El rubio no encontraba la manera de responder y/o evadir el tema, por lo que termino diciendo:
—Yo..etto… Sí —Dijo incómodo mirando a la mujer e intercambiando miradas cortas con su pareja.
— Kamijo ¿Quieres algo de comer? —Interrumpió el azabache mirando de reojo al rubio.
—No me siento muy bien para comer algo aún— Respondió mirando el suelo y sin saber que hacer, cubrió un poco de su vientre con la ropa.
—Kamijo, siéntate— Dijo el mayor dejando los platos limpios, tomando otras cosas. El vocal de inmediato se sentó jugando con sus manos bajo la mesa, pasando estas por su vientre.
—Megumi…— Susurró Masashi apoyando su cintura en un mueble de la cocina para mirar a su hermana intentando pensar bien en que diría, “sutil Masashi, tienes que ser sutil” se repitió internamente, un par de veces y luego dijo en voz alta— Estoy saliendo con Kamijo— Dijo tajante.
— ¿Saliendo?— Dijo sorprendida la mujer alzando una ceja. “Mierda… Soy malo con lo sutil” recordó.
— Si estamos saliendo, somos…Pareja por así decirlo— Dijo de forma más fluida. La mujer analizó al rubio con la mirada; este bajo la cabeza, intentando no sentirse de ese modo.
— ¿C-Cuanto llevan?— Dijo la mujer, dirigiéndose esta vez a Kamijo, quien parecía algo ido.
— No…No…bueno…Nosotros…—Susurró tenso— Como…4 meses— Concluyó por fin.
— Oh, es… es…— Murmuró la chica sin saber qué decir para luego mirar a su hermano y levantarse, hasta quedar a su lado— ¿Cuánto…tiene? —Preguntó curiosa apuntando el vientre del menor, Kamijo le miró un poco enojado, le trataban como si él no estuviera ahí.
— Como, seis meses y algo ¿No Kamijo?—.
— Sí, eso mismo— Aseguró algo enojado.
— ¿Por qué… Tiene más de…Bueno eso…Que de pareja?—.
— Porque nos juntamos por eso mismo— Explicó el mayor y una mirada fulminante del rubio le hizo reaccionar a sus palabras, se dio la media vuelta y siguió guardando las cosas. Megumi se dio cuenta de aquello y saltó de la nada hasta quedar a un lado del rubio.
— ¡Tengo cuñado! — Exclamó sorprendiendo a ambos hombres— Uno muy lindo, es envidiable— Susurró la mujer haciendo un puchero, mirando a Masashi de reojo.
— Es mío— dijo Masashi con voz cortante y la mujer rio.
— Eres un celoso, no te lo quitare, amo a mi esposo, por cierto ¿Qué será?— Preguntó tocando el vientre de Kamijo, quien sobresaltándose le miró incómodo. Masashi y su hermana sin duda eran totalmente diferentes.
— Ya, ya está, Megumi… Calma lo incomodas— Dijo Masashi abrazando a su hermana por la espalda y quitándola de a un lado de su pareja.
— Es niño— Rió en voz baja Kamijo—Yuuichi— Dijo con una leve sonrisa. Mientras el azabache soltaba a la mujer.
— Bueno eso explica por qué tienes puesta la ropa de mi hermano— Kamijo bajó la mirada ante el comentario y el rubor se presentó en sus mejillas, mordió su labio y Masashi rio en voz baja.
Pasaron el rato hablando, hasta que la mujer se retiró, habían hablado bastante, ya había pasado gran parte de la tarde, de hecho ya eran cerca de las cinco. Kamijo estaba sentando entre las piernas del azabache quien acariciaba reiteradas veces el vientre de su pareja.
— Kamijo— Murmuró en su oído dando un beso, Kamijo se removió, un poco avergonzado, había estado un par de horas compartiendo mimos con él y ninguno estaba acostumbrado a eso, pero en parte a ambos le gustaba.
— ¿Uhm…?— Se quejó en voz baja y le tomó las manos.
— ¿Estás bien con lo nuestro?— Preguntó con voz seria sin soltar al contrario.
— Claro, ¿Por qué lo preguntas?
— Por… bueno sin querer vi los anillos— Dijo con voz calma, Kamijo se tensó y se removió un poco— Sé cuánto la amabas…—
— Yo… Es fuerte y no quiero hablar de eso, mejor quiero salir un rato a despejarme—
— Algún día tenemos que hablar de esto—
— Lo sé, pero hoy no, quiero salir y distraerme ¿Me cumples el gusto?— Rio en voz baja y le miró con una suave sonrisa. Masashi le miró serio, no estaba seguro desde cuando esa sonrisa le provocaba y engañaba tanto como para decir que sí. Tal vez el sentimiento había crecido en el tiempo de estar juntos y eso le afectaba mucho.
— Siempre te cumplo los gustos— Respondió para luego besar con cuidado sus labios y apretarlo un poco entre sus brazos.
— Uhm...¡Masashi! — Se quejó con una leve risa apretando sus manos—Ya… ¿Dónde iremos?—
— Príncipe, usted quiere salir, yo no se donde—
— Sabes, necesitamos ropa de bebé…Y… Luego yo no pienso salir más, mi… estómago ya está muy grande, supongo que esta será una de las últimas veces que iré antes de que Yuu nazca—
— Tienes razón, pasaremos a tu casa por ropa y llama a Teru— Comento separándose de a poco.
