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Buena Obra por 5kn_akatsuki

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Notas del fanfic:

Tenia ganas de hacer un L.niel y aquí esta :D

 

Notas del capitulo:

Basado en hechos de la vida real, un 25% xD

 

-Niel.- dije un poco cansado. –Ya vamos que se hace tarde.- intenté hacer que me siguiera pero se quedó ahí parado, mirando al gatito.

-Pero tiene la patita lastimada, míralo.- me miró con una mueca de dolor y pena mientras apuntaba al gato.

-¿Y qué quieres hacer? Déjalo ahí y vamos.- me giré para darle la espalda y seguir caminando al departamento, pero no me siguió por lo que me puse a un lado de él y contemplé el gato.

Era pequeño y de color gris, en efecto tenía una patita lastimada pero podía caminar. Además lo traían unos niños hace un par de minutos, seguro es de ellos.

-Hay que llevarlo al departamento, ahí lo curaremos.- me dijo mientras veía al gato. –Ándale Joe.- suspiré cansado, dijo Joe, siempre lo dice cuando quiere algo.

-Ya tenemos un perro en el departamento, será una carga ahora tener un gato.- traté de sonar razonable pero parecía que no me escuchaba, seguía mirando ese gatito. –Tiene dueño.- está acercándose a una casa, en especial a la puerta de ahí por lo que supongo tiene un dueño.

-No, no tiene dueño sino no tuviera la patita así. Llevémoslo.- me miró sonriendo, pareciera que no lo voy a sacar de esa idea.

-No, esa es su casa, tiene dueño no podemos llevarlo eso sería robo.- puse mi mano en su hombro y me miró, pero sus ojos emperezaron a ponerse rojos y cristalinos, además de que hacia pucheros con sus labios. –Bueno está bien, llévate el gato pero corre no me esperes.- sonrió muy grande, juraría que me iba a abrazar pero me giré. –Corres.- empecé a caminar en dirección al edificio en donde vivimos.

Solo lo vi pasar por la otra acera con el gato en las manos, caminaba rápido, no me volteó a ver, pero así está bien, de ese modo la gente no nos pueden vincular.

Espero que el gato no tenga ninguna infección, le pediré que se lave muy bien las manos y los antebrazos.

-Te gusta llevarte gatos, ¿verdad?- me detuve y miré por encima de mi hombro. Eran dos cuarentonas que a mi punto de vista eran solteras o despechadas, tenían su cabello mal arreglado, ropa deportiva y chanclas. Una mala combinación para ser las 6pm.

-No.- contesté en seco y me giré para cruzar la calle, pero un camión urbano pasó por lo que me detuve.

-Tengo otro gato amarillo por si también te lo quieres llevar.- un tic apareció en mi ojo derecho, volteé a verla por encima de mi hombro y forcé una sonrisa.

-No gracias, así estoy bien.- contesté. Tonto camión, ya están pasando más autos… ¡¿es la dueña!? Tengo que salir de aquí.

-Pues si también te quieres llevar al otro ahí está.- crucé la calle cuando el último auto aun no se quitaba. Me sobé la sien esto no es bueno, menos porque suelo pasar por esta calle para llegar al departamento.

Aun escuché algunos gritos de la señora diciendo “En dónde está el gato” no corrí sino me vería afectado por la situación, solo caminé a mi paso normal, ya no veía a Niel supongo que ya llegó.

Pero qué ideas las de él de llevarse un gato con dueño. Cuando recogí el otro gatito sí era de la calle, tenía su pelaje sucio y maltratado, además de que estaba muy delgado. Este en cambio solo tenía una patita lastimada.

Seré bueno y no le diré a Niel sobre la señora, parecía muy feliz así que intentaré evadir ese tema, tal vez piensa que es su buena acción del día, así que me mantendré callado.

Caminé más rápido para llegar pronto al departamento. Entré al edificio registré mi hora de llegada y me fui al ascensor. Presioné mi piso el 8. Las puertas se cerraron y me recargué en el fondo.

-Necesito una aspirina.- susurré. Se volvieron a abrir las puertas y salí para ir a la de mi departamento. Giré la perilla, lo primero que vi fue a Niel y Ricky acosando el gatito que estaba en el suelo, parecía muy asustado.

-¿Y cómo se va a llamar?- escuché a Ricky, solo dejé lo que había ido a comprar sobre la barra de la cocina, me fui hasta el botiquín ahí mismo y saqué la caja de aspirinas, tomé una para ir por un vaso de agua.

