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Aprendiendo a confíar por Neko uke chan

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Notas del capitulo:

Este es el capítulo desenlace donde se dan un par de explicaciones importantes en relación a la historia. También es un respiro después de tanto drama con la participación de un personaje que amo demasiado~ 

 

Disfruten y comenten si les agradó.

~~

 

–¿Y bien?

 

–…

 

–…¿Alguien puede explicarme esto? ¿Cómo es que avanzamos diez metros y conseguimos más tráfico?

 

Akihiko no respondió a la pregunta de Misaki, simplemente gruñó de nueva cuenta. Llevaban media hora en el mismo tramo de calle, literalmente estacionados, presos en el auto por el fuerte retraso; la normal pero inesperada lluvia de otoño estaba complicando el procedimiento de las autoridades de tránsito terrestre para restaurar la vialidad de tan importante distrito luego del accidente, ocasionando impaciencia en los choferes. Las bocinas se dejaban escuchar frenéticamente entre el vaivén de los limpiaparabrisas y el chapoteo de las gotas.

 

Usami golpeó el claxón con furia una vez más, frustrado. Ni siquiera podía fumar en su auto por la precipitación que le impedía bajar la ventanilla.

 

–¡Ya basta! ¡Deja de tocar la maldita corneta! No ayudas en nada con eso

 

La radio tampoco brindaba mayor información ya que no podían contar con reportes aéreos debido al temporal, por lo que la incertidumbre sólo crecía.

 

–…debería comprar un terubozu (1) al llegar a casa

 

–¿Qué idioteces dices? No puedes comprar un terubozu, la idea es que lo hagas tú mismo, de otra forma no tiene sentido

 

–…pero nunca he tenido uno, quiero intentarlo. Vi en la televisión que eso es lo que suelen hacer las familias en esta época

 

–No diga tonterías, señorito Akihiko, sólo los niños lo hacen ¡así que no inventes! ¡y deja de mal gastar el dinero!– más enojado de lo usual, Takahashi quería escapar del carro e irse a pie de ser necesario ¡ni siquiera pudo empezar su reporte! Luego de pasar el susto un par de horas antes, se había percatado que había sido un día asquerosamente infructuoso y ya pasaban de las cuatro…no habían almorzado y el hambre no ayudaba a sobrellevar el estrés. Se desvelaría esa noche, de seguro.

 

 

–Pero en serio, éste tráfico no puede ser normal ni aunque llueva. Definitivamente, hay  algo oculto tras esto– comentó el joven tras verificar por quinta vez la hora en el último minuto, sin percibir cambio alguno. Seguían siendo las 4: 43 p.m. El autor de novelas BL se tomó un momento para responder.

 

–En eso tienes razón, y eso significa que el accidente es más grave de lo que parece o que no pueden divulgar información descuidadamente– los ojos índigo se cerraron por un momento, suspirando y apagando el motor para evitar que se recalentara.

 

–Ah, acabo de recordar algo– continuó –...Hiroki estaba averiguando por su cuenta, es raro que aún no me haya avisado– paseó su pulgar e índice bajo la barbilla, pensando en voz baja cuando repentinamente recordó –¡Mi teléfono!

 

No lo tenía a la mano, además, realmente no recordaba donde lo dejó por última vez después de usarlo.  Se agachó un poco y lo encontró desarmado a pies de su asiento. Todo indicaba que había caído de sus manos por la conmoción previa y no había tomado interés en recogerlo de la tapizada alfombra.

 

Sintió la enojada mirada de su copiloto justo en la nuca.

 

–…Misaki, antes de que digas algo…

 

–¡Sólo enciende el maldito teléfono! ¡Dios!

