese es caso aparte… George Acoste, ahora siento que comprende mi dolor puesto que últimamente no me ha molestado. Algo que si me sorprende es que en los últimos dos días he encontrado en mi mesabanco una flor amarilla, es de mis colores predilectos, miro hacia todos lados y no comprendo quién puede dejarme un detalle tan bonito, en un principio creí que era mi amiga, pero después descarte la idea al ver que se sorprendió tanto o más que yo. Las guardo, ya tengo dos, a ver si hoy tengo la fortuna de encontrar mi lindo detalle.

­

-¿Listo Mikel?- pregunta papá esperándome en la entrada de la casa

-Si pá, ya vámonos- le contesté desganado

-Oh, alto ahí Mikel Josafat Riviere Segovia- alzó la mano en señal de “stop”

-¿Qué papá?- levanto la vista y nos miramos

-Algo le pasa a mi hijo y quiero saberlo-

-No, no pasa nada- le digo con seguridad

-¿Enserio?- enmarca los ojos- me parece que últimamente no andas bien, es cierto que tienes una vida de perros- gracias por recordármelo papá, esa es su forma de hacerme sentir bien- pero en estos días te he notado más decaído, ¿en verdad no te pasa nada?- dudé en responderle, no perdería nada al decirle que sí…

-No pá, estoy bien- ya íbamos a girar para salir cuando mi abuela atraviesa lo más rápido que sus pantuflas de oso narizón le permiten…

-Toma mijito, llévate tu almuerzo- me entrega una lonchera de metal, se ve oxidada y vieja

-Abuela…- ¡pero qué horror! No pienso llevarme esa cosa que seguramente fue de mi abuelo y claro, la usó en sus tiempos mozos- gracias, pero no es necesario, llevo dinero para comprar…- penas terminé la frase y vi como sus ancianos ojos comenzaban a cristalizarse… ¡chantaje! ¡Francisca! Esto no se queda así, me haces sentir más mal de lo que ya me siento- Pero bueno, por hoy lo acepto… ¿y qué me pusiste?- abro el antiguo artefacto y veo con semblante confuso que no tiene nada dentro- Pero no hay nada, abuela ¿qué se supone que pusiste en la lonchera?-

-Tu almuerzo- contestó

-Pero no hay nada-

-Eso es porque los que trabajan tienen derecho a comer… ¿tú trabajas? No verdad, entonces gánatelo, mira que la milpa necesita manos, tu abuelo ya no puede solo-

-Pero si el abuelo tiene años que se fue- le contesté un poco irritado

-¿Se fue? ¿a dónde?-

-Pues… se fue al otro lado- creo que no recuerda que el abuelo ya murió, metí la pata

-¿A otro país?- confundida preguntó

-No, se fue a más allá-

-¿Dónde es más allá? ¿está más pa´ acá o más pa´ allá?-

-Como te explico- pensaba las palabras más adecuadas para no hacerla entrar en crisis de la edad- pues el abuelo ya caminó para el lado de las ánimas-

-Pero esa calle queda muy lejos… ¿enserio se fue caminando?- estoy comenzado a perder la paciencia, mi padre mira muy divertido la escena… ¿qué le pasa? En lugar de que me ayude me deja con el problema.

-Abuela, el…- comienzo a hablarle en pausas

-a já- contesta

-abuelo- prosigo

-Se murió-

-¿Qué mi marido se murió?- preguntó sorprendida, creo que ya la regué, pobre anciana, ¿si le da un infarto? ¿si me muere por mi culpa? ¿Si me encarcelan por provocar la muerte de un adulto mayor? ¿Qué voy a hacer?- ah, eso ya lo sé, ay Mikel, tiene como 10 años que murió, muchacho tonto, voy a creer que no sabe cuando se murió su abuelo- y se fue a su cuarto profiriendo no sé cuantas cosas más, yo me quedé con la boca abierta… me la volvió a hacer… mi padre se carcajeó de mi, esa mujer, esa mujer… juro que le pondré laxantes en la avena y se arrepentirá de hacerme pasar malos ratos…

 

Llegué a la escuela, antes de bajar mi papá me detuvo…

-Mikel- me habló con esa voz varonil y ronca que tanto me impacta

-¿Si papá?-  contesto nervioso

-No importa si ya andas de novio, ese chico morirá joven, pero eso no importa, solo quiero que sepas… te quiero hijo, no lo olvides- me acarició la mejilla, pese a ser hombre reconoce cuando ando mal, no tanto como mamá, ella me ha hecho interrogatorios más extensos y empiezo a creer que me vigila, porque dice las cosas como si las hubiera visto.

