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Corazón de Hielo por gemma

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Notas del capitulo:

Aquí por fin después de un siglo por fin vuelvo a actualizar pero ténganme paciencia tarde pero seguro actualizo, espero que les guste este capiiii y por qué no me dejan unos reviews

-En realidad yo creo que ir con Ino  podría ser una ventaja, dije acariciando la cabecita de mi bebé con mucho cariño.


A mi parecer la niña tenía un aspecto…  curioso, tenía el pelo rubio como Naruto pero quizás un tono más claro muy fino, con un absurdo mechón tieso en la parte de adelante que le cubría parte del ojo derecho, tenía unos ojos redondos y enormes, tan azules como los de Naruto.


-¿Por qué podría ser una ventaja? Realmente tenía que preguntarle acaso está loco como una bebé puede ser una ventaja para cerrar un trato millonario.


-jiraiya es un hombre muy familiar aunque no lo creas, a pesar de que no tiene hijos propios. En sus tiendas suelen hacer rebajas y descuentos a las familias muy numerosas… de hecho, yo creo que tú puedes ser más problemático de que puede ser Ino.


-¿Yo? .Esto sí que ya es el colmo me acaba de comparar con una bebé y lo peor de todo es que ahora resulta que el estorbo para firmar el contrato soy yo, esto sí que es increíble.


-jiraiya vive en un sitio remoto pero eso no quiere decir que este aislado, lee los periódicos, revistas y utiliza el internet y tu…bueno, digamos que tienes una reputación.


-¿Qué quieres decir con eso?


-Que tienes una imagen de persona solitaria, poco sentimental sin contar que eres un adicto al trabajo y bueno eso no te hace una persona muy familiar que digamos.


No puedo evitar mirarlo con mi clásica mirada asesina pero para mí mala suerte recuerdo que precisamente él es una de las pocas personas con las que nunca ha funcionado.


-¿Qué estás diciendo, Naruto?


-Solo que sería un completo error subestimar lo que jiraiya siente por la familia. Si quieres que te sea sincero, hemos tenido que esforzarnos mucho para que aceptase hablar contigo.


-¿Por qué? Pero qué demonios que él no quería hablar conmigo pero si yo soy quien dirige la empresa es obvio que yo tengo que estar al tanto de este contrato.


-jiraiya cree que estas más interesado en los beneficios que en llevar la empresa… como a él le gusta llevar la suya.


-Por supuesto que estoy interesado en los beneficios que este contrato traerá, soy un empresario. Pero que rayos está diciendo no puedo estar más perplejo. Y los accionistas de Sharingan.Inc también están interesados en los beneficiosos más que en cualquier otra cosa, pero eso no significa que no ofertemos un buen servicio a los clientes incluyendo a las familias, tenemos carritos especiales para niños e incluso guarderías en algunas de las tiendas, ¿Qué más quiere ese hombre?


-Quiere pensar que va a venderle su compañía a alguien que piensa como él, de hecho nosotros hemos tenido que hacer publicidad de tu integridad para que aceptara verse contigo.


-¿Cómo? .Pero no pude ser si hasta pareciera que me discrimina por no estar casado y tener una docena de hijos.


-Jiraiya preferiría que fueras un hombre más familiar pero eso no significa que no te respete, por otro lado, si cree que no te preocupas por las familias… en fin, me temo que no querrá hacer negocios contigo. No somos la única cadena de tiendas departamentales que está interesada en comprar la compañía de Jiraiya y sé que ha recibido otras ofertas, pero sé que le gusta la reputación de buena calidad y buen servicio de Sharingan.Inc y le gusta también que haya pasado de padres a hijos. Pero si no aprueba tu actitud se la venderá a otros, así que si quieres firmar este acuerdo vas a tener que congraciarte con él.


En verdad ahora que lo pienso Naruto tiene razón así que solo me quedo mirando por la ventana más que pensativo por toda esta situación. El avión acababa de atravesar una nube pero su mente no estaba centrada en ese enorme cielo azul si no en el análisis de la situación que acababa de hacer Naruto. Estaba más impresionado con el de lo que había esperado y muy a su pesar lo tenía que reconocer después de todo él lo recordaba como un chico apasionado, encantador y divertido, cuando hablaba solía hacerse hacia adelante y mover mucho las manos, ahora era un hombre frio claro que no tanto como él pero aun así se podía notar un gran cambio, era capaz a pesar del extraño collar que llevaba en el cuello que tintineaba en cada movimiento que hacia al jugar con Ino, parecía sorprendentemente centrada en el trabajo.


