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Alma desnuda por CielPhantomhive1875

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Notas del capitulo:

Antes de la lectura me gustaría informar un poco al lector.

Bien, este fanfic tendrá personajes de Junjou Romantica
El problema o inconveniente para aquellos que les gusta que salgan pronto los protagonistas es que no saldrán pronto.

Los personajes de JJ (Junjou Romantica) no me pertenecen, le pertenecen a Shungiku Nakamura.
A mi solo me pertenecen los pjs (personajes) inventados por mi.

Este trabajo es más oscuro, menos romántico, no hay apenas humor, se me ocurrió escribirlo hoy, esta noche.

Pues eso, que pienso enfocarme más en este trabajo, la verdad, es que con los otros me he llevado ya varios chascos y quiero desahogarme un poco con este.

Es un poco diferente a todo lo que he escrito hasta ahora, quiero profundizar en los problemas de un niño como Neel (el verdadero protagonista) y como su vida va cambiando pero no a mejor.

Eso es todo.

N/A: ¿la razón del titulo? Creo que todos los adultos ocultamos y vestimos nuestra alma con la educación que hemos ido recibiendo de niños, pero un infante no le ocurre lo mismo, es más transparente y quizás menos hipócrita que un adulto, creo que es más sincero.

Por eso la razón del titulo.


Gracias de antemano por leer.

Diciembre del año 2025.

 

Un joven muchacho de ojos violetas y cabello castaño se paseaba por las frías calles de San Diego en el estado federal de California, solo, se sentía solo, estaba cansado de esa maldita vida, su vida era una mierda, no tenía sentido y ahora menos.

 

Tenía solo diez años, pero se sentía ya como un adulto amargado de treinta, además, ese no había sido su mejor día.

 

Su madre, una estadounidense se veintisiete años llamada Georgette era una mujer adinerada pero estéril, se dedicaba a la música, no era una cantante profesional, cantaba de vez en cuando, se dedicaba más tiempo diseñando y en el mundo de la moda que cantando, para cantar utilizaba un seudónimo aunque todos ya conocían su verdadera profesión, Charlotte era su seudónimo, era famosa en el ámbito y mundo de la moda, conocida por su marca “Broken Heart”.

La moda con un toque casual y natural, estaba destinada a un publico más bien juvenil, también a un publico adulto.

 

 

Su padre, Khaled Matthew, un hombre de treinta y dos años, empresario, rico, hermoso, atractivo, pero siempre el padre ausente, su lista de amantes se contaban por docenas, hoy pasaba la noche con una y mañana con otra, así se dedicaba a malgastar su dinero, claro que también pensaba con su joven y querida esposa al igual que con su hijo, pero debía dar esa imagen, no quería privarse de ningún vicio o lujo, se lo podía permitir y por lo tanto lo hacía.

 

 

Neel era el hijo de ambos, tenía diez años, estudiaba en los mejores colegios, pero en todos terminaba expulsado por mala conducta, era atractivo, pero ese atractivo superara incluso siendo un infante al atractivo físico que tenía su padre, raros ojos violetas, suave y hermoso cabello castaño, ojos redondos, labios finos pero carnosos, un rostro angelical y ovalado, nariz pequeña y recta, de pequeña estatura, cuerpo finamente esculpido, delgado.

Era realmente encantador, tenía dinero, lo heredaría de su “querido” padre, pero estaba seguro que de grande no querría despilfarrar la fortuna que debía heredar.

 

En efecto, eso era la familia “feliz”, la madre una consumada emprendedora, siempre dispuesta a trabajar, nunca se quejaba de las infidelidades de su esposo, ya estaba demasiado acostumbrada a ellas, desde que su marido, Khaled supo que era estéril casi la dejo abandonada, no en una cuneta ni en una carretera, si no que simplemente dejo de visitar su habitación.

