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You have to be mine (TOPRI) por Aleliela

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Notas del capitulo:

Este es el primer TOPRI que escribo, estaba un poco inssegura, pero al final me he decidio a hacerlo :D espero y le guste

Sinceramente, si uno se pone a verlo desde un punto de vista objetivo, no existía razón alguna para que esos dos se conocieran, después de todo, uno de ellos era alguien importante y a quien no se le podía ver con facilidad y el otro, pues, era alguien sencillo quien disfrutaba de la vida

 

Lee Sung Hyun era un típico joven a quien el lugar en donde vivía le quedaba chico, tenía muchas expectativas de la vida, y sabía que no para lograrlas tenía que irse a la ciudad, mas no lo hacía por sus padres

 

Y Choi Seung Hyun, bueno, él era el líder de la mafia surcoreana, a quien muchos querían muerto, y a la vez le envidaban la felicidad con la que lograba escaparse de cualquier situación peligrosa

 

Así que, definitivamente, dos personas que se mueven en círculos distintos no tendrían por qué conocerse y mucho menos enamorarse, más el destino siempre es engañoso, y por tanto, les dio la oportunidad de cambiar sus vidas, aunque eso no significaba que iban a ser felices o que todo sería color de rosa

 

 

 

Seungri era un excelente bailarín, se había ganado un par de concursos en la localidad y unos cuantos fuera de ella, y por más que le invitaran a escuelas bueno reconocidas en Seúl, el no había aceptado las ofertas ya que no tenía intenciones de abandonar a sus padres

 

Quizá si su relación fuera mala, como la de algunos de sus amigos, al recibir la invitación no lo hubiera dudado ni un segundo y se hubiera marchado, pero él no podía hacerle eso a sus padres, no después del grave accidente de su padre en el que había quedado discapacitado

 

Su hermana y el tenían trabajos de medio tiempo para ayudar con los gastos, aunque no era enteramente necesario, la empresa en la que su padre trabajaba era una importante y la pensión que le daban al mes era suficiente para mantener a los cuatro

 

Sin embargo, a Ri le gustaba sentirse independiente y útil, especialmente porque su trabajo era parte de lo que le gustaba hacer, amaba bailar y enseñar a niños que tenían la misma pasión que él no tenía precio

 

Después de terminar las lecciones se despidió de sus pupilos, le dieron ganas de quedarse a practicar un rato más, pero sabía que no sería justo para sus piernas fue al vestidor y se bañó rápidamente para quitarse el sudor

 

Se puso ropa limpia y salió del edificio despidiéndose de cualquiera que se encontrara en su paso, así era el, muy educado y dado a entablar amistad con facilidad, por eso todos los que trabajan con él, lo querían mucho, especialmente sus niños

 

Como ya era su costumbre desde hacía un año, precisamente desde que comenzó a trabajar en el estudio, pasaba por el distrito comercial y se detenía a comprar una crepa de vainilla con fresa, ya que era su vicio secreto

 

Estaba esperando, balanceándose sobre los talones mientas la señora le preparaba su crepa, a pesar de que solo se veían cuando Ri compraba, ella ya le trataba como un amigo y ambos platicaban de cómo les iba en el día

 

De pronto escucharon como los otros peatones que se encontraban en el lugar comenzaron a exclamar advertencias y se pegaban a los locales, Ri busco el origen de la inquietud y vio que unos sus hombres vestidos de negros iban entrando al distrito comercial

 

Era extremadamente raro ver a los súbditos de Choi en ese lugar, no es que tuvieran mala fama, si eran mafiosos, pero no del tipo que les gustaba aprovecharse de su poder y lastimar a los demás, sino que no te convenía meterte con ellos, por si las moscas

 

Seungri se colocó al lado de la señora que aún seguía trabajando en su crepa, ella le permitió meterse a dentro del establecimiento ya que era mejor que estar afuera y no quería que le pasara nada  malo a ese niño

 

-          ¿Qué es esto? – pregunto una voz cerca de Ri y al señora, ambos casi dieron un brinco de asombro, pero no dejaron que les afectara mucho

 

-          Son crepas, señor – le respondió uno de los hombres que actuaban como su sombra – Son un tipo de postre

 

 

“Mmmm” fue la vaga respuesta que Ri escucho, después pasaron unos segundos y como no se oía ningún otro ruido, levanto la vista y se encontró con la mirada inquisidora de un hombre mayor, extremadamente apuesto y con el cabello de color azul menta

 

-          ¿Esas cosas saben buenas? – pregunto con voz ronca, a lo que Seungri asintió con la cabeza ya que las palabras no parecían querer salir de su garganta – Entonces, si la pruebo y no me gusta, ¿te harás responsable?

