3 días desde aquel que paresia lejano, abrió los ojos y algo le golpeo ese sitio que dolía constantemente, ese que estaba dentro de su pecho cerca del pulmón izquierdo. Observo como era observado por los ojos azules entrecerrados de la dama de la casa, su mirada no le regalaba nada más que algo de desprecio y duda así como su alma fría congelaba la habitación de repente, brazos cruzados y cuerpo recargado del lado izquierdo del marco de la puerta.
La señorita lo estaba asustando, estaban ellos dos solos en aquel hogar ya que las vacaciones de verano habían terminado y el hombre de la casa se había ido a trabajar, se suponía que en unas cuantas horas esta señora de Odinson también se tendría que ir a sus labores como trabajadora y en vez de estarse preparando estaba ahí estática mirándole con recelo desde algo lejos.
La señora de la casa, La mujer de Thor.
No se que pretendía esta mujer pero comenzaba a intimidarme aunque algo por ahí en mi subconsciente no me dejaba mirar hacia otro lugar, me decía que tenia que retarla pero no podía contestarle tan siquiera, necesitaba enfrentarme a ella pero algo en su mirada me decía que si le contestaba déspota ella me iba a entregar información que yo no quisiera saber.
La vocecilla en mis adentros me tentaba a tener que odiarle y mirarla me dolía esa cosa que olvide como se llama pero que era algo así importante y vital en mi vida.
¿Por qué cada vez que la veía quería masacrarla?
Pensé que habían sido siglos lo que pasamos observándonos cual guerra, pero resulto ser solo unos escasos segundos y al final termine por carraspear la garganta para tratar de quitarla de su ensoñación de mirarme tan despectiva.
“¿En verdad as olvidado todo?” Me hablo casi riendo, como si fuera sarcástica y poniendo cara de verdadera confusión con un toque algo soberbio, eso en verdad me molesto y comencé a creer que lo que sentía hacia ella estaba correcto, al parecer soy muy poco impaciente.
No dije nada de nuevo, solo me limite a mirarla con confusión, me hervía la sangre pero era mas el sentimiento de no saber lo que quería lo que se reflejo en mis ojos y al parecer ella lo noto. Rió exhalando como si estuviera cansada, cansada de mi y supuse que comprendería. El rubio en los últimos dos días me había puesto al tanto de la situación; aunque siempre que me contaba sentía que hacía falta algo, que me cuido durante todo el mes que estuve inconsciente, que no tubo luna de miel ni vacaciones por estar a mi lado y porque estos dos últimos días desde que desperté nunca se me separo, ni siquiera cuando dormía ya que podía notar como algunas veces en la madrugada abría un poco la puerta para asomarse y así vigilarme.
A esta mujer se le nota que es muy fuerte pero a la vez que es de buenos sentimientos aunque después de esto note que al parecer no tiene buenos sentimientos para mi, todo el tiempo actuó y ahora que no estaba Thor podía sentir como me odiaba, como nos odiábamos.
No paso mucho tiempo para que alcanzara a escuchar como se cerraba la puerta de entrada y que un auto saliera del garaje, me había dejado solo a mi suerte sabiendo que solo recordaba un poco mas de la mitad de lo que tenia aprendido.
El animal enjaulado y la ama de llaves
No recuerdo haber estado en alguna otra casa pero definitivamente esta no era el hogar para alguien cualquiera, me levante para cambiarme tranquilo y ahora con mas calma poder apreciar cada punto de la enorme casa, me dirigí a cada habitación y hasta ahora la que mas me había llamado la atención era la pequeña biblioteca con libros empolvados, por lo que veo no leen mucho aquí y esta habitación era muy diferente al cuarto de juegos que estaba completamente pulcro, una mesa de billar y otros juegos típicos de algún casino, si recuerdo los casinos ya que me hacen pensar en un hombre con facciones iguales a las mías solo que de edad mas avanzada.
