Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y todo se volvio Negro por Fenix de chocolate

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Era noche, llovía a cantaros, pero eso no les importaba a los dos presentes de la, fría y poco intima, habitación de hotel, donde habían ido parar.

 

-Jiraya…-dejó salir uno de ellos, aferrándose al cuerpo del otro quien lo poso en la fría cama, sin saber el daño que hacía a este. Simplemente dejándose llevar por el placer que él otro le otorgaba, con sus manos.

 

Por su lado el otro, un varón alto poseedor de unos bellos y encantadores ojos azules, un cuerpo de dios, el pelo rubio como el sol, una sonrisa derrite bombones unas lindas marquitas en sus mejillas, se limitaba a besar y acariciar el delicado cuerpo del doncel, que tenía bajo su cuerpo, queriendo hacerlo olvidar la persona por quien tanto llamaba entre suspiros y gemidos de placer.

 

-Ahhhh…Mmmm…Ahhh…-gimió el doncel, sintiendo como su cuerpo era delicadamente desnudado por el rubio, quien se deleitaba con la visión del sensual cuerpo del pelilargo, tanto que no se consiguió contener y empezó a saborear la dulce piel de este, marcándola como suya, a pesar de que eso sería una cosa que nunca pasaría realmente.

 

- ¡JIRAYA!-gritó el mayor de placer, sintiendo como sus pezones eran devorados por la golosa boca del rubio, quien se sentó en el lecho levando consigo al pelilargo, sentándolo en su regazo, con una pierna a cada lado de su cuerpo.

 

-Eres hermoso Orochimaru…-susurró contra la caliente piel blanca del doncel, haciendo que esta se erizara por completo, al mismo tiempo que deslizaba sus manos por la espalda de este, tanteando las delicadas formas y curvas de aquel cuerpo, hasta llegar a la cinturilla de aquel pantalón negro y empapado, para bajarlo un poco y adentrar sus calientes manos, acariciando el carnoso, blanco y húmedo, por la lluvia, trasero.

 

-Mmmm…Ahhh…-jadeó Orochimaru sintiendo como sus nalgas era estrujadas, al mismo tiempo que su cuerpo era nuevamente acostado en la cama, con su amante retirándole los pantalones y los bóxers, dejándolo completamente desnudo.

 

-Orochimaru…-llamó al pelinegro, haciendo que este lo mirara…que lo mirara realmente, viendo el joven ojiazul y no su viejo amor. Y por eso el pelilargo saltó a un lado huyendo del rubio.

 

-¿QUÉ SE PASA AQUÍ? ¿QUÉ ME HICISTE?-preguntó viendo su desnudes.

 

-¿No lo recuerdas?-inquirió el rubio levantándose, aproximándose del doncel.

 

Flash Back

 

Era la mañana de la despedida…Jiraya había muerto y ya no había volta atrás ya estaba muerto y enterrado. Pero aun así, habían dos personas que no conseguían decirle adiós, mismo con el temporal que se aproximaba. Esas dos personas eran Naruto y Orochimaru, el neto y el siempre enamorado del peliblanco, quien nunca supo del amor que el pelilargo le profesaba, ya que solo tenía ojos para su esposa, aunque aun se dedicase a sus libros pervertidos.

 

Al sentir como una gota de agua caía en su frente el rubio miró al cielo, viendo como este se encontraba cubierto de nubes, para después mirar a Orochimaru, quien se encontraba a su lado mirando a la sepultura de su abuelo, que se encontraba al lado de la de su abuela.

 

-Orochimaru…-llamó posando su mano en lo hombro de doncel, haciendo que este lo mirar con sus bellos ojos amarillos y con eso haciendo que su dorado cuerpo se estremeciera.-…es mejor que nos vayamos.-dijo retirando su saco, poniéndolo sobre los hombros del doncel, rodeándolo con un brazo para después llevarlo de allí.

 

El camino por el cementerio fue largo y silencioso. Las cada vez más frecuentes gotas de agua y el acercamiento de grandes y amenazantes nubes negras parecían no a los únicos seres vivos presentes allí. En aquel museo de almas. Unas más viejas que otras, y unas más valiosas para unos que otras. Pero como pinturas en un museo representan algo ya terminado y sin re comienzos.

-Naruto.-llamó Orochimaru quedadamente, abarcando la, poca, atención que Naruto no tenia abarcada en su persona.

-Si, Orochimaru.

-Ayúdame a olvidarlo.

Naruto se estremeció. Aquellas palabras eran demasiado peligrosas para su corredura, que se veía bastante afectada, tanto por la muerte de su abuelo como por la presencia de aquel doncel.

-Lévame a una cantina.-pidió el mayor, aferrándose a la manga de la negra chaqueta del rubio.-

-¡Pero aun son las 11h de la mañana-dettebayo!