 

Por ello intentaba aparentar comprensión, al principió le hirió, era cierto, le hirió profundamente saberse abandonada por la persona que en su boda prometió protegerla, amarla y respetarla, las primeras traiciones, infidelidades fueron un horror, una pesadilla, se atormentaba mañana, tarde y noche para ser mejor mujer, pero supo que su marido ya había perdido el interés por ella.

 

Poco a poco, se fue adaptando y acostumbrando a ese hecho, ya nada volvería a ser igual, entonces supo que esperar sentada a la llegada de su esposo sería una tontería, una burrada y una perdida de tiempo, ella era aún muy joven, estaba en la flor de la vida, no la seguiría desperdiciando.

 

O eso al menos fue lo que pensó al principio, su primer escándalo vino de la mano del político del Partido Demócrata, Roy Samuel Jackson, un político entrado en años, de unos cuarenta y tantos, ni ella misma le importo la diferencia de edad, no le importó por que esa fue la primera infidelidad que tuvo, fue la primera vez que traicionó a Khaled, la primera pero no la última.

 

Roy estaba también casado, pero su esposa se mantuvo igual que Georgette al principio de la infidelidades de su esposo en silencio.

 

Mantuvieron una relación por tres meses, luego dejaron de verse, su amorío fue muy sonoro, la prensa rosa los persiguió durante todo ese tiempo, solo por el simple hecho de que ambos eran ricos y famosos, la prensa bautizo ese escándalo como “La moda y el sexo en la política” pero después cuando terminó la aventura perdieron el interés por ellos.

 

Sí, todo era una mierda para Neel, criado en el puro lujo, era conflictivo, problemático y difícil de domar, su padre ya lo había intentado con la violencia, bofetadas, golpes y cachetadas era lo que recibí de Khaled, hasta que su padre terminaba por cansarse y dejarlo en un rincón, pero el menor no lloraba, solo se quedaba acurrucado.

 

Su madre con el tiempo tuvo otros amantes, políticos, otros diseñadores como ella, actores e incluso modelos, de cualquier edad pero siempre con un atractivo sexual innegable.

 

Hasta que Georgette terminó con todos y cada uno de ellos, no es que se cansara, es que quería ocuparse de su hijo, volcarse sentimentalmente con Neel, ayudarlo, pero el carácter del menor ya estaba formado y hecho, de poco o nada servían los halagos, los juguetes nuevos, los viajes y toda esa porquería que podía tener, esas tonterías que cualquier niño mataría y regalaría a sus padres por tener.

 

Estaba más que cansado, cada vez que padre y madre se encontraban en casa, peleaban, discutían, gritaban y se emborrachaban, solo habían peleas y un ambiente turbulento que había terminado por forjar aquel carácter indomable de Neel.

 

En la mayoría de los casos, esas peleas matrimoniales terminaban en agresiones más que físicas, no terminaban solo en golpes y maltratos, también terminaban con violaciones, Khaled cansado de los gritos y la voz de su esposa, la “domaba y montaba” como si se tratara de su yegua, con látigo o fusta en mano, eso era algo que Neel en su corta edad había visto hacer a su padre en los momentos de mayor agresión.

 

Sí, lo había visto, no una vez, no solo dos veces, muchas, muchas veces, mientras su padre violaba a su madre le decía cosas horrendas y asquerosas, le insultaba y humillaba, la mujer se dejaba hacer para no asustar al muchacho al gritar, prefería sufrir en silencio.

 

Era entonces cuando Neel se escapaba de su hogar, cuando salía corriendo rumbo a ningún sitio, perdido y asustado, prefería eso a quedarse encerrado llorando en su habitación, las lagrimas ya se habían secado, apenas lloraba, se sentía vacío y entonces era cuando aparecían los malditos recuerdos de aquellas violaciones en su mente.

 

Había perdido la confianza en el ser humano, habían desfilado por su casa centenares de amantes de su padre y madre, ante sus ojos, no tenía nada sentido, aburrido se encontraba de aquella vida.

