Jongdae es un joven criminalista, perfilista en el departamento de criminalística de Seúl. Estudio en la facultad nacional del crimen en el colegio del estado mayor de la policía en Bramshill, Reino Unido. Pero ahora mismo radica en su país, es un especialista en descifrar las expresiones corporales y faciales de una persona al mentir o decir la verdad, con facilidad podría decir si alguien le miente.
Pero pareciera que no gusta de usar sus habilidades en su vida diaria, más no obstante en ocasiones las utiliza, cuando se ve forzado a hacerlo. Lleva año y medio en una relación con un joven chino, al cual conoció dentro del departamento. Pues es un agente chino que trabaja en coordinación con la policía local sobre casos referentes a terrorismo, casos sexuales y contra la vida.
Se conocieron durante un caso, en el cual trabajaron mano a mano, siendo aquel joven chino un hombre de campo. Jongdae recuerda bien aquellos días, pues como olvidar una masacre. Sin duda jamás olvidaría al perfilado, aquel hombre era temible, asesino a más de 300 hombres en tan solo 5 días, todos cumplían con las mismas características; todos ellos eran chinos de entre 20 y 30 años, cabello cobrizo, apariencia de Ulzzang, pómulos pronunciados, orbes color negro, labios rosas en forma de corazón, una estatura de entre 1.60 y 1.70, además de que eran acaudalados.
Recuerda bien que tardaron alrededor de mes y medio en atraparlo, una semana en crear el perfil, aquel tiempo fue difícil para él, pues nunca había estado involucrado en un caso de ese tipo, por lo regular trabajaba con homicidios seriados, pero nunca presencio una masacre, donde hasta 10 o 15 hombres estaban en una sola habitación con diferentes tipos de heridas, asesinados de diferentes maneras, todos presentaban signos de haber sido torturados antes de morir, dando una vista muy terrorífica, cutre, cruel, junto con un sinfín de sinónimos de estas palabras.
El cual fue catalogado como genocidio al descubrir que todos pertenecían a una comunidad en específico, siendo miembros de un grupo social, existencial de la comunidad china en Seúl. Siguiendo la norma que determina si es un genocidio o no.
Delito de Genocidio.
Se entenderá por “genocidio” cualquiera de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal:
A) Matanza de miembros del grupo;
B) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
C) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial;
D) Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo;
E) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.
Por el patrón en las victimas fue que al principio se creyó que era un homicidio serial, más con el tiempo se denominó que era un genocidio, al notar que estos eran pertenecientes a una cultura en específico.
Se cree que las personas que trabajan en estas áreas son frías, crueles, déspotas y desinteresadas, casi como maquinas. Hasta cierto punto hay algo de razón, pero solo dentro del trabajo, fuera de este son personas normales, común como cualquiera.
En aquel periodo Jongdae conoció a Luhan, aquel agente chino que pensó que era un aprendiz por su apariencia física. Pero que descarto en cuanto las personas alaban el trabajo del hombre, logrando así llamar su atención. Después de aquel caso paso un tiempo para que se volvieran a ver, siendo hasta un violador en serie que coincidieron en su trabajo.
Ahora Luhan era rubio, pues cuando lo conoció era castaño claro, encajaba perfecto en el perfil de las víctimas, atrayendo así al victimario, logrando atraparlo. Para aquel momento Jongdae creo el perfil que ayudo al otro a conseguir la captura de aquel detestable sujeto. Lo cual le permitió que se ganara la admiración del rubio.
Después de meses enteros dedicándose a conocerse Luhan invito a Jongdae a su departamento, donde conversaron un rato, después vieron una de esas típicas series americanas de criminalística, de nombre Mentes criminales captando la atención de los chicos, pues aquellos actores lograban darle un toque de realidad, volviéndola una serie en demasía realista, ganándose su aprobación y admiración.
A sus escasos 25 años Jongdae jamás había tenido una relación, pero ya era perfilista para el gobierno de su país, siendo uno de los mejores en la rama de la criminalística. Fue hasta aquella noche que descubrió que prefería a los varones, enredándose con el rubio, volviéndose pareja sentimental, no solo meramente sexual.
