Dos meses después, las fiestas ya habían pasado y las clases volvieron a la normalidad. Estaban a mediados se enero de un nuevo año, uno de los meses más fríos de todo el año, y los exámenes bimestrales habían comenzado.
Near había notado como Matt poco a poco le hablaba menos, sus conversaciones no llegaban a más de un "hola" y "adiós". Claramente el albino al igual que todos lo demás, ya sabía la razón de eso, no se necesitaba preguntarle a nadie, solo era cuestión de observar.
Además de todo, Mello era bastante "protector" con su amigo. No dejaba que casi nadie le pusiera siquiera un dedo encima después de lo ocurrido en la casa de Alice, si alguien lo hacía, terminaría con algunos moretones y bastantes golpes. Las chicas por lo mismo se le acercaban menos que antes a Matt, sin embargo, era una razón suficiente para que estas "admiraran" más a Mello, y aunque no se le acercaran tanto como lo hacían antes, en "secreto" seguían hablando sobre lo "genial" que era ese chico rebelde e intimidante, mientras soltaban suspiros diciendo algunas cursilerías. ¿Pero acaso estudiaban para los exámenes? Para nada, todo lo contrario.
En el salón de clases había un completo escándalo, habían finalizado por fin los exámenes por los que todos se tensaron un poco, este último, duraba todo el día, pero acabaron antes de la hora y no había actividades para hacer.
Las mujeres hablando sobre cierto rubio, ropa, zapatos o cualquier cosa que les cruzara por la mente, mientras que por otro lado los chicos comentaban sobre videojuegos que acababan de salir, películas, lo que habían hecho durante la semana y de chicas.
Por otro lado completamente distinto, Mello revisaba y volvía a revisar el examen antes que lo recogieran, comprobando que cada respuesta de las 149 que eran estuvieran correctamente contestadas. Matt desde la otra esquina del salón, no podía hacer más que dedicarse a observarlo. Esos días había estado estudiando mucho y no se permitía distraerse ni unos segundos cuando estaba concentrado, haciendo que Matt se molestara algunas veces. Para suerte del pelirrojo, los estudios para los exámenes acababan ese día, pero aún faltaba otro momento de tensión aún mayor: los resultados. Si Near salía más alto que Mello, probablemente se molestaría y andaría de un humor de los mil demonios. Suspiro, rezando a lo que sea que haya allá arriba por que saliera bien, preocupándose más por los resultados de Mello que por los propios.
Las clases acabaron, por fin se había llegado la hora para salir. Matt estaba parado en la entrada de la escuela, esperando que Mello saliera para hablar un poco con él, pues esa semana casi no lo habían hecho.
Una vez que lo vio venir, fue hacia donde estaba, y comenzó a caminar a su lado.
-¿Qué tal te fue en el examen? -Preguntó el pelirrojo.
-No te importa. -Contestó, mirando al suelo y caminando a paso firme y rápido.
-No me hables así, no tienes que ser cortante, solo preguntaba. -Suspiró.
-He estado ocupado, y lo sabes. Tengo que superar a esa maldita rata blanca... -Apretó los dientes con ira y después miró de reojo a Matt.
-¿Por qué estás tan... Concentrado en ganarle? Eres muy listo, no necesariamente tienes que ser el número uno en la tabla de posiciones...
-Tú no lo entiendes... -Se detuvo y miró a Matt a los ojos que casi lo se le distinguían a causa de sus googles.- Near cree que es el mejor, siempre hablando como si fuera la gran cosa, usando palabras que apenas y las personas saben que existen, esa mirada fría y perdida, sin mostrar emociones, como si fuera un estúpido robot programado para saberlo todo... -Golpeó la pared de un edificio por el que pasaban, lastimándose un poco, pero sin importarle.
-No hagas eso, te vas a lastimar. Y entiendo que Near sea así, pero cuando lo llegas a conocer...-No terminó de hablar, pues Mello lo interrumpió bruscamente.
-¡A mi no me jodas con eso! -Dijo con rabia- ¿Prefieres a Near? ¿Acaso estás de su lado? -lo miró con ira y apretó los puños- Entonces ve con él, como si me importara.
Matt sintió algo dentro que no sabía como describir al escuchar esas palabras, en esos 4 meses aproximadamente que llevaba de conocerlo, sabía que seguido tenía ataques de ira, con un chocolate lograba calmarse un poco, pero este no era un simple ataque de ira, era odio lo que sentía, odio hacia Near.
