-¡APARÁTENSE DE ÉL AHORA!-ordenó Sasuke, mirándolos con odio puro.
-Y si no quiero.-dijo Suigetsu en un ataque de valentía, al mismo tiempo que Orochimaru, quien ya conocía muy bien a su alumno, se apartó unos 20 metros del rubio.
La sonrisa que floreció en los labios del Uchiha hiso que toda la valentía de tritón desapareciera, y que el cuerpo de este se quedara tan tenso, pero tan tenso, que el pobre ni conseguía respirar.
-Entonces prepárate para las consecuencias.-los ojos de Sasuke se volvieron rojos, al mismo tiempo que invocaba a Chidori, para que después, y antes que el pobre tritón dijera una palabra, fuera golpeado por una fuerte onda de descargas eléctricas que lo lazaron contra una de las paredes de piedra de la grupa derribándola y haciendo que la gruta se inundara.
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« ¿Por qué mierda tuve que dejarlo solo?», pensó Jiraya desesperado, caminado, cada vez más lento, bajo la sombre de los grandes árboles de aquel bosque, tratando de encontrar a su nieto. Ya sentía como sus piernas flaqueaban y como sus ojos se cerraban cansados, pero solo de pensar en los golpes que le daría su ex esposa si supiera que él había perdido su amado nietecito, hacia que el pobre hombre abriera los ojos espanto. Pero ni aun teniendo los ojos extremamente abiertos consiguió ver la enorme posa de agua que se acercaba a sus pies, terminando con las botas completamente mojadas.
-¿QUÉ ES ESTO?-preguntó sorprendido alzando un pie a la vez, para después mirar al centro del charco, viendo como algo emergía de ella.-¿Qué es eso?-cuestionó sorprendido, acercándose lentamente al centro, para que después tres cuerpos, uno de ellos casi tan pesado como él suyo, le cayera encima haciendo que el pobre Jiraya perdiera la conciencia
-Cof Cof.-tosió Sasuke, saliendo de arriba de Orochimaru, para que después este, también tosiendo, saliera de encima de Naruto, que aun inconsciente, permanecía sobre el pobre Jiraya.
Ambos donceles, tosieron más un poco hasta consiguieren quitar todo el oxigeno que tenían en sus pulmones, para después, ambos miraren a los varones, y ahí fue cuando Orochimaru recibió una grande sorpresa.
-¡Jiraya!-gritó, sacando Naruto de encima de su hombre, haciendo que el pobre rubio cayera de boca al suelo, para después, pegarse a su peliblanco acariciando su rostro viendo como él abría sus ojos lentamente, susurrando su nombre aun entre el mundo de los sueños y de la realidad.
-Orochimaru.-el peliblanco poso su mano sobre la mano que el peliblanco tenía en su mejilla comprobando que él estaba allí.-Eres tu mi amor.-una aura extremamente amorosa se posó sobre ellos, aura esa que fue quebrada por la “inquisidora” manita de Jiraya que se posó sobre el “traserito” de Orochimaru. Y como es obvio eso no agrado al pelilargo, quien simplemente golpeó la cabeza del peliblanco, dejándolo noqueado de nuevo, mientras pensaba « ¿Por qué me enamoro siempre de los más violentos?»
Por otro lado, la otra parejita ignoraba por completos los mayores en cuanto Sasuke trataba de reanimar a Naruto, todas las maneras posibles, pero infelizmente para el rubio ninguna era la acertada.
« ¿Cómo es posible?» se preguntó Sasuke entrando en pánico. «Yo ya le golpeé con una rama, con una piedra, ya lo ataque con mi Chidori pero nada, él no reaccionaba.», él “pobre” moreno ya estaba en pánico, cuando su “amadísima” copia barata entra en escena.
-Ya pensaste que probablemente no estás haciendo lo que se debe hacer para reanimar una persona.
-Entonces ¿Qué debo hacer copia barata?-preguntó Sasuke y antes que Sai le respondiera, Orochimaru dijo bromeando.
-Dale un besito.
Y Sasuke, sacando su “yo” más inocente, él que existía antes de ser alumno de Orochimaru, y beso al rubio dulcemente, esperando que él milagrosamente cobrara vida, cosa que aconteció.