 

Armó nuevamente el aparato móvil y lo prendió, tras un par de segundos en los que recuperaba la señal, cobró vida con el pitido estridente de varias docenas de mensajes de texto y llamadas perdidas. Con una penuria casi logística, revisó la lista de llamadas y observó que eran en parte de Misaki, Hiroki y Aikawa; estaba a punto de abrir la bandeja de entrada para empezar la lectura de 20 mensajes sin respuesta cuando aparece en pantalla una llamada entrante de Aikawa. Por un par de segundos barajó la idea de no atenderle, pero sería demasiado aguantar después el sermón de Misaki.

 

–Dime, Aikawa

 

–¡Sensei! ¡Pensé que no volvería a contestar una llamada en la vida! ¿¡EN DONDE DEMONIOS ESTÁ!? ¡¿POR QUÉ NO ME ATENDÍA?! ¡Me va a matar de estrés un día de estos! ¡¡SENSEI!!

 

Se limitó a alejar la bocina de su oído para no quedar sordo.

 

–Atascado en el tráfico desde hace demasiado tiempo como para recordarlo. Me quedé sin batería, ¿cómo estuvo la-

 

–¡La reunión fue un éxito! La saga de libros saldrá en una edición especial para la trilogía de Junai Romantica, los detalles se hablarán a fondo en próximas conferencias. Además, Isaka-san convenció nuevamente al equipo de edición para dejarme conservar mi puesto, aunque a usted no creo que le vaya muy bien si sigue permitiendo que sus plazos se atrasen más y deban rellenar espacio en los story board para conseguir tiempo…que digo ¡a mí no me irá muy bien! ¡Sensei…piense un poco más en mí!

 

A ese punto, la editora estaba al borde del colapso nervioso.

 

–Cálmate Aikawa, por favor, hoy he tenido suficientes crisis nerviosas como para sumar la tuya. Bastante con Misaki.

 

–Misaki-kun está con usted ¿cierto? ¿Pasó algo? ¿Está bien?

 

–Sí, está bien. Por suerte no ha pasado nada, está justo aquí, conmigo.

 

Al decir eso, ladeó un poco el rostro hacía él y posó su palma sobre la rodilla del chico, sonriéndole. Haciendo que se sintiera un poco tímido.

 

–Me alegra mucho escuchar eso, esta mañana sensei se veía bastante afectado al respecto. Me dio un buen susto al no contestar ninguna llamada ni mensajes…¿Cuándo aprenderá a ser más responsable con sus asuntos?

 

–…Lamento causarte tantas molestias Aikawa. Definitivamente, aunque seas bastante fastidiosa e insistente con los plazos, me alegra que seas mi editora, sé que es difícil manejarme pero haces un buen trabajo pese a todo….Gracias.

 

–…Sensei….yo, no sé qué decir ¡¿de verdad soy tan fastidiosa?! pero….también me alegra ser su editora. Es un honor ¡ y espero poder serlo por mucho tiempo más!

 

–Yo también

 

–….¡Ahora sé que sí podrá cumplir a tiempo la entrega y yo podré dormir por las noches!

 

–….Hablamos

 

–¡SENSE-

 

Colgó y suspiró, sin darse cuenta, en los minutos en que sostuvo la conversación con Eri la precipitación comenzó a mermar, dejando sólo una llovizna. Takahashi le abordó

 

–Eres bastante afortunado por tener una editora como Aikawa-san. Deberías tratarla mejor, la pobre mujer se va a arruinar por tus caprichos, Usagi-san.

 

–Lo sé, pero no puedo evitar distraerme cuando cierta personita está por la casa seduciéndome. Eres un centro de distracción para mi, Misaki.

 

–¿Otra vez lo mismo? ¡Deja de echarme la culpa de tu irresponsabilidad! ¿Qué clase de adulto eres? rayos– a medida que el joven se quejaba, inconscientemente se retraía en su asiento hasta chocar con la puerta de copiloto mientras el adulto se acercaba a él, recorriendo con sus manos las piernas del chico.

