-Usagin san…-exclamo Misaki con la respiración entre cortada y un leve gemido, su cuerpo estaba empapado de sudor y su pene estaba tan duro que incluso con una leve briza podría venirse, sin embargo, Usami lo mantenía en agonía apretando la base su pene impidiéndole tener un orgasmo mientras que con su otra mano movía de forma circular un consolador en su agujero, el vibrar lo estaba volviendo loco y los profundos ojos purpura de Usami llenos de lujuria lo ponían nervioso.
-¡bastaaaaa!!! No más…-se quejó intentando inútilmente soltarse de la corbata con la que Usami había atado sus manos al respaldo de la cama.-no entiendo porque te estás quejando si pareces disfrutarlo Misaki- susurro de modo sensual Usami en su oído erizándole la piel-me quiero venir, ya deja de torturarme…-le contesto, pero Usami soltando una risa perversa chupo uno de sus hinchados testículos y empujo el pene faso hasta el fondo de su entrada, Misaki dando un ronco grito de placer arqueo su espalda desesperado por correrse, sollozando volvió a rogar.
-por favor…ya no me tortures no aguanto más…
-te dejare tener un orgasmo solo si dices mi nombre mientras hacemos el amor Misaki…
-¡qué, pero Usagi eso, eso… es muy vergonzoso!-se quejó Misaki con el rostro sonrojado-bueno si no quieres decir mi nombre entonces en vez de eso podrías darme un beso aquí…-dijo el escritor señalando su necesitado pene provocando un sonrojo por todo el cuerpo de Misaki.
-¡pervertido! No lo haré, definitivamente no…Usagi san eres un pervertido de lo peor…
-bueno si no quieres ninguna de mis dos opciones, supongo que tendré que seguir torturándote…-respondió Usami en tono burlón y sacando el vibrador del agujero y tomando su propio pene comenzó a acariciarlo arriba y abajo por la grieta estirada y necesitada, Misaki desesperado intento empujarse para ser llenado y al no obtenerlo sollozando lleno de deseo sucumbió a los deseos de su casero-Akihiko san…por favor…-dijo el chico asiendo sonreír con malicia a Usami-muy bien así me gusta Misaki-lo alago el escritor quien abriendo sus piernas de par en par hasta sus hombros se empujó causándole un orgasmo instantáneo.
-¡AAAAAAAHHHHH!
Gimió Misaki de forma lasciva al venirse manchando todo su dorso y parte de su barbilla, mientras Usami seguía moviéndose, lento y profundo tocando su punto dulce en cada embestida, sus paredes internas se apretaron y un calor en su vientre comenzó a propagarse por todo su cuerpo hasta llegar a su pene el cual se levantó minutos después avergonzándolo-di mi nombre Misaki-le exigió Usami cambiado de posición, juntado sus dos piernas las subió por su hombro y tomando otro vibrador del motón que estaba en su cama Misaki supo que este era su fin, con una sonrisa pervertida Usami utilizo el juguete para estimular sus bolas hasta que estas estuvieron hinchadas nuevamente-¡Akihiko san, ahhhh no…ahí no!-lloraba Misaki en la segunda cúspide de su placer, pero este fue retenido haciéndolo gemir frustrado-¿sabes una cosa Misaki, me pregunto cómo se sentirá si te penetro con esto mientras también tengo el mío adentro?-dijo Usami con una cara curiosa sosteniendo otro vibrador aparte del que tenía entre las piernas de Misaki y que estimulaba los testículos de este-¡no te atrevas usagi san, si lo haces juro que no te hablare por una semana!-sé quejo el chico-una semana ¿eh?...supongo que puedo vivir con eso…-respondió Usami con una mirada oscura que reflejaba su profunda lujuria, encendiendo el vibrador, Misaki cerró los ojos avergonzado, pensó que dolería, pero se equivocó, al sentir placer, el juguete vibraba alrededor de su entrada ya llenada con el pene de Usami y lo hacía retorcerse de deseo-¡usagi san no!-protesto Misaki mordiéndose los labios al sentir el frio lubricante ser vertido en su contorno y su agujero ser nuevamente estirado, sin que Misaki se lo esperara pronto sintió algo vibrar en su interior haciéndolo temblaba de placer sus conducto comenzó a estrecharse codiciosamente y a chupar a sus dos inquilinos dentro.
