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Jueves por Angelic Poetry

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Notas del fanfic:

Mi hermano puso esta cancion que no escuchaba hace tiempo, y nacio solito este OneShot.

Ojala les agrade -w-

 

Notas del capitulo:

La cancion es Jueves de la Oreja de Van Gogh

http://www.youtube.com/watch?v=cQHkDCaa5Ac

Esta cancion está basada en la tragedia ocurrida el 11 de Marzo del 2004 en Madrid, España.

Es una historia real, ese dia murieron 192 personas.

Bécquer: Gustavo Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento del Romanticismo, aunque escribió en una etapa literaria perteneciente al Realismo. 

La idea es que lo lean con la pareja que más le guste, yo no doy nombres ni nada, solo expreso un relato.

Reitero, ojala les agrade -w-

Besos Angelic

 Entre la gente observo tu rostro, se nota aburrido por la cotidianidad, lo mismo de todos los días, nada que rompa el normal paseo diario, Jueves 25 del 2003, fue la primera vez que te vi.


 


Trabajo como editor del periódico oficial, todos los días debo tomar esta línea, para ganar mi comida y sustentar mis gastos, este día tenia turno de mañana para pasar noche buena en familia.


Cosa no posible, mis padres observaban cada día de mi vida, recostados en las esponjosas nubes, que dibujaban en el celeste cielo. Desde ahí me daban un ¡Esfuérzate! por día.


 


La primera vez que te vi, fue un regalo...el más hermoso regalo de navidad, mi primer regalo después de años, mi vida como editor me ha privado de mucha vida social, el único vinculo de sangre es mi hermana en la ciudad vecina, por que no me rodeo en amistades, solo en conocidos.


 


Tu silueta llenaba mi vació corazón, grababa cada prenda que usabas, de todo el tiempo que llevaba mirándote, frente el asiento que nunca cambiabas, me daba cuenta de que nunca repetías prenda, era divertido, y más lo era, el ver tu cara llena de expresiones distintas al leer el diario que editaba, gracias a eso conocía millones de caras que ni tu, sabias que existían en ti. Eso era mi pasatiempo por las frescas mañanas.


 


Tienes pinta de ser un hombre nocturno, de tinte serio, un rico jefe de alguna compañía, por eso te veo imposible...puede que las apariencias engañen, pero no sé de donde sacar valor.


Comparo mis pintas desaliñadas, con la tuya, termino triste pensando que no soy como aquellas muñecas de revista, nada lindo para el cuorum extraordinario, no soy especial para ti, parezco tonto intentando cruzar a tu asiento para preguntar un vago...¿Quién eres?.


 


Jueves primero de enero del 2004, día de año nuevo. Trabajo en el gráfico de accidentes ocurridos desde la navidad junto con el nuevo año.


Aquella mañana, vestí mis mejores prendas para ti, pero no subiste al vagón, desanimado y con el animo más abajo del suelo, término mi síntesis.


Te extrañaba, no cabía en mi cabeza el extrañar a alguien que no conozco, más allá de mis miradas en nuestro vagón.


Viernes dos, todo a la normalidad, subo al vagón esperando verte y te encuentro mirando la ventana, sueltas un bostezo, y mis ojos se iluminan, mis pupilas se extienden y las lágrimas inundan mis parpados.


 


Lanzas una mirada vaga que choca en mi persona, la felicidad me inundó, fue fugas, pero tu mirada me tocó. Apartaste tu vista al yo cerrar mis parpados, te miré y soltaste un suspiro que me hizo pequeño.


La alegría hizo temblar cada hueso otorgado por la anatomía, tiemblo de felicidad...Jueves quince de Enero del 2004, me regalas tu primera mirada.


 


Los minutos se juntaron y formaron días que se resumieron en palabras, de lunes a viernes.


Pasaron los días como las golondrinas en el poema de Bécquer.


Te vuelvo a ver al siguiente, y al siguiente, y al siguiente día, donde de estación a estación recorrida por el tren, un impenetrable silencio nos inundaba los poros.


Vamos cada día de frente, mirando el cristal detrás de nuestras nucas.


