El sol salía por por aquel horizonte cubierto de edificios, nacía de nuevo con todo su esplendor, haciendo que la oscuridad comenzara a irse lo que conseguía un tono anaranjado celeste en el cielo que más de una persona se levantaba a esa hora para contemplar el hermoso paisaje y darle los buenos días a aquel sol que nos hace funcionar cada día, que nunca se cansa de volver a salir y que nos ofrece su radiante luz.
Pero había dos personas que se estaban perdiendo este maravilloso momento. Nos concentramos en unos de los tantos edificios de aquella gran cuidad, la torre más famosa y en la que en ella vivía dos de los héroes más preciados e importantes que tiene este mundo.
Hablo por supuesto del Gran Capitán América y el famoso Iron man. Ambos no tardaron en comunicar su irrompible relación causando una verdadera guerra de periodismo y noticieros. Muchas personas están en contra y muchas de ellas han intentado ya separarlos consiguiendo que ambos terminaran con una buena pelea pero cuando todo parecía desmoronarse y era el final de su relación de la misma excitación y rabia de la pelea terminaban teniendo una buena sesión de sexo duro y salvaje en el balcón, siempre terminaban igual, Tony recargando su pecho en la barandilla de aquella torre, mientras su pareja lo embestía este gritaba y sonría lo mucho que lo amaba mandando a la mierda a todo aquel que no estuviera de acuerdo.
En muchas ocasiones, y aún hoy lo siguen siendo, ha sido portada de innumerables revistas donde esta pareja salia haciendo el amor en el balcón o besándose con demasiada pasión en un supermercado.
Pero ambos eran felices con el otro y era lo único que importaba.
Esa mañana cuando el sol comenzaba a salir un molesto despertador llenaba toda la habitación de esta pareja con su insufrible ruido, ambos hombres estaban tumbados en la cama, la sábana les tapaba de cintura para abajo ocultando en esta su intimidades. Tony estaba abrazado cuál koala a su madre al pecho de Steve, con la cabeza apoyada en su pectoral soltando pequeños quejidos y gruñidos molesto por el ruido. El rubio intentó moverse pero más lejos de lo que quería su pareja le tenía firmemente sujeto por lo que sin abrir los ojos apagó el despertador tirándolo contra la pared de enfrente destruyéndolo sin miramientos.
-Gracias capi...
-De nada amor, pero me debes un despertador
-Fuiste tú quien lo rompió -El pobre castaño hablaba más dormido que despierto
-Pero lo he roto por ti...no parabas de quejarte -Sonríe con los ojos aún cerrados mientras abrazaba a su pareja de la cintura-
-Yo te compro...otro -Bosteza acurrucandose en el pecho del otro
-Sabes que me tengo que ir ¿Cierto? Recuerda que tengo una misión...
-Llevas una semanas de misiones por día, quedate conmigo...me siento solo en la cama cuando te vas...
-Ya lo se...pero debo irme ¿Me esperarás esta noche?
-¿No vuelves hasta la noche? -Arruga la nariz sin abrir los ojos ninguno de los dos
-Lo siento, prometo compensarte -Mueve leve la cabeza hasta sentir como los cabellos chocolate de su novio le hacían cosquillas en sus labios y nariz, sonrió ya que le encantaba su aroma y despertarse cada mañana con él. Le dio un dulce beso justo en el centro de la cabeza mientras susurraba cuanto lo amaba
-Eso espero...-Deslizaba sus dedos por el marcado pecho y vientre de su pareja, le encantaba tocarlo, su piel era tan suave como la de un bebé y eso le encantaba -No te vayas Capi...quedate conmigo, los dos solos aquí...abrazados
-Después me dices a mi cursi, admite que te encanta que te halague y te mime, como mi hermoso gatito -Sonríe-
-Idiota no me llames así, te lo he dicho muchas veces...-Gruñe sin soltarse del pecho del rubio.
-Cuando lo estamos haciendo no te desagrada tanto -Ríe levemente-
El castaño volvió a gruñir con un leve sonrojo adornando sus mejillas, aunque el otro no podía verle bien la cara sabía que eso lo avergonzaba.
-Tony...amor, tengo que irme ya llego tarde...-El aludido alzó la cabeza para mirarlo aún echado sobre su pecho-
-Stevie...quedate -Empieza a hacer pucheritos y ojitos cosa que siempre enternecía al rubio-
-Tony no hagas esto...sabes que no puedo resistirme a eso...-Suspira-
-Ya lo se...por eso lo hago...quedate, ¿No te apetece estar aquí, los dos juntitos, viendo la tele o dando un paseo, besitos, achuchones...? -Lo provocaba alzando su dedo índice para acariciar los labios ajenos juguetón-
-Tony...-Lo mira intentando luchar contra los encantos del otro, no podía resistirse a esos gesto ya que era a él solo cuando lo hacia.
-Steveee~ quedate conmigo...-Sube un poco para besarlo lenta y dulcemente tal y como al otro le encantaba.
-Tony...¡No! No puedo lo siento...no seas así -Termina por levantarse dándole un dulce beso en la frente ganándose un gruñido del castaño.
-Idiota...ya no me quieres -Se gira tapándose-
-Si te quiero, pero es una misión y debo obedecer...-Suspira mientras se ponía su traje, el millonario volvió a gruñir- Amor no te enfades...-Se puso su máscara dispuesto a irse pero se para en la puerta- A la mierda...
Esto extrañó a Tony que ni le dio tiempo a sacar la cabeza de la manta cuando Steve había cerrado la puerta quitado el traje a la velocidad de la luz y volver a meterse en la cama abrazándolo.
-¿Qué haces?...Tu misión...
-Que vaya otro estoy harto de no poder estar con mi pareja un día entero -Lo estrecha contra su pecho.
-Así se habla Capi~ -Se sube sobre él empezando a besarlo por toda la cara- Mio todo el día, no me lo creo...
-Creetelo...
-Sabes que no vamos a salir de la cama ¿Cierto? -El rubio rió-
-Lo se y nada me apetece más que estar con mi gatito en la cama -Sonríe-
-¡Que no me llames gatito hostias! -Le muerde con fuerza el hombro-
-¡Ay! Venga nadie nos ve...sabes que me gusta...hazlo -Lo mira acariciando su espalda.
-Idiota de...-Se sonroja mirando a un lado- Miau~
Steve giró para quedar arriba y empezó a besarlo con pasión- Eres mi gatito ¿Verdad?
-Si...lo soy miau -Le devuelve los besos ansioso.
Fue un día de sexo, películas, arrumacos, besos, paseos y compras, hace tiempo que no se lo pasaban tan bien, Tony se veía realmente feliz y Steve ni pensó en el posible sermón que le daría Fury, solo quería seguir viendo sonreír a su castaño.