Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No siempre ganan los Buenos por Fenix de chocolate

[Reviews - 91]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

-Me hechizaron señor.

Respondió sin pisca miedo en la voz, encarando a mi padre como un igual, cosa que nunca había visto antes, y no pude evitar pensar que era muy valiente, hasta más valiente que Shisui-nichan, quien miraba a la escena sorprendido y hasta un poco enfadado, aunque yo no entendía el porqué.

-Hmp puedes quedarte y te ayudaremos como podamos.-dijo mi padre posando a Naruto-kun en mi regazo, nuevamente, para después sentarse en su sitio. Yo sonría contento mirando a Naruto-kun, quien maneaba su cola feliz, para después desviar mi mirada a Shisui-nichan, quien miraba mal a Naruto, quien no se inmutaba por eso, es más al parecer no sentía la mirada furiosa de mi nichan en su pelo.

Después del almorzó me dirigí a la biblioteca, juntamente con Naruto-kun, quien se encontraba en mis brazos. Era que él no conseguía caminar bien y también porque me encantaba apapacharlo y apretarlo en mis brazos, lo problema era el olor, tenía un olor extraño y por eso decidí que lo mejor sería darle un baño. Así que lo lleve a mi habitación.

-¿Dónde me llevas Ita-chan?

-Te voy a bañar, que oles mal.

-No es cierto.

-Lo dices porque no estás oliendo tu proprio pelo.

Él, ante lo que dije, soltó un ladrillo ofendido desviando la mirada. Cosa que me hiso sonreír, mientras continuaba con mi camino, hasta llegar a mi habitación para después dirigirme al baño, donde pose Naruto-kun sobre la alfombra y llenaba la tina con agua temblada.

Me senté al lado de Naruto-kun, sentándolo nuevamente en mis piernas, para después empezar a jugar con sus orejitas, haciendo que el ronroneara levemente, recostando su cabecita en mi pecho. Y en eso entra mi primo, sin siquiera tocar a la puerta, mirando mal a Naruto-kun, para después sacarlo de mi regazo y tirarlo al suelo, haciendo que el soltara un ladrido adolorido.

-¿Qué crees que haces?-pregunté levantándome del suelo, corriendo en dirección a Naruto, quien se hacía acostado en el frio suelo lamiendo su patita, pero fui impedido por Shisui-nichan, quien se aferro a mi brazo, apartándome del zorrito.

-¿QUÉ CREO QUE HAGO?-cuestionó enfadado, nunca lo había visto así, mi nichan siempre había sido una persona buena y sonriente.- ¿ACASO NO VES QUE TE ESTOY PROTEGIENDO DE AQUEL MONSTRO?

-¡NARUTO-KUN NO ES NINGUN MONSTRO!

-¡CLARO QUE SÍ!-rebatió apretándome con fuerza, hiriéndome.-SINO LO FUERA ¿POR QUÉ  LO HABRÍAN TRANSFORMADO EN ZORRO? ¡ÉL DEBE SER UNA PERSONA PELIGROSA!

No podía creer en lo que me decía mi nichan. Trate de soltarme, pero él se aferro aun más a mi brazo, hiriéndome aun más, continué a tratar de soltarme, pero él no me dejaba. Esto hasta que Naruto-kun lo mordiera en la perna, haciendo que mi nichan soltara un grito de dolor, soltando mi brazo. Cosa que aproveche, para agarrarme a Naruto-kun y salir de allí, dejando a mi nichan solo y sangrando en la pierna.

Corrí por los pasillos de mi casa, con Naruto-kun en mis brazos, hasta llegar al jardín, dirigiéndome a la arbole que me acunaba siempre que necesitaba pensar, huir o simplemente descansar, para me sentar bajo su sombra, apoyando mi espalda en su fuerte tronco, tratando de recuperar el air perdido.

Me sentía tan desilusionado con mi nichan, quien siempre me había dicho que deberíamos ayudar el próximo sin pensarlo dos veces, y que ahora venia y decía que no debería ayudar a Naruto-kun. Una traviesa lagrima bajo por mi mejilla y antes que yo pudiera secarla sentí como algo húmedo, suave y calentito lo hacía por mí.

Bajé mi mirada y vi que se trataba de Naruto-kun, quien me miraba con sus grandes ojos azules , que estaban llenos de culpa, pero que al mismo tiempo me miraba con cariño, haciendo que yo me sonrojara levemente, era la misma mirada que me dedicaba mi mama cuando me hería.

-No llores Ita-chan…-dijo, dando otra laminita en mi mejilla, haciendo que yo sonriera con sintiendo las mejillas calientes.-…la culpa es mía.

-No no lo es Naruto-kun...-afirmé alzando su cabecita, la cual había bajado al decir aquello, haciendo que sus ojos me miraran fijamente.-…la culpa la tiene Shisui-nichan por ser un tonto.

Ahora fui yo quien bajo mi cabeza, tratando de descubrir el porqué de mi nichan actuara de aquella manera, pero no conseguía encontrar el porqué y eso me llenaba de impotencia y con eso haciendo que mas una lagrima bajara por mi mejilla.

Pero Naruto-kun la secó nuevamente con su lengua haciéndome sonrojarme, para después salir de mi regazo, aun tamaleándose, cosa que me hiso reír un poco. Es que se veía tan cómico, parecía que se había emborrachado.

-Sabes Ita-chan te quedas más lindo cuando sonríes.

Me sonroje, aun más, tanto que mi cara debió parecerse a un tomate.

-No digas esas cosas tan vergonzosas Naruto-kun.-pedí, tratando de sonar lo más serio que conseguía, al mismo tiempo que desviaba mi mirada y me cruzaba de brazos.

-Solo dice la verdad.

Volvió a acercarse a mí y volvió a lamerme la mejilla, haciendo que yo sonriera avergonzado, para después posar una mano en el suelo, para me levantar, sacudiendo mis ropas, para después pegar a Naruto-kun y salir de allí ya más calmo.

-Como sea…mejor vamos a la biblioteca, procurar algo que te pueda ayudar.-dije dirigiéndome, nuevamente a la biblioteca, con Naruto-kun en mis brazos.

_-_-_-_

Sentí como aquel amable y bello chico me abrazaba delicadamente contra su pecho, adentrándose en su casa, era una bella mansión blanca con dos pisos, con grandes balcones y un pórtico sobrio.

Cuando entramos, pude observa con calma, ya que de la otra ves Ita-chan corrió en dirección al comedor, los cuadros y las piezas de porcelana fina, al igual que la grande alfombra que decoraba la entrada de aquella casa, la cual era bien iluminada.

Seguimos por el pasillo, el cual era bastante largo, decorado con grandes cuadros de personas que se parecían bastante entre sí, probablemente eran familiares de Itachi-chan, pero mi mirada se poso sobre el retrato de un bello doncel, pude sentir como aquellos misteriosos y distantes ojos negros me llamaban. Tanto que cuando pasamos por él, me subí al hombro del doncel que me llevaba en sus brazos, para poder continuar a ver aquel ser postrado en aquella tela y que era sin duda alguna el ser más bello que yo hubiese visto en mi vida.

-¿Qué se pasa Naruto-kun?

-¿Quién es él?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).