-No lo sé… puede ser… ¿gatito?- me tomé las pastilla, ahora necesito una siesta. –L. Joe ¿cómo le pondrías tú?- me preguntó Niel, solo me encogí de hombros y me fui a sentar en el sofá cama.

-¿Qué tal Mo?- cerré los ojos ante la propuesta de Ricky. –Mo no suena mal.- suspiré.

-Será Mo, vamos a bañarlo que está sucio.- sonreí divertido por la absurda propuesta de Niel. Pero ahora que lo pienso no es tan loca, yo bañé varias veces a mis gatos anteriores.

-Ok, vamos a bañarlo.- escuché sus pasos luego fue paz y tranquilidad, lo que necesitaba.

-Auch hazlo más despacio.- mmm… comencé a estirarme. –¡Ah! Duele, no seas tan insensible ¡ah! ¡Changjo!- abrí los ojos y me senté, Ricky y Niel estaban llenos de benditas.

-Jejeje.- reí bajo. –¿Cómo les fue con el gato?- pregunté mientras seguía estirándome y bostezando.

-Ese gato es un demonio.- comentó Niel. –Pero C.A.P dijo que si se portaba bien podría quedarse.- me levanté y caminé hasta llegar a su lado. Tiene benditas en las mejillas, brazos y unas tantas en el pecho.

Ricky también las tiene pero parece que él sufrió más porque en la cara tiene más que Niel.

-Ese gato los hizo añicos.- dije y miré al departamento, me llamó la atención el ventanal que tenemos, agudicé la mirada, se ven la puesta de sol. Solo dormí una hora.

-Ni tanto, solo fueron unos rasguños y ya.- minimizó el problema Ricky. –Además son cosas que suceden ¿no es así? A todos nos ha rasguñado un gato.-

-¿ya llegó C.A.P?- les pregunté.

-Aun no, dijo que preparáramos la cena, cuando llegara comeríamos y nos iríamos a nuestros cuartos.- dijo Changjo así que asentí. –Chunji tampoco ha llegado.-

-Ya veo, estaré en mi cuarto, estoy cansado así que me saltaré la cena. Hasta mañana.- caminé a la puerta de mi cuarto antes del final de pasillo. –Díganle a C.A.P que me salté la cena porque no me siento bien.- tomé la perilla de mi puerta.

-¿Qué te duele?- preguntó Changjo.

-La cabeza, pero seguro si duermo se me bajará. No se preocupen ya me tomé una aspirina.- giré la perilla y empujé la puerta. Entré y fui hasta abrir la ventana, el calor se acumula y en estos días como que no se disfruta ese clima.

Me cambié de ropa a una más cómoda, reemplacé la mezclilla por algodón y me recosté en la cama. Si no fuera por los exámenes parciales estaría tan fresco como una lechuga pero no, tres en un día, uno de oral y frente a la clase.

Menos mal mañana solo nos aplicarán dos más y habrán finalizado esos periodos. Se me hace tarde para que terminen. Cerré los ojos y suspire, necesito seguir durmiendo.

-L.Joe~.- fruncí el entrecejo. –L. Joe~.- aspiré aire para poder estirarme. –¡L. Joe!- abrí los ojos y me senté de golpe. –Te traje la cena.- miré a Niel con una bandeja en las manos, cerré los ojos y me dejé caer en la cama.

-No tengo hambre.- dije, me giré para seguir dormido.

-Te la preparó Changjo.- volví a abrir los ojos. –Vamos, te va a gustar.- me senté y Niel me dio la bandeja.

-Es una broma, ¿verdad?- en el plato solo hay tres pastillas de diferentes tamaños, dos blancas y una verde.

-No, cuando llegó C.A.P le dijimos que no te sentías bien así que con lo que aprendió en los cursos intensivos de enfermería, buscó esas pastillas. Dijo que te vas a enfermar de gripe.- suspiré cansado. –Tómatelas y luego te traigo la cena.- me sonrió.

-Gracias Niel.- lo miré y sonreí. Tomé la primera pastilla y me la pasé junto con un té tan amargoso que dudé en usarlo para tragarme la segunda y tercera. –¿Qué hora es?- tomó la bandeja y me dio el vaso con el té.

-Poco más de las 11pm, tómate el té ya regresó.- sonrió y se fue. Esperé a que saliera de la habitación para levantarme e ir a tirar el té por la ventana. Vamos, ya las 11pm no puede haber alguien con tan mala suerte como para que le llueva esto.