 

No eran la familia feliz y nunca lo serían, incluso, nunca, jamás lo habían sido, aveces incluso se llegaba a sentir culpable, se culpaba a si mismo de la desgracia y tragedia que era su familia, pero ese sentimiento de culpabilidad pronto desaparecía.

 

Había dejado de ir a la escuela, no es que no quisiera ir, es solamente que todos los colegios de renombre lo habían expulsado, no lo deseaban, no deseaban su presencia, causaba demasiados problemas y habían preferido perder la contribución de Georgette antes que seguir manteniendo a su hijo en sus centros de estudios.

No era atrasado, por el contrario, había nacido con el don de una imaginación sorprendente, una inteligencia superior a la media, pero sus problemas familiares habían ayudado a que el menor fuera expulsado de todos los sitios en los que iba.

 

Neel se sentía herido, era entonces cuando se percataba de que nadie nunca lo iba a querer, de que no le importaba a nadie, nadie le protegería.

 

Dejo su espalda resbalar por la verja donde se encontraba, lloraba, después de tanto tiempo volvía a llorar, sus lagrimas mojaban su ropa, caían por sus mejillas, era un torrencial de agua salada, su estado anímico no podía ser peor, pensaba que ya no le quedaban más lagrimas, pero no era así, como ser humano estaba cansado.

 

Sus ojos vidriosos no podían enfocar muy bien, veía solo figuras deformadas, sus lagrimas le impedían ver con claridad.

 

Pero no le importaba, era de noche, no sabía donde se encontraba, quizás en algún suburbio de mala muerte, no sabía que su casa se encontrara tan cerca de esos lugares o quizás es que había caminado durante un buen rato hasta llegar allí.

 

Es igual, de todas formas nadie lo buscaría, con mucha suerte la búsqueda comenzaría por la mañana, cuando alguna de sus sirvientas descubriera que no se encontraba en su habitación.

Entonces quizás y solo quizás, darían la voz de alarma y comenzarían a buscarle.

Llamarían a la policía, darían sus padres una rueda de prensa, harían el papel de padres afectados y afligidos, el papel de victimas y entonces alguien lo encontraría, quizás algún policía lo llevaría a casa.

Sus padres agradecerían el apoyo al vecindario frente a las cámaras, lo besarían, abrazarían y por unos momentos, fingirían un amor que no sentían por su hijo.

Después su padre lo golpearía nuevamente, hasta el cansancio o hasta que perdiera el interés, lo dejaría herido en la habitación, llamaría o vendría una sirvienta a curarle las heridas por que ese era su deber y se volvería a quedar solo.

 

Así había sido las dos o tres veces que se había escapado.

 

Por eso ya ni se preocupaba de lo que pudiera ocurrir, hoy volvería a pasar la noche en la oscuridad y frío de aquellas calles.

 

Se acurruco en la esquina de aquel sitio, se quedó dormido, pero con aún un par de lagrimas cayendo por sus ojos, pensando que quizás hubiera sido mejor no haber nacido en el seno de aquella desestructurada pareja.

 

Un grupo de cuatro matones se acercó al mejor dormido en el suelo, le acariciaron el cabello y después uno de ellos lo tomo por el cuello despertando al menor.

 

Neel los miró, al principió no entendió la situación, pero pasados unos segundos se pudo hacer una idea de lo que allí ocurría.

 

Le costaba respirar, bueno, tampoco le importó mucho, en realidad le hubiera gustado terminar en aquel momento con su vida, así se hubieran terminado los problemas, quizás todo volvería a la normalidad entre sus padres.

 

Aquellos gamberros reían y le insultaban al menor, pero al no ver una reacción negativa en los ojos o acciones del más joven, terminaron por aburrirse, hubiera sido más divertido y gracioso si el niño hubiera comenzado a gritar o llorar, pero sencillamente ese mocoso los miraba con indiferencia, ese juego no tenía gracia.

