Repuestas de cómo hacer crecer el pene ....
RICHU
"como puedo hacer crecer mi pene porque lo tengo pequeñito"
Rpta: "Puedes volver a nacer ..."
J&j
"quiero que crezca y engruese mi pene"
Rpta: ponte un condón y estíratelo"
Semental
"lo tengo de 22 cm (natural) quiero agrandarlo más; que puedo hacer!
Rpta: "agradecerle a dios”
"Para que más grande, Luego no lo vas a poder meter todo"
Nezumi
"la tengo algo corta de 12 cm ayúdenme que hago "
Rpta "yo la tengo de 10 cm estoy fregado "
" yo la tengo de 30cm !!"
" fuera webon yo la tengo de 34! Y soy blanco!"
" yo si soy infeliz la tengo de 6cm"
Taladrador
"la tengo de unos 16 cm y quisiera poder complacer a mi pareja, no se queja pero por si las dudas”
Rpta "esto me resulto puedes usar 2 condones una crea la espuela semi corrido y la otra encima eso las hace gritar porque como no sientes placer rápido, no se te viene puedes estar como 2 horas y ella feliz "
-Reita, amor que ves ?- el mencionado dio un respingo y cerro las páginas rápidamente, tan ensimismado estaba que no escucho los pasos de su novio, suerte que estuviera con la laptop hacia él y así el recién llegado no vio absolutamente nada, Ruki se subió a la cama a su lado cerro el aparato y se lo quito y coloco en la mesa de noche - no te asustes y salúdame como dios manda - le dijo en tono grave el menor haciendo un puchero adorable, se acercó y unió sus labios a los de Reita que abrazo estrechando por la cintura y sentando lo encima de él, - bienvenido precioso- susurro sobre sus labios después del beso.
-¿Ya cenaste? Podemos salir si quieres.. - tan comprensivo como siempre el menor.
-o podemos comer aquí, pide delivery y vemos una película - cambio el panorama a su favor.
- Ok amor, - acepto sumisamente Ruki.
Se levantó de los brazos de su novio y salió de la habitación guiñándole un ojo, definitivamente ese enano era bastante coqueto, y eso le encantaba, siempre en cuando solo fuera con él, ya habían tenido discusiones de porque era tan risueño con el vendedor de instrumentos, con la dependienta del súper, con el conserje del departamento, y que si habla mucho con el anciano de la calle de enfrente en fin como todo chico celoso de lo que le pertenecía, según él aunque Ruki siempre le convencía de estar en error.
Ya con el novio lejos del alcance se hecho con rapidez marca diablo a buscar en los cajones de su cómoda, que sabía que debía tener algunos por allí, ya no los usaba .. Porque no los necesitaba, y para qué? Si ya tenía una pareja sana que le era fiel ... hermoso y coqueto... hablador, sensual y amiguero ... y que quizás si tuviera algunos preservativos. Siempre tendría que cuidarse en cualquier encuentro furtivo, con el extraño sentimiento de rabia e inseguridad momentánea empezó a rebuscar el gran armario del pequeño “Si, Reita es algo paranoico”, tirando sus cosas y cachivaches al suelo, queriendo encontrar una prueba irrefutable que encadenase una infidelidad inexistente.
-Reita ! Pero que haces! Dios eso me tomo horas en arreglar!- el menor había regresado chocando se con aquella imagen perturbadora a sus ojos.
-estoy buscando tus condones!! - con tono turbio, metido aún es sus minuto de idiotez
-¿Condones? ¿Estás loco Akira no tengo condones ! -
- Como que no! y que usas cuando.... "estúpido"- al ver a su novio se estrelló con la realidad que le miraba furiosa, y se dio cuenta de las idioteces que estaba pensando - eh ... Olvídalo - avergonzado trato de recoger las cosas tiradas en el suelo.
-Nada de olvidar, ahora me explicas que es eso de condones? Para que querría yo unos?- exigió el más bajo de los dos, sujetado la muñeca de Reita para captar su total atención.
