Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Necesidad por Mirelle

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola :) Ante la demanda, he decidido hace runa segunda parte. Esta está completamente desvinculada de todos los sentimientos de la primera y lo más importante es la acción. Es como la segunda parte mala de las películas de disney :/ pero al menos así podemos conocer al Naruto de este fiki ^^


 


Espero que les guste :O

Dentro de la ducha, Minato suspiró. No creía posible que se hubiera enamorado de un chico de diecinueve años, pero así era. Si lo pensaba detenidamente, tampoco parecía una locura: el chico dentro de poco cumpliría los veinte y él tenía treinta y cinco. Tampoco se llevaban tantos años. Porqué quince tampoco era un número tan alto, ¿verdad? Su mujer era diez años más mayor que él cuando la dejó embarazada…

 

En cualquier caso, le parecía increíble que se hubiese enamorado hasta tal punto de una persona. Cada vez que Sasuke se enteraba que Naruto había decidido ir a dormir a casa de alguna de sus novias había corrido a casa de Minato para poder pasar un rato a solas con el mayor, y la verdad es que él se sentía honrado. Sasuke le amaba a él y él a Sasuke. Tampoco es que fueran tan diferentes, ¿verdad?

 

Acabó de ducharse y se puso una camiseta suelta de color azul por encima de los boxers. Y fue asó como bajó hasta el salón, llevándose la sorpresa de su vida. Naruto estaba sentado en el sofá con el portátil sobre sus piernas.

 

-Hijo, qué alegría verte en casa. – alegó, realmente feliz. – Es extraño porqué últimamente nunca vienes. – ante el gruñido de su hijo, decidió que sería mejor no tocar ese tema. Fue a la cocina a servirse un vaso de zumo y se sentó al lado de su hijo, quién no se había girado a mirarle ni un momento.

 

El silencio se había instaurado entre ellos y Minato tampoco sabía qué preguntarle. Naruto estaba de mal humor quizás por haber cortado con una novia, así que no podía preguntarle sobre eso. Por otro lado, sabía que era bastante malo en la escuela por lo que tampoco se atrevía a preguntarle sobre las notas para no enfadarle más. En ese momento se dio cuenta de lo difícil que era hablar con su hijo y lo fácil que resultaba entablar una interesante conversación con Sasuke. Bueno, con su novio. Novio, qué bien le sonaba.

 

Incapaz de seguir aguantando el silencio por más tiempo, decidió preguntar por su único interés realmente común.

 

-¿Cómo está Sasuke?

 

Una vena se hinchó en la frente del rubio y empezó a aporrear el teclado de su ordenador portátil tan fuerte que Minato empezó a hacer cuentas para comprarle uno nuevo cuando lo rompiera. Al cabo de unos segundos se detuvo y confesó sin dejar de mirar la pantalla.

 

-No lo sé. Nos hemos peleado.

 

Vaaaaaayaaaa…. Así que el mal humor de Naruto no venía por haber roto con la novia, sino que se había peleado con Sasuke… Bueno, eso le daba un tema para hablar. Reconocía que sentía mucho más interés en saber qué había sucedido entre Sasuke y su hijo, pero no quería hacerle enfadar, así que decidió cambiar de tema. Al fin y al cabo, Sasuke ya se lo contaría más tarde. Con él sí era fácil tener una conversación civilizada… En ese sentido se notaba mucho su madurez. Oh, por Dios, ¿Por qué no dejaba de pensar en el moreno…?

 

-¿Y qué tal te va con Temari?

 

-Papá, por favor, ¡Temari ya es historia! ¡Corté con ella el mes pasado! Y hasta esta mañana estaba saliendo con Karin.

 

-¿Pero Karin no es la chica pelirroja que tiene un blog donde enseña fotos pornográficas sobre su cuerpo? – preguntó sorprendido.

 

-¿¡Eh!? ¿¡Hasta tú lo sabías!? – el tono de odio que usó Naruto le aseguró que acababa de meter la pata hasta el fondo o que incluso se había metido él entero. - ¿¡Por qué soy el último en enterarme de todo!? – frustrado, Naruto gruñó de nuevo. Harto por la actitud de su hijo, Minato decidió pasar al ataque.

 

-¿Y qué ha pasado con Sasuke?

 

-¡Sasuke! ¡Sasuke! ¿Qué os ha cogido a todos con Sasuke de repente? – preguntó retóricamente. Minato le observó preocupado.

 

-Bueno, sois… erais muy buenos amigos, es extraño que os hayáis peleado. ¿Qué ha sucedido?