-Yo también- descendí antes que las de cocodrilo se me salieran, ando muy sensible y un gesto así por parte de mi progenitor me hace sentir muy frágil emocionalmente.

 

Llego al aula y miro como Romi resguarda mi lugar alejando a todo aquel que se acerque…

-¿qué pasa?- pregunto dudoso

-Es que alejo a estos chacales que se quieren llevar tu flor- da un manotazo a Tina quien se la quiere llevar, miro la paleta de la silla y una rosa amarilla está ahí junto con una tarjeta, la levanto, mentalmente me digo “¿es para mí?”, leo la tarjeta y como si leyera mi pensamiento dice

“Si es para ti”

Me sorprendo, sigo dudando… ¿en verdad es para mí o será de alguna otra persona? Pudo haber una equivocación, la tarjeta tiene en la esquina una flecha señalando al reverso, la volteo y otra oración está escrita…

“¡Idiota! Que sí es para ti Mikel Rivierea

 

Me convenzo de que si es para mí, pero quién se tomará la molestia de darle una flor al chico feo, al que no tiene más gracia que un programa de Barney, al chico feo que nadie es capaz de ver como rival porque saben que asustará a cualquier pretendiente. Miro a todos lados y no, no hallo quién pueda ser… ¿y si tal vez Jake? Mi mentecita comienza a pensar. Lo veo sentado, con las manos sostiene su cabeza, estos últimos días ha andado muy cabizbajo, probablemente lo de Daphne también lo afecta.

-No creo Mikel- me comenta Romi

-¿Eh?- salgo de mi ensimismamiento

-No creo que sea Jake Thomas- bueno, al parecer hoy todos leen mis pensamientos, es eso o pienso en voz alta.

-¿Por qué no? hace días me besó- defiendo mi ilusión

-Por qué sé que no es él, tengo la seguridad de saber el nombre de la persona que te ha mandado esas flores y su apellido no es Thomas.-

-¿Y si lo sabes por qué no me lo has dicho?- cuestiono algo indignado

-Porque es tu deber descubrir lo que tan obvio es- Romi, Romi… tan analítica como lesbiana, yo creo que su apatía es por falta de novia, deberíamos irnos de “locas” para buscar hombres… bueno… hombre y mujer que nos hagan felices… si eso definitivamente deberíamos intentarlo.

 

El receso llega y me dispongo a salir cuando un mastodonte lleno de testosterona y homofobia me detiene…

-Vaya, con que admirador secreto y toda la cosa…- George me encara

-No…- comienzo a tartamudear- No sé d… de qué me hablas-

-De esa flor, y de las otras dos- señala mi obsequio, de inmediato la tomo y la llevo a mi pecho, no permitiría que ese bruto tocara tan delicado presente

-Ni se te ocurra tocarla es mía y no dejaré que la destruyas, pégame pero no toques mi regalo-

-¿Esas cursilerías te agradan Rivierea?-

-Sí, y no son cursilerías, bueno sí, pero es de alguien que se preocupa por mi- aguardaba el puñetazo en mi panza pero no lo hubo, miré como ese sujeto se marchaba sin decir una palabra más, para esto Romina estuvo todo el tiempo a mi lado…-¿Por qué no dijiste nada? ¿Acaso no te diste cuenta que ese tipo me pudo haber masacrado?-

-Ese tipo no te iba a hacer nada, estaba demasiado feliz como para tocarte un solo cabello necio tuyo.-

-¿Y por qué estaría feliz ese amargado?-

-Porque su chica está feliz- sonrió traviesamente

-¿Su chica? ¿Ese tipo tiene una chica y ella es feliz con él? Imposible de creer, pobrecilla- mi amiga soltó la risotada, creo que mi comentario le dio gracia.

