Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

“Sólo necesito una cosa de ti…” por konekoyaoi

[Reviews - 162]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

♥ ~ ♥ ~ ♥

¡My Gosshhhh! No creí recibir tanto amorsh de ustedes en esos comentarios. ¡Waaa! Me hicieron emocionar mucho. Sentí mi bebé  –fic- querido. Por eso les traigo esta actu súper rápida.

Espero que este capítulo les guste mucho también ^^

Supongo que eventualmente lo mencionaré por ahí pero para que sepan de una vez, ya que me lo preguntaron, dejaré de una vez las edades actuales de todos: Aoi 28a, Uruha 24a, Kai 27a, Ruki 26a, Akira 27a, Miyavi 17a.

¡Enjoy!

 

 

 

“Sólo necesito una cosa de ti…”

X

 

 

 

Miyavi suspiró golpeteando su cuaderno con el lápiz, indiferente de lo que el profesor hablaba frente a la pizarra del aula de clases.

El timbre que anunciaba el final de aquel día escolar se escuchó a través de toda la institución, fue eso lo que lo sacó de su ensoñación.

Salió, se despidió de algunos compañeros y se encaminó a su hogar.

Se puso sus auriculares y caminó tranquilamente. Viendo todo y a la vez bastante distraído.

Tan distraído que cuando aquella moto se le atravesó de repente cuando estuvo a punto de cruzar la calle también estuvo a punto de sufrir un infarto del susto.

 

—    ¡Idiota!

 

Una risa.

Bastante familiar.

 

Y el tipo se quitó el casco.

 

—    ¡Hola! –Akira sonrió ampliamente.

 

—    Tenía razón…eres un acosador.

 

—    ¿Y por qué no tú? Yo siempre pasó por aquí cuando visito a mi madre.

 

El chico alzó una ceja y se encogió de hombros. Pretendía continuara pero…

 

—    ¡Te llevo!

 

—    No gracias.

 

—    Waaa, no me digas que volviste a la aptitud arisca otra vez, tan lindo que estabas esa noche. Yo jurando que ya había hecho progreso.

 

El, ahora, sonrojado pelinegro trató de ignorar eso ultimo y seguir caminando.

 

—    Ah… ¿Quieres jugar a que te siga otra vez?

 

Pues no.

Se devolvió recibió el casco que ya le esperaba -dándole en la moral que el otro fuera tan confiado- y se montó.

Sólo rogaba por qué su madre no estuviera regando las plantas afuera como a veces hacia. Aquella noche le habían interrogado mucho respecto a con quien había estado hasta tan tarde.  

Suspiró. No quería tener que explicarle que un viejo verde estaba tratando de ligar con él.

 

 

~    *    ~    *    ~

 

 

Takanori quiso mover sus piernas pero Yutaka no parecía con intensiones de ir a mover su cabeza, muy concentrado en lo que hacía en su teléfono y cómodo al parecer.

Se movió.

Yutaka se volvió a acomodar.

Sobre sus piernas.

Frunció los labios y terminó por quitarlas a lo bruto. Rió escuchando una queja.

 

—    ¡Ten más cuidado! –se quejó.

 

—    ¡Lárgate de mi casa! –fue lo que le contestó tratando de sonar lo más serio posible.

 

—    Ajá… Yutaka se sentó y dejó su teléfono sobre el velador.

 

Lo próximo de lo que Takanori fue consciente es que sus ojos se volvieron  encontrar cuando el mayor se acomodó sobre él. Sus manos a los lados de su cabeza.

Yutaka se inclinó un poco, rozando su nariz contra su mentón, su lengua fue luego subiendo por ahí mismo hasta su boca. Labios rosados y rellenitos que encontró cerrados.

 

—    Abre… –demandó sin separarse

 

Ni obedeció, ni contestó.

Sus miradas parecían luchar.

 

—    Lárgate ¿Qué eres? ¿Sordo? –dijo luego de un momento.