Conforme como pasaron el tiempo juntos se volvieron una pareja muy distanciada, dándole rienda a la teoría de que las personas en su departamento de trabajo eran frías. Para aquel entonces un nuevo agente chino fue mandado, volviéndose el compañero de Luhan, su nombre Zhang Yixing, en ese momento las cosas se volvieron más difíciles. Deteriorando así la relación.
Por aquel entonces llegaron hasta el punto de darse tiempos y después volver a donde mismo. Tiempos en los que Luhan se involucró sentimental y sexualmente con su compañero de trabajo Yixing, siendo una pareja mucho más estable que la que formaba con Jongdae. Pero de todas maneras siempre volvían, volviendo a ser la misma fría pareja de agentes policiacos.
Llego la etapa en la cual ya ni siquiera se decían te amo, según porque no era necesario, sin darse cuenta del distanciamiento. Luhan ya casi no pasaba tiempo con Jongdae, hasta perdieron su tradición de ver Mentes criminales juntos todos los días, su voz solía arrullar a Luhan para dormir, pero ahora no tienen tiempo el uno para el otro.
Tan deteriorada esta la relación que puede ver la traición ante sus ojos, presenciando cuando Luhan besa a Yixing, después tomados de la mano se dirigen al departamento del rubio, donde aunque este sentado en la barra que separa la cocina de la sala, puede apreciar en primera fila los besos, las caricias, los abrazos, la cantidad indefinida de palabras de amor y deseo que flotan en el aire cuando tienen sexo.
Justo antes de pelear con Luhan presencio una de estas traiciones. Podría decirse que la que más le dolió, porque cuando terminaron le dijo Te amo Yixing, cuando en meses a él no…
Aquella tarde Jongdae se la paso trabajando en algunos perfiles, para después dirigirse al apartamento de su novio. Camino tranquilo por el lugar hasta llegar al estacionamiento donde abordo su auto, una camioneta negra estilo policial, se colocó en el asiento del piloto y condujo hacia su destino. Tan pronto como llego entro en el lugar, tomando asiento en la pequeña barra que separaba la cocina de la sala de estar; era estúpido preguntarse como entro, pues tenía un jugo de llaves de la casa, por el simple hecho de que era pareja del rubio por más de un año.
Pasaron alrededor de 15 minutos para que escuchara el sonido de la puerta abrirse, pero no se encontró con lo que estaba esperando, bueno sí, ahí venia entrando el rubio, pero no venía solo. Estaba besándose con Yixing mientras abría la puerta de espaldas a esta, empujándola con su cuerpo, entrando y después cerrando con el pie.
En ningún momento se separaron, a cada paso casi caían, pero parecía que conocían de memoria y sin necesidad de ver el camino al sofá, donde el rubio recostó a Yixing. Aquel joven castaño y de sonrisa inocente, del cual jamás creyó que se prestara para semejante bajeza. En ningún momento se percataron del espectador, ellos estaban inmersos en su mundo, en su propio universo.
Luhan besaba el cuello del otro, arrancándole gemidos al castaño, quien se retorcía en el sofá como si le estuvieran haciendo cosquillas. Mientras que Jongdae está perplejo, inmóvil en su sitio, para él no aplicaba el me destrozas el corazón, más bien un me estás haciendo trizas el cerebro.
El rubio acariciaba la piel desnuda de Yixing, sin recordar el momento en que se deshicieron de la ropa, de las prendas que portaban sus cuerpos, estando los dos desnudos sobre el sofá. Las hábiles manos de Luhan se paseaban con maestría sobre el cuerpo del castaño, tocando cada uno de esos puntos que lo hacía delirar, escuchándolo gemir con devoción su nombre. Jongdae se llevó una mano a la boca, tapándosela, en un intento por retener el grito y sollozo que amenazaban con salir de esta, sintiendo la decepción apoderarse de su cuerpo.
Aquellos besos por el cuello lentamente y con cariño llegando hasta las clavículas de Yixing, las manos del castaño arañando la piel del rubio. Dejando notorias marcas de rasguños que Jongdae vería posiblemente, pero que ignoraría como siempre, de no ser porque lo estaba presenciando.
