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"MY LIFE" por Misu shiroi kiba

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Notas del fanfic:

La verdad, tenía 13 ideas para fanfics (ya comenzadas) y la proxima que subiría era esta y otra que la verdad... tiene una trama profunda, pero me parece muy cruel... asi que aun me cuestiono si subir ese trabajo, asi que por mientras, decido si subir esa o no, acomodo mis ideas para una 2da parte de uno de mis fics y escribo los demas que tengo, comenzare a publicar este, espero les guste.

Notas del capitulo:

bueno, primer capitulo de esta historía, espero y les guste:

Descripción de Kano:

Kano mide entre 1.58 y 1.60, tiene cabello rubio y un tanto largo (le cubre un poco los ojos y le llega poco antes de los hombros) y sus ojos son color grisaceo, es demasiado delgado ya que no come mucho y tampoco duerme como debería, tiene rasgos faciales bastante delicados y su cuerpo esta lleno de cicatrices y marcas.

1er día de clases para alguien en una nueva escuela a mitad del año, no conocer a nadie… o conocer nada sobre ese nuevo lugar a donde vas… esa era la situación que estaba viviendo un chico de 14 años llamado Kano Kazuki.

Era apenas la hora de la entrada, iba llegando a la que sería (probablemente) su nueva escuela el resto del año escolar. La razón por la que se había cambiado de escuela a esa época del año… constante maltrato de parte de sus compañeros sin ninguna razón.

Él ya tenía un plan, dirigirse directamente a su aula, no hablarle a nadie, no acercarse a nadie, no hablarle a nadie, simplemente poner atención en clases, no le importaba ser un antisocial en su nueva escuela, el solo quería evitar más maltratos.

Tratando de llegar a lo más rápido a su salón, sin darse cuenta, entro a una zona que estaba prácticamente vacía sin ninguna razón aparente o que el conociera, los alumnos le veían y se sorprendían de un debilucho como ese fuera tan valiente o tan estúpido para entrar ahí, pero simplemente, Kano no conocía la razón del miedo a ese lugar.

Entro, y de repente, 3 chicos muy fornidos se posaron detrás de él, y comenzaron a tomar poses amenazantes.

-oye tu…-dijo uno-que es lo que haces en nuestro territorio, creí que habíamos dejado en claro eso a todos en la escuela…

-espera, este chiquillo es nuevo en la escuela, de seguro no sabe…

-en ese caso… démosle una lección…

Los tres tipos se acercaron y comenzaron a golpear a Kano el cual, de ninguna manera trato de defenderse hasta ese momento, eso sí, le dolía mucho, pero al ya estar acostumbrado a los golpes, tanto en su casa como en su anterior escuela, sabía que si se defendía, sería peor la golpiza.

Pateaban su mochila, golpeaban sus brazos, pateaban igual de fuerte su estómago, le daban puñetazos en la cara, el punto es que ya lo tenían tirado en el piso, además de ser observado por muchos alumnos, pero nadie se dignaba a ayudarlo.

Los tres tipos estaban a punto de patearle la cara. En ese momento, Kano si se cubrió, esperando un doloroso golpe, pero ese nunca llego.

Kano volteo hacia arriba y quedo impresionado, un chico muy alto se había puesto frente a él, cubriéndolo y protegiéndolo de los golpes que estaba punto de recibir.

-pero que se supone que están haciendo con este chico…-dijo muy seriamente el joven alto.

-pre-presidente…-dijo uno de los maloras un tanto intimidado.

-respondan a mi pregunta…-exigió el joven que protegía a Kano.

-bu-bueno… nosotros ya nos íbamos-se fueron corriendo.

-¿estás bien?-el chico alto se volteó, se agacho un poco, y le extendió la mano a Kano para poder ayudarlo a levantarse.

Kano pudo observarlo claramente, sus imponentes y oscuros ojos verdes, su hermoso cabello negro, su cara tan masculina, mas no ruda, tenía una expresión amable, quedo impresionado.

Kano tomo la mano del chico alto y este lo ayudo a levantarse.

-s-si… no te preocupes…-se sonrojo.

-ven, vamos a la enfermería, estas lastimado.

Le tomo del brazo y lo jalo con cuidado para que lo siguiera.

Llegaron a la enfermería y el chico de ojos verdes le dijo a la enfermera:

-disculpe, mi amigo aquí presente tiene algunas heridas.

-ah, en un segundo, solo déjame ir por el botiquín y…

Entonces, sonó un anuncio en los altavoces de la escuela:

(Señorita Lina, preséntese en la dirección)

Ese era el nombre de la enfermera.

-oh…

-no se preocupe, yo puedo curarle, solo necesito el botiquín.

