Caminaba por la casa sin saber a dónde ir, se sentía perdido en un lugar tan conocido, estaba inquieto al no saber qué hacer con tanto tiempo libre, no habían ensayos, salidas, planes para conciertos, tocatas, no había nada aparte de las paredes de su casa y solo eso. Paredes con cuadros, se detuvo en su estudio y miró el cuadro de su ex mujer Audrey.
Suspiró y se sentó en el sofá de su estudio mirando el cuadro por un largo rato, recordando mil palabras de ellos, cuando se juraban amor eterno, cuando soñaban en un mañana, en una vida juntos y, qué ironía; la vida en una sola jugada le arrebató todo eso. Y como si eso fuera poco, ahora lo estaba reviviendo de otra forma.
Palpó su vientre y suspiró; nada debería ser como ahora, pensó y estaba seguro de eso. De cómo solo un poco de ‘mala suerte’ había cambiado todo, era totalmente exasperante.
Se levantó y abrió el último cajón de su escritorio, sacando carpetas, cartas y una gran caja de madera cerrada; su pasado en objetos, la condena de esos minutos. De pronto sentía como si traicionara las palabras ‘te amare para siempre, Audrey’. La carpeta contenía el acta de matrimonio, algunos documentos, cartas de cuando estaba en conciertos y la caja, la caja contenía algunas joyas de mujer y otra caja, más pequeña, de color azul satín.
—Lo siento— Susurró en voz baja abriendo la caja que contenía dos anillos, con los nombres de ambos— L-lo siento —Susurró al aire otra vez al tiempo que unas gruesas lágrimas descendían por sus mejillas— Te traicioné amor— Susurró y guardó todo nuevamente para sentarse y apretar su propio anillo, ese que tenía grabado el nombre de su esposa, entre sus dedos.
Por un largo rato dejó a la culpa rondar por su mente, como si se tratara de agujas atravesando su corazón. Limpió por completo sus lágrimas y sin darse cuenta, lentamente, su cuerpo se fue tranquilizando hasta quedarse dormido.
||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Masashi caminaba por la acera luego de haber realizado algunas compras que tenía que hacer, frutas y verduras, para la alimentación de los ahora tres.
Ingresó a la casa y alzó una ceja al no encontrarse con el rubio, buscó sala por sala y se dirigió al cuarto ya que últimamente Kamijo dormía casi todo el día.
— ¿Kamijo? —Susurró y tocó la puerta del estudio, pero nadie respondió por lo que decidió solo entrar encontrándose al menor sentado en el sofá dormido de forma aparentemente cómoda, se acercó sonriente, pero su sonrisa se esfumó de inmediato cuando vio los rastros de lágrimas en sus ojos. Frunció el ceño y las secó con sus dedos —Kamijo— Llamó otra vez intentando despertar al contrario pero solo se removió y dejo caer algo de entre sus dedos.
El azabache se inclinó hasta encontrarse con el anillo, suspiró pesado al leer el grabado con el nombre de la mujer y miró a al vocal, no pretendía –ni podía- tocar el tema tan de golpe, por lo que dejó el anillo en el bolsillo del rubio y le besó la frente. Kamijo al sentir los suaves labios en su rostro abrió los ojos de forma perezosa, integrándose de a poco:
— Hm…¿Masashi? — Susurró entre dormido—
— ¿A quién más esperas? —Susurró tomando por bajo los brazos al rubio y alzándolo con cuidado en un abrazo, al cual Kamijo respondió de forma sutil—
— A nadie —Murmuró con voz claramente cansada. Al estar un poco más consciente vio el cuadro tras ambos y se separó de forma abrupta del mayor —L-Lo siento… fue un impulso —Susurró y desvió la mirada—
— ¿Me dirás qué pasa? —
— ¿Qué? —Susurró un tanto incrédulo y Masashi se acercó a terminar de secar parte de las lágrimas—
—Eso…—Murmuró y chistó cuando escucho su celular sonar-Espera…tengo que responder-Añadió cogiendo el teléfono de su bolcillo y respondiendo-¿Hm..?¿One-chan? Hai…si…-Murmuro saliendo del estudio, Kamijo por su lado suspiro aliviado y salió del lugar rumbo a la cocina por algo de comer hasta que Masashi le detuvo en un suave abrazo por la espalda, dejando sus manos sobre el vientre del rubio.