Y tenía la sospecha de que Shikamaru nunca se hubiera atrevido a hablarle de una forma tan directa, pero si Naruto estaba en lo correcto tendría que escucharlo porque lo más importante en ese viaje era firmar el contrato con jiraiya y solo eso.


-Muy bien, no me queda otra que asentir con la cabeza.


-Si eso es lo que tengo que hacer para que firme el contrato, lo hare.


-No creo que sea tan difícil, pero por favor no le digas que intentaste echar del avión a Ino, porque no creo que le agrade, le comento mientras toco la naricita de Ino. No pude evitar querer hacer una pequeña broma para calmar un poco este ambiente tan tenso que se ha estado formando.


Desde el otro lado de la cabina llegaba el aroma del café que Karin estaba preparando y al recordar que solo había tenido tiempo de tomar una pequeña taza de té cabe mencionar que a toda prisa, poco a poco empiezo a desabrocharme el cinturón de seguridad, viendo disimuladamente a Sasuke no sabiendo que hacer si decirle a donde voy o simplemente levantarme e irme, pero creo que mejor es hacer la primera opción.


-¿Me perdonas un momento? Esta mañana ni siquiera he tenido tiempo de cepillarme el cabello y necesito arreglarme un poco y comer algo, imagino que en el avión hay un baño verdad…


-Si, al fondo. Pero me quedo sorprendido al ver como Naruto deja a Ino en el suelo.


-¿Vas a dejarla ahí?


-No te preocupes que aún no sabe caminar así que no ira a ningún lado.


-No, pero… ¿No deberías ponerle el cinturón de seguridad o algo?


-Está más segura en el piso que en el asiento, a menos claro que tú quieras tenerla sobre tus rodillas.


-¡No! pero que se cree ahora hasta quiere que me convierta en su niñera además yo no sé nada de niños que tal si la lastimo o yo que sé.


No puedo evitar una pequeña sonrisa pero trato de disimularla para no enfadar a Sasuke porque sé que aunque él lo niegue está preocupado por la seguridad de Ino y creo que hasta le tiene miedo a mí bebé, quien dirá que el gran Sasuke Uchiha si tiene corazón, si lo sabré yo pero bueno lo mejor será tranquilizarlo un poco.


-No te preocupes, volveré enseguida. Y sin más me dirijo en dirección al baño.


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A mí siempre me ha gustado viajar en avión, me encanta como mi cuerpo se aprieta contra el asiento cuando a la hora de despejar y me fascina recorrer la pista a toda velocidad cuando aterrizamos.


Lo único que no ve gusta de viajar en avión son los pequeños baños y lo que hay que esperar en un vuelo comercial pero el viajar en un jet privado es una experiencia completamente diferente, aparte de que no hay filas enormes, y el baño es casi tan grande como el de mi departamento y además esta suntuosamente decorado pero para mí desgracia ninguna luz por muy buena que sea puede disimular que estoy hecho un total y completo asco.


Me miro en el espejo y no puedo hacer más que una mueca de desagrado, estoy despeinado pero eso no es nada nuevo porque mi cabello es muy rebelde y nunca se ha dejado acomodar pero debo admitir que esta mucho peor que en otras ocasiones además tengo unas enormes ojeras, una gran mancha en mi camisa porque Ino me escupió un poco de leche esta mañana, suspiro mientras paso una toalla mojada por la mancha pero eso solo parece hacerla aún más grande así que mejor dejo de intentarlo y mejor me lavo la cara, paso el cepillo por mi cabello y saco unos cuantos cosméticos. Después de ponerme un poco de rímel en las pestañas y un poco de brillo en los labios para que no se vean tan resecos, quizás no hagan milagros pero al menos me siento un poquito mejor.


-Todo va a salir bien Naruto, solo tienes que tranquilizarte. Quien me escuche dándome ánimos a mí mismo seguramente crear que estoy loco pero en estos momentos sí que los necesito, intento planchar las arrugas de mi pantalón con mis manos quizás no sirva de mucho pero al menos hare el intento. Ahora que ya paso el momento incomodo de este reencuentro, todo irá bien.