 

Seungri estuvo de soltarle un discurso impulsivo, se me contuvo, no podía dejar que la peor parte de el de se mostrara en esos momentos o podría meterse en serios problemas con esos sujetos

 

-          Eso no es lógico – respondió después de unos minutos meditando lo que sería bueno decir - ¿Cómo esperas que conozca lo que te gusta o no si no nos conocemos? El que a mí me encante y disfrute de su sabor, no significa que a todo el mundo le gusten y especialmente a ti

 

Seung se quedó petrificado por la sinceridad con la que mocoso le hablaba, no le mostraba ningún temor, y en cierta parte era algo interesante, ya tenía mucho que no encontraba a una persona que le hablaba de tu

 

Miro a sus hombres y estos asintieron con la cabeza, dándole a entender que el enano tenía razón y no existía duda alguna en su argumento

 

-          Entonces, tendré que averiguar si me gustan o no – la señora le tendió la crepa que preparo para Ri, él la tomo y le dio una mordida, durante unos momentos se quedó contemplado el alimento y una ligera sonrisa se marcó en sus labios – Admitiré mi derrota esta vez, mocoso

 

Antes de que Ri pudiera defenderse unos de los hombres que estaban en compañía de Seung, le susurro algo en el oído y se pusieron en marcha rápidamente hacia una fila de autos negros

 

Ri observo como esos hombres desaparecían tan rápido como llegaron, soltó un suspiro que no sabía que contenía hasta que salió, le sonrió tranquilizadoramente a la señora y le pago la crepa antes de despedirse

 

Era una mala suerte que ese día no hubiera podido disfrutado de su placer secreto, sin embargo, no importaba, tenía que encontrarle el lavo bueno a las cosas y en cierta parte se seria contento de que a alguien más le gustara su extraña combinación para crepas

 

Además, sabía que ya no podría volver a comer por un largo tiempo, ya que cuando su madre se enterara de que hablo con unos de los Choi, le prohibiría acercarse nuevamente al distrito comercial

 

Pasaron un par de días para que Ri se volviera a encontrar con aquel hombre, de hecho, si no fuera por los carros negros y porque la gente empezaba a alejarse del lugar, el ni se hubiera enterado de su existencia

 

Acaba de salir del trabajo, y debido a las desviaciones que hacía con tal de no preocupar a su madre, le costaba un poco más el llegar a su casa, y al mismo tiempo le permitía relajarse ya que pasaba por una zona llena de arboles

 

Mientras contemplaba un par de hojas caer volvió a sentir ese ambiente en el que todos se iban, el miro al lado izquierdo y no diviso a nadie, al girar a la derecha vio a aquel hombre con el que había platicado antes y en esa ocasión se encontraba solo

 

El desconocido camino hacia el tranquilamente, Ri pensó que sería buena idea irse, no es que tuviera miedo, por extraño que fuera, aquel sujeto no le provocaba temor, sino deseos de conocerlo

 

-          Hey, mocoso – le saludo deteniéndose a unos metros de el - ¿Qué haces por esta zona? – inquirió alzando la ceja

 

Seungri le miro y se dio cuenta de que realmente ese hombre se le hacía muy atractivo, frunció los labios, nunca antes se había enamorado así que no sabía si lo que experimentaba en ese momento eran sentimientos de amor

 

Aunque quizá estaba pensando mucho, se encogió de hombros y paso de largo al sujeto, sin embargo, el desconocido lo agarro de la muñeca y le obligo a mirarlo a la cara

 

-          Te he hecho una pregunta, ¿qué tus padres no te enseñaron modales? – se notaba un tono molesto

 

-          Me ha dicho que no hable con extraños – comento Ri sin darle mucha importancia – Soy Lee Seung Hyung, pero mis amigos me llaman Seungri, ya que suelo darles mucha suerte