Sasuke se apartó sorprendido del rubio al sentir como esté empezaba a toser y a dejar que el agua que estaba almacenada en sus pulmones saliera, al mismo tiempo que se sentaba aferrándose a su garganta con los ojos cerrados.
Por su parte, Jiraya abrió lentamente los ojos al oír como alguien cerca de él tosía fuertemente, y los escacho cuando vio que era su querido nietecito, que estaba siendo “socorrido” por tras pelinegros.
-¿Qué creen que hacen con mi nieto?-preguntó apartando el rubio de los chicos, que le golpeaban fuertemente la espalda, tanto que el pobre Naruto ya había empezado a toser sangre.-Naruto, ¿estás bien?-preguntó el viejo, viendo como el rubio tomaba grandes bocanadas de air, moviendo su adolorida espalda, para después, mirar a su salvador.
-¿Ero Sennin?
La cara de Naruto era dominada por una expresión de terrible dolor y de una extrema confusión, mientras paseaba su mirada por los tres pelinegros que lo miraban, uno más fija y intensamente que los otros y fue ese que captó su atención por completo.
-Tu…-dijo, apuntando al del medio, o sea, Sasuke haciendo que él se estremeciera, al sentir los grandes ojos azules de Naruto sobre su cuerpo, mientras este, por su parte sentía como todo lo que había pasado estos últimos días pasaba frente a sus ojos y con eso su cerebro empezaba a relacionar todo lo que había acontecido y así encontrando el causante de todas sus aventuras.-… ¡tú eres el culpable de todo!
Sasuke sintió unas ganas tremendas de ahorcar al rubio, es que, la culpa de todo SU sufrimiento es de Naruto, por no dedicarle su amor por completo.
Y, por otro lado, Jiraya Orochimaru y Sai encontraban mirando a la escena, extremamente extrañados. Principalmente el peliblanco que no entendía nada de lo que pasaba allí y por eso decidió preguntar a sus otros dos acompañantes que miraban a la escena entre divertidos y ansiosos para ver lo que seguía.
-Orochimaru.-llamó, mirando al pelinegro de arriba abajo, encontrando la nueva figura del doncel interesante.- ¿Qué se pasa aquí? Y ¿Qué se pasó contigo?
Orochimaru, miró a Jiraya para después mirarse a si mismo dándose cuenta que el varón se encontraba mirando a su despreciable figura y por eso trato por todos los medios posibles esconderse, y esos medios se resumirán a utilizar a su para cubrir su cuerpo.
-Yo puedo explicar lo que se pasa con ellos.-dijo Sai, apuntando a Naruto y a Sasuke, quienes peleaban fieramente con sus bocas.-Lo que se pasa es que el Uchiha bastardo esta perdidamente enamorado de Naruto y entonces decidió que él debía ser suyo y de nadie más y por eso elaboró un “plan”, que lo apartaría de todos sus rivales. “Plan” ese que no resultó ya que el bastardo tomado por los celos hiso que Naruto caminara en círculos por esta floresta en diferentes épocas.-explicó Sai, sin se apercibir que nadie lo estaba oyendo, ya que una parejita estaba teniendo un pelea de lenguas y otra el pelinegro estaba golpeando a SU hombre por ser pervertido y quererle echarle mano en el medio del bosque, y por eso el pobre Sai se sentía un poco dislocado, hasta que lo vio
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«No puedo creerlo», dije, para mi mismo, viendo como Gaara caminaba en mi dirección. Continuaba tan hermoso como siempre, con sus hermosos ojos verdes que brillaban vivamente captando toda mi atención y en menos de un segundo él se encontraba parado a menos de veinte centímetros de mí, mirándome sin expresión.
-Perdóname.-no hable, simplemente moví los labios y vi como sus ojos brillaban misteriosamente al mismo tiempo que el alzaba su manos, y con eso yo cerré los ojos preparándome para el golpe que nunca llegó, apenas sentí uma dulce caricia del viento y una delicioso aroma a desierto, que guió mi mirada hacia la derecha donde pude ver como Gaara me miraba, para después, mover ligeramente su cabeza en un mudo convite para que lo siguiera. Y una cosa yo supe en ese momento, él me daría una oportunidad, puede que él camino fuera largo y tortuoso, pero él me dejaría conquistarlo.
