El sol tenía media hora de haberse asomado, y un joven caminaba tranquilamente para comenzar una nueva etapa en su vida, la universidad. Su nombre era Eitaro Shimori con 18 años recién cumplidos, de cabello negro azulado en corte desfilado y pelos medianos, ceja delgada y oscura, ojos pequeños y azules, pestañas largas, nariz pequeña, boca ancha y labios carnosos, de estatura alta 1.80, le gustaba ejercitarse un poco en las mañanas por lo cual su cuerpo estaba levemente marcado.
Tenía un carácter gentil, necio cuando quería algo, y enojón en pequeños momentos que podían durar no mucho,…bueno dependía a veces la situación, ¿enamoradizo? No, no lo era, y cuando alguien le gustaba se lo decía y ya, y es que en verdad aun ni siquiera había descubierto lo que era amar a alguien y no solo querer por 1 mes o 2 años. Había tenido muchas novias desde la primeria era un popularcillo y hasta la fecha lo seguía siendo, su mirada y su gentileza eran las armas principales que lo ayudaban a ello, y bueno también le iba bien en las clases por su propia cuenta.
Media cuadra quedaba para la llegada a la universidad, los nervios de nuevo alumno le comenzaban a pegar en la boca del estomago algo que un buen o unos buenos suspiros arreglaban. Paso su mano izquierda por su cabello peinándolo de lado para alejarse los flecos que se entrometían por encima de sus ojos. Empezaba a visualizar a los estudiantes que como el iban llegando y así a lo lejos logro ver una melena alocada y morada y otra de un corte más ‘’relajado’’ y en color café.
- Hey!! Al fin llegas!!!
- ¡!Eitaro!!
- ¡Nami Aturdes!
El aludido sonrió ahí estaban sus dos mejores amigos y casi por decir únicos, era popular y tenia conocidos pero amigos solo ellos dos.
Uno de ellos era Nami una chica de cabello negro con tinte morado en capas y desfilado hasta la mitad del cuello, ceja delgada, ojos almendrados de color negro, pestañas rectas sin mucho volumen, nariz pequeña, boca ancha de labios delgados, de estatura mediana, cuerpo delgado pero torneado de tez blanca y busto mediano.
El otro era Agustin, un chico pelirrojo con peinado Mohicano, de ceja delgada y ojos grandes de color verde, pestañas largas, nariz pequeña, boca ancha de labios gruesos, un tanto más alto que Eitaro, cuerpo atlético y bien torneado, tez blanca.
- Hay cállate tu feo.-
Contestaba Nami a Agustin quien le hacía muecas, le encantaba fastidiar a la chica quien se desvivía por su amigo Eitaro.
- Porque tardaste tanto, creí que no vendrías a tu primer día –
- Pero si todavía es temprano.-
Nami había iniciado el paso a la escuela seguida de Eitaro y Agustin.
- Temprano lo será en tu mundo. Por cierto Men… ¿viste el juego de ayer.?, no creía que perdieran los osos, pero tenía que fallar ese estúpido de Yamato-
- Ya lo sé, te imaginas si apostara, creo que ya ni siquiera estuviera aquí, lo más seguro es que me estuvieran rompiendo las piernas por no poder pagar –
Nami se dedicaba solo a escuchar a los chicos hablar, mientras le seguían por reflejo, si ella quería los podía llevar a otras instalaciones de la escuela y ellos la seguirían sin siquiera percatarse de ello. No mientras siguieran con el tema de los deportes.
- Jajaja, eres un estúpido, si te pudres en dinero, que seas tacaño es otra cosa.-
- No soy tacaño, solo porque no quise pagarte esa apuesta tuya no significa que lo sea, además, deberías agradecerme-
- A caray… ¿y cómo por qué?-
- Porque gracias a mi, eres tu quien sigue con sus dos piernas.-
- Cállate, si gane la apuesta….o bueno hubiera ganado, ese día ….solo ese día, estúpidos osos y su estúpido Yamato maricon.-
- Bueno niños ya cállense, platiquemos de algo más entretenido.-
Habían ya llegado al salón, tomando cada quien su lugar uno tras otro y Nami en la siguiente fila a un lado de ambos.
- No vamos a hablar de muñecas Nami-
- A mí no me gustan las muñecas, hay muchos temas, hablemos de estas ricas y largas vacaciones pasadas,…como yo por ejemplo…. Hice esto para ti Eitaro.-
Le extendía un portarretratos con un sapo como diseño que sostenía una flor de la que saltaba la frase Amigos con la foto de ellos tres que había sido tomada días antes de salir de la preparatoria.
- Hey ¿ y a mí no me hiciste nada? –
- Claro que si Agustin….ten –
Le daba un pequeño sapito hecho de porcelana fría con un cartelito que de igual manera decía amigos.
- ¡Hay mira qué bonito!..... ¿y la fotito?-
- No se la pude poner, ni siquiera me salió así de chiquita.-
- Bueno ni modo, gracias Nami.-
- Si gracias Nami. –
Le sonrió Eitaro logrando que la chica se sonrojara y justo cuando iba a agregar algo mas el maestro entro al salón de clases, comenzando a presentarse.
Y después de 1 hora termino aquella clase básica de los primeros semestres. Y como aun faltaban unos minutos para que el otro maestro se presentara, Eitaro y Agustin salieron del salón yendo a la máquina de bebidas que quedaba a unos cuantos salones mas de lado de las escaleras que subían a los salones donde los alumnos de 5to semestre en adelante se ubicaban siendo el tercer piso donde estaban los de los 3 últimos semestres siendo el octavo, noveno y decimo semestre los más altos.