-N-nada olvídalo, estupideces mías-
- Dime algo nuevo, no me digas que pensabas que yo...- parecía que la razón estaba en su contra dándole a Ruki la respuesta correcta a su interrogante, bastaba con ver como se fruncía su ceño y sus ojos afilados se agrandaban; desesperado uso lo único que podía ganar a la verdad; la otra cara de la verdad; bueno una verdad a medias...
- Leí en internet que si lo haces con dos condones es más placentero!-lo dijo tan rápido que pensó que se trabaría -y... Por eso buscaba entre tus cosas -
-..... -
-Eso era lo que estaba viendo en el portátil antes que llegaras...- confeso apenado, rayos que ese día no parecía el ruder de siempre
- tips sexuales ? ...- dijo sorprendido el menor, Reita nunca hacia eso, con la autosuficiencia que se cargaba y esa tonta timidez para aceptar ignorancia en cosas referentes al sexo, se quedó un rato divagando en la luna, En eso sonó el timbre y el Rubio aprovecho para escaparse y recibir la comida delivery que intuía que era.
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-Sabes Yuu; Reita está un poco raro- Con la oportunidad de ver a su mejor amigo en el trabajo, no se dejó la espina, de contarle lo que ocurrió la noche pasada.
- Más? Pero como abusa ese hombre- le sonrió de manera extravagante mofándose de la pareja del menor que no era santo de su devoción.
- Malo, cuando será el día en que ustedes se lleven bien - le dio una pequeña palmada por la indignación
- El día en el que solo la mención de su nombre no me genere flatulencias- le soltó con desdén, Ruki solo le sonrió de manera rendida, sabía el esfuerzo que hacían ambos cuando llegaba la ocasión de verse la cara. – Pero ya cuéntame tu drama, que para burlarme estoy-
- Pues el otro día me dijo que quería hacer el amor con doble condón ..- le conto, ignorando las últimas palabras
-Eso es bueno, doble protección así no quedaras preñado - se mofó el Moreno, con sus característica sonrisa de lado.
-No seas idiota! Hablo en serio!-
-Ok lo siento, ya ... Bueno no necesitan protección o sí? quizás tiene alguna peste..-
El menor le miro horrorizado; - No lo creo! Akira no es un... Cochino... No es infiel!- defendería lo suyo con Reita aunque sea diversión para el otro.
-umh entonces... Puede que si quería probar una nueva manera de coger -
-Si .. Pero los buscaba entre mis cosas .. Me tiro todas mis lociones! -
- Que malo! Ves lo desconsiderado que es! Ya es tiempo que lo dejes -
- Aoi a veces no me ayudas ..-
- Lo sé, pero con condón o sin él, terminaron haciéndolo o no? - pregunto el despreocupado alto.
- No - lloriqueo con sus ojillos de cachorro a medio morir- no lo hemos hecho hace como dos semanas, esto es desesperante!
-Quizás está ocupado, ya sabes no es como los aburridos matrimonios donde el tipo se aburre de su mujer y encuentra más placentera a manuela, y se la prefiere menear mil veces antes que ponérsela a la tía aburrida que tiene a su lado- resolvió fácilmente el problema el pelinegro.
-Para que te cuento estás cosas, sólo me traumas ..-
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" A ver primero son las compresas calientes " tenía una pequeña fuente con agua caliente sobre el lavabo , un par de paños a su lado, solo llevaba puesto unos Bermudas se los bajo hasta los muslos, - Bien amigo, espero seas buen chico y colabores - sumergió uno de los paños en el agua, saco y exprimió el agua dejándolo solo húmedo, cogió su miembro flácido y lo abrigo con el paño, dándole ese calor y humedad ; repitió el proceso un par de veces más, luego de retirar por última vez empezó a jalar el pene, de la base hacia la punta sin ser nada brusco. Estuvo en ese proceso, unos minutos, era algo inevitable su entrepierna estaba reaccionando, ya estaba semi-erecto; y el seguía con su trabajo; que esto era penoso si se veía desde otro punto de vista, se pensaría que simplemente se estaba masturbando y eso era un insulto, si se tenía una pareja tan sexy como la tenía.
