7. entender
Se sentía mareado, hace poco que se había despertado, odiaba realmente que le drogaran, como si no estuviera lo suficientemente indefenso al estar atado y amordazado, también tenían que drogarle. No sabía realmente lo que le sucedería, ya había pasado la etapa de desconcierto en la mente de Bill, sabia lo que pasaba, ahora venia ese razonamiento aplastante que te dice que si no te comportas bien puedes morir. Solo pensó en su hermano, sus amigos y su familia, de seguro su hermano ni se había acordado de su madre. Intentaba llevar su mente a un lugar feliz, acordándose de las giras, pensando en canciones, pero por más que lo intentaba, volvía a esa obscura, fría y horrible habitación. Cualquier sonido le alertaba, creía que cualquier sonido, cualquier cosa seria “el” se sentía patético, indefenso, no le gustaba ese sentimiento…
Se tenso, su respiración se agito, había oído una puerta abrirse y luego cerrarse azotando con fuerza. Luego pisadas, en menos de un minuto, quiso correr, gritar y llorar, pero lo único que puso hacer es quedarse quieto, como siempre
-hola, Bill- le saludo su secuestrador
Asustado se removió y noto que estaba llorando, un sollozo se le escapo, estaba aterrado
-no importa lo que hagas, ya han firmado tu sentencia de muerte…
La cinta adhesiva fue removida de sus labios, tomo en cuenta que tenia mucha hambre y sed, hace dos días que no comía nada, había tomado apenas unas cuantas gotas de agua en su pequeña visita al baño, nada mas
-hoy vi a tu hermano- le informo el hombre sentándose a su lado en la cama
Bill se sintió asustado, había dañado a Tom?
-que… que le has hecho?- pregunto el menor asustado
-nada, nada aun, pequeño Bill- dijo su secuestrador pasando una mano por el pecho desnudo del menor
-no le toques… por favor…- rogo Bill
-se lo merece, pequeño Bill, se lo merece mucho- dijo su secuestrador
La mano de su secuestrador bajo hasta su miembro y lo apretó suavemente, sacando un jadeo de los labios de Bill
-que es lo que quieres de mi?- pregunto Bill
-no es obvio?- le susurro el pianista al oído
El menor tembló, sus labios fueron besados y alguien se acomodó sobre el entre sus piernas abiertas, intento girar el rostro pero fue sujetado por la barbilla, sentía nauseas por aquella lengua que recorría toda su boca, un profundo asco
-eres delicioso, Bill…
El menor no respondió, solo se mordió el labio y sintió como sus piernas eran desatadas y levantadas, se quedo quieto, paralizado por el miedo que sentía, tenia miedo de lo que le sucedería…
-sabes cuantas ganas tengo de ti, pequeño?
Sus boxers fueron rotos, nunca nadie le había visto desnudo en aquellas condiciones, desnudo e indefenso. Sintió como acariciaban sus muslos, sus nalgas y su miembro con delicadeza, como si temiera que se rompiera, una de sus piernas fue levantada y apoyada en el hombro del pianista, trago saliva nervioso por lo que venia a continuación, se preparaba para el dolor. Un dedo entro en su interior y soltó un gemido, arqueando la espalda, se sentía muy incomodo, sentía como ese dedo entraba y salía de el lentamente, gemía intentando soltarse de las cadenas que le apresaban, su miembro se endurecía a cada envestida, quería escapar de todo aquello
-basta… para ya…- rogo humillado
Otro dedo se unió al primero, volviendo a la incomodidad dolorosa, y al placer desenfrenado, los movimientos de los digito en él se hicieron mas rápidos, su miembro estaba duro y parado, no entendía como su cuerpo reaccionaba a algo que el odiaba tanto. Pasaron los minutos, tortuosos y dolorosos minutos en los cuales Bill se perdió en si mismo, no podía con aquello, un tercer dedo se unió a su sufrimiento y soltó un grito
-basta, basta… te lo ruego…- pidió Bill