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«Pedazo de teme, ¿Por qué tiene que tener unos labios tan adictivos?», pregunté en pensamientos sin dejar de besar aquella suave boca, que se me había antojado tan deliciosa desde el primera vez que nos vimos, o sea…o sea…dios no importa solo sé que es la cosa más rica que he probado en mi vida.
Con mis manos en su cintura y con sus brazos sobre mis hombros, decidí que debería, no, que tenía que profundizar aquel beso y por eso lamí su labio inferior, para después morderlo levemente y con aquel fino labio entre mis dientes pujarlo, haciendo que el soltara un suave gemidito que fue música para mis odios, y con eso aprovechar para penetrar aquella más que adictiva cavidad con mi lengua.
-Sasuke-kun.-escuché, pero lo ignoré, ya que no sabía quién era ese tal Sasuke. Allí solo estábamos yo y MI sensual teme. Pero el problema fue que aquella voz no dejaba de llamar a ese tal Sasuke y cada vez que lo hacia mi teme resoplaba. Y en la decima sexta vez que aquella voz lo llamó mi hermoso quebró el beso para mirar al malvado que me aparó de sus labios. ¡La vida es tan cruel ‘Dettebayo!
-¿Qué quieres Orochimaru?-pregunto mi temecito que se llamaba Sasuke. «Bien, al menos ya sé su nombre.», pensé, aferrándome a su fina cintura por la espalda, sintiendo como la aun mojada ropa era una barrera terriblemente molesta.
El pelilargo, apuntó a su cola y el teme simplemente sacó una varita, de quien sabe dónde, y hiso que una botellita con un extraño liquido morado apareciera de la nada para después entregarlo al tal Orochimaru, quien rápidamente la abrió, para después, beber todo el contenido el cual hiso que su enorme cola de serpiente desapareciera y fuera remplazada por unas firmes y largas piernas blancas que me dejaron tanto a mí como al Ero-Sennin, más al viejo que a mí, babeando. Cosa que me pasó rápidamente al sentir como el codo de mi teme se enterraba en mis costillas.
-¡ITE!-me quejé sobando el área golpeada, viendo como él me miraba enfadado y extremamente celoso, para después darme la espalda.
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Ya habían pasado algunos días desde que Naruto-kun desapareció, y esos días fueron una locura, primero porque mis padres y mi nichan andaban como locos planeando mi boda, cosa que solo iría acontecer en dos años, cuando yo cumpliera 16 años, y también porque no podía dejar de preocuparme por Naruto-kun. Él es mi amigo, el primero que tuve, si no contamos con Shisui-nichan.
Y por eso ese día, como tantos otros, huí de mis obligaciones para me sentar bajo la sombra de mi arbole preferido a leer un libro. Pero lo que yo no esperaba era que mi lugar preferido estuviera tu mojado.
« ¿Qué se pasa aquí?» me pregunté a mi mismo, para después caminar un poco más adentro de bosque que había por tras de mi casa, empezando a escuchar unas voces, cosa que me asustó un poquito. Y yo estuve casi pronto para voltearme e ir a casa pedir ayuda cuando escuche la voz de Naruto-kun.
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« ¡Vaya dobe!», pensé enterrando mi codo en las costillas del dobe, quien se quería para mirar a Orochimaru. Él solo podía mirarme a mí.
Pude oír como él se quejaba, pero decidí ignorarlo, dándole la espalda, esperando que él entendiera el porqué de mi enfado, cosa que sería posible si una dulce vocecita no invadiera el lugar, llamando la atención de mi rubio.
-¡Naruto-kun!
Miré sobre el hombro, viendo como el pequeño hijo de mi prima se tiraba sobre mi rubio, con la intención de abrazarlo por el cuello, pero antes que pasara un segundo yo puje mi rubio por el brazo, apartándolo de las pequeñas manos de mi primito, viendo con una sonrisa malvada como él caía en el suelo. Pero mi sonrisa desapareció el momento que MI rubio se parto de mi lado, para ir con mi primito, ayudándolo a levantar.
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¿Estás bien Ita-chan?-preguntó Naruto ayudando al menor a levantarse, viendo como su precioso rostro se deformaba en una mueca de dolor, al mismo tiempo que el menor se bajaba para sobar a su rodilla, viendo como la tela azul de sus pantalones se teñida de carmesí.