Por supuesto que era un poco raro, Sasuke se mostraba remoto, serio, como era siempre en el trabajo, con aquel traje de saco y la corbata nadie podría imaginar que era un hombre sumamente apasionado, pero yo sí que lo sabía yo lo he vivido en carne propia. Cada vez que miro su boca no puedo evitar recordar aquella semana en París, lo firmes que eran sus labios, lo traviesa que era se lengua que tantas veces me quito el aliento, como sus caricias me volvían loco… en esos momentos solo tenía 18 años y con él había sido mi primera vez, ¿Cómo iba a saber que nunca encontraría a ningún otro hombre que me hiciera sentir lo que había sentido con Sasuke?


El solo recuerdo de esa semana me provoca un cosquilleo en el vientre y un  poco más abajo que me hace temblar, pero esa maldita voz en mi cabeza no deja de decirme “deja de pensar en eso” tengo que olvidar esa semana, ya han pasado 12 años y tengo cosas más importantes en que pensar, Ino ahora es mi mayor prioridad además estaba desesperado antes de que Itachi me ofreciese un puesto de trabajo en Sharingan.Inc y no puedo permitirme meter la pata como suelo hacerlo ya no más. Solo estoy cubriendo una baja por maternidad y Tenten, la ayudante a la que estoy reemplazando, pronto volverá a la oficina, entonces necesitare buenas referencias y si podía ayudar a Sasuke a cerrar el trato con Jiraiya, esa sería una excelente carta de presentación para encontrar otro trabajo, un trabajo que necesitaba si quería seguir siendo independiente.


Era eso él lo que debería estar pensando y no en la boca de Sasuke o en lo que le había hecho sentir una vez. Irgo mis hombros mientras me miro por última vez en el espejo.


-Puedo hacerlo, digo una vez más mientras trato de sonreír.


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Mientras tanto en la cabina, Sasuke vigilaba a la niña bastante incómodo. Ino miró alrededor un momento con sus enormes ojos y luego gateando se metió bajo la mesa.


-¿Y ahora qué? No me atrevo a mover mis pies siquiera, pero al final no puedo con la curiosidad y asomó la cabeza por debajo de la mesa para poder ver lo que hace… Ino estaba tocando mi zapato izquierdo, aparentemente maravillada por su brillo, luego encantada al descubrir que el cordón se desataba si tiraba de él, se dispuso a desabrochar mi zapato, pero cuando levanto su vista se topó con que yo está viendo todo que había estado haciendo con mi mirada desaprobatoria pero ella solo me regalo una sonrisa de su desdentada boquita, no puedo explicarlo pero esa sonrisa tuvo un extraño efecto en mí, así que mejor intento olvidarlo y mejor me incorporo para encender de nuevo mi equipo portátil.


-¿Dónde demonios esta tu mamá, eh? Pero como era de esperarse Ino nunca respondió creo que ya estoy volviéndome loco haciéndole preguntas a una bebé, además no puedo mover mis pies para no darle una patada a Ino sin querer y tampoco puedo ponerme a trabajar como si no pasara nada, como si no tuviera una niña pequeña bajo la mesa.


-¿Dónde está Ino? Pregunto después de que salgo del baño por que no la veo en donde la deje antes de irme.


Por fin Naruto se acordó que tiene una hija y que la dejo aquí además de que me dejo como niñero, como sea solo le señalo debajo de la mesa.


Me agacho en donde Sasuke me señalo y compruebo que ahí esta Ino y no solo eso sino que ha desatado los cordones de Sasuke y está chupando uno con una expresión muy pensativa.


-Llevas horas en el baño ¿Qué estabas haciendo?


-Esta mañana no he tenido tiempo de cepillarme el pelo siquiera, estaba en la cama cuando me llamo Shikamaru y tuve que hacerlo todo de prisa y corriendo, aún no sé si he dejado algo importante.


-¿Cómo puedes haber dejado algo? Si te has traído la casa completa.


-No es fácil viajar con una niña pequeña.


Entonces lo volteo a ver con el ceño fruncido mientras le digo.


-Valla como has cambiado Naruto.


Aunque le molestara reconocerlo lo que Sasuke decía era verdad, hubo un tiempo en que pudo haber guardado todas sus pertenencias en una mochila pero por eso tenía que recordárselo a cada rato además él no era el único que haba cambiado.


-Sí, es verdad ¿Y tú?


-¿Yo?


-¿Tú has cambiado?


Después de escuchar su pregunto no pude más que apartar la mirada.


-Por supuesto que sí, y espero que los dos seamos más maduros ahora.


Demasiado maduros para irse a París a tener una aventura, no lo dijo en voz alta pero estaba bien claro, entonces apareció Karin con una bandeja y Naruto dejo escapar un suspiro.