Después de una serie de mimos, caricias y juego erótico pasaron a la penetración. Pero primero Luhan preparo a Yixing con basto lubricante, encargándose de que así no se fuera a lastimar y disfrutara más del coito anal. Los dedos del rubio rozando la entrada el castaño, estimulando sus terminaciones nerviosas, provocándole una sensación de placer, un rato de solo contornearla para pasar a penetrarla con los falanges, introduciéndolos en su interior al tiempo que besaba sus muslos, lamiendo y mordiendo en ocasiones. Volviendo loco a Yixing. Matando lentamente a Jongdae, quien se mantenía estático en su lugar, con unas tremendas ganas de llorar, lanzar un grito, pero que se atoraba en su garganta.
Al tiempo que un gemido saliera de los labios de Luhan al masajear su miembro erecto puso en alerta a Jongdae, pero de todos modos siguió quieto en su lugar, observando con atención, siendo testigo de la traición de su novio, de aquel que amaba, con el que salía hacía más de un año.
Yixing arqueo la espalda al sentir la punta del miembro del rubio rozar su entrada, seguido de una serie de besos en el cuello mientras comenzaba a ser penetrado por este. Las numerosas embestidas no se hicieron esperar, empezando con un vaivén lento, pero placentero. Arrancándole a ambos gemidos, jadeos, bufidos, gritos y suspiros productos del acto placentero.
A Jongdae se le escapa un grito ahogado mientras observa como su novio aumenta la velocidad al tiempo que Yixing se estimula con su mano el pene, arqueando la espalda en variadas ocasiones, revolcándose ambos en el sofá. Las estocadas aumentan su fuerza y velocidad, logrando mayor profundidad, lo que es igual a mayor placer para ambos.
Sus cuerpos perlados en sudor chocando en incontables ocasiones al tiempo en que sienten un placer magistral, siendo presas del acto carnal, el esfuerzo físico y el placer. Pasaron minutos, en los cuales el rubio cambiaba las posiciones en varias ocasiones en un intento por prolongar el acto, dejándolos exhaustos, pero aun así siguieron por horas. Horas que Jongdae sintió fueran años.
Después de horas el castaño llego al orgasmo, chorreando al rubio con aquel liquido espeso y blanco, manchándole el abdomen y parte de la cara, mojando su propia mano. Los espasmos productos del orgasmo provocaron que contrajera los músculos de todo su cuerpo, aprisionando de manera exquisita el miembro del rubio, haciendo así que este también llegara al clímax.
Ambos se tiraron en el sofá, jadeando con los ojos cerrados, permaneciendo abrazados.
-Te amo Yixing- dijo Luhan antes de besar los labios del castaño, decidido a dormir, al tiempo que el otro lo envolvía con sus brazos en un abrazo.
-Yo también te amo- susurro Yixing en el oído del otro, besando la zona, después ambos quedaron rendidos ante el cansancio.
Jongdae estaba paralizado, ahora lleno de ira, dolor, desesperación, entre un sinfín de sentimientos que acomplejaron su existencia. Pronto estallo, no soportando la situación se marchó a casa, a su departamento, escondiéndose en sus cuatro paredes rogando porque jamás el rubio le engañara.
Esa noche fue tan engañosa, en lugar de pelear con el rubio, lo atrapo en sus brazos, besándolo con hambre, pasión y desesperación, sintiendo los labios del rubio moverse con la misma intensidad que los suyos. Besos, caricias, penetración, gemidos, jadeos, alaridos, suspiros, roces.
Jongdae se encontró a si mismo bajo el cuerpo de Luhan, gimiendo sin control al tiempo que el otro le penetraba, entrando y saliendo de su cuerpo, jadeando en busca de aire. Ambos sudados, con los ojos cerrados, sus rostros bañados en placer y deseo.
Estocada tras estocada haciendo a Jongdae revotar en la cama, las piernas en los hombros del rubio, alcanzando así mayor intensidad y profundidad en las embestidas, clavo sus uñas sobre los pectorales de Luhan, haciéndolo jadear extasiado. Duraron alrededor de tres horas y aun así no fue suficiente, tuvieron alrededor de 4 orgasmos, pero aun fueron por una ronda en la excelente bañera de Jongdae.
