Capitulo 5: Nuevos sentimientos
Un preocupado Severus miraba a Harry tirado en el suelo, después de su clase de Oclumancia, el chico estaba agotado, todavía no podía controlar bien este asunto y cada vez que intentaba impedirle a Severus que viera algo importante, terminaba muy agotado.
-¿Estas, bien?...-le pregunto su profesor con un tono que reflejaba angustia.
-Sí, si lo estoy- mintió el chico intentando pararse del suelo, el hombre que tanto había odiado alguna vez ahora lo ayudaba a sentarse en una silla porque él era incapaz de hacerlo por su cuenta.
-Creo que será mejor dejar esto hasta aquí.
-Claro...-el chico descanso unos minutos mientras que su profesor ordenaba el despacho, cuando se sintió con las energías suficientes para irse de aquel lugar no lo pensó dos veces y se paro, recogió su mochila pero un brazo lo detuvo antes que atravesara la puerta.
-¿Va a verlo?...
-¿A quién?-le pregunto Harry muy confundido.
-Ya sabe...al padre de su hija...-al viejo hombre le dolía el saber que su querido Harry no le pudiese corresponder.
-¡¿Qué?!...¿Cómo?..., Severus yo no tengo ninguna pareja, además eso no te incumbe.
El joven mago había logrado deshacer del brazo que lo tenía prisionero, pero el dueño de ese brazo cerró la puerta mediante magia haciendo imposible que el muchacho saliera de allí.
-Claro que es de mi incumbencia, ¡después de todo soy tu profesor!
-Pero eso no le da el derecho de interferir en mi vida privada.
-Claro que si...yo solo quiero que no se meta en líos, además me temo que su hija es solo una problemática, estoy seguro que su padre es igual...-Snape estaba disfrutando esto, el solo quería a Harry para él, no lo quería compartir, necesitaba estar a su lado y que nadie se lo arrebatara.
-¡Como se atreve hablar a si de mi hija!-a Harry le parecía muy cómica esta situación, Severus se estaba insultando a si mismo pero claro el no tenía idea.
El pocionista estaba a punto de robarle un beso a Harry pero este se le adelanto, sus labios eran suaves, aunque no eran gruesos le causaban mucho placer al muchacho, el beso se prolongo hasta que ambos quedaron sin aliento, sin pensarlo dos veces sus labios se volvieron a unir prolongándolo aun mas que el primero, cuando terminaron, el muchacho se había sonrojado y el viejo hombre mostraba una satisfactoria sonrisa de triunfo.
-Espero verle a la misma hora la próxima semana-dijo y la puerta se abrió para que Harry se pudiese ir.
-Claro, profesor...-dijo muy ruborizado el chico, salió del lugar.
Estos nuevos sentimientos que estaban creciendo en su corazón lo tenían muy abochornado, nunca se pudo imaginar cómo serian los labios de Severus, su Severus. Necesitaba contarle a alguien, se sentía como una niña... iba a hablar con su mejor amiga sobre su primer beso... lo invadió una rara sensación al no poder asimilar que estuviera pensando en eso.
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Ya habían pasado unos días desde aquel beso y aquel día tocaba pociones, Harry se levanto un poco asustado, cuando bajo a tomar desayuno sus amigos notaron lo pálido que estaba, se preocuparon por el pero el joven insistió que era solo un simple resfriado, ya no se sentía como una niña, ahora la conciencia se lo comía vivo.
-¿Qué me dirá, qué hará cuando me vea? ¿acaso todos notaran lo que sucede entre nosotros?
Cuando entro al aula de pociones, se sentó en su lugar junto a Hermione, cuando el profesor de pociones entro al aula, todos guardaron silencio, comenzó su clase de forma usual y restándole puntos a Gryffindor de vez en cuando, Harry no se pudo concentrar en la clase, se preguntaba si Severus lo estaría mirando y de vez en cuando levantaba la mirada hacia el profesor pero se daba cuenta que el solo se limitaba a hacer su trabajo; al finalizar la clase Harry tenía un desastre como poción, se suponía que debía tener un color cobrizo y oler a almendras pero en vez de eso tenía un color negro y olía a estiércol, el profesor se dio cuenta de eso y con una mirada maliciosa le ordeno al muchacho quedarse después de clases para “conversar”.