-Si Naruto-kun.-respondió el menor sonriendo, y ignorando la ahora asesina que salía del otro Uchiha presente. Quien se moría de celos.-No te preocupes.
Naruto, quien ignoró por completo el dicho por el menor, lo alzó en sus brazos. Haciendo que el menos se sonrojara tiernamente, que Sasuke sintiera ganas de matar alguien y que Orochimaru y Jiraya, continuaran ignorando a los menores, ya que se encontraban metidos en su mundo, comiéndose a besos.
-Vamos Sasuke.-dijo Naruto, volteándose a ver su temecito, cosa que no debió hacer ya que al hacerlo vio un demonio dominado por celos.- ¿Q-Qué se pasa teme?-preguntó sintiendo como el menor se apretaba contra su pecho asustado.
Sasuke simplemente los miró con fríamente, pero aun así transmitiendo todo lo que sentía, para después empezar a caminar en dirección a la mansión Uchiha, sin mirar atrás sabiendo que si lo haría, terminaría hiriendo a su pequeño primito y él no se lo merecía.
-Naruto-kun.-llamó Itachi, quien era cargado por el rubio, quien caminaba atrás de Sasuke mirándolo fijamente.-Él es el chico del retrato.-el rubio asintió-Y el chico que te llevó aquella noche.-el oji volvió a asentir, sin despegar la mirada de su teme.- ¿Lo amas?-preguntó, haciendo que Naruto lo mirara por primera vez desde que empezaron a caminar.
« ¿Lo amo?», se preguntó Naruto, volviendo a fijar su mirada en Sasuke, viendo como el subía las escaleras de la entrada de la mansión de Itachi, para después ver como él se volteaba en cámara lenta mirándolo fijamente con sus grandes ojos negros y ahí todo hiso sentido para Naruto, pues su corazón dio un enorme vuelco, casi saliendo de su sitio.
-Si.-respondió, para después, sonreír como un tonto enamorado que era, haciendo que tanto Sasuke como Itachi se sonrojaran.-Lo amo.
El pobre Sasuke sintió como su corazón latía rápidamente, casi saliendo de su boca, al mismo tiempo que toda su sangre se acoplaba en sus mejillas, al mismo tiempo que susurraba un tímido y muy lindo.-...Dobe…
La puerta se abrió, y tras ella salió Shisui, quien no quedo nada feliz de ver su niño en los brazos de aquel rubio pervertido que solo quería aprovecharse. Y por eso corrió y atrapó Itachi en sus brazos, reclamándole al rubio el facto del menor estar sangrando. Pero al ver que este no le prestaba la mínima atención, y se quedaba allí mirando fijamente en frente, decidió voltearse, y ver lo que aquel rubio pervertido vía tan fijamente, encontrándose con un bello doncel, que avanzaba lentamente en su dirección, haciéndolo sonrojarse tímidamente, cosa que le pasó al ver como ese doncel pasaba de él para colocarse frente a Naruto tomar su mano, y desaparecer.
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Haciendo caso omiso de todo lo que sucedía a mi alrededor, caminé en dirección a mi dobe, para tomar su mano, sintiendo como el calor de su piel inundaba mi ser. Ya no necesitaba más. Escucharlo decir que me amaba hacia que todo el mundo quedara perfecto. Pero para quedarse aun mejor tendría que estar en mi casa, completamente SOLO con mi dobe, para que “las cosas” acontecieran.
Y con esas cosas en mente, me aferre a la mano de Naruto para después desaparecer de allí, para después aparecer en la entrada de mi casa. Aunque sin saber cómo, ya que, segundo mi copia barata, no tenia energía. Pero más tarde entendí que fue el poder que me daba el calor de Naruto.
-¿Dónde estamos?-preguntó mi rubio dobe mirando a mi casa.
Pero antes que pudiera responderle, escuche como la porta se abría, haciendo que mis ojos dejaran los del dobe, para mirar a la entrada encontrándome con tres exuberante figuras. Una de ellas era un hermoso hombre rubio, alto con unos hermosamente azules, casi iguales a los de mi rubio, y al verlo bien, vi que él era igual a mi rubio dobe, y de su lado derecho se encontraba una mujer rubia, con una figura bastante exuberante y con unos ojos color miel y, del lado izquierdo del hombre, se encontraba una mujer de largos cabellos fuego con unos ojos verdes. Debo admitir que todo ellos eran bien parecidos.
