13.
- Míralo desde el buen sentido…- Intento convencer a Alexander arrastrando a Georg por las escaleras.
- ¿Qué buen sentido tiene esto?- Preguntó el pelirrojo molesto intentando resistirse ante el mayor.
- El buen sentido de que estas a salvo…- le dijo Alexander.
- ¿Esto es estar a salvo?- Preguntó Georg irónico.
- No tienes que preocuparte que te pueda asesinar, porque en sí, ya estás prácticamente muerto…- Le dijo Alexander.
Georg bufó molesto y sintió como era forzado a subir las escaleras rápidamente, escucho un grito y se asustó, se tensó y Alexander puso los ojos en blanco.
- Cálmate… que solo es Bill…- Le dijo Alexander abriendo una puerta.
- ¿¡Cómo que me calme!? ¿¡Qué solo es Bill!? Rayos!!!! ¿¡Cómo quieres que me calme!?- Le preguntó molesto.
- Ya, para adentro- dijo el pianista empujando a Georg dentro de la habitación, tirándole sobre una cama.
- ¿Qué vas a hacer?- Preguntó el pelirrojo asustado al estar indefenso en ese lugar.
El pianista no respondió, sólo tomo una jeringa y se encargó de drogar al menor, salió de la habitación y soltó un bostezo, miró un reloj en una de las paredes de su casa.
- Bah… me iré a dormir, todavía tengo tiempo hasta que lleguen…- Se dijo Alexander caminando por el pasillo con dirección a su habitación.
-Georg!!! Ya llegamos!!!- dijo Tom entrando a la suite acompañado de Robert y Gustav.
- No debe estar despierto… ve a ver a su cama, debe seguir dormido el flojo- Le dijo Gustav acercándose a la cocina acompañado de Robert.
- Vale, vuelvo en un minuto- Dijo el rubio alejándose.
Robert ahogó un bostezo y se sentó en la mesa, Gustav le miro divertido y tomó una taza del fregadero.
- ¿Tienes sueño?- preguntó Gustav.
- No dormí muy bien ayer…- Dijo Robert un tanto avergonzado.
- Entonces te daré un poco de café, solo por haber sido un buen chico…- Le dijo Gustav con una sonrisa amable.
- Bueno, pues no hay nadie en su habitación… ha de estar en el restaurante del hotel…- Dijo Tom sentándose al lado de Robert.
Gustav ahogó una exclamación de sorpresa, dejo el contenedor de su café sobre la mesa y observo a Tom hecho una furia.
- Se ha tomado dos tazas de café el muy imbécil…- Dijo Gustav dejando la taza sobre la mesa.
Tom se quedo de piedra observo el fregadero, había una taza mas ahí.
-Gustav… ¿Tomaste esta taza del fregadero?- Preguntó Tom tomando la taza que estaba sobre la mesa.
- Sí, ¿Por qué?- Preguntó Gustav un tanto confundido por la pregunta.
- Porque hay otra taza en el fregadero… y Georg estaba solo…- Dijo Tom.
Todos se quedaron callados, Robert intentaba analizar todo eso, observando a su alrededor confundido, como buscando una pista de que su hermano había estado ahí, sin encontrar nada, volteó a mirar a Tom asustado.
- Estas diciendo que… que…- Preguntó Gustav asustado.
- ¿Por qué hay dos tazas en el fregadero si las lavamos y guardamos todas las que usamos en el desayuno antes de irnos?- Preguntó Tom asustado.
- Mi… mi hermano…- Dijo Robert incrédulo.
- No me digas que se volvió a meter…- Dijo Tom asustado.
- Y se tomo mi café- Dijo Gustav molesto.
- Gustav!!! Que tiene a Georg!!!- Le regaño Tom.
- Se volvió personal…- Se quejó Gustav furioso.
- ¿Qué no era personal cuando secuestraron a Bill?- Preguntó Robert asustado.
- Si… pero no tanto como ahora- Le dijo Gustav hecho una furia.
Tom y Robert intercambiaron miradas, cuando escucharon el teléfono sonar, Tom lo tomo inmediatamente, preocupado.
- ¿Habla Tom?- Preguntó alguien atrás de la línea.
- Si- Respondió el rubio al reconocer la voz.
- Tiene un mensaje- Le dijo este imitando la voz de una recepcionista.
- Ya, termina este juego Alexander, no es divertido- Le reclamo el rubio furioso.
- Hoy te espero en mi casa a la medianoche, ¿Quién encuentre a su hermano primero gana y muere vale?- Le dijo el pianista.
- Maldito…- Dijo Tom molesto.
- Te hago un trato, te paso con tu hermano un ratito y tú me pasas con el mío también- Le dice el mayor divertido
- Bill…- Susurra Tom incrédulo.