- ¿Has pensado que vas a escoger siempre de carrera.? –
- La verdad no, ….aunque veterinaria me sigue llamando mucho la atención.-
- Hmm…. Yo por más que quisiera esa, simplemente no puedo.-
- Lo sé,….jajajaja, ya me imagino en vez del perro tu serias quién ocuparía atención -
- Ni que me digas,…así que creo que seré…seré…no lo sé la verdad – rasco su cabeza.
- Bueno aun tenemos mucho para escoger. –
- Así es…-
Varios estudiantes que también estaban en espera de su maestro paseaban o platicaban fuera de los salones, así hasta que repentinamente un grupo más grande entraba, eran los estudiantes de los siguientes grados que apenas comenzarían su horario de clase.
- Espérate ya viene Helena.-
Decía un alumno a otro quedando a lado de Agustin y Eitaro, quienes voltearon a donde los otros jóvenes esperaban la entrada de esa tal Helena.
La verdad no sabían ni por qué lo habían hecho pero ahí estaban paraditos cual soldados
- ¿Qué es lo que esperamos exactamente?
Le pregunto Agustin quien no recibió respuesta alguna.
- Ahí está,….. –
Ambos prestaban atención, sin darse cuenta que otros muchachos estaban como ellos, admirando a la mujer que ya estaba en la puerta, siguiendo su camino como los demás para subir a su salón.
Ella era hermosa, tal vez carecía de curvas y busto, pero tenía unos hermosos y grandes ojos verdes con pestañas largas que al parpadear parecían abanicar.., ceja delgada, labios de textura suave y apetecible color rosado, piel tersa y blanca, cabello rosa y largo en capas hasta los hombros si no es que un poco más, con un flequillo que tapaba su frente. Sus ropas no eran como las de muchas o por decirlo ‘’Normales’’ era más bien como el de las muñecas de porcelana con encajitos y todo…El vestido de top blanco con un sutil moño café la falda en mismo color del moño, calcetines largos en blanco y zapatos como de “niña” en color café.
- ‘’parece muñeca’’ – pensaba Eitaro habiendo quedado embobado, siguiendo con su mirada a aquella joven hasta que la perdió por las escaleras.
- ¿Hey que se supone que están haciendo?
- ¿Eh? – ambos muchachos salieron del trance girándose para ver que tras de ellos estaba Nami quien se había cansado de esperarlos en el salón.
- ¿Que no solo venían por un refresco?, la siguiente clase ya está a punto de empezar y ustedes ni sus luces… ¿y bien? ¿van a comprar algo si, o no?
- Dios pero que insoportable eres, ya se me había olvidado – Agustin se fastidiaba rápidamente de la actitud enfadosa de Nami y luego entraba Eitaro para calmarlos o seguro terminarían peleando.
- Ya los dos. – mando una mirada seria a ambos quedándose viendo a Nami al final. – discúlpanos Nami es que entro una muchacha….muy bonita por cierto. – Nami suspiro pesadamente-
- ¿Y eso qué?
- Pues…
- Pues nos le quedamos viendo y ya, caray resulta que no podemos distraernos un poco. –Agustin saltaba nuevamente –
- Pero es que si quiera me hubieran dicho que se iban a tardar y… hay hagan lo que quieran ni que fuera su madre. –
- Exacto no lo.. -
- Basta ya Agustin. – lo interrumpió Eitaro. – ya compremos y ya vámonos o se va a molestar todo el día, tenemos mucho sin vernos como para iniciar así nuestro encuentro. –
- Es que me estresa que sea así,… pero bueno tienes razón total es Nami jajá-
Rieron ambos, y después de haber comprado cada quien su bebida más una extra para la peli violeta, quien molesta se les había adelantado. Al entrar al salón la vieron ya en su pupitre aunque ella no les dirigía la mirada. Su mente era un mar de pensamientos proyectados hacia el culpable de sus tristezas, alegrías y sueños etc..
- Nami… Nami. –
Y ahí lo tenía frente a ella lo veía y por momentos le gustaría estrangularlo por fijarse en otras y no en ella… pero ni siquiera eso podía hacer.
- ¿Que?- atino a responder con un tono de molestia.
- Toma, de naranja como te gusta.
- ….gracias. – estiro su mano temblorosa tomando rápidamente la soda
- Hmm haber si no te da más frio…
- O no , no,… no te preocupes y perdón… a ambos – miro a Agustin quien veía hacia otro lado restando importancia de aquello.
- Relájate que te harás vieja pronto jajá.
- Shh calla Eitaro no me digas eso.
Ambos rieron para ser invadidos rápidamente por el silencio que en aquellos momentos inundo el salón, hasta que Agustin comenzó a rayar las ultimas hojas de su cuaderno siendo el lápiz el único que se escuchara.
Nami comenzó a sonrojarse y por supuesto que Eitaro noto aquello, arqueando su ceja para después de un largo sorbo volver a posar su mirada sobre los ojos de Nami quien se ponía peor de nerviosa.
- Vaya si que me estas preocupando… ¿no te irás a enfermar?
- Eh….. – se desilusiono – no,….no como crees,…- rascaba su nuca. – estoy bien…-
- ….oye Agustin, ¿viste ayer el partido.?
- ¿Cual? – el pelirrojo no quitaba su mirada de su cuaderno –
- Cabron, espérate a que pase una semana para que comiences a rayar los cuadernos, ni creas que te daré hojas luego. –
- Tss cállate que es MIII cuaderno. Y ni quien te pida hojas. –
Y así los dos comenzaron su plática-pelea. Dejando nuevamente a Nami a la deriva de sus pensamientos….
Continuara.....