Así los días pasaron, Jueves veinte y dos de Enero del 2004, Jueves veinte y nueve de Enero del 2004...


 


Seguían pasando los días y no avanzaba, me sentía impotente...tenia veinte y cinco años, y parecía chica de instituto, escondiendo los sentimientos por el chico más guapo del curso.


Me enojaba por mi, me enojaba del enojo que sentía, al no ser valiente de una vez y hablarte.


 


Se fue como las hojas en otoño el primer mes del año, entrabamos a febrero, el conocido mes del Amor, y yo, sin atreverme a hablarte aún, ni tu nombre daba por sabido y eso me tenia frustrado.


 


Jueves 12 de Febrero del 2004, ocurrió...di por enterado tu nombre, se escuchaba hermoso con el tono de tu voz, a alguien se lo decías por móvil, tu voz era gruesa...varonil...embriagante...


A dos días del catorce de Febrero recibí de presente, tu particular nombre.


 


El día Sábado catorce de Febrero del 2004, me fui de juerga, con cada canción que cantaba en el Karaoke, la dedicaba a tu persona, era ridículo lo que hacia, pero la sala de conciertos pagada...esa noche era solo para mi, nadie iba a evitar que cantara por tu fantasma amor.


 


Lunes diez y seis de Febrero del 2004, llegué al trabajo pálido, agarre un resfriado del infierno...la voz no salia de mis labios, no se expresaba, mi presencia era agotadora, me enviaron al hospital donde me dieron semanas de licencia.


Desde ese lunes que no te vi hasta la semana del primero de Marzo del 2004.


 


El Jueves de esa semana, te veías divino bajo ese traje blanco, tus ojos resplandecían más de lo normal.


Eras para mi la reencarnación de Gabriel, el ángel, mano derecha de Dios...


En mi caso, tu eras mi Dios, y yo...quería ser tu mano derecha o llevar un anillo compartido en los dedos del sacramento de amor, el matrimonio, acompañado por un “Te amare por siempre”.


 


Después de ese Jueves, no te volví a ver, hasta el Jueves Once de Marzo del 2004...


Esos días, sin tu silueta bostezando tras el cristal incoloro que te cubría, sin tu cuerpo recostado despreocupadamente sobre el asiento acolchado del vagón que diariamente tomábamos, fueron un verdadero tormento...me sentía como los pasajeros de “El Poseidon”, barco fuertemente impactado por una ola inmensa, en medio del profundo océano.


 


Quería verte, ese once de Marzo me vestí más llamativo de lo normal, sentía que en pocos minutos te tendría en la corrida de asientos frente a mi, te anhelaba por inconsciencia.


 


Sentado en mi asiento de años, veo tu llegada, imponías respeto con ese traje oscuro, lo comparaba con los posos oscuros de mi madre. Hermoso ante mi vista, mi visión mejoró el 0,4 que había perdido sin ti.


 


Te sientas sin preocupación frente a mi, pasa un tiempo corto y siento tu miraba observándome, elevo mi vista y nuestros ojos se vuelven a juntar.


 


Once de Marzo del 2004, la segunda vez que me miras...


 


Suelto un suspiro, cierro mis ojos, y tu mirada se aparta de mi, sentí el gran vació en mi corazón hundirse más, en consecuencia a tu acción.


La respiración se me dificultó, me sentí aún mas pequeño en el mundo, tu mirada me brindaba un amor que era imposible para mi.


 


Ese día algo cambio, te levantaste precipitadamente, te observe y en un tartamudeo solté tu nombre bajito.


Me siento él chico más tonto en ese momento, tu mirada no se aleja de mi y me siento morir.


 


Das un paso y mi tiempo se detiene, el segundero en mi reloj de muñeca, dejó de funcionar.


Lentamente te acercas y tu profunda voz...me habla.


 


Yo...no te conozco, y ya te echaba de menos.


 


Mi corazón de detuvo, junto a tus palabras, mis mejillas se ruborizaron, no supe que responder, tus cuerdas vocales volvieron a resultar en tu gruesa voz.


 


Cada mañana, rechazo el directo y elijo este tren...