 

Salimos a disfrutar el tiempo libre, le pedí a mi amiga que me dejara a solas para platicar con él, tomaría el valor y se lo preguntaría… ¿Jake Thomas tu me has dejado flores en la banca? Sí, así lo haría.

Lo busqué con la mirada, escudriñé cada rincón, lo encontré, como desde hace días estaba solo, pensando, triste.

-Ja…- la saliva se me acumuló y no pude formar su nombre, tragué y lo intenté de nuevo- Jake- el levantó su cara, se dibujaban ojeras bajo sus párpados…

-¿Qué?- noté la apatía en su tono

-No me gusta verte así-

-No me gusta que me molestes y no puedo evitarlo tampoco- mi corazoncito latió rápido, me dolió.

-No es mi intención… yo…-

-Por nuestra culpa Daphne está desaparecida, si no me hubiera ido contigo ella estaría hoy aquí sonriendo y haciéndome feliz- es verdad, por mi culpa la secuestraron, y otra verdad me revelaba, él la quería a ella.

-Pero, y si tal vez anda por ahí divirtiéndose- muchas veces me resistí a creerla en peligro, no quería pensar en esa opción…

-Vuelve a insinuar una cosa así y te las verás conmigo- me tomó bruscamente del cuello de la camisa y empuño su mano en mi contra, Jake Thomas era otro tras la desaparición de aquella chica.

La tensión estaba muy perceptible, este Jake no me agradaba, era todo lo contrario al chico en el que me fijé, prontamente una persona interrumpió…

-Pero si la parejita tiene problemas… ¿es que no te han dicho que la violencia no arregla nada Thomas?- George… ¡¿George Acoste tan tranquilo?! Tomó con fuerza la mano con la cual mi amor me tenía amagado y de un solo empuje la retiró de mí- No debes ser agresivo, los chicos malos reciben su castigo- hablaba con tono infantil pero muy puntual y decidido, yo creo que un movimiento en falso hubiera desatado una gran pelea.

-Imbécil- le dijo y se fue, yo estaba sin creerlo, Acoste me defendió… Porque eso fue defenderme o ¿no?

-Gracias-

-No me lo agradezcas, solo yo puedo ser tu pesadilla- me confundió su comentario y no pude hablar más porque de nueva cuenta se fue.

 

Ya casi salíamos, guardábamos nuestras cosas para retirarnos, oficialmente ese día era el último de clases, los demás eran para exámenes de los profesores que quisieran ponerlo ya que estaba la posibilidad del promedio. El director entró al aula con cara de espanto, me temí lo peor, en verad que sí, Romi notó mi pánico y tomó mi mano fuertemente…

-¡Apareció!- gritó- su compañera, luego de que sus padres pagaran el rescate apareció- mi alma regresó a su lugar, gracias al cielo esa niña regresó con sus padres- la entregaron fuertemente golpeada y maltratada pero viva, ¡viva! Por respeto a su familia no podemos decir más, pero afortunadamente regresó con vida.- más de uno saltamos de alegría, ella pese a ser tan tonta era muy querida, yo no la quiero pero me alegra que esté bien, gracias a todo… universo, cielo, ángeles, lo que sea que hizo posible que ella volviera, giré mi rostro para buscar a Jake y noté como sus ojos se nublaban, por fin la pesadilla terminó para él.

 

-Ya Mikel, todo estará bien- mi amiga se recargó en mi hombro mientras yo olía la rosa que me regaló el “individuo anónimo” de que era hombre era hombre, no sentía la esencia de una mujer en esos detalles, lo que desconocía era quién me las daba.

 

 

Salimos del colegio y Jake se fue disparado, supongo que a casa de Daphne, es lo mejor, estos días le sirvieron para acomodar sus ideas y creo saber para dónde se inclinó la balanza. Con aire melancólico lo vi marcharse rumbo a ella.

 

Como casi todos los días mi amiga y yo caminamos rumbos a nuestras casas, solo que en esta ocasión ella prefirió llevarme a un parque el cual está al lado de un lindo lago lleno de peces.

-Vaya, hoy quieres ponerte romántica ¿verdad? Pero aunque sea gay no soy mujer, tengo algo de sobra- señalé en medio de mis piernas.

