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Marionetas por Cucuxumusu

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Notas del capitulo:

Weno aqui les dejo el siguiente, este tiene vuestro querido Lemon pero no es lo que os esperais.

Tambien cuidado con los spoliers sino quereis enteraros de lo que pasa en Punk Hazard saltaros hasta la parte de "dias despues"

Pos eso, que lo disfruteis n.n

 


 


Law había escapado de aquella isla a la mas mínima oportunidad y tras hablar con sus compañeros decidió dirigirse a Punk Hazard totalmente solo. Necesitaba pensar y sabia que en la misteriosa isla no encontraría a nadie. Sin embargo las cosas no habían ido como planeaba y se había encontrado a los Mugiwara.


No tuvo más remedio que proponerles la alianza allí mismo. Luego habían surgido las complicaciones con Caesar y había aparecido Vergo.


Fue entonces cuando tuvo que tomar la decisión.


Ante los ojos de medio mundo proclamó su traición a Doflamingo a los cuatro vientos. Vergo enfadado, bajo las ordenes de Doflamingo había tratado de detener sus planes y someterle de nuevo. Sabia que aquel hombre le apreciaba, pero también sabía que su fidelidad estaba con el Shichibukai. No tuvo opción  y tuvo que luchar contra él.


Habían ganado con la ayuda de los marines y los sombrero de paja, habían conseguido destruir el Sad, habían capturado a Caesar y ahora dejando la isla atrás después de la fiesta de la noche anterior, esperaba que alguien respondiese al teléfono que había dejado como recuerdo.


—Ahh—suspiro cansado recostándose contra la pared del Sunny.


Todo había ocurrido demasiado rápido y no había tenido tiempo para pensar. Al otro lado de la línea solo se escuchaban los llantos de las dos personas a las que había dejado descabezadas en el bote a merced de las olas. Todavía no llegaba quien tenía que llegar.


—Luffy bastardo esa era mi carne— chillaba el chico de pelo verde de la tripulación de los Mugiwara mientras perseguía a su capitán por la cubierta del barco.


—Jajaja, Zoro eres muy divertido— respondió el otro esquivándole fácilmente y volvía a robarle un pedazo de carne a una chica de pelo naranja.


—Luuuffy—chillo la peli naranja levantándose con cara de demonio.


—Tu bastardo como te atreves a robar la carne de Nami-swaan — chillo otro sin venir a cuento.


Al cabo de un rato media tripulación perseguía al capitán por la cubierta mientras este llevaba media montaña de comida entre sus brazos en precario equilibrio y corría por salvar su vida.


Les ignoro


Al otro lado de la línea se empezaban a escuchar las voces y aburrido tomo el aparato para empezar la conversación:


—Estoy sorprendido, pensar que el jefe se mostraría en persona— susurro en el aparato.


—¿Law?... ha pasado tiempo, no es fácil encontrarte— murmuro sarcástico Doflamingo recordándole la última vez que se habían visto.


—Así es— susurro con odio.


—¿Dónde están los cuerpos de Buffalo y Baby 5?—pregunto el mayor refiriéndose a las personas lloriqueando al otro laso de la línea


Law sonrió


—No preguntes estupideces y hablemos de negocios— contesto arrogante.


Fue entonces cuando comenzó la verdadera discusión. Doflamingo debería dejar a lo Shichibukai y a cambio el le devolvería Caesar, el único en el mundo que podía fabricar Sad ilegalmente y sin el cual estaría perdido.


—Tu plazo es hasta mañana con la entrega del periódico, si leo que que has dejado a los Shichibukais volveré a contactar contigo… y ahora adiós—


—Espera Law…—


Pero el ya había colgado.


Dios mío, realmente lo había hecho, pensó asombrado Law. Ahora solo tenía que destruir la fábrica de Smile en Dressrosa y adiós Doflamingo: perdería el apoyo del Youko y de la marina y no tendría más remedio que renunciar.