Se saciaron el uno del otro, pero cuando cayeron rendidos no hubo un te amo como con Yixing, simplemente Luhan beso la frente de Jongdae y se durmió dándole la espalda.
Aun así Jongdae se aferró al rubio, a aquella patética relación que se había vuelto su vida. Todos los días buscaba entrar en los pantalones del rubio, ya fuera que iniciara con un masaje, un beso, una caricia, cualquier cosa era buena, porque no quería renunciar a todo aquello, no, él prefería seguir engañándose, pretendiendo no ver que ya no había nada, nada más que sexo, cosa que tenía hasta la madre a Luhan.
Pero entonces un día como cualquiera la bomba estallo, Jongdae sabía que era cuestión de tiempo, Luhan la esperaba con ansias, por eso cuando sucedió fue inevitable su separación.
Pov. Jondgae
-¿Me amas?- pregunte con miedo, pero con ganas de conocer la respuesta, con ansias de escuchar un te amo. Te mire fijamente, clave mis ojos en los tuyos, tus orbes negras, frías e inexpresivas, entonces tus labios se mueven.
-Claro que te amo…- mientes, estás viendo hacia la izquierda y abajo, soy criminalista, ¿cómo puedes mentirme, cuando sabes que yo puedo leerte?, que yo sé si mientes o no, ¿por qué me haces daño?, no sé si es que me gusta que me veas la cara o que sea estúpido, quizás estoy loco por fingir no ver lo evidente, tal vez soy masoquista por fingir no saber que mientes, por pretender que me amas, por no hacer nada, pretendiendo que no pasa nada, cuando está pasando todo, no sé si mi egoísmo es tan grande como para fingir y seguir como si nada.
-Entonces, ¿Por qué no me dices la verdad?- inquirí con fiereza, observar tu cara de sorpresa, es realmente como deleitarme con un magnifico poema.
-…… yo no te estoy mintiendo, yo te amo-siseaste con una expresión seria y a la vez preocupada, tu voz temblaba, señal de que no estás seguro y temes ser descubierto, aspire profundamente y busque tu mirada, encontrándome con tus profundas orbes negras, siento una fuerte punzada en el pecho, pero nada me va a detener.
-¿Tanto que serias capaz de dejar todo por mí?-cuestione manteniendo mi mirada fija en ti. Mirando a la derecha y arriba, estas dudando, lo sabía, carajo contesta rápido, si lo haces en los próximos 5 segundos, pretenderé que es verdad, pero por favor, te lo suplico di que sí…
-Yo lo siento, pero no- y eso fue todo, solté el aire que ni siquiera recuerdo haber estado reteniendo, mantuve mi vista fija en ti y comenzaste a caminar rumbo a la puerta- Yo simplemente, ya no puedo mentirte, ya estoy cansado de saber que no haces nada, cuando tu bien sabes que miento, lo siento, pero adiós…- y la puerta se cerró, tú ya no estás aquí, sin siquiera permitirme decirte adiós…
Mi sangre hierve, mi respiración se agita, mi pecho sube y baja, mi cuerpo tiembla, mis manos están hechas puños, encajándome las uñas en las palmas, mis ojos se cristalizan y aguan, mis piernas comienzan a fallarme y entonces un jadeo de dolor se escapa de mis labios.
De pronto ya estoy de rodillas en el piso, lágrimas corriendo por mis mejillas, gruñidos, gritos, jadeos y sollozos escapando de mis labios, mis manos en el piso con las palmas contra el frio mármol. Lamentándome de haber hecho esas estúpidas preguntas, lamentándome mi estúpido error, reprochándome porque me permití hacerme tan dependiente de tus mentiras.
Porque de todas tus mentiras “Te amo” era la que más amaba, la que más me dolía, la que más me dañaba, de la cual dependía, porque escuchar un “Te amo” era como si usase alguna droga, me volví adicto a tus mentiras, a tus timos, a pesar de que estaba consciente del daño que causaban en mí.
End Pov. Jongdae
Entonces eso fue todo para ellos dos, pero solo por poco tiempo, pues sin darse cuenta del momento ya estaban de nuevo medidos en una cama, mintiendo, diciendo Te amo, volviendo a aquel circulo vicioso que era su relación, con un Yixing en el centro, siendo su origen…