Quería entrar a este último cuarto pero el enfrentamiento de la mañana con la señora de la casa me había dejado intimidado aunque la curiosidad fue mas grande y por fin pise y mire por primera vez la recamara de los recién casados. Camine lento a la cama para tentarla y después de tanto haber investigado me acosté en ella algo exhausto, me gire hacia mi lado derecho pero la almohada olía mal para mi gusto, olor a dulce algo como manzanas con canela el cual me provoco un leve dolor de cabeza, gire a mi lado izquierdo y la amolada olía mucho mejor, olor a fresco, tranquilidad, olor a hombre, olor al rubio que nunca se separaba de mi.
Estaba boca abajo del lado izquierdo de la cama dejándome llevar por el aroma de aquel lado cuando me percate que algo sobresalía de entre el colchón y la base, me moví un poco para poder sacar el objeto y lo mire un momento, “Álbum escolar”, lo abrí despacio y mire todas las fotos, algunos rostros se me hacían familiares y la frustración de no poder reconocer me incrementaban aun mas el poco dolor de cabeza que se me había hecho con la peste de aquella almohada, llegue a unas fotos en donde en cada una de ellas el rubio y yo estábamos juntos, sonreí feliz por poder ver que si éramos buenos amigos aunque unas cuantas lagrimas quería correr por no poder recordar nada de lo que ilustraban las fotografías.
Ojeaba y miraba detalladamente cada imagen cuando escuche la puerta de entrada, me pare despacio y deje el álbum donde estaba, salí lento para poder asomarme por el balcón de las escaleras de mármol. Me asuste cuando note un vestido negro ondearse debajo de donde yo estaba parado, Sif no usaba vestido cuando se fue y nadie había visitado a los Odinson desde que había despertado por lo que me saque las pantuflas y caminando rápido fui a la chimenea de la sala de arriba para tomar un picote de hierro y bajar armado.
La señorita grito al verme; provocándome más dolor de cabeza, yo me exalte y pregunte por ella, bueno más bien exigí alterado. Todo lo demás fue de forma más decente, ella se presento con el nombre de Sigyn y me informo que cuidaría de la casa y de mi cuando los Odinson no estuvieran.
Ahora en la cocina estábamos platicando en el pequeño comedor redondo cerca del ventanal que daba al jardín, le contaba mi situación y ella me escuchaba atenta, cuando ella platicaba me la pasaba ensoñado viajando en su cabello rojizo lacio y largo, sus ojos verdes con destellos naranja, sus labios poco carnosos y contando las hermosas pecas en su terso rostro.
Mientras ella hacia de comer y atendía mi dolor de cabeza no parábamos de hablar y reír como tontos de cualquier cosa, ella se reía de mi cuando olvidaba palabras o cosas y yo solo fingía mirarla de mala gana.
No son celos y no es ser egoísta
De mala gana me había levantado temprano para así poder llegar rápido al trabajo y acabar todo a tiempo y salir antes, llegar a la casa y pasar otro momento con Loki para seguir contándole anécdotas de nuestra infancia juntos.
Todo el día no hubo otra cosa en mi mente que no fuera Loki, en varias ocasiones compañeros de trabajo me decían que haberme casado me traía ensoñado pero no estoy muy seguro de que mi boda hubiera sido la causa de mi alegría. El saber que mi amigo haya despertado me tenia de buen humor, solo eso, que haya despertado.
A una calle de llegar a mi cuadra el corazón se acelero, valla que quería ver a mi mejor amigo, de seguro solo eso. Los grandes canceles de hierro se abrieron en automático y metí mi automóvil al garaje, salí casi corriendo olvidando mi maletín, desamarre un poco la corbata y me metí a la casa por la puerta del estacionamiento y justo cuando iba a proclamar el nombre de mi habitante comencé a escuchar risas.
Camine siguiendo un rastro de olor a palomitas y los vi ahí en mi cuarto de cine viendo una película de súper héroes riendo como niños tontos, al momento que me asome de forma automática regrese y de golpe pegue la espalda a la pared, sentí como si hubiera visto un fantasma y después una furia infernal.
¿Quién era esa que se recostaba en el hombro de Loki? ¿Por qué Loki rodeo sus hombros con un brazo?