 

–…Quédate quieto, Usagi-san

 

 –He aguantado mucho estos últimos días, y quien sabe cuando logremos salir de aquí, al menos déjame besarte…

 

Quiso replicarle que era un exagerado pero en su lugar cubrió su boca por reflejo, sin embargo Akihiko lo previó y retiró con fuerza sus manos, atentando contra sus labios vorazmente. Sorbió y lamió su boca hasta humedecerla, conteniendo la respiración para no jadear. Con sus amplias manos acarició parte de sus muslos y su cadera, a su vez, Misaki inútilmente intentaba hacer una barrera de sus extremidades.

 

–Ah, Usagi-san, b-basta no es momento para esto

 

–Sólo déjate llevar…

 

–Estamos en la calle, no podem-

 

Una llamada interrumpió la escena, haciendo que el dueño del móvil chasqueara la lengua en disgusto y fulminara el aparato con la mirada, para después atenderlo.

 

–¿Qué quieres?

 

–Serás insolente…¡hasta que atiendes bakahiko! No vuelvo a gastar mi tiempo en informarte. Como sea, ¿sigues en el tráfico? Ya podrías agradecerme…

 

–Pasaron un par de cosas con mi teléfono. Y bien, ¿qué sabes de esto? Aún sigo atascado ¿ y ya llegaste a tu casa?

 

–Ah…sí, regresé un poco antes de lo esperado porque me encontré con alguien en el camino de regreso y me acompañó… ¡y no me cambies el tema! Como te decía, todo parece indicar que las personas involucradas en el accidente son peces gordos de la Universidad de Tokyo que tienen un negocio pendiente con el Director de la Universidad Mitsuhashi en pro de anexar una gran sección de la Biblioteca Pública en ambas Bibliotecas Estudiantiles y-

 

–¿Pero cómo es eso posible? ¿Qué acaso ambas instituciones no son públi-

 

–¿Te puedes callar y escucharme? A eso iba: hablé con el Jefe del Departamento de Literatura (2)…es mi superior, lo conozco lo suficiente, él directamente había hablado con el Director de la Universidad. Es un hombre de fiar, así que dudo que sean negocios turbios como para pensar en algún atentado, lo del accidente escapa ampliamente de sus manos…es sólo eso, un accidente. Parece que en los autos que colisionaron sólo estaban los conductores de ambos supervisores del Ministerio de Educación Superior, que llevaban algunos documentos relacionados. Esa gente cambia de choferes cada cierto tiempo.

 

–…Entonces esto no debe tardar mucho más. Siento que llevo una eternidad aquí.

 

–Exacto, en realidad sólo ha transcurrido poco más de dos horas y media y en las noticias ya están movilizando a los conductores en canales de contraflujo. Según veo, ya retiraron los autos colisionados y están trasladando a los heridos, así que resta esperar que el efecto embudo se disuelva en cuest- ¡Hiro-san, estoy en casa! Lamento llegar más tarde de lo prometido pero había un traf- –¡Hablamos luego!

 

La llamada finalizó con un extenso pitido intermitente, Usami no le dio mayor importancia a la extraña intromisión que percibió vagamente del otro lado de la línea ya que al menos escuchó lo que quería: se resolvían las cosas, pronto se alejaría de ese calvario y también había cesado del todo la precipitación. 

 

Lo mejor que había escuchado en lo que parecían años.

 

Encendió la radio, justo antes de que el vehículo frente al suyo iniciara movimiento.

Notas finales:

(1) Teru bozu o Teru Teru Bouzu es un pequeño muñeco tradicional hecho con papel blanco o tela, que se cuelga en las ventanas los días de lluvia. Es, según la tradición, un amuleto que sirve para prevenir los días de lluvia y atraer el buen tiempo.  Los niños suelen construir estos amuletos y colgarlos con el deseo de tener un día soleado al día siguiente, frecuentemente en días anteriores a una excursión escolar o a un picnic.

 

(2) Se refiere a Miyagi You, por si a caso no quedó claro. 

 

El próximo será el último capítulo u_u nos vemos la semana entrante ¡por última vez en un buen rato!


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