Una sonrisa se apodero de sus labio sin poderlo evitar. Las últimas palabras del rubio habían estado llenas de ira y odio, nunca le había visto así y en cierta manera le provocaba cierta excitación y incomodidad.


—Torao— chillo Mugiwara desde la otra punta del barco—¿Con quién estabas hablando?—


Con una sensación de molestia y frustración que no sabía a que atribuir se acercó al capitán de la otra tripulación, ahora con más de una herida y moratones adornando su cuerpo.


 Todo acabaría bien pensó al ver la sonrisa sincera de Luffy.


 


……………Días después en otra parte del océano……………….


 


Eustass Kid se revolvió inquieto en la cama de su camarote intentando ignorar la erección entre sus piernas. No podía hacer otra cosa más que pensar en Law, le había visto hacia unos días en el periódico al haberse unido a Monkey D. Luffy,  junto a la renuncia de Doflamingo como Shichibukai y otra vez la obsesión había vuelto.


Su entrepierna palpitaba dolorosamente recordándoselo.


Odiando su propio cuerpo y sin poder aguantarlo más introdujo sus manos por debajo del fino pantalón, única prenda que llevaba en aquellos momentos y agarro suavemente su miembro mientras cerraba los ojos.


Su mente voló instantáneamente al moreno como otras muchas veces, imaginándoselo en una cama bajo él, atado y sin posibilidad de escapatoria. Se lo imagino abierto de piernas, totalmente sumiso y rendido bajo sus caricias, con su cara ligeramente sonrojada de la vergüenza y pidiéndole obscenamente que se la metiese de una puñetera vez. Ni lo dudo.


—Ahh— comenzó a gemir cuando empezó a mover sus manos sobre su miembro, frotándolo lentamente desde la base hasta la punta mientas su cara se contraía en una mueca de placer.


Law, ahora se aferraba a él y abría más las piernas permitiéndole un mejor acceso a su entrada. Gemía su nombre en su oreja y le insultaba ingeniosamente mientras él le envestía furiosamente haciendo crujir la imaginaria cama.


—Ah..ah..—los gemidos llenaban la habitación mientras sus manos cobraban velocidad. Las notaba ligeramente mojadas y ásperas sobre su miembro totalmente dolorido.  Tenía calor, muchísimo calor  y su imaginación solo se estaba volviendo aun peor.


Law le pedía por más mientras le besaba la garganta desesperado, sentía su erección frotándose contra su estomago y comenzando a escurrir semen mientras su miembro se hundía dentro de él sin piedad.


Una de sus manos voló hacia el colchón intentando buscar algún punto de referencia en aquel caos de sensaciones, sus caderas empezaron a acompañar a su mano en aquel vaivén hasta casi hacerse daño. Estaba ardiendo, necesitaba respirar y su polla no hacía más que palpitar cada vez más sensible en una búsqueda desesperada de alivio.


—Ah…Law…—susurro incapaz de contenerse más.


Y entonces se derramo sobre su propia mano con un fuerte gemido de frustración. Su mente perdió la consciencia de su entorno, solamente existían los latigazos de placer que le recorrían.


Pasado el delirio intento volver a recuperar la respiración y a recobrar una pulsación normal mientras soltaba la sabana que había estado estrujando entre sus manos. ¿Cómo narices había acabado así? ¿teniendo que masturbarse solo en su habitación?.


Se sentía vacio, demasiado vacio.


—Patético— susurró un grave voz a sus espaldas.


Su pulso paró un instante en señal de alarma. Sin preguntarse siquiera quien era el intruso, activo su poder y al instante tuvo a su querida espada reposando en su mano. Girando entonces rápidamente se abalanzo sobre el cuello expuesto de su oponente.


Quedo suspendido en el aire incapaz de moverse.


Ohhh, mierda.


Delante suyo, con el ceño fruncido y una sonrisa divertida surcándole la cara se encontraba Doflamingo, el ahora ex-Shichibukai.