-¿Q-Qué hacen aquí ‘Dettebayo?-inquirió mi dobe, haciendo que yo dejara de examinarlos, para mirarlo y ver como el sudaba a gota gorda, hasta soltó su muletilla.
-Venimos buscarte Naruto, ya no puedes huir más de tus responsabilidades.
« ¿Responsabilidades? ¿El dobe tiene responsabilidades?» pensé casi muriéndome de risa, solo de pensar en lo gracioso que era la idea de ver alguien tan despreocupado como Naruto pensar en algo que no fuera su preciado ramen.
-Pero…Pero aun no terminé mi viaje con el viejo.
-¿Crees que te dejaremos continuar el viaje después de lo que vi?-preguntó la mujer rubia, cruzándose de brazos.
-Pero.-dijo Naruto indignado, mirando al hombre-¡Padre ayúdame!
«Por eso son tan parecidos.» concluí, golpeándome mentalmente, por no pensar en eso antes. Pero al parecer estar en la presencia de mi rubio afectaba mis neuronas. «Entonces, si aquel hombre es su padre la pelirroja debe ser su madre y la rubia su abuela.» pensé, viendo como mi dobe discutía con ellos, diciendo que no quería volver aun. Y digamos que me sentí muy, pero muy ignorado. Al menos hasta que el rubio padre de mi dobe me mirara.
-Tú.-dijo, llamando la atención de los otros tres que discutían hervientemente, tanto que mi dobe ya tenía dos grandes chichones en su cabecita. Las dos mujeres me miraron, y yo me estremecí.
-¡TÚ FUISTE QUIEN HISO QUE MI NIÑO PASARA POR TODO!-afirmaron las dos al mismo tiempo, apuntándome acosadoramente con su dedos, haciendo que yo me estremeciera más. Podía sentir las ganas que ellas tenían de golpearme y debo admitir que me sentí un poco intimidado, pero eso pasó cuando sentí los fuertes brazos de Naruto rodearme. Haciendo que todos allí se sorprendieran
-Madre, Padre, Oba-chan.-llamó Naruto.-Él es Uchiha Sasuke, el amor de mi vida.
Yo sentí mis mejillas arder y los otros tres nos miraron sorprendidos, con los ojos extremamente abiertos.
-P-Pero Naruto.-dijo el rubio, ya que era el único que podía hablar.- El se liberó de todos los pretendientes que te teníamos.
-¿Pretendientes?
Mi cuerpo se tensó, todos los donceles y doncellas ofrecidas que saltaban encima de MI rubio ¡eran mandados por su familia! ¿Que podría ser peor? ¿Será que el dobe se quedaría muy enfadado si su familia despareciera “accidentalmente”?
-Si mocoso, nosotros ya habíamos conseguido unos cuantos donceles para deposares, y ellos iban encontrarse contigo por obra del “destino”.-explicó la rubia-Pero ese chico siempre se deshacía de ellos.
Sentí como todas las miradas se posaban en mí, y fue algo incomodo.
-Y no les hice nada, simplemente los aparté del camino de Naruto, para que ellos mismos encontraran SU verdadero amor, ya que, este rubio dobe es mío.-respondí, apretándome contra el fuerte cuerpo de Naruto.
-¿Estabas celoso teme?-preguntó el dobe aferrándose a mí, susurrando en mi oído, y yo simplemente lo ignore.
-No.-dijo la mujer pelirroja.-Él no es tuyo, ya que el no es un simple mortal como tú. Él es un dios del Olimpo y no puede quedarse con un humano.
Aquella afirmación me dejo de cuadros. ¿El dobe es un dios del Olimpo? ¿Desde de cuándo? ¿Cómo es que YO no sé eso sobre MI dobe?Todo un conjunto de preguntas que aparecieron en mi cabeza, cuando yo me volteé, para mirar de frente al dobe, viendo como el bajaba la cabeza avergonzado.
-Pero, si él es un inmortal y no puede casarse con un humano como yo ¿Por qué podría quedarse con los otros?-pregunté, al mismo tiempo que miraba los otros tres sobre mi hombro.
