La lluvia azotaba la cuidad de Ikebukuro mientras un pelinegro caminaba por las desoladas calles, solo, amaba aquella cuidad y el tenerla para él solo lo unico que lograba era deleitarle más de lo que ya se encontraba.
- Que aburrido - murmuro un poco gracioso - hoy no ahí nadie con quien pueda jugar.
Se adentro en un callejon esperando encontrar a alguien de los pañuelos amarillos, más todo lo que allo fue un rotundo silencio acompañado de soledad, no lo entendia ¡todos le tenian miedo a la lluvia!, sonrrio por lo bajo mientras comenzaba a tararear una canción infantil.
- Lo siento, pero tuve otras cosas que hacer antes de venir a recogerte - aquella voz se le hacia conocida, se encamino en direccion a ella, sigiloso. - lo siento te has mojado - se detuvo en seco al ver como un gran rubio con ropas de camarero abrazaba a una -devia admitirlo- hermosa chica y por lo que observaba ninguno de los dos queria deshacer aquel majico encuentro.
Resvalo en ese momento causando un ruido sordo que la pareja no alcanzo a escuchar, no podia creerlo, no queria creerlo, aquella mujer estaba tocando lo que el creia era su propiedad; su unico juguete con el que más se divertia. Un intenso dolor en su brazo derecho le saco de aquella perdida mental en la que se encontraba, dirigio su mirada hacia el punto de dolor visualizando que por la caida de hacia hecho una gran erida de la que emaba demaciada sangre.
- sera mejor que nos vallamos o pescaremos un resfriado- comento por fin la chica mientras deshacia el abrazo. Devia admiritlo ese cabello rubio, aquellas finas curvas, su delicada piel blanca y aquellos ojos cafe obscuro enloquecerian a cualquiera.
Rasgo su camiseta para luego vendarse fuertemente la herida, no se permitiria desmayarse en esos momentos, con toda la fuerza que le quedaba logro levantarse y llegar a su oficina, se sento enfrente de su computadora y comenzo a investigar sobre aquella mujer.
La puerta de madera hizo un ruido sordo al cerrarse, la casa apenas tenia muebles pero por falta de ellos habían muchas fotografias de Kasuka por todos lados, definitivamente Shizuo le apreciaba mucho. La joven suspiro. Jamaz podria llegar al lugar de del plenegro.
- Oye - comento mientras dejaba las maletas en lo que parecia ser la habitación de huespedes - ¿Por que no has comprado muebles? supongo que tu suelo es lo bastante bueno para darte aquel lujo -
- no los nescesito, despúes de todo solo yo vivo aqui, además nadie viene a aquie por lo que son un gasto inescesario... - el falso rubio prendio un cigarillo mientras se acercaba a la ventana.
- pero ahora yo estare aqui y yo si los nescesito asi que porfavor compra algunos, este lugar se ve deprorable sin ellos - se dirigio hacia la esquina de un cuarto y comenzo a recoger los cuadros de Kasuka que habia en ella.
- ¡Que haces! ¡Dejalos donde estaban ahora! - grito un enfurecido guardaespladas mientras se abalanzaba sobre ella.
- solo les iba a dejar sobre esa mesilla de la pared - su apenas podia escucharse, el miedo le estaba consumiendo, sintio una punzada en el pecho, su pecho dolia de una manera extravagante que no podia describir - ¡¿Por que siempre Kasuka?! - pregunto casi en un grito cosa que sorprendio a Shizuo - ¡Siempre, siempre, siempre es Kasuka! ¡Que ahi de mi! ¡Tambien soy tu familia, idiota! - las lagrimas comenzaron a brotar de sus ceficonos orbes cosa que alarmo al mayor pero cuandoe ste intento acercarse ella salio corriendo del lugar.
- Heiwajima Ishiko, a los cinco años se fue a los E.E.U.U. a estudiar medicina para encontrar una cura al limitador de fuerza de su hermano gemelos Heiwajima Shizuo, conocida como la mejor medico de America, termino su carerra a los 19 años, una chica prodigio en todo el sentido de la palabra, sin hijos, soltera, aprecia mucho a sus hermanos sin embargo siempre ha sido más apegada a su gemelo que jamaz le ha tomado en cuenta de aquella manera ...- Una sonrrisa medio torcida aparecio en medio del rostro de Orihara - Esto puede ser más interesante de lo que pense...-
La sombra de una rubia se detuvo enfrente al departamente de izaya, realmente no era alguien en quie se pudiese confiar pero podria ayudarla con su problema, agito su cabeza, no podria hacer algo tan cruel pero tampoco queria volver a su antigua monotoania, no queria volver a su pasado... Se dirigio de camino a la casa de su hermano nuevamente no podria hacer nada más ahun..
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