2. El encuentro con el pianista
El panista miro confundido al cantante, era mas hermoso de lo que creía, si antes le había parecido un hombre con cara de mujer, ahora se lamentaba por aquellas estúpidas opiniones, bajo uno de sus dedos a la altura de los labios del menor y los toco, eran tibios y deliciosos, Bill no debía de tener mas de 20 años, eso le hacia mas delicioso aun. Volvió a levantar la mano y golpeo al cantante con todas sus fuerzas, dejándole inconsciente, se puso de pie y tomo en brazos al pelinegro, camino entre los obscuros pasadizos que él se conocía de memoria y encontró su auto, abrió la cajuela y dejo a Bill adentro
Traía unos guantes de trabajo que no dejaban huellas, comenzó a registrar al cantante, solo unas llaves, dos teléfonos celulares y un poco de dinero americano. Tomo todo y lo dejo en el suelo, lo dejaría junto con sus obras de arte mas dentro de los a callejones, pero antes tendría que asegurar al cantante a su auto. Encontró unas cadenas y un cinturón de cuero, amarro el cinturón de cuero fuertemente a la boca de Bill, sin importarle mucho cuanto le lastimaba, tan fuerte le amarro que le corto el labio al cantante e impidió que pudiera cerrar bien la boca. Ato sus manos y sus piernas con pesadas cadenas las cuales aun para el eran difíciles de manipular
Cerró la cajuela y con los objetos personales de Bill volvió a caminar con dirección al callejón donde estaban sus “musas de arte”
Tom suspiro y se refregó las muñecas, le dolían mucho, andaba un poco despistado en las calles, estaba yendo con dirección al norte, no entendía por que, pero su intuición ahí lo dirigía. Después de un rato, entendió que su intuición era un asco, no había luz en la zona norte, mas bien, no había nadie en la zona norte, de no ser por las tiendas cerradas que había habría podido asegurar que aquel lugar era desierto, perdido y cansado, decidió sentarse en la calzada a esperar a un auto el cual pudiera llevarle al centro de la ciudad. Unas farolas alumbraron y Tom sonrío aliviado, hizo parar el auto y un hombre envuelto en una bufanda con expresión de terror le miro
-buenas noches, disculpe, podría llevarme al centro de la ciudad? Es que soy un turista y me he perdido- dijo ton cuando el auto paro
-claro- respondió el hombre forzando una sonrisa
Tom se subió al auto, el hombre se puso a conducir, Tom miro al hombre, tenia los ojos obscuros, se cruzaron y sintió miedo, como si ya hubiera visto aquellos ojos antes
-lo siento, no me has dicho tu nombre, me resultas conocido- dijo el hombre
“inventa un nombre… nombre… un nombre que no sea Tom… algo con T pero que no sea Tom…” pensó Tom
-me llamo Tadeus- dijo Tom forzando una sonrisa
-tienes un nombre… extraño…- dijo el hombre
-y usted?- pregunto Tom
-nadie me dice por mi nombre, Tadeus, la gente prefiere decirme pianista- respondió el hombre
-ah… toca usted el piano?- pregunta Tom
-si, tocaba, tenia un dueto con un compañero, pero el murió. Ahora alguien ha plagiado una de nuestras canciones y planeo vengarme- le dijo el pianista sin apartar la vista de la carretera
-la venganza no es buena- dijo Tom
Bill abrió los ojos, estaba muy obscuro, tenía miedo, estaba adolorido. Le dolía la boca, sus labios estaban muy lastimados, tanto que ni siquiera podía cerrar bien la los labios, sus manos y pies pesaban, además de que el golpe en su rostro le lanzaba punzadas de dolor. Sentía frio, y quiso gritar, grito, pero no salía nada de sus labios, todo era apagado por el ruido de un motor, tomo conciencia estaba en un auto, quiso patalear y golpear, pero sus brazos y piernas estaban muy pesados. Sollozo un poco y oyó una voz
-… la venganza no es buena
Reconoció aquella voz al instante, era de su hermano
“Tom!!!” pensó mientras volvía a gritar, nada se oyó
-la venganza en buena cuando se tiene un objetivo noble- le replico el pianista
Bill se quedo helado, ahora tenia a su hermano? Las lagrimas enceguecieron sus ojos y volvió a gritar sin éxito, quería que Tom supiera que estaba ahí, sufriendo, adolorido
-la venganza nunca tiene objetivos nobles- le corto Tom
-vaya que eres sabio, Tadeus, me sorprendes cada vez mas…- dijo el pianista
-hago lo que puedo- dijo Tom
“Tom!!! Por favor!!! Sácame de aquí!!!” pensó Bill
-donde te albergas?- pregunto el pianista
-no es necesario que me lleve a mi hotel- dijo Tom modestamente
-insisto- dijo el pianista- es deber del anfitrión de un país servir en lo que puede a sus invitados
-bien, si así lo quieres, me hospedo en el hotel de cinco estrellas en la zona este de la ciudad, cerca al centro- le aclaro Tom
“Tom!!! Tom!!! Sácame de aquí!! Me duele!!!” intento gritar Bill por el dolor en sus labios desgarrados por el cinturón
-que hacías en una noche tan obscura de invierno y en la zona norte a esta hora?- pregunto el pianista
-buscaba a mi hermano menor, es que había salido con unos amigos y me he preocupado como un idiota, no entiendo porque, pero tengo una mal presentimiento con el- respondió Tom
-cuando llegues al hotel deberías intentar contactarle, después de todo, los presentimientos entre hermanos son fuertes- le dijo el pianista
“Tom!!! Por favor!!! Hermano!!! Estoy aquí!!! Aquí!!!”
-mi hermano es lo mas importante para mi en este mundo, nunca se lo he dicho de frente, pero le amo mucho, no sé que pasaría si algo le sucede, creo que moriría de la angustia- dijo Tom
-vaya bonitas palabras, señor Tadeus, esa seria una buena historia para contar- dijo el pianista
-si, supongo- respondió Tom
-ya hemos llegado- anuncio el pianista
Al auto freno de golpe, Bill creyó que se le paraba el corazón, oyó como una puerta se abría, luego la voz de su hermano
-gracias, pianista, fue muy bueno encontrar a alguien tan hospitalario como usted, si algún día va a Alemania y nos vemos, le daré un paseo con mi hermano cuando le encuentre- dijo Tom
-es una promesa?- pregunto el pianista con una leve emoción
-claro, una promesa, adiós…
“no Tom!!! Por favor!!! No!!!”
-… pianista- se despidió Tom cerrando la puerta del auto
El pianista sonrió y volvió a arrancar el auto, tomo el teléfono celular de la chica que había asesinado y sonrió más
-y yo te prometo, que tratare bien a tu hermano, Tom Kaulitz- mascullo el pianista
Tom entro al hotel, sin fijarse en la habitación donde dormía Bill, entro directo a su habitación destinada, donde se tiro en la cama y dándole una última mirada al libro antiguo sobre su piano se durmió tranquilamente, por el momento, la angustia por Bill había desaparecido
Eso seria momentáneo
CONTNUARA…