 

Seung estuvo a punto de reírse, hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una conversación agradable en la que no estuvieran involucradas las palabras “secuestro”, “mercancía”, “trabajo” o “responsabilidad”

 

-          Vaya, tenemos el mismo nombre – dijo en tono irónico liberando al menor – Soy Choi Seung Hyun, y mis “amigos” me dicen Top

 

Seungri se quedó pensativo, sabía que ese nombre se sonaba de algo, pero no podía acordarse exactamente de donde, así que suspiro y se dio por vencido, no le gustaba complicarse la vida con nimiedades

 

Top se mordió el labio para impedir que una carcajada brotara de su garganta, ese niño no tenía ni la menor idea de quién era el, podría decirse que era una buena señal, aunque, quizá también mala, ya que una vez que se enterara, quizá le trataría como los demás

 

-          No es que quiera ser grosero, señor Choi, pero tengo que irme – hizo una reverencia y siguió su camino sin mirar una sola vez hacia atrás

 

Seung se quedó contemplado la figura del chico hasta que se perdió de vista, saco su celular al momento en que comenzaba a timbrar y se perdió nuevamente en el mundo de los negocios oscuros

 

Una semana después de ese encuentro, en la que ambos se presentaron, Ri no tuvo tiempo para pensar en Top, estaba demasiado ocupado con sus niños ya que se aproximaba una competencia  infantil y él quería que cada uno de sus alumnos participara y se divirtiera, porque para él, sus pupilos eran suficientemente buenos

 

Se quedaba más tiempo de lo normal en la escuela con aquellos que mostraban mayor entusiasmo, a su familia no le importaba mientras estuviera en un lugar seguro, así que no esperaban que llegara temprano hasta que no se acabara la competencia

 

En cuanto se fue el último niño, Ri corrió hacia las duchas, se bañó rápidamente, se colocó ropa limpia y salió de la institución despidiéndose de los guardias, ya que solo quedaban ellos en el edificio

 

Pensó que quizá no le haría nada de daño ir por una crepa, las extrañaba tanto, pero sabía que lo mejor era no acercarse más a ese hombre, no es que desconfiar de él, pero su hermana le advirtió que a veces, uno se involucraba en esos asuntos, ya que los bandos contrarios podían pensar que eran amigos

 

Se abstuvo de ir por el distrito comercial y también por la zona de árboles, así que se fue rumbo a la parada del autobús, que la verdad no le gustaba usar, pero no podía ser egoísta, no era parte de su personalidad

 

Enfrente de la parada se encontraba un coche negro, y Ri supo que se trababa de Top, soltó un suspiro, ese hombre lo estaba siguiendo y no era buena idea de lo vieran con él, se mordió el labio entre ir o no ir, y al final dejo que su cuerpo decidiera por él

 

Camino hasta el carro, pero lo rodeo hasta  llegar a un banco, tomo asiento y espero a que Seung bajara del coche, no paso mucho tiempo para que aquel peliazul se dejara caer a su lado

 

-          Me debes una crepa – sentencio Ri mirando hacia la calle ante cualquier señal del autobús para correr hacia el – La primera vez que nos conocimos te comiste la mía y ya no pude pedir otra ya que era muy tarde y no llevaba más que lo justo para comprarla

 

Seung torció los labios, de su chaqueta saco un fajo de billetes y se los arrojo al menor, quien al ver el dinero abrió los ojos como platos y después le observo detenidamente hasta que la sorpresa cambio a una de enojo

 

Era la primera vez que Seung contemplaba esa expresión en el rostro de Seungri, por las fotos que le habían entregado sus investigadores, él siempre se notaba alegre y divertido, no se molesta fácilmente

 

-          No te pedí dinero – Seungri se puso de pie no sin antes arrojarle el fajo de billetes – No sé qué clase de personas se acercan a ti, pero yo no soy como esas – su voz se quebró un poco – Deja de seguirme

 

Se dio media vuelta y cruzo la calle justo a tiempo, ya que el bus estaba por llegar, se subió y se dejó caer en el asiento, por más que quiso mirar por la ventanilla a ver si lo descubría siguiéndolo con la mirada, se abstuvo, porque lo había humillado y no quería tener que ver con ese tipo de personas


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