-¡No importa!-afirmó, para después morder su labio. Tratando de contener los sollozos que trepaban por su garganta.-Y-yo solo quiero o-olvidarlo.

El rubio sentíase acorralado. Sabía que no debía llevarlo a una cantina para desahogar sus males. Pero el también deseaba hacerlo. Deseaba beber hasta perder la conciencia o la poca moral que le quedaba para tirarse sobre el doncel, lo que fuera primero.

-Te llevaré.-dijo-Pero yo te cuidare, no quiero que ningún idiota se aproveche de ti.

Orochimaru sonrió quedadamente, pensando que el rubio estaba jugando. Pero si hubiera mirado a las gemas azules de esta habría descubierto que este hablaba enserio.

-Muy bien. Aunque te diré que nadie se interesaría en un viejo doncel como yo.-finalmente alzó su mirada, cazando los ojos azules del rubio, dejándolo hecho piedra.

Para después, y un poco triste por el rubio no contrariar lo que dijo, lo arrastro hasta llegar a su auto. Sentar al rubio en el asiento del copiloto y después sentar frente al volante, encender el alto y salir de allí lo más rápido que podía.

Naruto, por su parte, cuando dio por si ya se encontraba entrando en la dichosa taberna, que ya se encontraba abierta y parcialmente llena de viejos borrachos y babosos que no sacaban sus sucias miradas de su, si su, pelinegro. Y por eso él les dedico unas, más que merecidas, miraditas asesinas consiguiendo que aquellos babosos se encogieran exageradamente sobre sus asientos y hasta consiguiendo que algunos se escondieran bajo las mesas, sacando una sonrisa zorruna de Naruto, quien pasó su musculoso brazo sobre los hombres del doncel, caminando en dirección a la barra.

Flash Back End

­-Y como ya te estabas quedando demasiado borracho, decidí llevarte a casa. Pero en el camino se me tiraste encima besándome y yo como también ya estaba un poco borracho no conseguí resistir.

 Explicó Naruto, acercándose al mayor, quien trataba de acordarse de aquello.

-¿No me crees?-preguntó Naruto, acariciando la mejilla del pelinegro, quien brincó al sentir aquella caliente mano en su rostro.

-N-No es e-eso.

-¿Entonces?

Orochimaru mordió el labio. Su cuerpo estaba caliente y deseoso por la caricias entregues por el rubio, que antes había sido recibidas por su persona con la imagen de su viejo amor en la cabeza. Pero ahora al substituir esa imagen por la imagen de Naruto haciéndolo el amor lo ponía mucho más caliente. Y eso lo perturbaba, y mucho.

-Es que nosotros no podemos hacer esto.-respondió apartándose, o por lo menos tratando de hacerlo. Ya que aquellos fuertes brazos apresaron su desnudo cuerpo, contra aquella morralla de músculos.

-¿Por qué?

La sensual y ronca voz del blondo hiso estragos en los débiles mente y cuerpo del  pelilargo. Quien se estremeció contra el otro, incitándolo sin querer.

-P-porque tú eres menor que yo…-dijo Orochimaru, mirando a Naruto. Tratando de sonar lo más firme que conseguía. Pero aquella caliente mirada era suficiente para hacer pecar a un santo.

-¿Y eso qué?

-Tengo edad para ser tu padre.

-Eso no me importa.-afirmó firmemente Naruto. Tanto que Orochimaru lo creo, pero aun así trató de encontrar otro motivo, para no cometer aquella locura. Aquella dulce locura. Y la única escusa que encontrar era una bomba para su autoestima.

-No soy tan bello con todos tus otros amantes.

Naruto miro al mayor incrédulo, viendo como este bajaba la mirada.

-No es cierto.-volvió a alzarle el rostro, clavando sus ojos azules en la gemas amarillas del mayor.-Tú eres mucho, pero mucho más hermoso que ellos.

Orochimaru se sonrojó, y mucho. No podía creer que un espécimen como Naruto le estuviera diciendo que era más hermoso que sus otros amantes. Pero aquellos trozos de cielo lo miraban con tanta certeza, que le era imposible no creerlo.

-No digas eso.-susurró el mayor quietecito, tratando de contener las ganas que tenia de besar aquel rubio.-No hagas eso.-pidió viendo como el rubio acercaba su carnosa boca a sus finos labios rozados.

-Tú lo deseas.

Fue lo único que dijo Naruto, antes de posar su boca sobre los finos y fríos labios del mayor. Calentándolos. Haciéndolos hervir de deseo y necesidad.  Más cuando Naruto los lamió con deseo, para después morder levemente el inferior pujándolo. Haciendo que Orochimaru gimiera quedadamente, cosa que Naruto aprovecho para penetrar y corromper aquella pequeña boquita y rozar su lengua con la otra.