-¡Nunca dije eso! -Miró a Mello firmemente a los ojos, esperando una respuesta clara de su parte.
-¿¡Entonces por qué lo defiendes!? -
-¡No lo defendí, solo trataba de ayudarte! -Se defendió.
-Pues sabes, no fuiste de mucha ayuda, olvídalo... -Siguió su paso más rápido que antes, dejando a Matt atrás, paralizado sin saber que hacer.
Al parecer si había metido la pata, lo que dijo no fue precisamente de mucha ayuda, hablarle a Mello sobre Near cuando estaba enojado no era muy buena idea.
Se marchó hacia su casa, tratando de pensar en algo que pudiera calmar a Mello.
Una vez comió e hizo sus deberes, decidió ir a darse una ducha con agua caliente, para despejarse un poco. Se metió al cuarto de baño y abrió el grifo. Entró a la ducha y dejó que el agua tibia le recorriera el cuerpo, tranquilizándolo un poco, relajándolo.
Mientras trata de relajarse, una idea le pasó por la cabeza, haciendo que abriera los ojos.
...
Se había decidido, eso haría. Iría a la escuela durante la noche, seguramente ya habrían revisado para entonces los exámenes, y si se colaba a la oficina del director podría cambiar la nota de Near, quedando Mello con un mejor promedio, así se le pasaría un poco su insoportable humor.
Pasó el resto de la tarde pensando y repasando lo que haría, si había algún error en lo que hacía incluso lo expulsarían si lo descubrían.
Encontró la manera de, cuidadosamente, salir de su casa sin que sus papás lo vieran. Brincó por la ventana de su habitación y caminó a paso rápido hacia la escuela.
Una vez llegó, escaló con extremo cuidado las rejas que había. Cuando lo logró, no fue demasiado lo que batalló para entrar a la oficina del director, al parecer ya estaba... ¿Abierta? ...¿Cómo es que ya se encontraba abierta?
Con la respiración agitada, comenzó a buscar los resultados entre los cajones, sin éxito. Justo cuando ya los había encontrado, escuchó un ruido de algo caerse dentro de la misma habitación, haciendo que la respiración se le cortara un poco. Cuando reaccionó, se escondió en una esquina completamente a oscuras, no se veía absolutamente nada. En ese momento hubiera deseado haber prendido la luz, pero lo había olvidado, ya no podía moverse de ahí. Escuchó como pasos lentos se acercaban a él, fue haciéndose hacia atrás poco a poco hasta que...
-¡AH! -Gritaron dos voces al unísono.
Matt volteó, para encontrarse con una cabellera rubia que conocía bien.
-¿Mello?
-Nooo, quién más crees que soy, idiota. -Dijo con una mirada sarcástica. Se levantó y miró a Matt quien también se levantaba de su "escondite".
-¿Qué haces aquí? -Preguntó Matt.
-¿Yo? ¿No es obvio? Vine a cambiar la calificación de Near. La pregunta es, que haces TÚ aquí? -Mello miró a Matt con curiosidad, arqueando una ceja.
-Es que... Creo que me arrepentí un poco de lo que dije antes, y...
-Entiendo, ¿También venías por lo mismo? -Matt asintió- Vaya que eres idiota, tampoco era para tanto. -Dijo Mello, con una sonrisa burlona, pero a la vez en el fondo, se sentía algo bien el que su amigo se preocupara por algo tan simple, e hiciera algo tan arriesgado como eso por él.
-Ya que estamos aquí, hay que buscar el examen de Near -Matt volvió a donde estaba momentos antes, buscando entre los exámenes el que fuera de Near, Mello solo asintió y lo ayudó a buscar ambos exámenes.
-¿Pero qué mierda...? -Mello observó incrédulo lo que acababa de ver. Según los exámenes... ¡Él había sacado mejor calificación que Near!
-¿Qué pasa? ¿Los encontraste? -Preguntó Matt. Vio los exámenes que Mello tenía en las manos, y los observó. - ¡Sacaste mejor nota que Near! -Matt lo miró alegremente, y antes de que pudiera decir otra cosa, Mello dio una de esas sonrisas que mostraban extrema felicidad, la más hermosa de las sonrisas que había visto, y Mello lo abrazó.
Un momento, ¿Mello lo había abrazado? ¿Desde cuando ese rubio impulsivo abrazaba personas? ...Se sonrojó un poco, y cuando reaccionó, Mello ya lo había soltado.