— ¿Quién era?—preguntó sin dejar de caminar, intentando ser cuidadoso en sus pasos, frunció el ceño de forma ligera cuando se dio cuenta que no alcanzaba a ver sus pies y chistó—
— Era mi hermana, ¿Pasa algo?— Pregunto al percibir el cambio de actitud en el menor
— No es nada— Murmuro y se desato del abrazo para llegar hasta la nevera y sacar jugo— ¿Quieres un poco?—
— No, no…¿Quieres ir a dormir a mi casa? Tengo que cuidar a mis sobrinos por la noche…¿Me acompañas? No quiero dejarte solo—
— Masashi, llevo años viviendo solo, no me pasará nada estar una noche solo— Asumió mientras bebía jugo
— Además me gustaría que conocieras a Megumi— Dijo apoyando su espalda en la puerta de la cocina
— Ya conozco a tu hermana… La vi un par de veces en grabaciones y otros eventos…—
— Pero ella no sabe que eres mi pareja, mucho menos que… Bueno… Esperamos a un pequeño— Kamijo trago grueso, claro, él no tenia gente ‘cercana’ solo un par de tíos de los cuales no sabía nada hace un tiempo y tampoco le era importante saber. Pero nunca tuvo en cuenta la familia de Masashi
— Yo…N-No sé — Susurró un poco nervioso dejando el vaso sobre la mesa—
— Ella sabe que me gustan los hombres como las mujeres, supongo que solo necesito decirle, no pasara nada— Intento animar al menor y le miro interrogante— ¿Vienes?—
— Yo… Está bien ¿Ahora?—
— Si— Le extendió la mano con sutileza, ambos tomaron sus abrigos y algunas cosas para luego llegar a la casa del mayor, Kamijo se sentía curioso por todo en ese lugar, pocas veces estuvo en el departamento del azabache antes, nunca tanto tiempo como para detenerse a mirar y curiosear a su antojo, escucho la puerta sonar y mordió su labio tenso, seguro era la hermana de Masashi—
— Ya voy— se escuchó la voz del bajista y le miro pasar por su lado, al abrir la puerta alzó una ceja— ¿Yuki?— Musitó—
— ¿Masashi?— Dijo en casual tono de broma y le miro –Hola…¿Estas con Kamijo? –Preguntó mirando al contrario
— Ah… Si ¿Cómo supiste que estaría acá?— Preguntó un poco curioso, dejando que el menor pasara—
— Fui a su casa, pero no estaba, por lo cual pensé que tal vez estuviera contigo hablando algo o no lo sé, solo es un poco de lógica— Dijo y le enseño unas bolsas— Le traje algo—
— Está en la sala creo, adelante— Yuki y Masashi caminaron hasta la sala donde encontraron a Kamijo, el cual se sorprendió al ver al castaño
— ¿Yuki?— Susurro un tanto intrigado
— ¡Kamijo! ¿Qué tal estas? Sabes, te traje algo— Dijo moviendo la bolsa entre sus dedos— Tengo fans, siempre me dan chocolates pero terminan en la basura o a manos de Teru ya que a mí no me gustan, pero pensé que tu tal vez los quieras, bueno…ya sabes…el bebé— Susurró intentando no incomodar al rubio, Kamijo le miro emocionado y tomó la bolsa, al ver unos chocolates de Naranja sonrió emocionado, hace días quería pero no se atrevía a comprar o pedir.
— Yuki eres genial— Exclamó y le abrazó fuerte por un impulso— ¡Muchas gracias!— Dijo y se separó para sacar un pedazo de chocolate y comerlo— Te adoro— Añadió con una amplia sonrisa en sus labios, Masashi les miró y realizó una leve mueca de incomodidad. Por el otro lado Yuki estaba un poco sorprendido ya que pocas veces había recibido un abrazo tan efusivo de Kamijo, se sentía un poco extraño—
— Bueno…Ya me iré, solo venia por eso, además no quiere interrumpir, nos vemos— Susurro realizando una corta venia y alzando una mano para luego salir. El rubio por su lado estaba sentado comiendo chocolates, sonriendo amplio cuando a los minutos después se escuchó la puerta, Masashi suspiro y se dirigió hasta esta.