Ya parecía que estaba demasiado contento allá abajo, estaba en duda de continuar hasta eyacular o dejarlo pasar, con una ducha podría ser;
- Reita! Ya estoy en casa!-
Mierda! Tan temprano llego " sobresaltado se quitó la única prenda que llevaba desechando las evidencias al tacho de basura, abrió el grifo de la ducha y se metió en ella, el agua fría fue un electrizante contacto con su piel febril,
-Reita? Estas ...- podía oír claramente el sonido de la ducha, suponía que estaba allí, se acercó a ver a su pareja, ingreso al baño como era costumbre estaba abierto, y pudo ver a su novio con el cuerpo húmedo y escurriendo agua ... Veía como aclaraba su cuerpo, Ruki se recargo en la puerta observando el panorama, el Rubio aún permanecía con los ojos cerrados, levanto el rostro empapado, - Es de mala educación invadir la privacidad de alguien que se está bañando- dijo cerrando el grifo, y escurriendo los chorros de su cabello, quizás estaba un poquito molesto, era su deber terminar con lo que hacía, además esto para él era un compromiso, y el siempre tan "responsable" que se le vino la mala leche.
- Un mal día amor?- Ruki se acercó hasta el Rubio, cogió la toalla que estaba en el perchero y colocando sobre la espalda de su pareja secando esas gotitas perversas, como quería tantas veces armar pequeñas peleas, enfadarse gritar pero parecía que con él era imposible.
- Para nada, mi trabajo está genial, es sólo que tú me has puesto de mal humor- espeto el mayor con ese agrio tono que ve a saber de dónde se lo saca.
- No fue mi intención, pero solucionare eso,- dejo la toalla a un lado, separándose un poco del mayor bajo su intensa mirada, se desprendió de las prendas superiores de su cuerpo - también me veras bañando, y podrás hacer lo que quieras- le siguió rápidamente las prendas inferiores, desprendiendo de esa última pequeña prenda que cubría la parte más sensible de su grácil cuerpecito, quedando como dios lo trajo al mundo se acercó con esa sensualidad única, cogiendo entre sus manos el rostro del mayor, besándolo de aquella forma que lo hacía perder de una manera tórrida, con ese cuerpo de curvas perfectas que le provocan las más insanas delirios, y embriagarse en ese perfume que desprendía su piel de seda...
“Enojarse y crear una pelea cuando se pone de esa manera es inútil, soy una simple marioneta cuyos hilos le pertenecen, soy suyo.”
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Llevaba siendo novio con Akira ya tres años, no tuvieron un principio fácil, con la paranoia que se manejaba al Rubio siempre evocaba a peleas, su relación de amigos fue más un tira y afloja siempre llevándose la contraria, y las críticas del Rubio hacia su persona siempre lo incrustaban más en sus pensamientos aunque no de manera romántica, Ruki era muy pacifista, y lleno de excentricidades siendo tan peculiar tenía mucha gente rodeándole, quien no quería regocijarse diciendo ser amigo de Takanori Matsumoto, era una monería de persona, Akira siempre buscaba llamar su atención y que así alejarlo un poco de su mejor amigo "Aoi", ese Moreno que parecía toquetearlo y ponerse encimoso en su presencia , lo cabreaba más. Reita en pequeñas venganzas siempre dejaba cortado a Ruki o burlándose de él, hasta que el pequeño en una de sus salidas para alcoholizarse le reclamo a moco tendido el porqué de su trato tan austero hacia su persona, confesándole de paso los sentimientos que provocaba en él. Reita quedo de piedra, no esperaba esa confesión, él sabía que emociones mordían su razón, la maratón que parecía participar su corazón cada vez que tenía al menor cerca, y lo incrustado que llevaba en sus venas. No desaprovecho la oportunidad con novedosa pertenencia lo beso y recorrió entero, sintiéndose estúpidamente feliz, creía que podía ser asaltado, y el ladrón podría robarle hasta los calzoncillos pero jamás esa sonrisa de oreja a oreja. Y así resumidamente fue el inicio de su relación, dando paso a citas románticas, al amor, extraños regalos, sexo, compras, paseos, viajes, sexo , vivir juntos, sexo y compenetrarse completamente.