 

-Que ya nunca me hace caso. – gruñó el rubio, cruzándose de brazos con el ceño fruncido. – Sólo está con su novia y cada tarde va a verla. ¡Será imbécil…! Antes molaba mucho más. Recuerdo que en una ocasión… - Peor Minato había dejado de escuchar a su hijo. Sasuke, su Sasuke, el amor de su vida… ¿¡Tenía novia!? ¡Eso era imposible! El poco tiempo que tenían libre lo pasaban juntos, pero… ¿y si él realmente le engañaba…?

 

-¿Por qué dices que tiene novia? – preguntó.

 

-Hace tres días que quiero ir con él a comer después de clases, pero siempre me dice que no, que tiene cosas que hacer. Además, el muy estúpido… - Vale, eso significaba que tenía un problema, y de los gordos. Sasuke no había ido a verlo en tres días, pero Minato había creído que sería por cuestión de deberes. ¿Realmente le estaba engañando? –…y cuando le digo que yo no quiero tener que…

 

-¡Naruto! – interrumpió el mayor. – Debemos descubrir si es verdad que Sasuke te está dejando de lado por una chica. ¡Es un tema muy serio! Mañana mismo le perseguiremos saliendo de clases para ver dónde va, ¿de acuerdo?

 

Al menor le tomó por sorpresa la intensidad de la orden de Minato y creía que nunca volvería a ver sus ojos tan llenos de decisión como en ese momento. Sonrió y asintió. Interiormente se sentía nervioso: por fin, después de tantos años, podría practicar una actividad con su padre (aunque fuese perseguir a su mejor amigo por la ciudad) y eso le llenaba de alegría.

 

 

 

 

 

 

 

-Sasuke, ¿Quieres ir a McHokage después de clases? – preguntó Naruto. Sasuke, desde donde se encontraba limpiando la pizarra, le observó por unos momentos y negó con la cabeza.

 

-Hoy tampoco puedo, quizás mañana.

 

El rubio asintió y se levantó de su asiento. Sasuke le observó sin comprender.

 

-Voy un segundo al baño. – se explicó. El moreno asintió y Naruto corrió hacia el baño, encerrándose en el cubículo. Rápidamente tecleó un mensaje en su teléfono y lo envió al número de Minato. “Si hay plan. Quedamos en la salida.”. Sonrió orgulloso y volvió a clase, encontrándose con Sasuke esperándole sentado en la silla, con la cabeza apoyada en la mesa.

 

De pronto, el teléfono móvil de Naruto sonó, provocándole un brinco. Cogió el aparato y miró el mensaje que su padre le acababa de enviar: Ok. Lo espero con ganas. Suspiró e iba a guardar el teléfono cuando le desapareció de la mano. Sasuke lo tenía ahora entre sus manos y leía el mensaje de su padre. “¡Oh, no! ¡Se descubrirá todo!” pensó Naruto. Sasuke le devolvió el aparato y le lanzó una mirada fría.

 

-¿Has quedado con otra chica?

 

-¿Eh? – sin comprender.

 

-Ella lo “espera con ganas”. – se explicó Sasuke, lanzándole miradas de odio. Naruto tragó saliva y dio gracias al cielo por semejante confusión.

 

Después de las clases, Sasuke cogió su bolsa y empezó a marcharse. Rápidamente y de manera desordenada Naruto recogió también sus cosas y le siguió, a prudentes pasos de distancia. En la entrada, Minato veía con desespero como salían todos los alumnos. Por fin vio al moreno y un sonrojo acudió a su rostro. Envidiaba muchísimo a Naruto. Sasuke se veía hermoso con uniforme, realmente le daban ganas de lanzarlo encima de la cama y… La voz de una niña interrumpió sus pervertidos pensamientos:

 

-Mami, mami, a ese señor le sangra la nariz.

 

-Cállate mi amor. – respondió la madre. – Y no te preocupes, ahora llamo a la policía para que saquen a este degenerado de aquí.

 

Avergonzado por los comentarios, Minato se apartó del lugar. Se reunió con Naruto y ambos empezaron a seguir al moreno.

 

Sasuke entró en una peluquería para sorpresa de los dos rubios. Estuvo dentro como un cuarto de hora (tiempo en el que padre e hijo pensaron que tal vez habría huido por una puerta trasera al darse cuenta de que estaba siendo perseguido) hasta que salió, acompañado de un chico más alto que él y muy atractivo. Ambos se quedaron a cuadros.