-Muy bien, ya todos pueden irse, claro menos tu Potter.
-¿Para qué me pidió que me quedara profesor?-le pregunto Harry que se había ruborizado un poco al haberse quedado solo con él.
-Para que me explique porque su opción a quedado así-dijo señalando el caldero que aun tenia la extraña sustancia.
-Estuve muy distraído y no me pude concentrar.
-¿No se pudo concentrar?-diciendo esto se paró de su silla se acerco al caldero e hizo desaparecer la sustancia desconocida.
-Creo que tampoco podía sacarme el ojo de encima-Harry se puso totalmente rojo, ¿acaso Severus pudo ver que él lo observaba? se había petrificado en la posición donde se encontraba y el profesor de pociones aprovecho para acercarse cada vez hasta donde Harry se encontraba, cuando estuvo de pie frente al joven pudo sentir como el alma se le escapaba por los nervios, Severus había tomado la barbilla de joven mago para que pudiese mirarlo a los ojos.
-Quiero verlo hoy aquí, después de cenar, venga con su capa para que nadie pueda verlo-y le dio un pequeño pero muy placentero beso -Ya se puede retirar-dijo cuando se volvió a incorporar en su silla.
Al terminar la cena, Harry corrió hasta su cuarto donde tomo su capa y se apresuro a ponérsela para que nadie pudiese verlo aprovechando que había sido el primero en subir, se apresuro lo mas que pudo en llegar a la oficina de Snape, cuando estuvo frente a la puerta la toco un poco ansioso.
-Pase...-dijo Snape, la puerta se abrió dejando pasar al chico, una vez la puerta cerrada este se saco la capa.
-¿Para qué me hizo venir, profesor?-dijo tímidamente el chico.
-Porque quiero hablar con usted- Snape se paro frente a Harry lo sujeto por la cadera haciendo que se acercaran lo más posible.
-He esperado demasiado para no querer hacerle esto-lo beso con la misma pasión que la noche anterior, cuando ya no pudieron continuar por la falta de oxigeno se separaron un poco para continuar hablando.
-¿Porqué cuando me toco pociones en la mañana usted me trato de la misma forma?
-Por qué se supone que las relaciones profesor-alumno están prohibidas y además si me decía a mi mismo que todo seguía “normal” no sería tanta la tentación de haberle robado unos cuantos besos durante la clase-Harry se sonrojo y el esbozó una sonrisa.
-Me gustaría conocerlo más, quiero saber todo de usted y no dejarlo ir nunca.
-Yo digo lo mismo-en ese momento a el profesor le comenzó a doler la marca y entendió que su señor tenía algo que decirle, el muchacho noto esto.
-Severus, por favor quédate, no vallas con él-le dijo con un tono de suplica.
-Lo siento pero si no voy podría sospechar de algo, será mejor que te vayas.
-¡No, no me iré te esperare aquí!- Harry se separo del mayor y se sentó en un sofá.
-Bueno pero si te descubren andando por los pasillos de noche yo no me opondré a algún castigo-tomo su capa de viaje, guardo su máscara y sacando su traslador de bolsillo, desapareció de su oficina y pudo ver la gran mansión Riddle.
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Harry no pudo ganarle al sueño y sin mayores problemas cedió frente él. Podía sentir el cálido aire del verano, podía sentir como toda la tranquilidad pasaba junto a él y se depositaba en cada paso que daba en su esencia, se sentía tranquilo y feliz... todo se nublo, el viento se sentía pesado, caía la lluvia como pétalos que raspaban, el suelo se volvía rojo pero no lloraba, no podía, sabía que si lo hacía todo se perdería que toda su esencia desaparecería que todo de él se volvería humo que se desvanecería en sus manos...