Por su parte Orochimaru, se sentía desfalleciendo.

Sus piernas se hacían tornado en gelatina, y sus brazos en ganchos que trataban de aferrarse a los brazos, hombros y cuello del rubio, memorizando los músculos que este tenía en ellos. Al mismo tiempo que sentía que aquellas calientes y grandes manos se aferraban firmemente a su cintura, alzándola. Consiguiendo que el mayor enrolar sus piernas en las caderas del rubio.

 Quien volvió a acostarlo en la cama. Colocándose entre sus blancas piernas, probando su blanco pecho, atormentando sus pequeños pezones. Deslizando sus calientes manos por la temblosa silueta del doncel.

Por su parte Orochimaru, mordía su labio conteniendo los cosquillosos gemidos que querían romper sus labios, libertándose en la habitación y pervertir los oídos de Naruto.

-No te contengas Orochimaru.-dijo Naruto alzando su cabeza, deslizando por su torso, relamiendo sus labios sobre la erguida erección del mayor.-Déjame oírte.-afirmo, sonriendo zorrunamente, para después lamer gulosamente el miembro, de la base, a la punta y después saber la glande. Haciendo que el mayor libertara unas cuantas gotas de pre semen, el cual fue golosamente tragado por el rubio.

-E-Esperahh n-no ha-hagas e-esohh…

Trato de decir, claramente, él mayor. Pero al contrario de lo que decían sus palabras, sus estilizadas piernas apresaran el cuello del rubio, quien trago su pene por completo. Al mismo tiempo que habría y estrujaba sus nalgas con delicadeza, rozando la pequeña entrada con un dedo, sintiéndola húmeda y deseosa.

-Veo que lo deseas Orochimaru.-susurró el rubio con sensualidad.

Después de sacar el pene del mayor de su boca. Pene ahora que estrujaba con su mano derecha. Mientras lo vía, devorándolo con su mirada. Tratando de gravar aquella sensual vista en su memoria. Es que ver al aquel sensual doncel bajo su cuerpo, completamente abierto, rojo y sudado era toda una visión del paraíso.

-N-no es cierto-o.

-Claro que lo es.

Dijo Naruto penetrando al mayor con un dedo, sintiendo la calidez y estreches de aquel delicioso interior que siempre deseo profanar.

Orochimaru, por su parte, abrió los ojos abruptamente. Al igual que la boca, pero no salió sonido alguno. Se aferro a las sabanas procurando algo que lo conectaron con lo mundo terreno, pero le era inútil ya que las caricias de aquel rubio lo estaban transportando para un mundo más allá del paraíso.

Y gritó. Gritó rasgando las sabanas con sus manos, agarrándose fuertemente a la cintura del rubio con sus piernas, sintiendo como este golpeaba su próstata con sus dedos, llevándolo al topo. Haciéndolo correrse abundantemente sobre su vientre.

-¿Ves como era cierto?-dijo Naruto, sonriendo y sacando sus dedos del húmedo y, ya no tan, estrecho interior del doncel. Colocando las piernas del doncel sobre sus hombros, acercando su grande y potente erección a la entradita del pelinegro. Penetrándolo de una vez. Llenándolo por completo. Acercando su rostro al cuello del mayor, para morderlo y lamerlo con deseo.

-¡AH!-gritó Orochimaru de placer, aferrándose a la espalda del rubio, arañándola levemente, apretando el pene del rubio en su interior. Quien casi aulló de placer como una bestia, adentrándose aun mas en el mayor. Quien lo apretó aun mas, delirando de placer.

Las embestidas locas empezaron segundos después, sin que los espasmos del placer terminaran de atormentar su pobre y tembloso cuerpo  por eso Orochimaru, casi se desmalla por los violentos golpes que Naruto daba a su próstata, haciéndolo perderse nuevamente en el otro mundo.

-¡NARUTO!

Aquel gutural gritó resonó en la habitación, acompañado del segundo y igualmente poderoso orgasmo del pelinegro. Que apresó el pene de Naruto con tanta fuerza que el rubio terminó por correrse en su interior. Llenándolo con su caliente y espesa semilla, al mismo tiempo que lo llamaba, con aquella caliente y ronca voz.

Naruto dejo caer su torso sobre el delicado cuerpo de Orochimaru, pero apoyándose en sus codos, para no aplastar al pobre con su peso. Al mismo tiempo que se dedicaba a devora el grácil cuello que este. Haciéndolo gemir quedadamente, en cuanto trataba de recuperar del magnífico orgasmo otorgado por el rubio.

-Eres delicioso Oro-chan.-elogió Naruto, susurrando en el oído del mayor y acariciando sus piernas, que ahora se dejaron caer a los costados de su cuerpo.

Pero este se no dijo palabra, simplemente cerro sus ojos y todo se volvió negro.            


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).