Ruki -
Ingrese al cuarto, con toda la confianza que me pertenecía intentado sorprender a un relajado, un ocupado o quizás un bello durmiente a la espera de su príncipe, pero fue distinta la realidad, esta me golpeo de manera perversa, encontrando sobre la cama toda desordenada aquel hombre que me hacía suspirar, con ese cuerpo descubierto de toda prenda, con la piel lacerante en sudor, estaba echado con las piernas semi abiertas, y cuyos fuertes manos se perdían entre sus muslos, podía ver claramente esa tortuosa acción del balanceo de sus dedos por sobré esa carne repleta y dura, con la cabeza lanzada hacia atrás con su vista nublada y oscurecida por el placer, es lo que a mis ojos traducían este cuadro.
El sentimiento de dolor y de congoja me sometió a una parálisis completa de mis miembros, aquellas emociones emergieron como burbujas por mi garganta, transformándose en un pequeño aullido de un animal herido.
-Ruki! Qué estás haciendo acá!- fregado y molesto, el rubio olvido en el estado que lo había encontrado -podrías tocar al menos !-
Enfoco la vista en su pareja, tenía los ojos inundados con una extraña mueca, cosa que lo confundió más, no sabía la razón pero el nuevo sentimiento de culpa se apoderó de él, se levantó rápidamente acercándose a ese pequeño chico que parecía querer arrojar no sólo lágrimas, - Taka, amor te voy a explicar ...- no sabía el porqué de sus palabras pero algo si entendía, era que tenía que lograr cambiar ese rostro dolido de su pequeño, no le daba buena espina
-Porque lo haces ...- le dijo entre disimulados hipidos y con su rostro tornándose rosa por el estupor.
- No pasa nada ... Shhhh ..- quiso apaciguar el Rubio, con su voz arrastrada y tomada, abrigando con su cuerpo el del menor.
-N-no ! Porque te haces esto ! - se revolvió entre los fuertes brazos de su amante, - No entiendo! -
-no hay nada de malo, sólo la estoy meneando!- trato de excusarse, ignorando ese zumbido molesto de la vergüenza.
- Cuál es la razón! Ahora prefieres jalártela? Antes de meterla en ... es que ... Ya te resulto aburrido ? - esas palabras atacaban con cuchillas su atormentada mente, rememorando sin querer las palabras de su amigo le hubo dedicado.
-No es eso Takanori...- Intento disuadir sin argumentos al chico, odiaba dar explicaciones, pero tampoco era tan desconsiderado para no explicarse con Ruki, -no es nada malo ...y tu jamás me resultarás aburrido-
- No te creo, no te creo! Suzuki si hay problemas es mejor que me lo digas - le contesto el castaño, modula do su voz para poder entenderse -yo... Entenderé - y allí estaba ese carácter de ceder tan fácilmente, lo ofendía y desesperaba a la par, decidió aclarar de una vez la incógnita para que dejase de argumentar lastimeramente. Con un largo suspiro y haciendo tripas corazón lo soltó:
- Me la jalo para que crezca más - vergüenza, cólera y un tic en el ojo, eso era lo que sentía el Rubio, la cara del menor era todo un poema; y uno bastante malo, de donde carajos había sacado Akira esa idea?, con qué fin? Y por qué la quería más grande, para qué? Sabía de los distintos quebraderos de cabeza que tenía Akira; pero esto era bastante cómico.
La risilla no se dejó esperar, inundando su incendiada cabeza.
-Que es tan gracioso?- le pregunto enfadado arrastrando las palabras, estaba bastante avergonzado, tantas horas de investigación, el tiempo empleado en no burlarse de otros problemas al ingresar a blogs de hombres chica-pija, estimulando su virilidad a diario y soñando con darle una sorpresa a su pareja, porque sí, todo esto lo hacía pensando en esa pequeña persona al que amaba más que cualquier otra cosa y ahora todo su secreto de semanas descubierto en segundos, que dolor en su orgullo.