 

Terminaron por cansarse y largarse, hasta ahí termino su aventura de “casi-asesinado”, “una pena” pensó Neel.

 

Se preguntaba que haría ahora, se había dado cuenta que ese lugar no era para nada seguro y era muy peligroso, quizás incluso demasiado, sobretodo para alguien tan rico y “sobreprotegido” como el.

 

 

Pero le había perdido el miedo a las calles y callejuelas peligrosas, incluso el mismo sin saberlo se estaba buscando su propia muerte, sus propios problemas al adentrarse en aquel tipo de sitios.

 

¿Que importaba nada? Decidió que dormir no era una buena idea, prefería caminar y explorar aquellas calles.

 

Las horas de la noche pasaban, la madrugada iba quedando atrás, pronto amanecería y el no estaba en casa, sabía que eso significaba otro castigo, otro maltrato, pero ese castigo podía esperar.

 

Estaba cansado, pero prefirió no regresar tan pronto a casa, quizás estaría bien que sus padres “sufrieran” un poco, si es que sus padres sufrían al no encontrarlo en casa, quizás en el fondo ni les importara.

 

Quizás ese acto de rebeldía infantil era su forma de demostrar su enojo, su cabreo en esta vida, una vida que le regalaría a cualquiera. No tenía nada de divertido, todo era de un color gris-negro, pero nunca había conocido el color blanco, nunca había disfrutado de su familia como cualquier niño o niña, siempre en su casa habían habido problemas, su padre cada vez más se había refugiado y entregado en cuerpo, alma y espíritu a la bebida. Cada vez era más y más agresivo con su madre y con el.

 

Pero claro, todo eso lo hacía en la intimidad de su casa, tenía a los sirvientes comprados, muy bien sobornados para que no dijeran nada, para que fueran solo como estatuas a su servicio, lo había conseguido, había conseguido mantener la boca callada a los más de treinta sirvientes que tenían, solo dirigían alguna que otra mirada de desaprobación pero nunca se quejaban o manifestaban su opinión abiertamente.

El que se había atrevido a hacerlo había perdido su trabajo en el acto, por lo tanto, todos habían aprendido la lección, no querían salir escarmentados y con malas referencia de ese lugar.

 

El muchacho siguió caminando, sin rumbo, solo caminaba.

 

Estaba sediento, como cualquier muchacho tenía sed y hambre, pero aún seguía con su cabezoneria de no regresar a casa.

 

Su actitud quizás demasiado confiada o quizás infantil, le impedía ver los problemas que eso podría conllevar.

 

Se acerco a una carretera, intentó para algún coche pero la gran mayoría lo ignoraban o hacían no haberlo visto.

 

Hasta que por fin, pudo detener a un coche.

El automóvil no estaba en sus mejores años o momentos, realmente daba pena, pero eso poco importo al niño que había detenido ese coche.

 

Primero pensó en como debía dirigirse a esa persona para no parecer grosero ni maleducado, pensó que quizás sería mejor intentar “sobornarlo” con inocentes y hermosas sonrisas.

 

Pero esas falsas sonrisas no lograron engañar a nadie.

Así fue como poco a poco decidió que lo mejor era regresar a casa, ya pensaría en algo para molestar a sus padres más tarde.

Notas finales:

Conforme vayan saliendo más personajes importantes para la trama iré haciendo un árbol genealógico y explicando con más detalle la biografía de cada uno.

 

Neel: Hijo de Georgette Spencer y Khaled Matthew  Reed. Nacido el 2015 en Tokyo (Japón).

 

Georgette Spencer: Esposa de Khaled Matthew Reed y madre de Neel. Nacida en 1997 en Míchigan (EE.UU).

 

Khaled Matthew Reed: Esposo de Georgette Spencer y padre de Neel. Nacido en 1993 en San Francisco (California - EE.UU).

 

Espero haber aclarado algunas dudas.

 

Gracias de nuevo por leer.


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