Se miraron mutuamente, midiéndose durante un instante. Analizándose mutuamente. La sonrisa de Doflamingo se hizo aun más grande.


Había ido allí con una clara intención de matar al chico al descubrir quién era y donde estaba. Había tomado el barco en un instante y ahora los compañeros del pelirrojo descansaban plácidamente bajo montañas de cadenas.


Y luego había ido a por el capitán, sin embargo, al llegar al camarote, no se había encontrado lo que esperaba encontrar.


— ¿Te estas divirtiendo?— pregunto burlándose del menor aun paralizado por su poder en medio de la habitación.


El pelirrojo sonrió arrogante.


—No mucho más que tu— respondió señalando con un cabeceo la obvia erección que adornaba los pantalones del rubio.


Este simplemente le miro serio. Era cierto, al entrar allí y ver al otro en la cama suspirando,  gimiendo desesperado y ligeramente sonrojado, mientras aferraba las sabanas y se masturbaba pensando que estaba solo, sin contenerse en lo más minimo, realmente había hecho que su amigo comenzase a despertar entre sus pantalones.


Sonriendo de nuevo empezó a acercarse al otro hasta quedar enfrente suyo.


—Sabes, había venido aquí con la intención de matarte— nada mas decir aquello sintió al menor tensarse y ejercer mas fuerza contra sus ataduras— pero como bien dices tengo cierto problemilla que necesito solucionar—


El chico le miro con odio.


—De rodillas—susurro inclinándose contra su oreja más para tocarle las narices al otro que porque tuviese que decirlo.


Inmediatamente, las cuerdas invisibles se movieron haciendo que el chico cayese al suelo arrodillado y soltando de paso aquella estúpida espada.  Su entrepierna quedaba ahora justo a la altura de la cara del chico, que comprendiendo lo que pretendía, le fulmino con la mirada intentando de nuevo soltarse.


—Ni lo intentes, es imposible—


—Ya lo veremos— siseo arrogante.


Doflamingo sonrió divertido con la irreverencia del pelirrojo. Aferrando del pelo al chico fuertemente le alzo ligeramente la cabeza mientras que con la otra mano comenzaba a desabrocharse el pantalón liberando su polla. Su manos volvieron a moverse tirando de los hilos y esta vez obligaron a la boca del pelirrojo a abrirse.


Con un fuerte golpe se enterró en su boca hasta el fondo.


 Sintió al pelirrojo atragantarse e intentar echarse hacia atrás, pero tiro fuertemente de su pelo obligándole a permanecer quieto. Lentamente volvió a salir y de nuevo volvió a entrar fuertemente marcando un leve pero profundo ritmo contra la boca del menor, entrando y saliendo de aquella húmeda y estrecha cavidad a placer.


Al rato notaba como el chico jadeaba sonoramente en busca de aire para respirar y sonriendo acelero el ritmo impidiéndoselo y provocándole un ligero gemido de dolor que reverberó contra su polla.


La lengua del chico le acariciaba dentro de la húmeda cavidad en un intento frustrado de expulsarle, pero provocando por el contrario que se excitase aun más con el húmedo roce. Clavándole las uñas en el pelo comenzó a moverse aun más violentamente contra su boca, llegando cada vez más profundo.


—Ng…joder— gimió al notar como el otro le succionaba desesperado en busca de aire.


Kid por su parte no podía mas, tenia aquel pedazo caliente de carne entrando y saliendo de su boca como quería, frotándose ávidamente contra su lengua y impidiéndole respirar. Se estaba empezando a marear y ya no sabía qué hacer, había intentado morderle, arañarle, o apartarse, pero su cuerpo no reaccionaba.


Orta nueva envestida se clavo en su garganta, comenzó a sentir un ligero sabor salado en la boca y su polla volvió a palpitar en sus pantalones. Oh dios mío, se estaba excitando, aquello era absurdo, pero la situación no era precisamente inocente, y que tu enemigo pareciese querer matarte por falta de oxigeno a envestidas realmente tenia cierto morbo


—Nng— en rubio gemía mientras le clavaba las unas aun más fuertemente.