-Ay Akira, es gracioso lo tontito que eres- le dijo con una bonita sonrisa, que se antojaba dulce, al ver el rostro de ignorancia total de Reita continuo - seguir este tipo de procedimientos es bastante riesgoso, podrías causarte un estiramiento, roturas de los cuerpos cavernosos o provocar una estenosis, este tipo de ejercicios, no son otra cosa que tironear el pene, lo disfrazan y le ponen un nombre sofisticado logrando ponerlo de moda gracias a testimonios falsos, lo único que lograras es que se inflame o hinche un poco - completo el menor un poco más serio.
-Y tu como sabes?- contesto ya con el aura agria
-Porque soy enfermero, recuerdas?- Reita estaba seguro que Ruki habría finalizado su oración con el "tontito" por el tono de burla con la que lo pronuncio, pero su rostro ya estaba más que jodido en una mueca de enfado y decepción que no le cabía en la cara.
-Entonces en resumen soy un idiota crédulo más, que se cree la mierda que hay en Internet- lo dijo ya más enfadado consigo mismo.
-No eres el único- dijo soltando otra risilla, "que quieres decir " fue la muda pregunta que dicto la mirada del Rubio - Aoi también lo intentó, y el pobre se lastimo la uretra, y estuvo como anciano con incontinencia-
-Sufre de incontinencia!? - La curiosidad podía más, eso sí que era un chisme de primera con la que podría joder a ese pelinegro amigo de su pareja que hasta el día de hoy no se terminaba de tragar.
-Claro que no, sólo tuvo ese problema posterior al estar jalándosela como tú- le dijo con malicia recalcado la última palabra, para que se le vaya bajando el aire de querer meterse con su amigo por ese antiguo episodio.
-Ya, ya entendí, - lo dijo en un gruñido grave entrecerrando sus ojos.
- Por qué la querías más grande? - pregunto Ruki, volviendo a su postura sería, viendo con intensidad a Reita, pero este no parecía querer responder - es por mí?- un estremecimiento recorrió al más alto, afirmando su pregunta, era una gran ventaja de conocerlo tan bien, sabía leer cada una de sus reacciones y releer entre sus palabras - Rei a mí me gusta el tamaño que tienes, - se acercó más a él descansando sus brazos en los hombros del Rubio, - sencillamente por ser esa parte tuya, hace que me guste, la ame y la desee; no todo es físico, no es pienses que es más importante el tamaño ya que esa idea solo prioriza el sexo, nosotros hemos desarrollado la capacidad de relacionarnos de otras maneras, la forma, la persona, el amor. No todo es apariencia, no dudes ni tengas miedo, y .. Confía en mi - esa mirada cargada de cariño, con los zafiros dilatados, los labios blandos entreabiertos, esa pequeña imagen destruía cualquier postura y transformaba las ideas suicidas que había obtenido después de la vergüenza.
Esa eran las sencillas palabras que necesitaba escuchar, ignorando la presión de su torrente Sanguíneo.
Sin prestar atención a la reprimenda de su conciencia, cerró fuertemente la puerta que conectaba la razón con su cerebro, una vez dentro la fiera de su interior fue desatada, coloco al menor sin ningún cuidado en la cama, sentándolo en esta para desnudarlo.
Fue quitando las prendas del cuerpo de Ruki, recorrió con sus dedos su pálido pecho, observando con devoción aquellos ojos profundos y brillantes, deslizo sus manos desde su cabello hacia su rostro, con sus miradas conectadas, lo devoró con sus labios, lo celebraron volviendo el beso más rudo, fueron esas manos de seda de Ruki que retiró la única prenda que quedaba, el menor pudo permitirse recorrer el pecho marcado que se exponía sintiendo la calidez febril y los latidos desbocados de su corazón, su latir era muy violento e intenso revelando así la pasión con la que lo deseaba ..