— ¿Llamar a Teru?— Alzó una ceja el rubio sin comprender—
— No preguntes, pero es Teru, quiero decir… él sabe dónde conseguir cosas de bebés y… No pienso recorrer todo el centro, tú menos ¿O sí?
— Caminar todo el centro o soportar a Teru— Murmuró un poco afligido— Centro…
— Pero luego te quejarás conmigo, así que llevamos a Teru. —Kamijo gimió derrotado abultando un poco sus labios de manera inconsciente.
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Había pasado un rato y al final de media hora se habían juntado a las afueras de uno de los centros comerciales de la ciudad.
Teru caminaba y sacaba prendas de manera aleatoria, mostrándolas al rubio, ya habían comprado unas cuantas cosas, muchas, al parecer de Kamijo y pocas, según Masashi y Teru.
—¡Mira esto! —Exclamó mostrando un pequeño traje de color negro con orejas de gato- Seguro lucirá como Masashi —Dijo modelando el traje con sus manos, el mayor frunció el ceño y miro hacia otro lado, mientras Kamijo, tomaba el traje y lo metía a una cesta donde había más ropa.
—Sí, será un pijama, ahora no falta nada ¿O sí? —Preguntó el rubio cansado.
—Frazadas de bebé, un par de gorras y creo que… manoplas…para su manitas.
—Sí, sí…pero, me sentare un poco ¿Bien? —Susurró agotado el rubio, caminando despacio.
—¿Kamijo? ¿Estás bien? —Preguntó Masashi, tomando del brazo al rubio.
—Me siento… mareado —Confesó, frotando sus ojos.
—Estás rojo —Dijo Teru, preocupado tocando la mejilla de Kamijo —Parece que tienes fiebre.
—Tengo un poco de calor.
—Quítate el abrigo —Sugirió Masashi, y el vocal de inmediato negó con la cabeza.
—Se notará mi vientre. —Gruñó molesto quitando todas las manos que ahora tocaban su cuerpo.
—Es la salud de ambos, quítate eso Kamijo. —Le regañó Masashi tomando con cuidado el cierre del abrigo que ocupaba su pareja.
—Quítame tus manos de encima ¡Estoy bien! —Dijo exasperado dando media vuelta y caminando hasta el mesón de pago, cancelar las cosas y salir a una banca del centro comercial para dejarse caer en el lugar, tomando una gran bocanada de aire.
Masashi junto a Teru le siguieron de cerca cargados de unas cuantas bolsas cada uno.
—¿Quieres algo de beber? —Preguntó Teru dejando las cosas a un lado de Kamijo. Le era preocupante ver a su compañero y amigo de esa forma, sabiendo de su condición.
—Suena bien…Por favor—Pidió dejando escapar un corto jadeo de sus labios. Teru se retiró, caminando seguramente hasta una fuente de sodas cercana.
—Kamijo, eres profesional y todo eso, pero si no te quitas el abrigo te sentirás peor —Criticó el azabache, de pie junto a él, acariciando de manera inconsciente el cabello de su pareja.
—Acompañame al baño, necesito sacarme esto un poco y ahí no me verá nadie —Dijo Kamijo tomando las cosas del lugar y caminando hasta uno de los baños de las partes traseras, baños que nadie solía frecuentar.
Dejó las cosas en el suelo y se apoyó en una de las paredes, desvaneciéndose un poco. Masashi sin perder tiempo comenzó a quitarle el abrigo, quitándoselo luego y dejando a Kamijo con solo una pequeña camiseta de color negra, apretada a su cuerpo, su vientre era más que evidente, esa era la principal razón por la que a pesar de todo, comprendían al vocalista.
—Kamijo… Kamijo ¿Estás bien? —Preguntó preocupado el bajista al notar al rubio aún afirmado de la muralla, con la mirada en el suelo, sin moverse demasiado. Le acaricio las mejillas, con cuidado lo sentó en el mueble de mármol a un lado del lavabo acariciando luego su vientre.
—Lo siento… Estoy mareado. —Se disculpó y tomó aire mirando el lavabo de reojo.
—Quédate acá… No te muevas —Ordenó Masashi y sacó un pañuelo de bebé, que acababan de comprar. Lo tomó y empapo con agua fría, para luego ponerlo sobre la frente del vocal.
—Mucho mejor —Aseguró dando un suave suspiro, apoyando su espalda en la pared fría tras de si.
—No vuelvas a esperar hasta el último segundo para decir que te sientes mal ¿Te ha quedado claro? —Regañó Masashi de manera firme y antes de recibir cualquier respuesta, le besó con cuidado los labios, apegando su cuerpo en un cálido abrazo, sin hostigar demás al rubio, pero buscando demostrarle que solo quería velar por él.
—Lo siento… —Murmuró todavía casi rozando sus labios después de haber cortado el beso. De pronto sintieron un flash, no era para confundirse, llevaban años de estar expuestos a ellos; sobresaltados, voltearon mirando hacia la puerta.
—Linda forma de dejarme solo —Dijo Teru, afirmado en el umbral de la puerta haciendo un suave puchero, cruzándose luego de brazos —¿Por qué no me dijeron que sí estaban juntos? —Preguntó en tono de evidente molestia.
—Teru —Comenzó el vocal— ¡Borra eso! ¡No es lo que crees! —Exclamó Kamijo, sin querer evidenciar del todo su miedo, después de todo era Teru y quizás que cosas podría –por mucho que no fueran intencionales- llegar a hacer que pasasen con esa foto.