— Oni-chan— Saludos de forma alegre una mujer, con un niño en los brazos y otro pequeño de su mano— ¿Qué tal todo?— Dijo animada— Me encantaría pasar sabes pero en verdad estoy muy apurada…— Susurro pasando a un pequeño de tres años a los brazos de Masashi
— Oh…C-Claro— Dijo cargando al niño y luego recibiendo un pesado bolso de la mujer— ¿Qué es esto?—
— Son dos cambios de ropa, por cualquier cosa, comida, juguetes, un biberón para Kichiro, aunque ya comieron, tu sabes, les puede dar hambre, una libreta con números, el mío, el de mi esposo, emergencias, hospital—
— Ya, ya… Lo sé…Megumi tranquila yo lo sé, estoy acostumbrado— Musitó intentando tranquilizar a la mujer—
— Lo sé Masashi, pero no me discutas, me preocupo, bien muchachos me voy, Kichiro mi bebé— Susurró y le beso la frente— Ten buenas noches, Takeru…— le besó la mejilla— Te portas bien…y Masashi, muchas gracias— Sonrío ante lo último y le besó la mejilla— Nos vemos mañana a medio día, los quiero pequeños— Dijo para luego casi correr, Masashi suspiro y un pequeño de unos nueve años le jalo la ropa—
— ¿Puedo ver televisión?— Dijo un poco emocionado y Masashi frunció un poco el ceño, bromeando en que lo estaba pensando—
— ¿Qué diría tu mamá?— Preguntó curioso cerrando la puerta—
— Que no— Hizo un pequeño puchero y miró el suelo—
— Ya vete a ver, pero te pones pijama y en mi cuarto, porque Takeru seguro dormirá en el otro cuarto, parece cansado— Susurró moviendo un poco al niño—
— ¡Hai!— dijo el pequeño entusiasmado corriendo hasta el cuarto, Masashi le miro y rio en voz baja mirando al niño de tres años que estaba en sus brazos— Takeru— susurró pero el pequeño ya estaba dormido, caminó hasta la sala para ver al rubio que se encontraba sentado— Megumi para mañana… Dejare a Takeru en la cama y regreso— Susurró en cortante para ir a dejar al niño—
— Claro— Susurró un poco extrañado por el comportamiento de Masashi, se levantó y para luego probar otro chocolate justo cuando Masashi ingresaba al cuarto— ¿No quieres?— Dijo amable el menor extendiendo uno—
— No— Dijo un poco tajante y le miró— Iré a mi cuarto, ¿vienes?—
— Ah…— Le miró alzando una ceja— ¿Paso algo?—
— Nada—
— ¿Seguro?— Inquirió dejando el dulce de lado y buscando la mirada del azabache—
— Hm..— Retiró la mirada y comenzó a caminar
— Si no me dices que pasa no puedo saber— Susurró un poco fastidiado el vocal, cruzando sus brazos y mirando serio— Mejor me largo—
— No tienes automóvil acá, está lejos y es de noche—
— Si actúas de ese modo no me pienso quedar— sentenció un poco dolido Kamijo—
— ¿Y qué se supone que pasa ahora? — Dijo el azabache algo cansado de aquella actitud mirando al rubio por sobre su hombro—
— Pensé que dormiríamos juntos, abrazándonos…pero no se qué mierda te ocurre—
— Si quieres abrazar a alguien creo que Yuki te ayuda con gusto —Dijo ensañándose sin medir sus palabras— Deja de actuar como una princesa ¿Quieres?— Añadió perdiendo casi por completo el razonamiento y el control de sus palabras, el silencio se volvió incómodo, por un momento había olvidado el estado de Kamijo, se volteó por completo, encontrando al rubio con los puños cerrados de manera fuerte y su mirada escondida en el flequillo, buscando de esta forma ocultar la angustia que le habían hecho sentir aquellas hirientes palabras—
— ¡Que te quede claro que no soy una princesa! ¿Estás celoso? ¿Es eso? Da igual, si gustas de una princesa vete con Hizaki o si no es el caso Teru te ayudara ¿No eres tan cercano con ambos? Me largo— Dijo firme, caminando hacia la entrada, Masashi le tomó de la muñeca con fiereza, la situación ya era lo suficientemente acalorada y ninguno de los dos medía ya muy bien sus actos y palabras. Le sostuvo con fuerza y le puso fuerte contra la pared — ¡Duele!— Chilló el vocal molesto forcejeando con el bajista y aquellos ojos negros enfurecidos, que no tenían intenciones de soltarle—