Y todos se callaron. Y todos me quedaron mirando. Sentí como él mundo había parado a nuestro alrededor, hasta que sentí los fuertes brazos de Naruto alzarme.
-¡El teme tiene razón!-afirmó jubiloso, besando mi mejilla.-Si podía casarme con uno de ellos ¿Por qué no puedo casarme con él?
Los padres y la abuela del dobe nos miraron por un rato, para después sonrieren levemente y de seguida formaren una seria mueca con su rostro. Y yo solo me pregunté cómo podrían hacer aquello, si a mí me costaba hasta sonreír.
-Porque él no es un alma pura como los otros donceles.-dijo el hombre rubio, cosa que no me afecto mucho, ya que, era verdad.
-Porque si el de verdad te amara querría el mejor para ti…-afirmó la rubia, para que después, la pelirroja terminara la oración.-…porque es eso que las personas que aman hacen, prefieren la felicidad de la persona amada sobre la suya.
-Eso son puras mentiras.-afirmé haciendo que las atenciones volvieron a posarse en mi.-Puede que yo no tenga un alma pura, ¿y eso que tiene de malo? Gaara, uno de los donceles que vosotros escogieron para el dobe tampoco la tenia.-expliqué haciendo que ellos bajaron un poca la cabeza.-Y ¿Quién dijo que yo no quiero lo mejor para el dobe?, lo que pasa es que no ha nadie mejor para este pedazo de dobe que yo.
-Siempre tan modesto teme ‘Dettebayo.-dijo el dobe, haciendo un puchero.
-Y también es obvio que yo prefiero la felicidad del dobe sobre la mía, pero no con otros.
Los familiares de Naruto me quedaran mirando fijamente, para después miraren a mi dobe, que continuaba abrazándome, cosa que no me molestaba en lo más mínimo. Era la proba que el solo me quiere a mí y quería restregarla en la cara de aquellos malditos que quieren apartarlo de mi.
-Bien hijo, puedes quedarte con él.-afirmó la madre del dobe.
-Pero con una condición.-dijo la rubia. Como deseé transformarla babosa.-Si te quedas con él tendrás que alejarte por siempre del monte Olimpo y no podrás ver más tu familia.
-Bien.-yo bajé la cabeza con algo de temor. El dobe tardaba en responder, y las dudas empezaron a inundar mi mente.-Yo dejo todo, pero todo, para quedarme con Sasuke.
Los mayores sonrieron, unos más felices que otros. Y yo pude sentir como los brazos de la pelirroja me rodeaban en cuanto decía que yo era bien venido a la familia y más un montón de cosas, bajo la sonriente mirada de mi dobe quien brillaba de alegría.
Especial ¿Dónde están los otros?
El día había sido largo. Sasuke tuvo todo el día ocupado empacando lo esencia, o sea TODO, para mudarse con su Dobe. La única cosa buena fue que Naruto no lo dejó solo todo el día y lo ayudó en todo.
Y como es obvio después de llevaren todo para la casa de los padres del dobe hubo una cena de familia donde también estuvo Jiraya acompañado de Orochimaru. Una cena que fue perfecta, sin grandes peleas, aunque hubo unas cuantas tentativas de asesinato por parte de Orochimaru y Tsunade, pero nada fuera de lo normal.
Pero lo bueno vino después de la cena, Minato y Kushina salieron de la mesa deseando buenas noches a los presentes, diciendo que mañana tendrían que levantarse temprano, Tsunade salió en dirección de un bar cualquier, necesitaba de alcohol y Orochimaru y Jiraya, bien esos fuera para una habitación hacer lo que las parejas hacen solas en una habitación. Lo que dejó Naruto y Sasuke solos.
-Entonces.-dijo Naruto, tratando de quebrar el tenso y CALIENTE clima que se creó entre ellos, mientras salían del comedor.- ¿Tú estás enamorado de mi desde la primera vez que me viste ‘Dettebayo?-preguntó el rubio, si no fue la cosa más inteligente para uno preguntar en un momento así pero bueno.
Sasuke desvió la mirada, para que el dobe no viera su sonrojo, para después responder.-Así como tu dobe.
Y así calló a Naruto, quien no podía negárselo. Es que, es algo obvio.
