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Sexy, Naughty, Bitchy Mello por Kurumi2413

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...

Se encontraba gimiendo, sentía como alguien entraba y salía de su interior, embistiéndolo cada vez más fuertemente y al igual que él, trataba de que sus gemidos ahogados no se notaran.

-Mello... -Esa voz que conocía la perfección se hallaba murmurando su nombre con dificultad, mientras los gemidos de placer aumentaban y su caderas se movían al mismo ritmo, sintiéndose ambos en el mismísimo cielo.

Mello tenía los labios entreabiertos, como si esperase un beso, que no tardó en llegar. Sintió como unos cabellos rojos rozaban su cara, y labios se adueñaban de los suyos besándolo con lujuria y pasión, a la vez que sus lenguas jugueteaban entre sí.

-Ngh... -Sintió como pronto llegaría al final, no aguantaría demasiado tiempo de esa manera, parecía que el pelirrojo disfrutaba verlo de esa manera tan vulnerable. El chico fue bajando sus labios hasta llegar a su cuello, uno de sus puntos más sensibles. Le sonrió con malicia antes de comenzar a besarle, dejándole unas cuantas marcas rojas bastante visibles para la vista de cualquiera.

Ambos dieron un último gemido al unísono antes de que un líquido blanco cayera sobre ambos cuerpos, ensuciándoles el abdomen. Sin importar mucho eso, Matt se dejó caer agotado sobre el cuerpo agitado de Mello y lo abrazó.

...

Mello despertó de un brinco, se sentó casi al instante sobre la cama con la respiración agitada, jadeando y unos cuantos cabellos pegados a la frente a causa de la leve capa de sudor que tenía sobre su cuerpo.

-Mierda... -Maldijo, al darse cuenta que un bulto le incomodaba en su entrepierna. Se levantó de su cama, y cuando quitó la cobija para tender la cama, se encontró con un líquido blanco-transparente, aparentemente a causa de su sueño.

Volvió a maldecir entre dientes con cada mala palabra que conocía, ahora tendría que lavar las sábanas... Además, no podía dejar de pensar en lo que soñó, ¿Por qué su mente lo torturaba? Esa clase de sueños con Matt no era normal... Aparentemente no solo estaba enamorado, si no que lo deseaba, deseaba esos labios carnosos y esa piel que parecía tan suave y... ¿A quién engañaba? No podía negarlo, era verdad. ¿Qué otra cosa faltaba? ¡Encima Matt fue el activo! ¡Él no era pasivo! Por lo menos hubiera querido poder controlar su sueño para que él fuera el que...

Aguardó un momento, dándose cuenta de lo que pasaba por su mente. ¿¡En qué cosas pensaba!? Era un adolesente, sus hormonas se adueñaron temporalmente de su mente haciendo que pensara ese tipo de cosas, que a decir verdad, nunca llegó a pensar hasta entonces.

"Lo que me provoca ese maldito idiota..." pensó, refiriéndose al gamer.

Bajó su vista hasta el pantalón negro de su pijama. Todavía tenía ese molesto bulto. Suspiró con molestia y observó el reloj. Eran las 6:30 a.m. Todavía tenía tiempo para arreglar "ese" problema. ¡Pero se negaba a tocarse pensando en Matt! No podía ser tan morboso, así que tendría que darse una ducha con agua fría, aún con el clima helado que hacía afuera.

Sin más que hacer, se metió a la ducha, dejando que el agua helada cayera sobre su cuerpo. Estornudó, sintiendo como si se fuera a congelar ahí mismo.

...

Después de aproximadamente 10 minutos, salió del baño con una toalla puesta en la cintura, temblando de frío, se dirigió al armario para buscar su ropa.

Estornudó de nuevo, y maldiciendo, se cambió de mala gana. Se puso un chaleco de cuero que lo pudiera abrigar bien, pues esos meses del año eran de los más fríos que había. Tomó su mochila y bajó por las angostas escaleras hasta su pequeña cocina.

Abrió su mediano refrigerador y sacó unos cuantos chocolates que, seguido, se los metió al bolsillo del chaleco. Como tenía aún algo de tiempo, sacó una cajita con leche con chocolate y se la tomó con calma, tratando de despejar su mente de cualquier cosa.

Pero no pudo, era casi imposible que dejara de pensar en su amigo pelirrojo, y ahora que Alice le había dicho que lo ayudaría, no sabía que hacer. Las mujeres solían saber acerca de esas cosas, pero esto era diferente, siendo que es más complicado por el hecho que ambos son hombres.