Me miré al espejo, tallé mis ojos y aun veía un poco borroso. Así que tomé mis lentes y me los puse. En efecto tenía las mejillas un poco sonrojadas. Lo que me faltaba, semana de exámenes y enfermándome.

Regresé a la cama y me tapé con las cobijas. La puerta se abrió y entró C.A.P seguido de Niel.

-¿Cómo te sientes L. Joe?- me preguntó a la vez que inspeccionaba el cuarto.

-Con sueño.- contesté.

-Ya vi, te enfermaste porque tienes la ventana abierta. Estamos en el octavo piso aquí el viento es más frio.- me apuntó a la susodicha,  después la cerró. –Ya te tomaste las pastillas, ¿cierto?- me miró por lo que asentí. –Te sentirás mejor en un par de horas, duérmete pronto y cobíjate bien. Buenas noches.- asentí. –Buenas noches Niel.- se despidió de él y salió. Rodé los ojos por eso.

-Te traje poco, ya que estamos a punto de dormir y sería malo que comieras mucho.- caminó hasta estar enfrente de mí, se sentó en la cama y me dio la bandeja. Vi pequeñas porciones de comida. –Cómelas, eso le ayudará a las pastillas que te tomaste.- me sonrió y asentí.

Comencé a comer, Niel me contó lo que pasó durante la cena, nada diferente pero no por eso dejaba de ser divertido. También me contó el capítulo de Urgencias que no vi. Terminé y él se llevó la bandeja con los platos vacios. Sí que tenía hambre.

Volví a recostarme. Entró Niel y apagó la bombilla de afuera en el pasillo, entonces todos están dormidos. Tomó su pijama y se fue al baño a cambiarse. En esto me siguió platicando acerca del gatito.

Ya no lo recordaba.

-¿En dónde se quedó a dormir el gato?- salió del baño y se sentó al lado de mí, en la cama.

-Chunji dijo que en su cuarto había espacio. Aunque no me daba confianza dejárselo pero lo hice.- se cubrió con las cobijas hasta quedar como yo, hasta el pecho.

-¿Te rasguñó feo?- apagó la luz y solo quedaron las lámparas de mesa encendidas.

-¿Chunji?-

-no, el gato.- dije.

-ah… no a Ricky sí le fue mal. Pero no fue nada grave, Changjo desinfectó las heridas y nos puso benditas, dijo que mañana las cambiáramos para que cuando se cierre la piel no tome los hilitos.- asentí. –Cuando bañabas a Mitchi se veía sencillo.- sonreí por ese recuerdo o el puchero que hizo Niel.

-Yo sé cómo hacer para que no se pongan rabiosos. Para la siguiente te digo como.- me metí más en las cobijas, me está dando mucho frio.

-Ya dijiste, después me dejas solo.- me imitó hasta que nos tapamos al nivel del cuello. –Joe no te enfermes.- alcé las cejas por eso, lo miré y estaba viendo el techo.

-¿Eso a que ha venido?-

-Yo no me quiero contagiar.- se giró y me miró, por lo que también me giré para estar viéndonos a los ojos. –Si te beso.- sonrió y yo también lo hice. Además de que me retiró los lentes para dejarlos en su mesa de noche, detrás de él.

-No te preocupes, ya me dieron medicina.- saqué mi brazo de las cobijas y puse mi mano en su mejilla, justo donde había una bendita. –No te pelees con el gato de nuevo.- acaricié levemente el papelito. –Te va a ganar de nuevo.- sonrió y también sacó su mano para ponerla sobre la mía.

-Jeje… lo consideraré.- sonreí por eso. –Buenas noches Joe.- la mano que tenia sobre la mía la puso sobre sus labios, escuché que tronó un beso y después me la acercó a la mejilla. –Jejeje.- alcé las cejas, eso no lo había imaginado.

-Te lo regresaría pero no te contagiaré.- contraje mi mano y tomé la suya. Solo entrelacé los dedos. –Buenas noches Niel.- le sonreí.

Él solo asintió y presionó más sus dedos, sentí que suspiró, me quedé viendo su cara, noté como a cada segundo su cara se ponía más neutral, se estaba quedando dormido. Pasarían 10 minutos en los que no pude conciliar el sueño, tal vez es porque comí.

Intenté sentarme sin soltar su mano, entonces me recargué en un codo para poder darle un beso en la mejilla.

-Descansa Niel.- volví a acostarme y cubrirme como estaba. –Espero que cuides bien a ese gato.- susurré. Cerré los ojos y suspiré. 

Notas finales:

Gracias por leer n.n 


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