¡Me habían abandonado! ¡Kai se desapareció dios sabe dónde, Takanori está felizmente besuqueándose con su novia y haciendo del sillón que estaba a mi lado su zona de reproducción! y si alguien cree que me parece divertido observar cómo la lengua del sujeto "A" entra en la boca del sujeto "B" y viceversa, la verdad es que no hay nada más lejos de la realidad.
Aburrido, me levanto y me voy a la barra, al otro extremo del salón de fiestas. Le susurro un "Ahora regreso" a Takanori con la intención de no ser maleducado, pero no creo que me eche mucho de menos. Se supone que hoy es nuestra fiesta de graduación y todos mis compañeros de generación se la están pasando bomba embriagándose y bailando, cosa que es evidente que no estoy haciendo yo, en primera porque le tengo asco al alcohol y en segunda porque tengo dos fabulosos pies izquierdos y al bailar pues... tengo la misma gracia que una vaquita marina.
Me siento en el asiento vacío más próximo y pido la primera cosa que al parecer no contiene alcohol. Ahí a lo lejos está Akira, es la primera vez que no lo veo al lado de Takashima, la Barbie girl que tiene por mejor amigo y el mismo que en último festival escolar terminó bastante ebrio y se puso a cantar Linda Linda en el karaoke con Takanori, cabe decir que descubrimos que Takanori tiene buena voz y Takashima... bueno... dejémoslo en que nunca había escuchado a nadie desafinar de manera tan magistral, aparte de que no se sabía nada de la letra y repitió el coro hasta que todos terminamos hartos y a jalones lo apartamos de ahí ¡Ah y por cierto! ¡Al día siguiente cualquiera que se le ocurriera mencionar a los Blue Hearts terminaba golpeado!
De vez cuando Akira se acercaba en la escuela a hablar con Kai o a retarlo a un juego de Futbol, él y Takashima corren como el demonio y esos mini partidos terminaban transformándose en batallas épicas mientras que Takanori y yo veíamos sentados en algún sitio, dada nuestra inutilidad deportiva.
¿A qué viene esto? Ah sí, me gusta Akira desde hace ya algún tiempo, pero jamás hemos sido muy cercanos, siempre que se acercaba a charlar con Kai yo huía y me excusaba diciendo que debía irme a atar las agujetas al otro extremo de la escuela, ¿Idiota, no? pero cuando se lo dices al Sid Vicious de la escuela y se lo sueltas de golpe a Kai no tienen ni tiempo de reprochar nada.
Y ahora mismo, Reita se está acercando y yo no tengo ningún lugar a donde huir, me saluda agitando el brazo y yo le regreso el saludo con un gesto lánguido de manos, aparentando que estoy tranquilo, sereno y que mi fangirl interna no está brincoteando de emoción por que el chico que me gusta parece darse cuenta de que existo y está justo frente a mí.
—¿Estás solo? —me pregunta. No, claro que no estoy solo, estoy rodeado de cientos de amigos imaginarios que están muertos de risa por un chiste buenísimo que acabo de contar. A veces me cuestiono seriamente por qué me gusta tanto este sujeto ¡Por dios! lo que tiene este hombre de atractivo lo tiene de idiota.
Asentí la cabeza, ahorrándome mis comentarios.
—Kai tiene como media hora que fue "al baño" y estoy seguro de que ya se lo tragó el retrete —le respondo con tono aburrido. A saber qué fue lo que le hizo gracia, por que soltó una risita bastante indiscreta.
—¿Y Takanori? —dice sonriendo.
—Haciendo a los siete enanitos con Blancanieves —resoplo con fastidio. Akira sólo atina a reírse y se sienta a mi lado.
—¿Eso es refresco de toronja?
¡Ñeeeec! ¿Y ahora como le contesto a eso sin sentirme tan perdedor?
—Sí —cuchicheo con voz aguda —no me gusta el alcohol y esto es lo único que había así que...
—A mí tampoco me gusta —me interrumpe —bueno... me gustaba, pero después de ver los desfiguros que hace Uruha cuando está ebrio dejé de beber, yo sí tengo dignidad.
Sonreí y tomé con cuidado un sorbo de refresco, me estaba poniendo nervioso y cuando estoy así puedo cometer cualquier clase de tonterías, podría, por ejemplo, terminar con el piercing enganchado en la lata de refresco. Es sólo una suposición, no es como si ya me hubiese ocurrido y haya terminado en la enfermería con Takanori sosteniendo una gasa para contener la hemorragia, no, por supuesto que no.