-Gracias, murmure, y esa era la verdad agradecía infinitamente esa interrupción por que el ambiente se está poniendo demasiado tenso, pero además estaba muerto de hambre.


Los ojitos de Ino se iluminaron al ver las galletas y lanzó un gritito que eso fruncir el ceño a Sasuke cuando Naruto le dio una para que chupara.


La galleta quedo prono convertida en una pasta extraña de masa y saliva, entonces voltio hacia Sasuke y pude ver su expresión horrorizada, así que me apresure a distraerlo.


-No te has cansado. Eso fue lo primero que se me ocurrió, pero en cuanto lo dije desee morderme la lengua.


-No.


-La última vez que hablamos me dijiste que ibas a casarte con Hinata Hyuga, le recordé con cierto toque de desafío.


Hinata, casi me había olvidado por completo de ella.


El padre de Naruto, Minato había vuelto a casarse un año después de esa semana en París y siendo su ahijado, no tuve más remedio que asistir a la boda. Naruto que según su padre estaba estudiando y trabajando en un bar de Tokio, también acudió a la boda por supuesto.


Así que yo estaba dispuesto a demostrarle a Naruto que lo había olvidado por completo Y Hinata era todo lo que Naruto no era: una chica serena y elegante, mientras que Naruto era pura energía, sofisticado y muy apasionado. En realidad era la mujer ideal para el pero Hinata no era tonta y en seguida se dio cuenta de cómo miraba a Naruto y rompió su relación esa misma noche.


-No salió muy bien. Solo me limite a decir eso porque obviamente no le podía decir “Pues fíjate que termino con nuestro compromiso por que no era tan tonta como pensé y si se dio cuenta de que seguía enamorado de ti” claro que nunca le podría decir algo así con eso mi orgullo quedaría por los suelos y puede que hasta Naruto se comenzara a reír, además ahora que lo pensaba ninguna de sus relaciones había terminado bien.


-Lo siento. No sé por qué pero sentí que debía disculparme por haberle preguntado algo así además de que se quedó muy pensativo quizás en verdad quería a Hinata.


-Yo no. Era lo mejor esa relación no tenía futuro. De pronto mis ojos se clavaron en Ino, que seguía chupando tranquilamente su galleta, tenía los deditos manchados y la cara llena de migas que caían por su barbilla…


-Yo no quiero responsabilidades familiares, he visto a demasiada gente… a Shikamaru por ejemplo, poner en peligro sus carreras por los compromisos que tiene en casa, los hijos son una distracción constante, incluso una esposa espera que estés todo el día pendiente en ella. No puedes quedarte en la oficina hasta que todo el trabajo esté terminado, tienes que llamar y dar todo tipo de explicaciones, pedir disculpas… las relaciones te roban mucho tiempo así que decidí que el matrimonio no era para mí, entonces volteo a mirar a Naruto.


-En realidad, hiciste bien en no casarte conmigo Naruto, habría sido un completo desastre para los dos.


-Un desastre, sí. Empecé a jugar con mi collar para después tomar las pulseras que había estado coleccionando en estos últimos años y las comencé a contar como si fueran las cuentas de un rosario, llevaba once en total, cada una con un estilo y cada una la había agregado porque  cada una tenía un recuerdo especial: una de plata, de piedrecitas, otra más contemporánea, una africana, una la había comprado en Mascat, otra en México, una es un regalo de mi exnovio, otra la compre en Bali, y aquella que…termino acariciando una banda de plata con filigrana de oro, esa era una antigüedad que Sasuke le había comprado en el famoso mercado de pulgas de París, cada vez que miraba esa pulsera recordaba a Sasuke, la pasión que sentía por él, la emoción de estar a su lado.


¿Un desastre? Quizá, probablemente.


-Nunca he olvidado esa semana. Dije en voz baja sin darme cuenta de lo ido que estaba pero al parecer Sasuke si me escucho.


-Fue hace mucho tiempo.


-Sí, claro.


-Los dos hemos cambiado mucho.


Eso también era cierto, y no me explico por qué sigo insistiendo pero era una conversación la debían mantener ¿Era hora de aclarar algunas cosas y ese era el momento o no?


 


Continuara…

Notas finales:

Espero que les gustará el capiiii y espero sus lindos reviews no importa si son amenazas, sugerencias o lo que sea, bueno adios y espero leernos pronto (;


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