-Tonto- sonrió de lado un poco deprimida

-Disculpa por no haber preguntado antes, pero lo de Daphne me tenía muy preocupado, lo siento- me disculpé antes de cuestionar, ella asintió- ¿Qué te pasa amiga?-

-Sabes… a papá le aumentaron el sueldo-

-¡Qué genial! Ahora ya podrás invitarme a lugares decentes- bromee

-No sabes cómo me hubiera gustado que no le dieran ese aumento- su voz sonaba temblorosa, me detuve en seco, algo ya no me agradaba.

-¿Y qué tiene que ver ese aumento con tu tristeza?- pregunté sin rodeos

-Papá y mamá viajaron ayer a una ciudad llamada “El rosario”-

-E… es…- tartamudeé- eso está bien, que se vayan de vacaciones- comenzaba a sentir una opresión en el pecho…

-Hablé con los maestros, no tendré parciales, me calificaran por promedio- comentó desganada

-¡Qué bien! Ojalá tuviera tu suerte- reí intentando no pensar en cosas negativas

-Hoy fue mi último día de clases-

-¡Claro! Por fin, ya debemos planear nuestras salidas, por ejemplo, debemos ir a la feria del pan, a ver la película de romance que saldrá este verano…

-Mikel- Romi hablaba, pero no le permití interrumpirme

-También debemos planear la venganza contra las plásticas, marcar nuestros lugares para que no nos los ganen…

-Mikel, por favor-su voz temblaba

-Ah… también debemos fraguar la venganza contra mi abuela, tenemos tantas cosas que hacer juntos Romi- ella se paró frente a mí y con lagrimas en los ojos detuvo mis planes…

-Mikel, no lo hagas más difícil- me miraba con tristeza

-No, bueno, elige tú lo primero, pero las plásticas van por mi cuenta- ignoré el verdadero sentido de sus palabras

-Me voy Mikel, me duele tanto como a ti- dijo destrozada

-Ok, está bien, mañana te veo para planear las vacaciones, verás que tendremos un verano espectacular-

-Mikel, mañana me voy-

-De acuerdo, pasado mañana, pero sin peros- sonreía nervioso

-¡No! ¡No!- con fuerza me atrajo a sí y me abrazó - en verdad no quiero, pero no tengo de otra, en verdad, pero me debo ir amigo…- en ese momento ya no pude evadir la realidad, lloré, por eso estaba deprimida, porque nos íbamos a separar. Lloré con fuerza, no podía resistir la idea de que mi mano derecha me dejaba a la deriva, cuando más la necesitaba…

-No quiero que te vayas…- apreté su cuerpo contra el mío, esa chica lesbiana que tanto adoraba se me iba, ya no la vería más, si bien recuerdo “El Rosario” queda a dos días de camino de aquí, lo que indica que está sumamente lejos.

 

Nos abrazamos fuertemente, iba a ser nuestro ultimo día juntos, maldita sea, sí que tengo mala suerte, encuentro a la mujer de mi vida y se tiene que ir… odio mi existencia, en verdad la odio.

 

Llegué a casa destruido, primero Jake y ahora Romi, esos dos tanto que los quiero y a ambos los pierdo. Abrí la puerta y mi madre veía nuestra telenovela, como de costumbre me saludó, le respondí con la voz temblorosa, en ese instante giró la cara hacia mí y apagó el televisor, dejó a María Ernestina de los Ángeles por mí, sin decir una palabra me abrazó, sentí la calidez de su pecho, lloré, lloré como nunca, bien me dijo la abuela… venían más cosas y las debía enfrentar para que no me aniquilaran ellas a mí.