Nunca pensó que se llegaría a enamorar de alguien, ni menos de un chico, pensaba que estaba destinado a estar siempre solo. A pesar de que tenía a miles de chicas rodeándolo y dispuestas a lo que sea, él así se sentía, solo. Eso solo cambió cuando comenzó a juntarse con Matt, por primera vez, sintió que realmente alguien lo aceptaba por como la persona que realmente era. Su amigo siempre lo miraba con los mismos ojos fuera como fuera, dispuesto a ayudarlo en las buenas y en las malas, definitivamente sabía que podía confiar en él para lo que fuera. Es por eso que su miedo era tan grande.

¿Qué si le decía y lo rechazaba? Aunque le dijera que podían seguir siendo amigos, claramente no sería lo mismo, y probablemente ambos se sentirían incómodos, al punto de irse alejando poco a poco hasta no hablarse más. Y entonces volvería a estar solo... Sabía que no era posible que lo dejara de amar de un día para otro, y esa era otra cosa que lo atormentaba. ¿Qué si nunca era capas de olvidarlo si este lo rechazaba?

Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo y una incómoda sensación en su estómago.

Sacudió un poco la cabeza, tratando de alejar esos pensamientos negativos, ni siquiera sabía los sentimientos del gamer hacia él, y ya comenzaba a imaginarse solo cosas negativas. Tenía que concentrarse a lo que pasaba en ese momento. En el presente.

Tiró la caja de leche vacía al bote de basura y se dirigió rumbo a la escuela con paso firme, con la mochila en un hombro.

Sus días se alargaban cuando no veía a Matt, cada cosa que veía le recordaba al pelirrojo, por más que quisiera evitarlo, no podía. Un misterio que lo atrapaba sin querer, la mirada esmeralda de su amigo tenía una cosa diferente a la de los demás, transmitiéndole paz y algo que cada día lo atrapaba más y más. Ese gamer despistado se había convertido definitivamente en una parte demasiado importante para él, pero era demasiado orgulloso como para admitir todo eso.

Una vez llegó a la escuela, dio gracias que Matt aún no había llegado, no sabía como lo miraría después de su extraño sueño. Suspiro, sentándose en su asiento y cerrando los ojos un momento antes de que comenzaran las clases.

...

Matt entró a paso perezoso al salón de clases, encontrándose con la imagen de Mello dormido sobre su mesabanco, con unas cuantas chicas a su alrededor tomándole fotos. "¿Y ahora qué? ¿Solo porque está dormido le toman fotos? Que molestas." pensaba el gamer con irritación, mientras rodaba los ojos e iba hacia donde estaban aquellas chicas rodeando el asiento de su amigo mientras le seguían tomando algunas fotos.

El pelirrojo, por primera vez y sin razón alguna, les lanzó una mirada fulminante bastante intimidadora, que logró que las chicas se apartaran. Una vez se alejaron murmurando cosas y observando las fotos que habían tomado, Matt miró a Mello con detenimiento.

Verdaderamente parecía otra persona, totalmente tranquilo con esa cara de facciones casi angelicales, que no parecía la misma persona cuya ira no podía controlar la mayoría de las veces. Su respiración era calmada y tranquila, el gamer por un momento se olvidó que debía despertarlo, en cambio, se quedó observando a su amigo.

Su nariz, sus ojos que en ese momento se encontraban cerrados, dejando ver sus pestañas, su cabello rubio hasta los hombros que caía en su cara tapándole un poco, sus labios... Esos labios carnosos y de color carmín que se encontraban entreabiertos y parecían tan suaves y cálidos que a Matt le asaltaron unas ganas terribles de besarlo.

¿¡En qué pensaba!? ¡Los amigos no se besan nada más porque sí! Suspiró inconscientemente con tristeza. ¿Realmente veía a Mello solo cómo un amigo? Claramente era algo más, pero no sabía qué, solo que ese sentimiento ahí estaba, esperando ser descubierto.

Es increíble lo drasticamente que pueden cambiar las cosas. Si no hubiera decidido ir a esa librería aquel día y elegir ese libro tan famoso, ¿Se hubiera hecho amigo de Mello?

Antes, cuando según él odiaba al rubio, siempre se le quedaba viendo durante las clases y a veces en el receso. Una curiosidad lo invadía, como si quisiera saber más acerca de él, pero no se atrevería ni a admitirselo a si mismo. Mientras que por otra parte, Mello lo observaba a él. Cuando el gamer no se daba cuenta, se le quedaba viendo, con ojos llenos de curiosidad, con un deseo inexplicable de acercarse a ese pelirrojo distraído que nunca se daba cuenta cuando se quedaba mirando perdidamente, pero siempre sonreía pasara lo que pasara. Parecía una gran persona, pero sabía que el otro lo odiaba, y era demasiado orgulloso para hablarle por sí mismo y entablar una conversación, es por eso que aprovechó ese momento que casualmente se tropezó con Matt para hablar con él, con la excusa del libro, aunque eso no significa que no le gustara leer, todo lo contrario, por lo que era la excusa perfecta.