 

-¿¡Sasuke… saliendo… con un chico?! – se preguntó Naruto, pálido como el papel. Las preocupaciones de Minato iban por otro camino.

 

-¿Sasuke… me está… engañando…? ¿¡Que tiene él que no tenga yo, eh?! ¿¡Es porqué soy rubio, verdad!? – a puntito estuvo de salir a echarle la bronca más grande del mundo al Uchiha, pero Naruto le detuvo agarrándole por el hombro. Cuando Minato se calmó, Naruto preguntó.

 

-¿Qué ha sido todo eso…?

 

-Verás, Naruto… - Minato decidió sincerarse. Al fin y al cabo era un buen momento, ¿o no? – Yo estoy acostándome con Sasuke.

 

-¡Pero serás hijo de puta! – El menor se tiró sobre el mayor y empezó a golpearle en la cara, haciéndole sangrar. Minato intentaba esquivar los golpes mientras un grupo de gente empezaba a rodearlos, observando el espectáculo. Realmente Minato no entendió porqué su hijo intentaba matarle hasta que recordó sus palabras.

 

-¡No, espera, Naruto! ¡No le estoy forzando, es completamente consentido! – explicó, creyendo que el enfado venía porqué su hijo creía que se estaba aprovechando de él. Aún así, Naruto no dejó de intentar pegarle.

 

-¿¡Y a mí qué coño me importa eso, bastardo!? ¡¡Con mi amigo no se mete nadie, ni siquiera si es consentido!!

 

-Naruto, yo no me meto con él, ¡yo le meto a él! – al parecer la estúpida broma no tuvo efecto y Naruto continuó con su ataque de locura. Finalmente aparecieron unos guardias que les separaron, preguntándose qué debía de haber pasado ahí. Los rubios se miraron por unos momentos y se pusieron de acuerdo: a la vez golpearon a los policías y se echaron a la fuga, siendo perseguidos por éstos. Cuando la situación pareció calmarse, encontraron a Sasuke en el centro comercial, comprando acompañado del hombre mayor.

 

-¡Será bastardo ese Sasuke! – gritó el rubio. – No sólo me abandona a mí sino que te pone los cuernos a ti. Cuando le pille se va a enterar, ¡le dejaré el culo como la bandera de Japón!

 

-De eso ya me encargaré yo, Naruto. – rió el mayor. Su hijo le miró con desaprobación.

 

-Papá, es muy joven… ¿No crees que te estás aprovechando de su inocencia?

 

-Yo no me aprovecho de nada, ¡fue él quién me pidió que tuviéramos sexo a cambio de dinero! – se quejó Minato, defendiéndose. Naruto todavía se sintió más violento. Cogió a Minato por el cuello de la camisa y le observó con rabia. Sus ojos estaban rojos.

 

-¡¿Me estás diciendo que prostituiste a mí amigo?!

 

-Bueno, técnicamente él fue quién se me ofreció… - explicó el mayor. Cogió las manos de Naruto, le miró a los ojos, y decidió comportarse seriamente.

 

-Naruto, Sasuke y yo nos amamos. Estamos hechos el uno para el otro y nos necesitamos Por favor, acéptanos.

 

Las palabras hicieron mella en Naruto, quién carraspeó apartándose de Minato. Observó a Sasuke y se giró hacia su padre.

 

- Me temo que Sasuke no te pondría los cuernos porqué sí, él no es de esa manera. De momento creo que es más importante saber porqué Sasuke está con ese hombre. Podría estar extorsionándole o obligándole a prostituirse de algún modo horroroso.

 

A pesar de pensar que Naruto tenía demasiada imaginación, Minato estuvo de acuerdo en que lo importante era saber qué hacia Sasuke con ese hombre. De pronto, los dos morenos entraron en una joyería, asustando a los rubios.

 

-¡Ah, no puede ser! ¡Ese hombre le va a comprar un anillo para la boda! ¡Lo tenían todo planeado! – Minato tapó la boca de su hijo antes de que siguiera diciendo más tonterías e intentó pensar cuerdamente.

 

-Esto no puede ser. Tal vez… Sólo quieren un collar. O una pulsera… - Minato calló al ver salir de la tienda a Sasuke con una caja de color azul. Seguramente dentro habría algún anillo.

 

-¡Estoy harto! – Naruto salió de su escondite (arrastrando a Minato en el proceso) y se plantó delante de Sasuke. Éste le observó curioso, como no sabiendo qué hacía ahí. Al ver a Minato en el suelo (por haber sido arrastrado por Naruto), Sasuke se sonrojó.