-¡Al fin! ¡Tanto esfuerzo valió la pena! -Mello puso cara de orgullo, mientras alzaba una mano en señal de victoria, y Matt lo miraba sonriendo.
-Esto significa que vinimos aquí para nada... -Dijo el gamer, suspirando levemente.
-Si, pero yo hice todo el trabajo, la oficina estaba cerrada y fue un verdadero problema poder abrirla, para ti fue todo fácil. -Mello rodó los ojos y después miró a Matt.
-De todas formas, para mi antes ya eras el número uno. Y lamento haber dicho lo que dije al salir de la escuela... Es que yo... -Mello lo interrumpió.
-Vaya, ¿Y me dices a mi "princesa"? -puso sonrisa burlona- No hace falta que lo digas, entiendo. Además, también yo admito que me encontraba de mal humor. -Sonrío levemente.
-Bien... -Matt rió un poco por su comentario, y a los pocos segundos Mello se le unió a su risa.
Ambos rieron por un momento, hasta que pararon y se miraron fijamente.
-Creo que es mejor irnos, si no queremos que el viejo nos castigue. -Dijo Mello.
-Cierto. -Matt sonrió. Cuando iba a comenzar a caminar, Mello le puso el pie haciendo que se tropezara y cayera.
-Idiota... -Dijo soltando unas risas.
-¡Pero si fuiste tú el que provocó eso! Eso no deberías hacerlo, no son buenos modales para una "princesa"... -Dijo Matt, levantándose y sacudiéndose el pantalón.
-Serás... -Mello apretó los puños y miró a Matt de mamera amenazante.
...
Ambos salieron de el edificio, y cada quien se dirigió a su casa nuevamente. Matt logró una vez más que sus padres no se dieran cuenta de su ausencia, y se dispuso a dormir aunque fuera solo un poco.
En la mañana, se levantó con toda la pereza del mundo, parecía un zombie como el de sus videojuegos. Se arregló de forma pésima por el mismo cansancio, y se dirigió a la escuela con paso lento y perezoso.
En la entrada, había un pizarrón con los nombres de los 50 mejores estudiantes de el bimestre, Mello era el primero, Near el segundo y para su sorpresa, él el tercero, a pesar que no hizo esfuerzo algunos por estudiar, su inteligencia era nata.
-Hey, tierra llamando a Matt... -Mello le golpeó la cabellera rojiza a Matt levemente- Si pudieras verte... Pareces un zombie idiota. -Rió un poco, y por fin su amigo pelirrojo reaccionó.
-¿Ahh? Si... Lo sé... Siempre me veo así cuando me desvelo demasiado... -Matt bostezó y estiró los brazos.
-...Felicidades... Por ser... El tercero... -Dijo Mello, casi en un susurro, y para suerte de Matt, alcanzó a escucharlo.
-No tienes por qué decirlo. -Sonrió- Yo debí de felicitarte antes, por ser el primero.
-¿¡Entonces si escuchaste lo que dije!? -Preguntó Mello, algo sonrojado.
-Claro que lo escuché, "princesa". -Matt le sonrió de forma burlona.
-¡Hijo de...! -Mello le dio un golpe en la cara, haciendo que Mattse despabilara por completo.
-No te golpearé porque a una dama no se le pega... -Dijo Matt, sobándose donde le había golpeado Mello.
-Maldito bastardo... -Mello tomó a Matt de la camiseta, y cuando iba a gritarle algo, Near lo interrumpió.
-Mello, buenos días. Al parecer eres el primero, me alegro, felicidades, pero si no te importa, suelta a Matt. -Dijo Near, que recién había llegado.
-¡JA! ¡En tu cara rata blanca! ¡Te superé! -Mello soltó a Matt, y ahora al que tomó por la camisa fue a el albino, quien lo miraba con indiferencia.
-Lo sé, lo he visto. Me gustaría ver en que parte del examen me equivoqué, así que si no te importa, ya me voy. -Se enroscó un mechón de cabello en el dedo, mientras miraba a Mello con esos ojos grises que parecían vacíos.
-Ja, como digas. -Mello lo soltó de sopetón, por lo que Near cayó al piso, pero no se quejó de eso y solo se limitó a levantarse e irse, como si nada hubiera pasado.
-Mello, es hora de ir a clase... Además no vayas a matar a Near... -Dijo Matt.
-Cierto. ¡Y no lo mataré! Tampoco estoy tan loco, a lo mucho lo golpearía hasta mandarlo al hospital. -Dijo el rubio, comenzando a caminar junto a Matt a su salón de clases.