-Ah Ruki!- Su voz era lúgubre y enredada simulaba ser más la de un hombre tomado, que vedado por el placer. Eso lo hizo sonreír, se dejó hacer quieto; mientras el otro repasaba sus manos por su cuerpo, bajando por esa piel y acercándose a su sexo besándolo de una manera tierna, caliente y tentadora.
Su cuerpo vibró con esas atenciones, esa lengua caliente y húmeda recorría cada parte dejándola ardiendo de placer, era como el toque de los dioses, y uno que no quería compartirlo con nadie.
-déjame darte placer- susurro Ruki, atrajo a Reita cazando sus labios, lamiéndolos, bajando y quemando con su aliento la piel encerada del otro, cuando estuvo a la altura de un pezón endurecido no dudo en cubrirlo con su boca, besándolo mordiéndolo, enrojeciéndolo por el trato, se enorgulleció de su trabajo y con su mirada cargada de pecaminosa lujuria se metió el sexo de Reita en la boca, el Rubio veía como ese trozo de carne que parecía tener el control de su cuerpo era tragado por esa boquita de labios sugerentes, como esos labios rosas se fruncían para crear más fricción en su glande, el débil rasgar de sus dientes lo estaban matando, la concentración de temblores estaban inflamando su virilidad,
-Tengo que poseerte ahora! -Rugió el mayor su pecho anchó subía y bajaba de anticipación, fue sellado el permiso con un beso cargado de sentimiento, Ruki permitió el encuentro de sus lenguas, suspiro en el beso, su respiración chillona, sentía el mareo placentero de excitación.
Elevo las piernas de Ruki, flexionadas contra su pecho Cogió su duro pene, penetrándolo profundamente de una manera que lo hizo gritar de placer.
Ese encuentro íntimo, real y violento solo incremento el dolor de su necesidad, fue moviéndose en su interior, de manera tortuosa quería romper ese parámetro de espera, se entretuvo embriagándose con el perfume que mezclaban sus cuerpos concentrado en su cuello, la mirada de su amante nublada y fruncida en esa mueca perversa e indescifrable; se permitió moverse e iniciar el vaivén típico en la copulación.
Podía ver pequeñas gotas de sudor en la frente de su pequeño, que recorrían su rostro mientras el entraba y salía de él, escuchaban el sonido maravilloso de sus caderas chocar , creando la sensación de sentir más caliente su interior, Reita sujetaba fuertemente sus nalgas, rasguñando y logrando un movimiento más feroz.
Débil y caliente Ruki sólo era capaz de gemir e intentar no ahogarse entre sus bocanadas por oxígeno.
-Reita!- grito con un profundo gemido y entre sus nublados ojos pudo ver la imagen de su amado como su cuerpo se convulsionada violentamente, liberando ambos el fruto de su orgasmo, dejando caer su pesado cuerpo sobre el suyo, aplastándole por un momento, luego abrazándolo y llevándolo con él a un lado de la cama.
- Me tienes que prometer algo- le dijo ya más tranquilo el menor entre los brazos de Reita.
- Sólo si prometes no mencionarlo - Dijo el Rubio, la pena siempre podía más con su voluntad.
El otro sólo suspiro levantando su cabeza que reposaba en el pecho del mayor, enfocando sus zafiros inquisidores en los de su interlocutor incitándole a continuar.
- Ok, prometo no volver a intentar hacer webadas que me puedan lastimar o dejarte sin buen sexo – contesto Reita con el tono cansado adornado de ironía. – A menos que lo descubra el método yo -
-Y yo te aseguro que si descubres el método de hacer crecer el pene, convertirías a Bill Gates en un mendigo – le sonrió, le dio unos castos besos a la piel expuesta de su pecho y mirándolo con afecto. – Te quiero mi falo inconforme-
-Yo también mi enano ama falos desventurados -
Y siguieron achuchándose buen rato, hasta que el cansancio los venció y dejaron a la somnolencia invadir.
“Si logras penetrar en su mente serás el mejor amante que él tendrá.”