En una esquina la vi, esa anciana que hoy por la mañana me sacó de quicio lloraba en silencio, es la segunda vez que me siento apoyado por ella, sé que lloraba por empatía, palpaba mi sufrimiento, lloraba como solo ella sabe hacerlo, ella que ha visto de todo, lloraba por su nieto feo y gay que sufría como nunca. Así permanecimos, en silencio y llorando por mis penas…

 

 

 

A la tarde siguiente ya nos encontrábamos en el andén de los autobuses. Los padres de mi amiga se marcharon días antes para poder arreglar los trámites en el estado al que irían a vivir, una inmensa cantidad de kilómetros nos iban a separar definitivamente. Prometí ser fuerte, soy un chico rudo, lo voy a conseguir, al final de cuentas seguiremos en contacto, obviamente ya no será lo mismo, no la tendré a mi lado para defenderme de George, para impedir que las plásticas me insulten, para que ella me llene de sus locas imaginaciones sobre cómo se besaría con una mujer y sobre todo, para abrazarme cuando más infeliz me sienta… ¡no puede ser! La voy a extrañar muchísimo, no quiero que se vaya, en verdad no quiero que me deje solo, es la única verdadera amiga que he tenido en toda mi fea vida, ¿qué voy a hacer cuando se marche? ¿Cómo voy a entrar en ese salón de clases y mirar su silla vacía?

 

Estamos tomados de la mano, ninguno de los dos se mira a los ojos, solo nos dedicamos a observar la nada, el viento de la tarde nos impacta con suavidad, aguardamos ese transporte que nos va a separar por no sé cuánto tiempo. No quiero verla, si lo hago voy a llorar, estoy seguro, prometí ser fuerte por ella, para que no se vaya más triste de lo que ya está, Romi merece que la despida con una gran sonrisa, esta es una de las tareas más difíciles a las que me he tenido que enfrentar… ¿cómo tener el valor para decirle adiós a una hermana? ¿Cómo puedo tener la fuerza para decirle que la extrañaré con todo y sus locuras? Simplemente me está costando mucho, muchísimo trabajo.

 

Un inmenso autobús se estaciona frente a la salida 4 de la terminal. En el espectacular, con letras rojas parpadeantes aparece el destino al cual se dirige… el final ha llegado. Siento como aprieta mi mano, siento con fuerza sus dedos incrustarse en mis nudillos, respiró hondo, debo aguantar, debo aguantar.

-Mikel… eres lo mejor que me ha pasado- menciona con un hilo de voz

-Ya, déjate de cursilerías, loca- trato de disminuir la tensión dramática del momento, mis ojos se cristalizan

-¿Me echarás de menos?- me pregunta sin soltar nuestro agarre

-Lo normal, ya sabes- hago uso de todas mis fuerzas para evitar romper a llorar como nena

-¿Quieres dejar tu estúpida pose de hombre fuerte?- me regaña- Ya sé que al igual que yo no estás feliz, por lo menos admítelo- demonios, esa chica lesbiana me conoce bastante bien.

-No es pose, así soy- miento sonriendo estúpidamente

-Pasajeros con destino a la ciudad de “El rosario” favor de abordar el autobús 3027 por la puerta 4, el transporte se encuentra estacionado en el andén 67 – se escucha la voz de la mujer por las bocinas de la terminal, ahora sí el final llegó…

-Mikel, Mikel- me abraza con fuerza, no puedo evitarlo, suspiro, mis labios comienzan a bailotear…

-Romi, pórtate bien, no me olvides por favor…-

-Nunca tonto, nunca voy a olvidar a mi hermano…- nos separamos, entrega el boleto al conductor y sube. Yo desde abajo ya no puedo dejar de llorar, muevo las manos en señal de despedida, ella se sienta en los primeros lugares, toma la ventana y noto como al igual que yo no para de gimotear, el final de una historia como la nuestra me parece impresionante, siempre conté con ella, por eso verla irse me dejaba con un amargo sabor de boca.

Un sonido me alteró, la marcha del autobús, respiré hondo y agitado, se me iba, ya se iba, comenzó el gran transporte a salir en reversa…

-¡Te quiero Romi! ¡Pórtate bien! ¡Ven en navidad!- mis lágrimas y voz salían como me sentía: tristes. Ella movió la boca, me decía también: te quiero. Por seguridad no seguí al autobús, pero me quedé en el andén hasta no poder verlo más. Tras doblar la esquina se perdió, un hueco en mi corazón quedó, ese lugar que Romi llenó con su amistad y su amor ahora estaba vacío, la quiero, fuera de mi familia es de las pocas personas que puedo decir quiero… ojalá sea feliz allá, ojala, yo mientras no puedo evitar seguir llorando por no tenerla más a mi lado…

Notas finales:

Gracias por su lectura... saludos afectuosos!!


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