 

—    El único que parece no escuchar aquí eres tú…

 

Kai juntó más sus cuerpos, logrando quedar entre sus piernas.

 

—    ¿Qué? ¿No tuviste suficiente? –preguntó de mala gana.

 

—    Pues deberías saber ahora cuanto me gusta… así

 

El más bajo sintió la excitación del otro crecer de a poco pegada a su trasero.

 

—    Esta es la última vez que te dejo hacer esto –exclamó tratando de sonar lo más seguro posible.

 

—    Sí, claro…

 

—    Hablo en serio.

 

—    Mh... –Kai chupó un poco de piel entre su cuello y hombro.

 

Intentó separarse pero no le dejó.

 

—    Esta es sólo una de muchas…Acostúmbrate o…

 

—    ¡¿O?!

 

El descaro de aquel hombre de verdad que le sacaba de quicio.

 

—    O no sé…

 

—    ¡Te dije que no me gustan estas cosas!

 

—    ¿Qué quieres? ¿Qué te ponga un anillo?

 

¡Aaaah! Que si tuviera un martillo en la mano no dudaría en lanzarlo contra su cara.

Pero…

 

—    ¡Sí! –contestó. Y ahora sí que el otro se detuvo. Sonrió malicioso– Sí quieres seguir con esto pues, sí.

 

Vio esa expresión de falsa seguridad y…Kai sonrió para sus adentros. El chico no sabía con quien estaba tratando aún.

 

—    Está bien amor, te daré un anillo.

 

Pues ahora, su tuviera un martillo…lo utilizaría en sí mismo.

 

 

~     *    ~    *    ~

 

 

Kouyou se apresuró. Por suerte cuando llegó pudo apagar todo a tiempo.

Nada se quemó.

Claro que, una cosa era poder hacer toda esa comida, otra muy diferente, que en realidad supiese bien.

Se mordió el labio. Mientras sacaba cubiertos. Aún era temprano para el almuerzo pero sólo necesito escuchar un ‘tengo hambre’ para ofrecerse de inmediato a prepararlo.

Secretamente le había estado preguntando a Akira y Yutaka por recetas fáciles y sabrosas.

 

—    En serio, si sigues así no te dejaré ir –Yuu se acercó siguiendo el agradable olor.

 

“Pues es más o menos la idea” pensó el rubio.

Y pues si no era obvio ya, ahora no tendría que haber dudas.

Estaba completamente enamorado. De reojo vio la guitarra en uno de los muebles y recordó como prácticamente se había derretido por todo el piso el día anterior con aquella canción.

Sonrió.

El jueguito de la buena esposa que se había inventado sólo bromeando ahora era algo así como la realidad.

Trataba de mostrarse perfecto ante él.

 

—    Debería decirlo entonces ¿No…? Para hacerlo más…no sé ¿Real?

 

Kouyou no entendió en un principio.

Yuu le llamó con un gesto para que se acercara un poco más.

Lo hizo y sintió la mano contraria ir desde su vientre, subiendo hasta su rostro.

 

—    A lo que me refiero es a hacer esto más oficial, serio –rió-. Tú búscale nombre –se mordió el labio y lo tomó de la cintura- Sé mi linda esposa ¿Sí? Y por esposa me refiero a lindo novio. Igual y ya se siente como eso –volvió a sonreír.

 

Kouyou se aferró a su cuello jurando que sus piernas parecían querer fallar en cualquier momento. Su corazón parecía el de alguna victima en una película de terror sólo que el suyo iba a mil de pura emoción. Hundió su rostro en su pecho.

 

—    Ahora sería bueno que contestaras…

 

Rió él.

 

—    Me gustaría mucho ser tu es- ¡Novio! –sus mejillas hirvieron.

 

Yuu afirmó más su agarre.

 

—    ¿Entonces está bien sí soy como soy…? ¿Me quieres igual? Aunque sea un inútil para algunas cosas

 

El comentario le dolió. Sabiendo que se refería a su condición.