-oh, demonios que bueno se siente Misaki Aaaahhhhh…-gimió el escritor empujándose con fuerza hasta hacer casi llegar a Misaki a la pared que quedaba enfrente de la cama, el vibrar del juguete acompañado de las fuertes embestidas de Usami hicieron a Misaki correrse en cuestión de minutos con un fuerte grito acompañándolo Usami después de tres empujes más, Usami exhaustos callo encima de Misaki-¿me pregunto cómo se sentirá si te meto dos más?-se cuestionó el Usami siendo pateado en la cara por un enfadado Misaki, quien después de despertar de un solo golpe sollozo avergonzado por a ver soñado algo tan lujurioso, golpeando su frente con su almohada noto que envés de Suzuki san Usami dormía al lado Suyo.
¡COMO DEMONIOS HAS ENTRADO EN MI CUARTO ESTÚPIDO USAGI!!!
Grito el chico propinándole varios golpes con su almohada sin esperarse que este con un semblante oscuro despertara.
-¡Misaki!
Fue lo único que dijo Usami antes de abalanzarse encima suyo.- ¡lo siento enserio no fue mi intención!-expreso Misaki esperando inútilmente que Usami se detuviera, sin embargo, esto no ocurrió y Misaki fue devorado una vez más.
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En las calles oscuras podían escucharse risas silenciosas, el viento helado le causaba pequeños escalofríos y algunas personas de aspecto extraño se le quedaban mirando como si fuera algún bocadillo, Suzuki definitivamente odiaba esto, recordando con mal humor y algo de miedo que un pervertido casi lo había atacado la última vez que salió, pero a pesar de recordar aquel desagradable momento no pensaba desistir, “are que Sato se trague sus mentiras” se recordó nuevamente intentando no mirar despectivamente a nadie, las calles abarrotadas de personas ebrias y el bullicio pronto se calmó cuando llego al callejón que debía tomar para encontrar la tienda que Marcel le había mencionado, entre casas juntas y de aspecto antiguo en una subida pavimentada con piedra se encontraba una casa en una pequeña colina que desenfocaba con todo lo demás pues su construcción no era como las casa estándar japonesas, la casa poseían un estilo rustico con paredes de madera y cristal, además esta poseía un hermoso jardín lleno de flores coloridas, Suzuki al mirar la hermosa casa se quedó algo sorprendido que esta fuera una tienda y más que estuviera abierta a esas altas horas de la noche. Tomando un profundo respiro abrió la puerta tras el sonido de una pequeña campana que anunciaba su llegada.
-buenas noches ¿hay algo en que pueda ayudarle?
Contesto una dulce voz procedente de una bella mujer que estaba arreglando el moño de una muñeca que estaba en un estante a la derecha de Suzuki, la mujer tenía cabello castaño largo y rizado, tez blanca y ojos azules llenos de vida que llamaron la atención de Suzuki recordándole a alguien de quien en este momento no quería pensar.
-espero que si…porque quiero serrarle la boca a mi marido…
Dijo Suzuki con una pequeña risa desesperada mirando como la mujer sonriendo con algo de picardía adivino el motivo de su visita.
-tu dueño te caso con otro guardián…-adivino la mujer riéndose estruendosamente, pues los guardianes solamente podían casarse de este modo, Suzuki jamás pensó que esto le ocurría a él, actuando exactamente como aquella mujer cuando a otros guardianes era casado por obligadamente quien diría que sus burlas pronto le cobrarían de la misma manera.
-si…
-que pasa el chico no es de tu agrado… ¿quieres que corte los lazos que los atan?