Vale aquello definitivamente le estaba excitando.


Kid succiono de nuevo al otro en su boca intentando recuperar aire mientras realizaba una lamida sobre toda su longitud. Bien pensado, cuando antes acabase el otro antes le dejaría en paz.


—Aah…vete a la mierda niño— siseo Doflamingo.


Agarrando la cabeza de Kid con las dos manos, aumento a un ritmo frenético mientras envestía con fuerza. El chico quería jugar, pues jugaría.


Un suave temblor recorrió su columna advirtiéndole que no podría aguantar todo aquello mucho más. Se inclinó sobre el otro para evitar que viese su cara de placer, sintiendo como el chico gemía de dolor al no poder respirar. Aquello era realmente divertido.


—Ah..ah— y entonces se vino en su boca.


Obligo al chico a tragarse su semen, mientras el intentaba recuperar mínimamente el control, pero al separarse volvió a quedarse mudo.


El chico jadeaba necesitado en busca de aire, tenía la cara ligeramente roja por el ejercicio y de su boca entreabierta escapaba un ligero rastro de saliva y semen, su mirada estaba perdida y entre sus piernas volvía a haber un bulto.


¿Se había excitado con aquello?


—Hmp— rio sin poderlo evitar— realmente me das pena niño—


Pero entonces se le ocurrió una idea. Oh aquello realmente iba a joder a Law.


Arrodillándose enfrente del chaval le tomo del pelo de la nuca de nuevo obligándole a mirarle a la cara ahora a milímetros de la suya. El chico jadeo contra su boca aun intentando recuperar la respiración.


—Te vas a estar quieto hasta que te lo diga—le aviso.


Y volviendo a mover sus dedos hizo que una cuerda se enroscase entorno a la base de la erección del otro impidiéndole correrse en cualquier caso. El chico gimo bajito y cerró los ojos con fuerza al sentirlo.


—Muérete— susurro bajo contra su boca al darse cuenta de lo que pretendía.


Doflamingo sonrió, le liberó del agarre, le acaricio la cabeza como a un perro y soltó un  “Buen chico” que le tocó las narices.


Luego se levanto y le dejo allí en el suelo gimiendo de necesidad. Dios tenia calor muchísimo calor y ninguna forma de calmarlo. ¿Por qué estaba tan excitado? ¿Sería la abstinencia?¿O lo ridículo de la situación?. Se encontraba en medio de su habitación, arrodillado con las piernas abiertas y las manos atadas por finos hilos a la espalda. Totalmente expuesto y vulnerable.


Su pene palpito de nuevo dolorosamente y el gimió necesitado, dios necesitaba calmarse, intentó moverse incomodo. Las cuerdas se apretaron ligeramente y su pantalón rozo placenteramente su miembro necesitado.


—Ngg— gimió de nuevo sin poder controlarse. Estaba demasiado sensible ante cualquier mínimo roce, intento volver a moverse para frotarse contra el pantalón y acabar con aquello.


Y entonces la cuerda entorno a su miembro apretó aun más fuerte recordándole las palabras del rubio. Jadeo de dolor, dolía, joder que si dolía.


Fulmino al otro con la mirada mientras este simplemente sonreía divertido y se sentaba enfrente suyo con un Den-den mushi en su mano que no sabía de dónde lo había sacado. Entonces comenzó a marcar un numero que ya conocía.


Trago saliva alarmado.


Oh no, por favor no.


—Law-chan… ¿sabes quién soy?— se burlo el rubio ante la maquina nada más la hubieron descolgado.


—¡Joker!.— se oyó al otro lado.