-Harry, Harry, despierta vamos despierta...-frente a Harry estaba por quien tanto estaba anhelando, Severus.
-Lo siento, me he quedado dormido.
-No importa, ven quiero mostrarte algo.
-¿A dónde quieres ir?
-Solo sígueme...
Ambos fueron caminando hasta los límites de los terrenos del colegio, caminaban muy juntos, el chico sabia que algo no andaba bien, tenía miedo, el miedo empezó a apoderarse de él y no podía correr de vuelta al castillo o sacar su varita para defenderse, era ese mismo miedo que sintió en su sueño.
-Severus, ¿a dónde me llevas?
-Lo siento mucho padrino pero no dejare que nada le pase a Eli...
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La mansión Riddle siempre le pareció un poco sombría pero no se podía quejar, siempre que pasaba por ese gran umbral se acordaba que todo esto lo hacía por Harry: la humillación, el dolor, la tristeza, todo solo por ver sonreír al chico.
Su señor lo esperaba para comunicarle lo típico aunque su atención estaba más allá de lo que el lord le decía, pudo ver que Eli, quien se sentaba a la derecha de Voldemort durante las reuniones, tenía los ojos rojos como si hubiera llorado recientemente, no sabía porque pero le preocupaba, le preocupaba mucho...
-Y que dices Severus, ¿nada nuevo que reportar?
-No, mi señor, nada nuevo.
-...Muy bien, pero antes de irte debo decirte que por el momento ya no me servirás más de espía, quiero que te mantengas a la raya de todo por unos meses.
-Claro, mi señor pero puedo preguntar ¿a qué se debe este cambio?
-Nada que sea de tu importancia, Severus, ya te puedes ir.
-¿Severus, me puedes acompañar?-le dijo con voz quebrada Eli.
-Claro, no hay problema...
La chica lo guio hasta una habitación que se encontraba casi al final de la mansión, cuando entraron saco su varita y coloco un hechizo silenciador.
-Perdóname... por favor...perdóname...
-¿Porqué debería hacerlo?
-No era mi intención, el no quería que yo hiciera esto, me siguió, logro seguirme y ahora...ahora está con Harry...
-¿Quien, quien está con Harry?, ¡dime Elizabeth, dime!
-Pero no es su culpa, le hice entender que todo era para mí bien pero él, él nos escucho y ahora el está bajo su control, el maleficio Imperius, lo tiene bajo su merced y lo está obligando hacer esto y a mí, a mi... me tendrá aquí por un tiempo. Severus por favor ve, ve y salva a Harry pero no lo mates, no lo mates no sería capaz de soportar algo así...-ya no podía mas su voz se quebró y comenzó a sollozar, el mago la tomo de los hombros obligándola a que lo mirara.
-¡¿Quien?! ¿Quien tiene a Harry, dime a quien no quieres que mate...?
-Eso...ya no importa solo haz lo que te pido, vete... vete antes que sea tarde...-sin saber muy bien lo que estaba ocurriendo se desapareció de la pieza, dejando a la joven bruja sola para ir a salvara a Harry.
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El falso Severus cambio su forma para tomar su verdadera apariencia; era un joven un poco alto, según la perspectiva del muchacho, su cabello era castaño, su tez blanca y sus ojos, sus ojos parecían que no tuvieran brillo, como si no estuviera consciente de lo que pasaba.
-Suéltame...-pero no consiguió deshacerse del brazo que lo mantenía prisionero, el joven tomo algo de su bolsillo y cuando Harry pudo distinguir lo que era ya se encontraban frente a una imponente puerta, era de madera, tenia grabados de serpientes y algunos garabatos que eran indescriptibles. El dolor de la cicatriz solo le decía una cosa, que detrás de esa puerta se encontraba Voldemort...