-no…es solo que…él está diciéndome cosas tontas todo el tiempo y quiero por fin ponerlo en su lugar y que sepa que yo no soy un oso del que deba burlarse…
-oh, ya veo y qué clase de cosas estúpidas te dice pequeño guardián…
-por favor, no se vaya a burlar de mi porque lo que le diré es algo sumamente vergonzoso…
-claro, continua…
-él dice q-que…puede embarazarme…y yo sé que es algo tonto, pero me lo ha dicho con tanta insistencia que me tiene arto ¡quiero cerrar su maldita boca embustera!
-con que era eso…
Dijo Sato apareciendo detrás de Suzuki dándole un susto de muerte al pobre osito que busco refugio detrás la extraña mujer-¿así que era por eso que huiste de mi Suzuki?-renegó Sato con la respiración entre cortada y el cuerpo bañado en sudor, parecía que el chico había estado corriendo como loco para encontrarlo, en su rostro podía verse que estaba molesto-¡si, por eso hui de ti porque estoy cansado que andes diciendo cosas que no son!-señalo Suzuki acusadoramente frunciendo el ceño y mirando a la mujer para que esta de una buena vez le dijera a Sato que era un mentiroso.
-hola hijo como te va y… ¿dime porque hasta ahora me estoy dando cuenta que estas casado?
-¡H-HIJO!-grito Suzuki asombrado cayendo al suelo por la repentina sorpresa-lo siento mamá es que estuve algo distraído con mi luna de miel y otras cosas…perdón, juro que te lo iba a contar, pero no sabía si Suzuki estaba preparado para conocer…
-¡cállate ya sé que es mentira, seguramente lo olvidaste como siempre olvidas tu propio cumple años, el de tu padre y el mío!, siempre has sido un niño muy olvidadizo, es una pena ver que aún no dejes ese defecto…
-si lo siento mamá prometo que no volverá a pasar…
-¡espera un maldito momento y que pasa con mi pregunta ¿verdad que lo que él me dijo es mentira?!
-en realidad no…-dijo repentinamente la “mujer” con voz grave helando la sangre de Suzuki- bueno yo resulte embarazado de mi amado y ardiente esposo, aun lo recuerdo como si hubiera pasado ayer…
-qué asco no quiero escuchar… ¡auchhh! -se quejó sato recibiendo un pellizco de su “mamá”-como iba diciendo, él y yo nos conocimos en un parque cuando su dueña lo había olvidado, caí enamorado como una tonta de él a pesar que sabía que nuestro amor era prohibido, porque, bueno yo soy el encargado de proteger y ayudar a los guardianes sin dueño y era prohibido que me relacionara sentimentalmente con ellos, pero no me pude resistir a él, es tan ardiente…-dijo la mamá de Sato sonrojándose-ya basta estas avergonzándome-protesto una tímida voz detrás del mostrador y hombre de tez morena, cabello negro y ojos verdes apareció luciendo avergonzado.
-hola papá…
-hola hijo hace mucho que no te veía, veo que se te olvido mencionarlos que estas casado…
-jajaja si lo olvide otra vez, perdón…
Contesto Sato con una pequeña risa estresada haciendo un rostro de desagrado cuando su “mamá” se lanzó al mostrador y beso a su papá con tanta lujuria que parecía como si estuvieran a punto de tener sexo justo ahí-¡por dios santo tranquilícense no quiero verlos teniendo sexo!-se quejó Sato pero sus padres no parecían escucharle, ambos cayeron al suelo escondiéndose con el mueble de la caja registradora, pero los gemidos llenos de placer podían oírse.
-¡ya basta, paren!
Los freno Suzuki y ambos levantándose del suelo se arreglaron la ropa-quiero que contesten mi pregunta ¿puedo salir embarazado de su hijo sí o no?-pregunto Suzuki con un tick en su ojo ya irritado y arto de tanto drama-si puedes ya que tu dueños los caso…solo cuando un dueño casa a los juguetes es que pueden tener hijos-dijo el padre de Sato y Suzuki al tener su respuesta se desmayó.
Continuara…