 


Te observo más cerca de lo que había hecho en los últimos meses, logre observar detalladamente tu rostro y termine de gustar de ti...ya te quería.


 


Mi iluminada cara por lo dicho, es imitada como reflejo en el espejo por las expresiones de tu rostro, ellas dictan lo mismo que los latidos de mi corazón, los dos nos queríamos conocer. Éramos una ecuación sin terminar, en alguna guiá de matemática en la preparatoria.


 


Me levanto del asiento, tomo el fierro más cercano a mi y tu lo imitas, nos miramos con parsimonia, damos expresiones diversas en esos segundos para terminar en queditas risas inocentes.


Se ve el túnel a lo lejos, ya estamos llegando a la estación final.


 


Los minutos que llevábamos sintiendo el calor corporal ajeno, en una tenue cercanía, me indicaba que ese día mi vida había cambiado, me sentía lleno de una alegría afiebrada en risas.


 


Antes de entrar al túnel tomas mi mano, pareciera que tomaras la mano de un niño recién nacido, tanto amor percibí, que mis rodillas temblaron.


Un sentimiento inexplicable se instaló en mi pecho, acompañado de eso, el vagón queda sin luz, la gente se asusta y los inevitables murmullos van subiendo de tono.


Todo queda en silencio luego del estruendo, fui alzado bruscamente por una fuerza sobrenatural, caí sobre al asiento contigo a mi lado, era desesperante, el sonido me dejo desorientado, no me ubicaba, mis piernas no las sentía, de mi frente corría un tibio liquido que escocia mi ojo, al llegar a mi boca...lo supe, era sangre.


Todo me dolía, las lágrimas escaparon, llantos, quejidos, gritos...miedo...todo se palpaba en el ambiente, me sentía desconcertado.


Siento tu mano apretar la miá, te miro escasamente, y aguanto un grito de dolor, las luces del vagón titilaban...


Tu cuerpo...ya no estaba...de la cintura hacia abajo, ya nada existía.


Mi pecho subía y bajaba debido a los acelerados latidos, mi voz no salia...se estaba muriendo, tenia a mi lado a la persona que quiero, agonizando.


Intente moverme, pero no podía, un fierro, de esos que servían para sujetarse, tenia mi abdomen atravesado.


El dolor llego ante la imagen, yo, me moría con él.


Tu rostro empapado en ese liquido tibio, me mostraba tu último tiempo con vida.


La angustia...no me dejaba reaccionar...¿Qué hacer con el cuerpo de tu persona importante, sin los miembros que venían en el nacimiento? ¿Qué hacer con una baranda atravesando tu abdomen? ¿Qué hacer con restos del cielo del tren, aplastando tu piernas?...la desesperación y el deseo de vivir se hace presente.


 


¿Por qué justo este día?


¿Por qué mi amado once de Marzo?...


 


Con las fuerzas restantes, muevo mis brazos, con el dolor partiendo mi cuerpo, acerco mis manos a tu cuerpo, para encontrar tu rostro.


Alcanzo tu pecho, voy subiendo y toco tu cuello, lo voy acariciando en extensión...para llegar a tu mentón...Tu rostro esta en mis manos, tus expresiones son totalmente diferentes a los minutos que pasaron, el dolor se siente...


Un momento de valentía me llena y te beso, mi último beso se va contigo...


Mis lágrimas junto a las tuyas limpian la sangre que ensucia nuestras mejillas...


Hablas con la voz rota...se escucha poco...


 


T-Te...Qui-Quiero...


 


Dices y sonrió dentro de tanto dolor... mi vista se nubla, tu rostro se ve borroso...


 


Te regalo el último suspiro de mi corazón...


 


Antes de perder la conciencia, me aferro a tu pecho dando un abrazo, siento tus latidos en decadencia...bajo mi oído.


 


Un nuevo estruendo se escucha a lo lejos...y el vació me lleva...


 


Jueves Once de Marzo del 2004...


El mejor y el peor día de mi vida...

Notas finales:

Ojala les agrade...

Si quieren me dicen con quien e imaginaron el Relato -w- el mio fue con Reita y Ruki TwT


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