—Y entonces ¿Bailamos? —definitivamente, hoy es el día de joder a Yuu, ¿Verdad? La cábala tenía razón con eso de que no me levantara hoy de mi cama.
—No bailo bien —me excuso con la vocecita de caricatura que sólo me sale cuando hablo de él.
—No es como si realmente me importara.
Antes de que pueda darme cuenta de algo, ya estoy en la pista de baile con Akira pegado a mi cuerpo y yo estoy muy concentrado en no pisarlo o moverme de manera ridícula, doy un respingo cuando siento una de sus manos en mi cintura... dioses, ¿Reita pretende tratarme como una chica?
—¡Hey! —trato de sonar casual y despreocupado —¿No crees que tu mano está demasiado ab... —y no puedo terminar por que Reita se acerca a mi boca y está callando todas mis quejas ¡Cielo santo! ¡Reita me está besando y la fangirl que llevo dentro se está poniendo a brincar y chillar como desesperada! ¿Cómo pretenden que luzca varonil en semejantes condiciones?
—¿Y... y eso qué fue? —pregunto procurando no evidenciar que perdí la respiración y fingiendo que aún mantengo la calma, honestamente, tengo ganas de abalanzarme sobre él y llenarlo de besos, aunque eso termine con la poca virilidad que me queda.
—¿No te quedo claro? —responde con malicia —no creo que la pista de baile sea el mejor lugar para darte una explicación práctica más profunda —y eso, señores, ha sido la cosa más anti-romántica que he escuchado en toda mi corta vida, pero creo que viniendo de Akira me lo esperaba y puedo dejarlo pasar. Me sorprendo cuando me toma de la mano y me lleva con paso lento hacia la mesa que seguramente comparte con la Barbie larguirucha y plana, y ahí, sentado con toda tranquilidad, veo a Uke hablando con Takashima, quien nos voltea a ver y sonríe.
—¡Ya era hora! —exclama Uruha, levantando su trago hacia nosotros como si brindara —ya estaba harto de que Ue-Chan estuviera lloriqueando en todos los rincones de la escuela como nena por tu culpa, Shiroyama.
Y yo sólo alcanzo a sonreírle bobamente… ¡Pero esperen! ¿Qué ha dicho? De repente es demasiada información para mi joven cerebro recién dopado con refresco de toronja.
A ver, recapitulemos:
¿Ue- chan? ¿A Akira le dicen Ue-chan?, ¿Akira llorando como nena? ¡Perfecto! ¡No soy el único que ha perdido parte de su orgullo masculino!
¿Por qué Kai tiene la mano en el muslo de Takashima? ¡Lo sabía! Mis amigos son una bola de maricas...igual que yo, bueno, excepto Ruki.
—¿Y Takanori? —pregunta Kai sin quitar la mano de donde la tiene, voy a procurar no mirar ahí si no quiero tener pesadillas esta noche.
—Con su novia, pretextando que aprovecharán el resto de la noche porque cuando entremos a la universidad ya no se podrán ver tan a menudo —Kai y yo reímos ante eso, que es evidentemente la mentira más grande del universo. Es el equivalente a decir que Reita no es un llorón, que yo no soy marica, que Uruha es la persona más masculina y viril del universo y que Uke no se ve ridículo cuando usa bermudas, comprenden a lo que voy ¿no? Takanori va en serio con su enana novia, tanto que no nos sorprenderíamos si mañana nos dijera que se casará con ella y se dedicará a aumentar el número de personas pequeñas en el mundo.
—Entonces, si me disculpas Aoi, me lo llevo -me dice Uruha levantándose y llevando a Uke con él a la pista de baile—la noche es joven y bueno, diviértanse y cuídense —sí, noté el énfasis que hizo en la última palabra, apenas se han desaparecido aquellos cuando Reita ya me está jalando de un brazo.
—¿Ah? ¿A dónde vamos?
—A mi casa, por supuesto, no querrás que pasemos nuestra primera noche juntos encerrados en el baño de este salón ¿o sí? —me pregunta alzando una ceja, insinuante —bueno, si quieres claro. Siempre y cuando no necesites ir a atarte las agujetas.
¡Iba a responderle! ¡Juro que ya tenía una filosa y mordaz respuesta para su comentario! Pero no pude decir nada, cuando estaba por pronunciar la primera sílaba Reita ya estaba haciendo de mi persona un cúmulo de suspiros.