Sentía que iba a correrse, una lamida sobre su miembro basto para que soltara toda su escancia, los dedos fueron retirados de su interior, se preparo para ser penetrado, pero el pianista se retiro de él, encadenándole nuevamente
-te traeré comida- fue lo que le dijo el hombre antes de volver a marcharse
Bill se quedo anonadado
-realmente eres un idiota- le dijo Georg
-gracias, Georg- le respondió Tom mirándole molesto
-quien le gritaría eso al secuestrador de tu hermano?- pregunto Georg negando con la cabeza
-ya estuvo bien de regañar a Tom, hagamos algo productivo y leamos los registros del padre de Robert- dijo Gustav
Tom y Georg se lanzaron miradas asesinas, pero sin replicar, tomaron un libro y comenzaron a leerlo, pronto se dieron cuenta de que no solo era el registro de las ventas de la tienda, también era el registro de todos los gastos y compras de la familia de Robert
-tal vez por eso nos ha dado los libros, quiere que nos demos cuenta de algo- dijo Tom mirando los gastos
-hay algo sobre un psicólogo y medicinas muy caras en los libros, parece que el hermano de Robert estaba medicado- dijo Gustav
-no solo eso, hay registros en mi libro sobre los pagos mensuales de una residencia psiquiátrica, creo que el pianista es alguien muy peligroso- dijo Georg
-no se como dejan salir a gente así de los manicomios- se quejo Tom
-no creen que lo mas terrible lo pasan los familiares, ya saben, siempre en peligro y presión por tener a un hijo o familiar con problemas serios como dicen los libros- dijo Gustav
-pobre Robert, cuanto sufrirá el pobre, ya saben, solito con el pianista sin nadie que le ayude, ni siquiera me creo que este en su casa por su voluntad, es posible que el también este secuestrado por su hermano- dijo Georg
-que insinúas?- pregunto Tom
-no lo se, solo que tal vez el este en un mayor lio incluso que Bill, por que él ha desobedecido a su hermano loco, ósea ahora mismo podría estar muerto- respondió Georg sin apartar la mirada del libro
-sugieres que Robert esta en un peligro similar o incluso mayor al de Bill solo porque tiene que vivir con ese… monstruo?- pregunto Gustav
-lo único que digo es que el pianista puede incluso abusar de él, drogarlo, lastimarlo o algo peor por que vive con el en un área despoblada. En cambio Bill… Bill puede ser incluso salvado, podríamos decirle, por Robert, el cual se llevara en si todo el problema- respondió Georg
-nunca lo había visto así…- respondió Tom
Volvieron a leer en silencio, hasta que Tom asustado se puso de pie
-no creen que ahora este en problemas, verdad?- pregunto Tom
-es probable, aunque como dije, puede incluso estar muerto- respondió Georg
-que!!! Hay que ir y salvarle!!! Él me ha ayudado demasiado!!!- les grito Tom
-si, me parece buen chico, vayamos a ayudarle- dijo Gustav
-entonces muevan el culo!!!- les ordeno Tom
Georg puso los ojos en blanco
-creo que ya han debido entenderlo- dijo el pianista mirando a su hermano
-no hagas esto, hermano, déjame ir- suplico Robert
-creo que tengo un problema con encadenar a la gente, Robert, tu que crees?- pregunto el pianista
-basta, por favor, solo… solo déjame ir…- suplico Robert
-creía que lo había superado, que ahora solo tenia un problema con descuartizar a la gente, pero no, sigo atando a la gente. Creo en el fondo es lo que soy- dijo el pianista pensativo
-donde tienes a Bill, hermano? Déjale ir, él no ha hecho nada…
-crees realmente que Tom venga por ti o tendré que esperar para matarle en vano, bueno, si no viene de igual manera puedo descuartizarte a ti, no?- pregunto el pianista acariciando el rostro de su hermano
“por favor, no vengas Tom, no vengas…” pensó Robert mientras cerraba los ojos
CONTINUARA…