Y así, con el paso de unas cuantas semanas, se habían acercado ya bastante, disfrutando de la compañía del otro en secreto, como si entre ambos se complementaran.

Matt recordó una pequeña frase que le contó su madre cuando tenía aproximadamente 5 años. "El hilo rojo conecta a aquellos que están destinados a encontrarse a pesar del tiempo, el lugar, y las circunstancias." Entonces se preguntó, ¿Había un hilo rojo que unía a Mello y a él? Y de ser así, ¿Su hilo era lo suficientemente fuerte para resistir a cualquier suceso del futuro? ¿Qué clase de hilo era?

-Matt. -Near se acercó y llamó al pelirrojo, sacándolo de sus pensamientos.- Te ves extraño. -Dijo el albino observando el rubor de Matt en sus mejillas.

El gamer se sobresaltó un poco, Near había llegado justo cuando se había quedado observando a Mello perdidamente.

-¿Ha? -Volteó su cabeza hacia donde estaba Near y le dedicó una sonrisa nerviosa. -No, no es nada... -Se sobó la cabeza y buscó con la mirada a Mello de reojo.

-Creo que deberías despertar a Mello, el maestro de biología no debe de tardar en llegar. -Dijo Near con indiferencia, enrollándose un mechón de cabello en el dedo.

-Ah... Tienes razón... -Matt se volteó hacia Mello nuevamente, y con un leve sonrojo en sus mejillas, fue acercando su mano hacia la cabeza de su amigo, y en vez de despertarlo, le acarició con delicadeza su cabellera suave y rubia.

Alice observó esa escena desde el marco de la puerta, y sonriendo, alcanzó a tomar una linda foto con su celular. Ya molestaría a Mello más tarde con ella.

"¿Qué estoy haciendo?" pensaba el gamer, apartando su mano y suspirando con una sonrisa nerviosa. Tomó algo de valor y movió un poco del hombro a su amigo.

-Mello... -Lo llamó- El profesor no tarda en llegar... -Siguió moviéndolo de la manera menos brusca posible hasta que sintió como Mello iba levantando la cabeza de a poco.

Near seguía parado detrás de Matt. Observaba con algo de molestia a ambos, aunque tratara de demostrar indiferencia, mientras Alice seguía sonriendo. Mello se talló los ojos con ambas manos mientras el pelirrojo lo observaba con ternura.

Matt aún tenía su mano sobre el hombro de Mello. El pelirrojo se sonrojó violentamente al darse cuenta de ello, y apartó rápidamente su mano. Mello también se sonrojó cuando lo vio.

-Ah... Yo... -Fue lo único que alcanzó a decir Matt antes de que llegara el profesor y tuviera que irse a su asiento, Mello solo suspiró.

-Haremos un repaso en parejas, ya las tengo armadas, cuando diga los nombres les daré una hoja y podrán contestarla en el patio si así lo desean. -Dijo el profesor, a lo que los demás atinaron a contestar solo con un "Sí" desinteresado.- Mello y Alice. -Alice sonrió y se levantó de su asiento al mismo tiempo que Mello, quien la miró arqueando una ceja y seguido tomó la hoja. - Near y Matt. -Mello abrió los ojos como platos. ¿¡Por qué ponían a Matt con esa molesta pelusa blanca!? El albino y Matt, quien le sonreía, se levantaron y tomaron la hoja.

-¿Vamos afuera? -Preguntó Alice, esbozando una sonrisa, estando consciente de los celos que le daban a Mello al ver a Matt con Near.

-Ah.. Sí, claro. -Contestó el rubio, mirando de reojo a su amigo y a Near, que ya salían hacia al patio.

Ambas parejas de trabajo se sentaron en la misma parte del patio, aunque a una distancia prudente.

Mello no dejaba de mirara a Near. ¿¡Por qué se ponía celoso de esa bola de pelos!? Se suponía que él debía de darle celos a Matt, ¡No al revés! Sin embargo, no sabía que Mattse encontraba en la misma situación que él.

Antes, cuando se llevaban "mal" siempre los ponían juntos en la trabajos, y ahora que se habían hecho amigos, nunca los ponían juntos. "Al carajo la lógica de los profesores" pensó el pelirrojo, algo molesto por el hecho que Alice le sonreía demasiado a Mello, incluso más que a él. ¿Y si ocultaban algo? ¿Y si en realidad a Mello si le gustaba Alice? ¿Por qué la pelinegra era la única que sabía de la persona que le gustaba a Mello? ¿Y si salían en secreto?

Sin prestar atención a la hoja de repaso que Near se encontraba resolviendo él solo a gran velocidad, su mente fue imaginando posibles escenarios, sin darse cuenta de los celos que estaba sintiendo.