-pero es que…

-vaya, si no se puede meter en problemas.

-gracias, no me esperaba menos del presidente del consejo estudiantil-dijo la enfermera.

Kano se dio cuenta de que ya había 2 personas que habían llamado a ese chico “presidente”, lo que por obvias razones, debía significar que era el presidente del consejo estudiantil.

La enfermera le dio el botiquín al chico y se fue.

-veamos…-el joven alto urgó un poco en el botiquín y saco un algodón, un poco de alcohol y varias banditas, mojo el algodón con el alcohol y comenzó a curar las heridas del rostro de Kano, el cual se sonrojo. Cuando termino con su rostro, puso una bandita en una herida algo grave.

-bien, ahora…-dijo el joven mientras se acercaba a Kano y trataba de desabotonar la camisa del mismo.

Kano, además de sentirse avergonzado, sintió miedo, pues bajo su camisa ocultaba algo…

-¡¿e-espera, que haces?!

-quiero curar las heridas en tus brazos y tu torso-dijo el otro como si nada.

-no es necesario, así estoy bien…

-¿seguro?

-si…

-hmm… bien… vamos a clase.

Ambos chicos llegaron a la clase 2B en la cual, Kano estaba muy feliz de que el chico que le había ayudado estuviera ahí, aunque no lo demostrara, pero sus agresores también compartían el aula…

Kano se quedó de pie un segundo, pues el profesor le pidió presentarse ante todos, pero el solo dijo su nombre y edad, no quiso portarse amable con nadie, él quería hablar con la menor cantidad de gente posible.

Al final, resulto que se sentaría tras el presidente del consejo, el cual le había ayudado antes.

Durante las clases, Kano estuvo observando al presidente, perdido en su carisma, prácticamente hipnotizado, aunque de una manera sutil para que nadie se diera cuenta, tomaba notas y prestaba atención, pero aun así, como podía, quedaba viendo a ese chico

El descanso llego y Kano comenzó a guardar algunas de sus cosas en su mochila, hasta que:

-¡hola!

-¿eh?-era el presidente del consejo.

-¿trajiste almuerzo?-le pregunto amablemente.

-tenía… pero se arruino cuando me golpearon…

-entonces ven, te invito algo.

Ambos fueron a un pequeño negocio que había en la escuela, y el presidente compro sándwiches para ambos.

-gracias…-dijo Kano cuando el otro le dio el sándwich.

-por nada, y mi nombre es Yuki Hayate.

-es un gusto… Hayate-san…-Kano estaba avergonzado.

-oye… te ves algo triste, ¿sucede algo?-Yuki se dio cuenta de la melancólica mirada de Kano.

-no, estoy bien…

-¿estás seguro? Porque cuando te estaba curando me pareció ver que tratabas de esconder algo, ya hora te ves triste.

-no, enserio, no tienes de que preocuparte…

-sabes… soy bastante perceptivo cuando se trata de los demás…

-bueno… yo… no, enserio no es nada…

-hmm… bien, si tú lo dices…

estuvieron conversando un poco mientras comían en el descanso, hasta que sonó la campana y tuvieron que regresar a clase.

Al igual que la primera mitad del día, además de poner atención y tomar notas, también observaba atentamente a Yuki y escribía su nombre muchas veces en la hoja trasera de uno de sus cuadernos.

Una vez que la escuela termino:

-¿te acompaño a casa?-le dijo Yuki a Kano.

-no, está bien… gracias…-dijo Kano, y después partió a su “hogar”.

Una vez que llego, abrió con su llave la puerta de la casa y entro mientras decía:

-e-estoy en casa…-dijo Kano temeroso.

-hasta que llegas…-dijo un hombre grande y musculoso, con gran parecido a Kano, con la ropa desacomodada y sosteniendo una botella de cerveza.

-bu-buenas tardes padre… ¿está mi madre?

-no… hoy trabajara hasta tarde.

-bien, gracias…

-tu prepararas la cena, ¿entendiste maricón?-le dijo muy groseramente su padre.

-si padre, entiendo… si me necesitan, estaré en mi habitación, preparare la cena al rato…

-siempre te largas a encerrar a tu habitación… deberías ser sociable como tu hermano mayor…

-si me disculpa padre…-se fue directo a su habitación, se lanzó a su cama y aplasto su cara contra su almohada, para quedarse dormido mientras pensaba en Yuki.

Despertó de repente unas horas después, pues sintió un extraño peso extra encima de él, y cuando despertó, vio a su hermano montado encima de él.

-hermano…

-hola tú…

-bájate…

-jodete, yo te hago lo que se me antoja.

-pero es mi cuerpo…

-de todas maneras, a ti te gusta que te den por detrás, ¿no?

