Hola Querida mucho gusto me presento Yo soy la otra aunque no es correcto decir la otra por que más bien soy el otro, sí linda tu marido te engaña y te engaña con un hombre, un hombre 20 años menor que tu, no tengo tu experiencia tal vez no tengo tu porte pero querida soy carne fresca, yo puedo hacer lo que tu pudor y tu recato no te deja, lo siento querida el de ti ya esta aburrido, tu para el ya eres el juguete viejo y yo adivina soy el juguete nuevo, te lo debo agradecer tengo a ese hombre gracias a ti, tus descuidos, tus achaques fueron los que orillaron a nuestro hombre a ir a esa cafetería donde me encontró.
Yo lo entretengo de todas las formas que tú no puedes, él me dedica horas se sexo, horas de platicas y de caricias, yo tengo el cariño y el amor que a ti te está negando. Quizás yo no tengo el papel donde diga que es mío eso querida lo tienes tu pero de los dos yo soy quien lo tiene todo sin tener nada, tu solo te engañas a ti misma, te haces la tonta, solo tienes el dinero y la fama de ese hombre, son solo cosas materiales querida lo que obtienes de él.
En cambio yo tengo sus noches y su pasión su fantasías y su obsesión aunque te duela, soy el que en tu cama probo su amor, tu eres rutina por eso yo prefiero ser el amante.
Le causo mucha gracia que esa mujer entrara a la cafetería no había podido resistir pedirle a su compañera que le cediera esa mesa para que el pudiera atenderla, no había podido evitar pensar todas esas cosas había tenido ganas de decirle todo aquello mientras ella presumía el nuevo brazalete carísimo de algún diseñador de renombre que su esposo le había regalado, pero solo se mantuvo quieto sonriéndole manteniendo sus declaraciones en sus pensamientos, no había competencia nunca la hubo él lo supo desde que la miro esa mujer no llenaba a Tony Stark no como lo hacia él.
Le sonríe inclinándose a servirle un poco más de té como ella se lo había pedido, se tomo el atrevimiento de observarla aunque era una mujer de 40 años aun se conservaba bien no había arrugas en su rostro, no tenía kilos de más ni nada que la pudiera hacer desagradable, era una buena esposa como Tony le había contado pero era tan buena esposa que aburría.
-¿así está bien señora?- Le pregunto sin borrar esa sonrisa prepotente y burlona de su rostro, el sabia quien era con quien estaba casada esa mujer pero en vez de sentirse mal por eso al contrario le causaba cierta gracia.
-si muchas gracias- apenas le prestó atención a ese muchachito ella estaba más entretenida en la plática con su amiga que lo que pasaba a su alrededor – entonces Tony me dijo que de regalo de cumpleaños me llevara a Venecia, es la primera vez en mucho tiempo que iremos los dos.
Oh si Venecia un lindo lugar para pasar unas extraordinarias y románticas vacaciones y más si el también iba a ir por que no solo iría ella Tony lo había convencido para que el también fuera.
Regreso a la cocina para ir por el pedido de esas dos mujeres, que mala suerte que de todos los lugares donde pudieran ir a desayunar ella tuviera que escoger el lugar donde él trabajaba, bueno era obvio Tony le había comentado que su mujer sospechaba que tenía una amante aunque nunca se lo había planteado a su esposo pero su mujer no era tonta se hacía que era diferente. Lo más seguro es que estuviera en esa cafetería hablando con su amiga para contarle sus penas, se asomo por la ventanita de la puerta riendo de nueva cuenta ahora esa mujer hacia ademanes extraños su amiga la miraba con pena y la trataba de consolar ya le estaba contando lo de la amante.
El no era tonto supo que Tony Stark estaba casado desde el inicio de su relación, nunca busco que se divorciara ni mucho menos se casara con él, no él no quería ser la esposa porque era más entretenido y divertido ser el amante. No sentía pena por lo que estaba haciendo después de todo si no era él sería alguien más y entonces si esa mujer lo iba a perder todo pues cualquier otra persona no se conformaría con ser solo la amante.