—Correcto….fufufu ¿Sabes porque te llamo Law?—pregunto divertido por el tono alarmado del otro—tengo algo que te puede interesar—


Luego se acerco al pelirrojo y murmuro seriamente, pero sonriendo divertido.


—Saluda Kid—


Hubo un denso silencio al otro lado de la línea mientras el animal parecía sorprenderse.


—Law —comenzó el pelirrojo—…yo… lo sien-…nngg —gimió fuertemente cerrando los ojos cuando la mano del rubio comenzó a ascender desde su rudilla hasta su ingle.


—Ya lo has oído— le corto el otro recreándose con la reacción del pelirrojo que seguramente Law también había oído.


—¿Qué quieres?— pregunto Law con tono duro.


—A ti, en tres días en el palacio de Dressrosa totalmente solo—contesto rápidamente —todavía tengo que castigarte por lo de Punk Hazard—


—Y si me niego—


—Despídete de tu amigo—contesto simplemente—aunque dime ¿realmente serás capaz de dejarle atrás?¿A alguien que te quiere tanto?—


El pelirrojo le fulmino con la mirada y el amplió su sonrisa cuando repitió la caricia anterior, ejerciendo un poco mas de fuerza y provocó que el chico jadease y se tensase intentando correrse.


—Entiendo— susurro Law al otro lado de la línea devolviéndole a la conversación.


—Me alegro—


Y colgaron.


El rubio acababa de recuperar su buen humor y sonrió satisfecho.


Apoyando su brazo en su rodilla y miro al pelirrojo a su lado. Con la mano que aun tenia apoyada en su pierna podía sentir su piel ardiendo a través del pantalón. Su ojos estaban cerrados con fuerza intentando concentrarse y de su boca escapaban suspiros irregulares.


—¿Tanto te ha gustado chupármela?—pregunto riéndose de él.


Kid levanto la vista y le miro fijamente, con una mirada que le  mandó una descarga eléctrica directa a su entrepierna. Luego, para colmo, se empezó a pasar la lengua por el  labio inferior lentamente, como queriendo volver a saborearle.


Su miembro volvió a erguirse en sus pantalones y el chico lo noto al instante. Jadeando de nuevo el chico volvió a relamerse mientras esta vez miraba fijamente su entrepierna.


Doflamingo frunció el ceño ¿Le estaba provocando aposta o lo hacía sin darse cuenta?


Desde el pelo rojo del chico una gota de sudor resbalo recorriendo su clavícula y pecho lentamente. El chico tembló bajo su mano y volvió a lanzar al aire un gemido de frustración mientras cerraba los ojos con fuerza y se tensaba bajo otro espasmo. Luego volvió a mirarle con aquella mezcla de rabia y desesperación.


— Como quieras— respondió serio.


Levantándose con una sonrisa de medio lado en su rostro se coloco detrás del chico impidiéndole saber lo que iba a hacer. Luego tomándole de la cabeza estampo su cara contra el suelo, mientras que su otra mano pasaba por debajo de su cuerpo levantándole las caderas y obligándole a sostenerse solo con las rodillas.


 En una pose totalmente sumisa y degradante.


El chico ni protesto, solamente gimo al sentir el calor del otro detrás suyo.


Doflamingo se coloco a cuatro patas sobre él y le bajo el pantalón dejando expuesto su trasero. Le acaricio las nalgas y lamió su hombro lánguidamente. El chico volvió a gemir, y temblar bajo suyo. Sonrió.


Impaciente introdujo dos dedos dentro de su entrada sintiéndole tensarse, empezó a moverlos al instante mientras el chico comenzaba a gemir fuertemente contra el suelo. Al parecer estaba totalmente preparado sin necesidad de aquello.


Separándose se desabrocho el pantalón rápidamente y clavándole las uñas en las caderas se acerco a él, penetrándole fuertemente.


—Ahh…—grito el chico apretando fuertemente su polla.