-cállate…

-no, cállate tú-se agacho y trató de besarlo.

-¡déjame!-lo empujo y le grito-¡fuera de mi cuarto!

-¿Cuándo vas a dejar que te dé?-le dijo su hermano mayor.

-¡nunca! ¡Lárgate!-le continuo empujando difícilmente, ya que su hermano era mucho mayor y fuerte que él, pero, cuando al final pudo sacarlo de la habitación, le puso seguro, se recargo contra la puerta, y poco a poco, se deslizo por la misma hasta quedar sentado recargado en la misma, se agarró la frente con ambas manos levantando esos mechones rebeldes que le cubrían la cara, comenzando a llorar, ya estaba demasiado presionado. Su padre era, no cruel, lo que le sigue, con él, y su hermano mayor (que para ese momento ya tenía 23 años) desde que Kano tenía 5 años, había querido tener sexo con Kano, pero para la buena suerte del menor, no lo había logrado.

En casa, su madre era la única en la que podía confiar, pero era una maniática del trabajo, por lo que casi nunca estaba en casa y cuando estaba y Kano acusaba a su padre de que lo golpeaba y ofendía de tal manera, o que su hermano trataba de violarlo, esta nunca le creía, y cuando Kano mostraba alguna prueba de lo que le hacía su padre (ya que de ninguna manera, su madre creía lo de su hermano), ella solo regañaba al hombre.

Dieron las 6 de la tarde, Kano, tuvo que salir obligatoriamente para preparar la cena, llego discretamente a la cocina y comenzó a cocinar, ya que, además de su madre, en esa casa, él era el único que sabía hacer algo realmente. Limpieza, cocinar. Desde pequeño, el padre de Kano lo tenía haciendo todo en esa casa cuando la madre de Kano no estaba.

El padre de Kano había odiado a Kano desde que este nació, ya que el solo quería tener un hijo, y ese era el hermano de Kano, pero  no tuvo de otra, pero comenzó a portarse especialmente cruel cuando, Kano, a los 11 años, se declaró abiertamente gay ante sus padres (y sin quererlo a su hermano, ya que este estaba escuchando a escondidas), fue entonces cuando comenzaron los comentarios hirientes de parte de su padre y las “excusas” de su hermano para poder hacerlo con Kano.

Una vez que Kano termino de cocinar, decidió no comer y solo regresar a su habitación antes de que su padre y su hermano llegaran al comedor, que con antelación, Kano ya había preparado con los alimentos que consumirían esos familiares.

Pero cuando iba a subir:

-a dónde vas señorita… ¿acaso no piensas comer? ¿o estas a dieta?-dijo su padre.

-no… simplemente no tengo hambre…

-le echaste algo a la comida… ¡¿verdad estúpido?!-lo tomo del cuello de su camisa y lo amenazo con un puño.

-n-no padre… ¿Qué ganaría haciendo yo eso…?

-yo que sé, una de tus rarezas.

-no le puse nada…-dijo firmemente.

-¿y todavía te atreves a hablarme así? Maldito marica…-le lanzo una bofetada dejando una marca morada un poco debajo de su ojo derecho.

Kano hizo una mueca de dolor y se cubrió sonde le había golpeado.

-e-enserio padre… no le puse nada a la comida…

-¿enserio? Entonces no te molestara comer-lo tomo del cabello y lo arrastro hasta la cocina, donde, en uno de los platos ya servidos, estampo su cara contra el plato y comenzó a restregarlo por el plato, mientras Kano lloraba, tratando de no gritar-hmm… no te moriste… me parece que no le pusiste nada… je-se burló el hombre.

-¿-y-ya puedo irme a mi habitación…?-dijo Kano llorando.

-ya lárgate.

Justo en el momento en el que Kano se fue, llego su hermano, y al ver como corría llorando, igual sonrió.

Kano llego a su habitación y se encerró, no creyó poder soportar más de eso, llevaba tanto soportando ese tipo de cosas que creyó que terminaría acostumbrándose hasta que pudiera salir de casa de sus padres, pero se daba cuenta, no era posible acostumbrarse a tal cosa.

Su vida se había vuelto un infierno, y él no tenía la culpa, pero… cuando conoció a Yuki, por un momento pensó que su vida podía cambiar, la primera persona que se había comportado amable con él… le dio una pequeña esperanza…

CONTINUARA…

Notas finales:

bueno, espero sus opiniones de mi nuevo proyecto, si gustan, pueden darme sugerencias, ideas, lo que gusten, espero que si les agrado, leerlos en otro capitulo (si me dejaron review), y si leyeron pero no comentaron, igual, espero que continuen leyendo lo proximo, por ahora, me despido:

Sayo~ boys and girls.


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