Era un domingo… llovía bastante; yo llevaba mi boleta, siempre perfecta… pero no había nada que presumir, ni a quien… bueno, el caso es el que venía bastante agotado… nadie estaba en casa, más exceptuando del mayordomo.
-.buenas noches Akihiko-sama.
-.Sebastián… ¿no hay absolutamente nadie…?
-.no Akihiko-sama.
-.bien.
Me retire de allí y me dirigí al sótano de la casa -como ya se me hacía acostumbrado- mis novelas… y aquel cielo entristecido me inspiraba demasiado. Mi mundo estaba trabajando bajo el negro cuelo iluminado por los rayos cayendo a la velocidad de la luz. Mis trabajos pudieron acabar unas horas después; me quede plenamente pensando en aquel chico… Takahiro… él se había dado cuenta de la novela que por accidente escribí en su escritorio cuando era la hora del examen… me hablo y hasta pude hacer platica con el… además es un buen alumno…
-.y tal vez… me esté gustando… ¡nah! Que idiotez…
Me levante, más que cansado… así que me relaje con un baño caliente y en lo que tardaba me ponía a pensar en aquel chico de los cabellos azulados y ojos de aquel tono que tanto me intrigaba conocer… al menos de una u otra manera.
-.esto es frustrante… —dije para mí mismo—.
Salí con mi cabello húmedo pero con mi ropa a mi habitación a ver si eso me relajaba de absurdos pensamientos que merodeaban mi mente… prendí el televisor y busque algo interesante que alertara mis expectativas; cambiaba de sintonización una y otra vez sin algo de entretenimiento digno para mi hasta que por el rabillo del ojo se me cruzo algo…
-.”En otras noticias, les informamos que hubo un lamentoso accidente en una curva cerca de la capital nipona. El accidente le costó la vida a los dos pasajeros: un hombre y una mujer que, según los peritos venían a exceso de velocidad, y por el mal clima, eso hizo que derraparan en el húmedo asfalto y cayeran al vacío”
-.que hecho tan más lamentable —dije sarcástico. Nunca me ha sido de tristeza ni nada del otro mundo: los accidentes suceden siempre—.
-.”Y el hecho más lastimoso es que en la parte trasera del automóvil estaba repleto de regalos… las autoridades informaron el hecho a los familiares que…”
Ya no escuche nada del reportero después de eso, más que en el fondo de este se veía un niño; de algo así de 8 a 10 años que corría a donde había caído el carro; veía una y otra vez lo único que quedaba de este y lloraba, lloraba tan amargamente, mas que es un niño que perdía a sus padres en un hecho fatal como este… pero creo que mi oído escucho algo muy tenue, pero muy desgarrador aparte de la voz del locutor, era algo así como:
-. ¡¡¡MAMA!!! ¡¡¡PAPA!!! ¡¡¡PERDONENME!!!
Pobre de el… se quedó sin nada… en una rotunda soledad… como la mía… no… el dolor de perder a unos padres que en verdad te amaban y cuidaban de ti es más que una tragedia para un niño… pero… esos gemidos de dolor que resonaban en mi cabeza me hicieron derramar unas gotas dulces de lágrimas; en verdad estaba llorando…
-.no puede ser que esto haya pasado…
…
Unos pocos días después, Takahiro y yo ya nos habíamos vuelto bastante amigos, supe que fueron sus padres los que murieron en ese noticiario, y también que tenía un hermano, el chico que entro a ver a sus padres, su hermano menor, el cual se llamaba… Misaki… Misaki Takahashi… pero después de un tiempo dejo de estudiar por darle un buen sustento a su pequeño hermano; cuidar y criar de él.
varios años pasarían y cosas tan raras como: nunca le confesara el sentimiento que le tenía a Takahiro, tener que ser el tutor de su “hermanito”, y finalmente… que el chico que me hizo derrochar lagrimas aquel día… fuera del que me enamoraría por segunda vez en mi vida.
Nunca me quejare de todo lo que ha pasado desde que nací hasta mi actualidad… pero creería jurar que el destino ya me tenía deparado esto desde el principio…
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-. ¿Usagi-san?
-. ¿Eh? —dijo preguntando al darse cuenta que estaba en profundo trance desde hacía varios minutos, en lo que posaba su mirada al castaño.
-. ¿Qué dormiste con los ojos abiertos? No reaccionabas de ninguna manera en 10 minutos…
-.perdona Misaki, solo recordaba algunas cosas que había dejado pendientes.
-. ¿Cómo cuáles? —dijo curioso al saber lo tan ido del planeta que estaba—.
-.si te digo me tomarías por tonto…
-. ¡Claro que no!
-. … pero de todos modos no te lo diré.
-. ¡baaaaka!
Tal vez… aunque no crea en las coincidencias, fue algo magnifico que me enamorara alguien como él; esto es más que un golpe de suerte, porque más que quererlo… lo amo…