 

-Mi-Mi-Minato-sama…. ¿Qué… qué hace usted aquí…?

 

-¡Sasuke! – Naruto le encaró. – Está bien que pases de mí, está bien que salgas con mi padre, ¡pero lo que no consiento es que le pongas los cuernos como lo estás haciendo! ¡Y encima con un sujeto tan sospechoso!

 

Demasiada información de golpe que paralizó momentáneamente el cerebro de Sasuke. Su cabeza empezó a dar vueltas mientras él era incapaz de reaccionar. Finalmente su acompañante se puso a reír.

 

-Así que pensáis que soy un sujeto sospechoso que está saliendo con Sasuke… Y decidme, ¿por qué estoy aquí con Sasuke?

 

-¡Obviamente estás comprándole un anillo para la boda! – aseguró Naruto. La cara de Minato se fue volviendo roja al comprender la situación. La cara del acompañante de Sasuke no dejaba lugar a dudas: habían metido la pata hasta el fondo. Rápidamente se levantó y se acercó al oído de su hijo para susurrarle.

 

-Cállate, Naruto, este hombre…

 

-¡No pienso callarme! – Naruto apuntó a Sasuke con un dedo acusador. - ¡No permitiré que sigáis juntos!

 

-Pero Naruto, este hombre es…

 

-¡Me da igual quién sea este hombre! ¡Como si es el Papa de Roma! ¡No permitiré que él…!

 

-Encantado, soy el hermano de Sasuke. – saludó el acompañante. Naruto se quedó repentinamente sin habla. Minato suspiró  comprendido que era tal y como había pensado: Sasuke estaba paseando con su hermano mayor.

 

-¿Her… hermano? ¿En… Entonces Sasuke no le está poniendo los cuernos a mi padre….?

 

-No estúpido. – respondió el moreno, sonrojado. Le tendió la caja a Minato y sonrió levemente. – Durante estos días he estado buscando un regalo de noviazgo para mi pareja. Como no sabía muy bien qué le podría gustar, había pedido la opinión de mi hermano. – señala al acompañante, quién sonríe encantado.

 

-Soy Itachi, un placer.

 

Al comprender el ridículo que acababa de hacer, Naruto salió corriendo. Itachi se despidió con la mano y se fue hacia su casa, dejando solos a los dos tórtolos.

 

-Siento haber dudado de ti. – alegó Minato, acercándose al moreno. Sasuke asiente y se acerca para besarle.

 

-No te preocupes.

 

Y gracias a ese malentendido, Naruto se enteró de la verdad de todo aquello, pero pareció no tomárselo mal del todo. ¿O sí?

 

 

 

 

 

 

 

 

Sasuke y Minato se estaban besando. Las manos del mayor descendían por la espalda de Sasuke hasta llegar a ese maravilloso… ¡pellizco!

 

-No se toca. – gruñó Naruto. Minato le observó con los ojos lastimeros más el rubio no cedió. – No pienso permitir que tengáis más sexo en esta casa. – Minato iba a replicar, pero Naruto recalcó: - Ni en ningún lado. No hasta que Sasuke sea más mayor.

 

-Soy mayor. Tengo diecinueve. – gruñó el moreno. Naruto le pellizcó la mejilla.

 

-Pues hasta que tengas veinte. No pienso dejar que éste viejo te use para sus fines maquiavélicos.

 

-Pues que sepas que ya lo hemos hecho. – replicó Sasuke. Naruto asintió.

 

-Y ese error no se volverá a repetir. A partir de ahora toque de queda, Sasuke debe de estar en su casa a las siete de la tarde. Si por cualquier motivo se queda a dormir, dormirá en mi cama, conmigo. Sus horarios de visita están colgados en la nevera con un imán. No se aceptan visitan cuando yo no estoy y… - fijó su vista en Minato especialmente. - …en tu despacho he dejado un mapa con las zonas de Sasuke en las que no se puede tocar.

 

Parece que la vida de los dos amantes se ha complicado un poco. ¿No se supone que ahora que Naruto sabía el secreto todo sería más fácil…?

Notas finales:

Hasta aquí :O Por favor, dejénme sus opiniones, no sé cómo me habrá salido esta segunda parte, pero espero de todo corazón que els gustara.. >////<U

Muchos besos, nos leemos ^^

¿Sabían que acabaría así el fik o les ha pillado por sorpresa? X3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).