 

—    Pues para mí eres bastante perfecto…Te quiero así –recostó ahora su cabeza en su hombro. Su respiración se iba directo a su cuello.

 

Yuu casi pudo brincar cuando escucho ese “te quiero”

 

—    Sabía que no me equivocaba…

 

—    ¿En qué?

 

—    ¡Eres muy lindo!

 

Le dio un pequeño besito y fue por los platos.

Los brazos de Yuu le envolvieron desde atrás.

 

—    Yo también te quiero –dijo a su oído.

 

Y la sonrisa no se la quitaría nadie.

 

—    ¡Ya vamos, que se enfría!

 

—    ¡Ok, ok!

 

 

 

 

Yuu despertó por su cuenta. Se iba a mover y estirarse un poco cuando escuchó su voz y…otra.

Se levantó tanteando un poco y llegó a la puerta, abriéndola sólo un poco.

 

—    … entonces ¿No me necesitara esta semana Shiroyama-san? –esa era la voz de Minami.

 

—    Eso háblalo con él. Aún está durmiendo le diré que viniste.

 

—    Yo suelo despertarlo a veces –habló otra vez la chica.

 

Kouyou se mordió el labio. Sus celos –sí, celos- atacaron sin control imaginándosela entrando a la habitación de Yuu –ahora suya también, sí, sí- llamándole o peor aún ¡tocándole!

 

—    No necesita que nadie más lo despierte, ya estoy yo aquí.

 

—    No me ha dicho quien es usted, el único amigo de Shiroyama-san que conozco es Matsumoto-san.

 

“¡Joder, por qué no se larga ya y entiende la indirecta! ¡Hello! ¡Estoy a medio vestir!”

 

Yuu espero un poco más. Quería saber que contestaría.

 

—    Shiroyama-san necesita alguien que este al pendiente justo ahora venía a decirle que podré pasar más días de los usuales.

 

—    ¡Pues no hace falta!

 

Y Kouyou ya no aguanto.

 

—    No entiendo.

 

—    ¡Minami-san! –Yuu llegó hasta donde ellos.

 

La chica lo miró y el rubio se cruzó de brazos.

Iba a hablar pero…

 

—    ¡Soy su novio!

 

La castaña lo miró sorprendida.

 

—    Lo es. Justo pensaba llamarte hoy. ¿Recuerdas que te dije que si encontraba una linda esposa ya no necesitaría que me cuidaras más?…pues ya la tengo.

 

Kouyou abrió los ojos sorprendido y sonrojándose de inmediato. ¿Por qué tenía que decirlo de esa manera frente a alguien más?

 

La chica asintió aún bastante sorprendida, de verdad que eso era lo último que podría imaginarse.

Fue un rato después que la chica se fue con el ultimo pago que tenía pendiente.

Kouyou se tiró en el mueble y Yuu se devolvió a la habitación.

Escuchó su nombre y con pereza fue.

 

—    ¿Qué?

 

Yuu hizo un mohín.

 

—    Ruki es quien elige como combino mi ropa. Siempre ha sido él quien me acompaña a comprar en realidad…

 

¡Ay genial! ¡Más entrometidos!

 

Kouyou caminó y notó que a lo que quería llegar el otro era a que luego de que lavó la ropa la metió allí sin el menor orden.

Sacó un pantalón negro, una camisa blanca con estampados dorados y los puso en la cama.

 

—    ¿Me veré bonito? –preguntó en un puchero haciendo a su voz sonar graciosa.

 

No pudo evitar reír.

 

—    Por supuesto.

 

—    Bueno, pero antes… –Kouyou sintió sus manos en su cadera– Me vendría bien un poco de ayuda en el baño. Ya sabes…

 

No. La boba y enamorada sonrisa que Yuu causaba en él, no dejaría su boca jamás.

 

 

 

CONTINUARA

~Grezz~

 

 

Notas finales:

 

Gracias por leer!

¿Qué se imaginan que siga? xD

Besitos!

~Grezz


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).