Dios, el chaval era mil veces mejor que Law, tan estrecho que le estaba costando trabajo entrar y salir de él, la próxima vez tenía que usar lubricante, se recordó.  El chico ya ni se contenía y se frotaba contra él incitándole a seguir. Era tan divertido torturarle, impedirle correrse, ver como acababa gimiendo ante el más mínimo roce.


Apretando sus caderas entre sus manos haciendo que empezasen a aparecer marcas rojas en su piel, profundizo aun más el movimiento. De repente Kid lanzo un gemido más fuerte que el resto haciendo que el rubio sonriese macabramente. Repitiendo el movimiento volvió a clavarse en aquel punto haciendo que el menor se arquease contra el suelo y volviese a apretarle dentro suyo.


—Dime, ¿te gusta que te la metan Kid?— no pudo evitar burlarse.


—Ah…ah…ngg— Kid no era capaz de hablar, su mente había dejado de reaccionar y ahora solo se limitaba a la búsqueda de placer, a intentar liberar aquella tensión dentro suyo.


Doflamingo sonrió al ver al otro así, pero aun quería torturarle más. Inclinándose sobre él y pasando sus manos bajo su cuerpo comenzó a acariciarle las piernas subiendo y bajando por sus muslos provocativamente, rozándole los marcados abdominales, pellizcándole los pezones dolorosamente, mientras su boca mordisqueaba su nuca.


Sin embargo no le tocaba donde más lo necesitaba, y su erección permanecía totalmente necesitada y dolorosa.  Kid gimió lastimeramente de nuevo al sentir otro espasmo recorrerle, pero siendo incapaz de liberarse.


Doflamingo estaba llegando a su límite, el menor acababa de apretar de nuevo fuertemente y tenerle allí totalmente necesitado, a su merced e incapaz de armar dos palabras realmente le estaba poniendo demasiado.


Depositando un suave mordisco en su hombro dejándole una pequeña marca, movió sus manos y libero la erección del menor.


Y Kid estallo.


Gritando desgarrándose la garganta se vino fuertemente sobre el suelo. Joder, aquello era demasiado. Todos los músculos de su cuerpo se contrajeron de placer apretando al mayor dentro suyo y provocándole también que se corriese. Oleadas de placer le recorrían de pies a cabeza como nunca la habían hecho dejándole totalmente mareado, tan intensas y largas que su mente no pudo asimilarlas y callo inconsciente en el suelo.


Doflamingo aun a cuatro patas sobre el menor se le quedo mirando mientras el también recuperaba la respiración. El pelirrojo estaba  inconsciente en el suelo, bañado en sudor y semen, temblando aun de placer y jadeando en busca de aire.


Sonrió orgulloso de sí mismo.


—Estos niños de hoy en día…Que poco aguante—


Saliendo del menor se levanto y tomando al otro en bazos le llevo a su cama donde le encadeno con dos muñequeras de Kairoseki. Luego se tumbo a su lado y le abrazo contra sí mismo como era su costumbre con todos sus amantes. Disfrutando del calor que emanaba el pelirrojo.


Tenía cosas que hacer, todavía tenia que pensar que haría con Law, pero aunque nunca lo reconocería la sesión de sexo animal le había cansado un poco y necesitaba dormir.


Acariciándole la fuerte espalda y el pelo rojo fuego al chico que seguía respirando entrecortado, pero ahora dormía tranquilamente, sonrió.


Había encontrado una nueva mascota, una que podía seguirle el ritmo y con la que le gustaba meterse.


Domarla iba a ser divertido. 


 


 

Notas finales:

No me arrepiento de nada T.T

Se que la mitad de vosotros me quiere matar pero me da igual T.T tenia que hacerlo y realmente no pense que esta pareja quedase tan bien o///¬///o

Pos eso: 

¿Que hara Law?

¿Que le va a pasar a Kid prisionero de Dofy?

¿Conseguiran acabar con Dofy o acabara él con ellos antes?

Espero buestros reviews y amenazas de muerte n.n

BesoS, paz y amor 

 


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