Mientras tanto, Mello no dejaba de pensar en el que a Near posiblemente le gustara Matt. El albino nunca fue muy sociable, pero a Matt si le hablaba. Mientras pensaba, Near volteó a verlo, y le dedicó una sonrisa de burla. Así es, de burla. Mello, atónito, miró a Alice.

-¿¡Has visto eso!? -le preguntó.

-¿Ver qué? -Contesto Alice, arqueando una ceja. -¿Te refieres a Near? Sí, sí lo vi.

-¡Se burló de mi! -Espetó Mello.

-Sabes, comienzo a creer que a Near le gusta Matt. Mientras tú dormías, pude ver como él los miraba con molestia cuando Matt te acarició el cabello y se te quedó viendo como si estuviera hipnotisado.

-Espera, ¿Qué Matt hizo qué? -Mello se ruborizó ligeramente.

-Mira. -Alice sacó su celular del bolsillo de su abrigo, y le enseñó a Mello la foto que le tomó a Matt cuando se encontraba acariciándole el cabello.

-¡Pero que idiota es! -Dijo, sonrojándose violentamente con el ceño fruncido al ver la foto. Alice soltó unas cuantas carcajadas, con la mirada avergonzada y fulminante de Mello sobre ella.

Matt, desde el otro lado, alcanzó a ver como Mello se sonrojaba a sobremanera. ¿De qué estaría hablando con Alice para que se sonrojara así? Lo que el gamer no recordó, es que cuando Mello estaba con él se ponía aún más rojo.

-Matt. -Lo llamó Near.

-Sí, ¿Qué pasa? -Contestó, volteando hacia Near, tratando de concntrar su mente en el trabajo, a pesar de que Near ya lo había contestado todo él solo. -Lo siento, hiciste todo tú solo. -Se disculpó, con una sonrisa nerviosa.

-No importa. ¿Puedo preguntarte algo?

-Claro. -Matt le dedicó una sonrisa.

-¿Por qué estás tan distraído últimamente? -Preguntó, sin rodeos.

-Yo... No lo sé... -Matt agachó la cabeza, poniéndose serio de repente. -Estoy raro, siento... Siento emociones que nunca había sentido antes y... -Matt no supo como continuar.

¿Estaba bien contarle todo aquello a Near? Era su amigo y le tenía confianza, pero tenía claro que al albino le gustaba, se lo confesó cuando estaban en primer año, pero lo rechazó, ya que solo lo veía como un buen amigo. No quería lastimarlo si le contaba hacerca de lo extraño que se sentía cerca de Mello. El rubio lo volvía loco, estaba causando algo en él que no podía describir ni explicar, siempre era toda una oleada de emociones, como una montaña rusa que subía y bajaba.


Después de clases, Mello y Matt se fueron juntos de regreso.

-¿Cómo te fue con Alice? -Preguntó Matt, tratando de ocultar su leve irritación y queriendo sonar indiferente.

-Bien. -Contestó.- Y a ti, ¿Cómo te fue con... Esa bola de pelos blanca? -Preguntó, sin siquiera molestarse en ocultar su ira.

-Bien. -Contestó Matt.

Mello sacó una barra de chocolate y bajó el envoltorio hasta la mitad. Se lo llevó a la boca y comenzó a comerlo lenta y torturosamente, lamiendo desde la punta hasta donde llegaba el envoltorio plateado. Matt, al ver la "extraña" forma en la que comía chocolate su amigo, no pudo evitar sonrojarse como un tomate. Sabía que no lo hacía a propósito... Pero esa forma de comer chocolate era tan...

-¿Qué vez? -Preguntó Mello.

-¡Nada! -Se apresuró a decir Matt. Mello lo miró extrañado, últimamente también Matt estaba bastante extraño, ¿Por qué sería?

El rubio siguió comiendo su chocolate de esa particular manera, metiéndoselo y sacándoselo de la boca, chupándolo hasta que se le derritiera en la boca y saboreando cada pedazo. Matt no pudo evitar seguir observándolo.

El gamer, llegó a un punto en el que sintió como un molesto bulto se formó en su pantalón. Cuando se dio cuenta de lo que era, se sonrojó como nunca lo había hecho, con la cara ardiéndole completamente.

-Yo... Eh... ¡Me tengo que ir! -Matt salió corriendo lo más rápido que pudo. ¡Era su amigo, por dios! ¡No podía exitarse al verlo! ¡Además también era hombre!

Pero Mello... Mello era diferente... Era completamente una excepción... Claramente era demasiado especial para él, no lo podía llamar simplemente "amigo" ,no, era claramente algo más.

Suspiró y siguió corriendo hasta llegar a su casa, tendría que bañarse con agua fría y además inventaría una excusa del por qué se salió corriendo.

 
Notas finales:

Venía rápido solo a publicar, así que... Nos vemos (~._.)~


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