-Sí, tienes razón teme.-dijo Naruto, acorralando Sasuke entre una pared y su cuerpo.-Yo me enamoré de ti la primera vez que vi esos hermosos ojos que tienes.-susurró, alzando el rostro de su teme viendo como su sonrojo se intensificaba.
Naruto fue acercando su rostro al de Sasuke, quien cerró sus ojos lentamente esperando que la boca del dobe se posara sobre sus labios. Cosa que no aconteció.
-Teme, ¿Por qué cerras los ojos?-preguntó burlón y antes que pudiera pensar, sintió como Sasuke le golpeaba fuertemente en la cabeza.- ¡TEME! ¿POR QUÉ HICISTE ESO?
Pero el Uchiha no lo escucho. Si lo escucho, pero prefirió ignorarlo en cuanto subía las escaleras, para que no ocurriera ningún accidente.
-Vamos teme, no te quedes enfadado conmigo.-dijo Naruto aferrándose a la cintura de Sasuke, esto ya frente a la puerta de la habitación del azabache.
-Buenas noches dobe.-Sasuke tenía la intención de hacer que el rubio lo soltara. Cosa que no iba acontecer, ya que, Naruto abrió la puerta, entrando con el teme entre sus brazos para después cerrarla con llave. Cosa que “asustó” al teme.- ¿Qué haces dobe? ¡No puedes quedarte aquí! ¡Yo no pienso hacerlo antes del casamiento!-afirmó cruzándose de brazos. Y Naruto, quien solo quería hablar, en esa ocasión, se sintió un poco desilusionado.
«Bien, solo tengo que apresar el casamiento, o entonces echarle un potente afrodisiaco en el té.», pensó el rubio con una sonrisa maliciosa.
-Yo también solo quiero hablar teme.-dijo haciéndose el ofendido.
-¿Así?, y ¿de qué quieres hablar dobe?-preguntó, cruzándose de brazos, con una sonrisa ladeada.-Yo ya te conté todo sobre mi y tu todo sobre ti.
-Pues…-«Piensa Naruto ¡piensa!», pensó Naruto, pujando por sus neuronas. Sabiendo que si no conseguía un buen asunto el teme lo echaría de la habitación.- ¿Qué les hiciste?
-¿Qué les hice?
-Sí, a los donceles que mis padres me conseguirán.-Naruto supo en ese preciso momento que no debió preguntar tal cosa, ya que al ver como los ojos negros de su temecito hermoso se quedaban rojos, como su espaldita se tensaba y como una inmensa aura negra salía de su sensual cuerpo.
-¡CHIDORI!
Y no es necesario decir lo que se pasó con Naruto ¿cierto?
-Y yo pensando que lo tratarías bien bastardo.-dijo Sai, apareciendo en el espejo del tocador.
-¿Sai? ¿Qué haces ahí?-preguntó Sasuke extraño, con una expresión de “ya no me había visto libre de ti pendejo”.
-Sí, bastardo yo también estoy muy feliz de te ver otra vez.
Sasuke sonrió ladeadamente, para después preguntar.-Pensé que ya habías sido libertado.
-Y si, lo fui pero Gaa-chan me castigó.
«Debió propasarse el muy pervertido.», pensó Sasuke, mirando a Sai fríamente.
-Pero bien, no respondiste a mi pregunta, bastardo.-dijo mirando a Naruto.- ¿Qué le pasó al rubio bonito?
-Es un dobe.-respondió mirando a Naruto, quien echaba humo por la cabeza.-Y una cosa Sai, ¿Qué les pasó a los otros que querían quedarse con MI rubio bonito?-inquirió mirando mal a Sai, quien entendió la indirecta.
-Pues Neji fue salvo de su tío por un tal Lee; Madara, tu abuelo, se casó con Hashirama; Itachi está muy feliz con Shisui; Gaa-chan es mío y solo mío; y por fin Suigetsu, ese término siguiendo las órdenes de su hermano y se casó con un tal Kisame, el mismo que lo salvó de la queda de la gruta de Orochimaru.-contó.-Lo que quiere decir que él es solo tuyo. Por ahora.
-¿Por ahora? ¿Qué quieres decir con eso copia barata?-preguntó, pero antes de recibir una respuesta Sai desapareció, con una misteriosa sonrisa en sus labios.-¡COPIA BARATA!