- ¿Eso es un sí?- Pregunta Alexander
- Si, si, hazlo- Le dice Tom desesperado por poder oír a su pequeño por fin.
Se escucharon unos ruidos al otro lado y por fin una voz dulce y asustada se escucho al otro lado de la línea.
- ¿Tom? - Preguntó Bill asustado.
- Bill, Bill!!!- Dijo Tom totalmente feliz.
- Tom… ayúdame… Tom….- Suplicó el pelinegro.
- Tranquilo Bill, te ayudaré, te ayudaré…- Le dijo Tom comenzando a llorar.
- Te quiero Tom…- Le dijo Bill.
- No pierdas las esperanzas, te ayudaré, resiste- Le dijo el rubio ya completamente fuera de sí.
Dejó de oír al menor y casi se derrumba en el suelo del miedo que tenía de perderlo.
- Ups… se acabó el tiempo… pásame con Robert- Le dijo el pianista.
- Robert…- Llamó Tom al menor, el cual se acercó tembloroso al teléfono- Quiere hablar contigo- Le dijo cediéndole el aparato.
Observó como el menor se lleva el teléfono al oído y se quedaba en silencio escuchando, quería quitarle el teléfono y decirle algo al pianista, pero se contuvo, no quería empeorar la situación.
- Si hermano… lo prometo… si… yo también te quiero… adiós…- Susurró el menor
- Tom, quiere hablar contigo… - Dijo el menor
Tom volvió a su antigua posición y tomó el teléfono, escuchando a Alexander de nuevo.
- Hola Tommy, bueno, después de haber cumplido el trato, te explico, mi hermano sabe jugar a esto así que si tienes alguna duda pregúntasela a él, es como una búsqueda del tesoro. Mi tesoro es Roby y el tuyo el Billy, mira, los atamos y los metemos en una habitación aislada en mi casa para que no se muevan y en 5 minutos tenemos que encontrarlos. El primero que encuentre a su tesoro gana y puede hacer lo que quiera con él, antes de jugar tenemos que decir haremos con nuestros tesoros, no se puede hacer trampa, y como yo soy el dueño de la casa, te dejare jugar con Gustav y Georg, a Georg le mostrarte toda mi casa habitación por habitación y rincón por rincón para que no se pierdan, estará en la puerta de la casa con las llaves de las esposas de tu hermano. Ahora dime, que harás cuando encuentres a Billy?- Preguntó el pianista visiblemente divertido.
- Le alejaré de ti, asesino- Le dice Tom, totalmente enfadado.
- Yo, cuando encuentre a Roby, le asesinare. Ah, sí, me olvidaba, cuando encuentres tu tesoro bajas a la sala de estar de mi casa, ahí te espere yo también, nos vemos hoy a las 12, Tomy…- Le dijo Alexander colgando.
Tom se quedo de piedra, estaba muy asustado, si fallaba acabaría con la vida de Robert, ahora tenía mucho que perder…
- ¿Qué te dijo?- Preguntó Gustav preocupado.
-Que quiere jugar con nosotros…- Le dijo Tom más preocupado aún.
- ¿Jugar? ¿Jugar a qué?- Preguntó el rubio molesto.
- A encontrar el tesoro, es un juego difícil porque se pierde mucho…- Dijo Robert.
Tom y los demás se sentaron en la sala de la suite y comenzaron a hablar, Tom y Robert le explicaron a Gustav de que se trataba el juego, cuáles eran las reglas y que pasaba si perdías.
- Mi hermano no te lo dijo, pero el primero que gana se queda con el tesoro del otro, por eso creo que ahora es más peligroso- Le explicó Robert.
- ¿Por qué no me lo dijo?- Se pregunto Tom.
- Tal vez por que cuando gane, los encerrara a Bill y a ti dentro de la casa, alegando que es el ganador te explicara la ultima regla y se quedara con Bill y nos asesinara a los cuatro, a Georg, a Gustav, a ti y por último… me asesinará a mí y se quedara para siempre con Bill- Le dijo Robert pensativo.
- ¿Entonces qué hacemos ahora?- Preguntó Gustav asustado.
- La única salida es simple, mientras mi hermano va a buscarme, tú tienes que encontrar a Bill y con los demás salir de la casa y dejar que me asesine. Tratare de retrasarlo lo mas que pueda pero…- Le dijo Robert triste.
- No!!! No lo harás!!! No puedo dejar que hagas eso!!!- Le dijo Tom asustado.
- Está bien Tom, yo prácticamente ya estoy muerto…- Le dice Robert amablemente.
- No, yo no te dejaré morir, yo te protegeré- Le dijo Tom mirando a Robert serio.
El menor no pudo evitar sentirse reconfortado.
Sentía que por fin alguien lo quería.
CONTINUARA…
Edición por: Nekolas ~ El Suke con problemas de personalidad.