Parecían unos tontos enamorados de esos de las películas estupidas que le gustan a Sif y yo como un imbecil viendo a este par de….
Me quede sorprendido y me calme, me comporto como idiota; eso fue lo que pensé, me acerque y por mas que tratara de relajarme con cada paso sentía que me estresaba aun mas hasta que la cara dulce de la joven me miro y se levanto ofreciéndose a servirme de comer, accedí sin hacer mas preguntas y la señorita se fue con una sonrisa en su rostro.
Loki me miro y noto mi cara de hastío por lo que me pregunto que si me sentía mal. Pero claro que lo estaba pedazo de imbecil, yo trabajando y tú jugueteando con una joven que ni siquiera conocía. Estaba sentado al lado de mi amigo y me contó divertido como casi mata a la joven ama de llaves; después de nuestra discusión de anoche acerca de dejar a Loki solo, Sif si accedió a contratar a alguien que cuidara al pobre, aunque ¿Por qué tubo que contratar a una mujerzuela?, porque eso parecía, una mujerzuela que trataba de ganarse el cariño de mi amigo.
No me lo pueden quitar, No aun.
Loki me mando a comer y me sentí como niño reprendido, completamente enojado al comer yo solo mientras a lo lejos escuchaba las risas de aquella chiquilla combinadas con las risas masculinas de mi amigo, se le podría olvidar todo a Loki menos su típico carácter.
La niña esta se fue por fin y Loki y yo platicábamos mas a gusto mientras yo trataba de sacarle información de que era lo que pensaba de Sigyn, solo por mera curiosidad claro esta.
Llego Sif del trabajo y con ella un auto peculiar, un jaguar negro con toques plateados, el auto de mi señor padre Odin con su mujer, mi hermosa madre Frigga.
Al entrar mi madre antes de saludar a todos me dejo con los brazos abiertos como idiota porque se había ido contra Loki para enfundarlo en un abrazo tan típicamente maternal de ella, Loki sonrió hermoso porque los abrazos de mi madre siempre eran calidos y yo se que ahora eso era lo que necesitaba mi amigo, algo calido para poder sobre llevar la tragedia que lo acontecía con respecto a su perdida de memoria.
Sif preparaba la cena junto a mi madre mientras mi padre, Loki y yo estábamos en el comedor charlando cuando el tema comenzó.
Odin se dirigió a Loki y le contó que ya había podido contactar a su amigo, el señor Laufey padre de Loki, este solo ladeo la cabeza y volteo a verme, rápido leí en sus ojos que no recordaba de quien se trataba. Estaba a punto de aclararle sobre el problema de pérdida de memoria cuando soltó una bomba “El me dijo que ya te tenía un departamento mejor en Londres, estarás al cuidado de una enfermera experta”
Me confundí, solo le había contado que ya había despertado, jamás le dije sobre la perdida de memoria, mi madre y mi mujer entraron con la comida repartiéndola cuando pregunte que como era posible que el supiera acerca del tema. Mi esposa se sentó y tranquila se delato, la mire entre sorprendido y confundido para después voltear a ver a Loki que se encontraba inexpresivo. Algo se apodero de mi porque me levante y comencé a decir una sarta de mentiras tontas y todo lo que se me vino a la mente para tratar de convencer a mi padre de que le hablara a Laufey y le dijera que estaba bien, que yo lo cuidaría aquí y que no habría problema, note como mi madre sonreía por no se que y mi esposa apretaba su servilleta de tela, obviamente molesta ya que la noche anterior tuvimos un enfrenamiento a causa de la estadía de Loki. Las palabras de mi padre me silenciaron y al momento me sentaron.
”Loki se encuentra en un estado delicado, tiene que estar con expertos y no es una mascota para que lo tengas encerrado”
Me sentí enfermo, molesto porque Loki no dijo palabra alguna, después de eso yo no dije palabra alguna, mi esposa sonreía como si hubiera triunfado en algo y mi mama solo se quedo pensativa.
Lo último que dijo mi padre al despedirnos fue que su vuelo a Londres era pasado mañana en la mañana….