Apenas tenía 20 años trabajaba en esa cafetería para pagar sus estudios de la universidad, no iba a negar que era un chico demasiado apuesto que fácilmente podría tener a cualquier hombre o mujer que él quisiera pero nunca le gustaron las personas de su edad pues las consideraba demasiado estúpidas, siempre le llamaron la atención las personas mayores más maduras aunque nunca había tenido un amante que le llevara 28 años de diferencia pero eso era lo entretenido de su relación la diferencia de edad porque Tony estaba deseoso de sexo de pasarla bien y el estaba abierto a cualquier experiencia además para los años que tenía ese hombre se mantenía bastante bien y era más guapo que muchos otros jovencitos idiotas.
Y aun a pesar de ser el amante siempre le dio su lugar nunca lo trataba mal ni lo hacía sentir menos, Tony lo había presentado con sus amigos y llevado a varios eventos aunque claro nunca le dijo a nadie que ese muchachito era su amante aunque si despertaron muchas dudas y chismes porque siempre estaban juntos pero nadie preguntaba nada. El no era una persona materialista no le gustaba que le regalara brazaletes, ropa ni esas cosas él prefería que ese dinero lo gastaran juntos salieran a divertirse, le gustaba estar con Tony iban a la opera, a comer, a conciertos de Rock porque a Tony le gustaban mucho hacían cualquier cosa y no se aburrían a ninguno de los le incomodaba lo que el otro hacia o decía se complementaban perfectamente.
Tomo una charola para colocar el desayuno de las mujeres y llevárselos hasta en eso esa mujer era aburrida había pedido un desayuno integral sin nada de grasa y con una pinta que decía que era incomible no era como él que pedía una hamburguesa para desayunar, que a mitad de la noche le entraban ganas de comer helado y soda, él jamás se preocupo por hacer dieta o por comer cosas que a sus amigos les causara asco, él siempre fue impulsivo, amante de la vida.
Volvió a sonreírle cuando llego a la mesa dándose cuenta de que ella estaba llorando – una dama no debe llorar – le dice amablemente entregándole una servilleta para que secara sus lagrimas – las lagrimas de una mujer son hermosas y muy apreciadas por eso no debe derramarlas tan fácilmente cualquier problema tiene solución usted es una dama fuerte.
-Gracias- tomo la servilleta que el mesero le estaba ofreciendo limpiándose las lagrimas no se había molestado porque el muchacho interrumpiera en su plática ni el que se tomara tantas confianzas para tratarla así al contrario sus palabras le hicieron sentir bien- ¿Cómo te llamas?-
-Loki – le contesta risueño y a la vez burlón dejando los platillos en la mesa-es un placer señora Stark
-Loki - repite ella mirándolo de una manera bastante interesante, Loki ese nombre nunca lo sacaba de su mente ya que una vez había escuchado a su esposo hablar por teléfono con la otra la plática fue rápida y lo único que escucho de todo aquello fue “Loki te amo” nunca se le olvidaría aquello ahí fue donde se entero que su esposo tenía amante pero siempre creyó que Loki era un sobre nombre por eso no había podido dar con la mujer.
Lo observo con más detenimiento era un muchachito muy guapo, alto y delgado. Su cabello negro hacia que su piel luciera más blanca y esos ojos grises que en ese momento reflejaban burla lo hacían perfecto. Entonces lo entendió no había ninguna mujer no había otra nunca lo hubo. Se llevo una mano a la boca sollozando de nuevo mirando a ese muchachito aterrada.
Su turno acabo a las once de la noche se despidió de sus compañeros y al salir del restaurante su sonrisa se volvió más grande, ahí en el estacionamiento estaba Tony con una rosa y un osito de felpa le estaba esperado.
-hola galán- se acerca para besarlo ese día Loki estaba mucho más contento que otros días- ¿son para mí?-
-¿por supuesto para quien más podrían ser?- lo abrazo fuerte el cuerpo de Loki le encantaba, aunque era muy delgado no dejaba de ser hermoso, no tenía un cuerpo afeminado ni masculino era simplemente perfecto
-¿paso algo interesante hoy? Te vez muy contento- Le abre la puerta del carro Tony era todo un caballero con él.
-lo mismo de siempre señoras ricas que le lloran a sus amigas mientras toman el té- sonríe burlón no le iba a decir que su esposa había estado ahí no porque no quería arruinar su noche perfecta de todos modos Tony se enteraría cuando llegara a su casa…