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“Sucede hasta en las mejores parejas” por Yasmin AE

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Capítulo 2 “Oh oh Problemas!”

Después de un breve recorrido por el hotel tanto Gabriel como Santiago se dispusieron a ayudar en el bufet, por lo tanto en la cocina Santiago se encarga de arreglar los menús para pasárselos a las personas. En eso está, cuando llega un chico desconocido para él. Se miran mutuamente hasta que Santiago decide romper el silencio. 


 - Soy Santiago, estaré trabajando acá.- le dice tendiéndole la mano

 - Mucho gusto, soy Daniel- le responde el saludo – Si no es indiscreción, ¿quien te recomendó?

 - Gabriel, es mi amigo y me dijo que este trabajo es bien para mí, que el trato y el ambiente son muy buenos.

 

Daniel sonríe al recordar a Gabriel, sonrisa que no pasa desapercibida por Santiago.

 

 - Ah! Gabriel!, es un buen chico, nos llevamos Muy bien- le dice sin quitar la sonrisa de su rostro.

 

Santiago mira extrañado a ese tal Daniel, su sonrisa al mencionar a Gabriel se le hace un tanto sospechosa

Y en eso entra Gabriel, Santiago sonríe para sus adentros. Daniel, al ver a Gabriel se le acerca peligrosamente invadiendo su espacio personal.

 

 - Hola Daniel.- Lo saluda Gabriel sonriéndole amablemente, Santiago se enfada al ver esto, más no dice nada y muestra su perfecta dentadura.

Se acerca al pelinegro tomándolo disimuladamente del brazo y lo arrastra lejos del tal Daniel.

 

 - Al fin te apareces!! ¿Por qué no me dijiste que hay alguien nuevo? -Daniel jala a Gabriel y comienza a hacerle cosquillas, que claro, se ve que él busca más que sólo cosquillas.

 

Con los celos inundándole los sentidos, Santiago sale del lugar, sólo hasta ese momento, Gabriel nota la ausencia de Santiago y se despega de Daniel para seguirlo.

 

Daniel al ver como Gabriel no actuó como él quería, se molesta.

 - “Osh... ¿Habrá algo entre esos dos? “–Piensa Daniel con la duda pintada en su rostro.

Mientras tanto...

Santiago sale de ahí con un paso apresurado y hecho una furia y Gabriel va detrás de él.

 - Santi!! Santiago!! ESPERA!! - El rubio no le contesta y solo apresura más el paso.- OYE!! -Lo sujeta del hombro y lo voltea hacia él. - ¿Que es lo que te ocurre? ¿Por qué saliste así de pronto? ¿Está todo bien?.

 

Santiago estuvo a punto de reclamarle pero niega suavemente con la cabeza. —No es nada —dice—. Vamos a trabajar. 


Pero Gabriel nota perfectamente como el tono en el que ha hablado su novio, es diferente al que suele usar.

 

 - A mi no me engañas, algo te pasa. ¿Seguro estás bien? -Insiste Gabriel, sabe que posiblemente hará enojar al rubio, pero de verdad le preocupa.

 

Santiago, al ver la cara de preocupación de Gabriel, le da un ligero roce de labios. —No te preocupes —murmura.

 

Gabriel le corresponde el pequeño beso, y piensa que tal vez eso era lo que necesitaba, ya que está un poco estresado por el trabajo.

 - Está bien - dice resignado.

 - Vamos adentro ¿vale? Es mi primer día y no puedo estar aquí y hacer la paja - Santiago finge una pequeña sonrisa para no preocupar a Gabriel. 

Volviendo a la cocina….

 - Santiago!! ¿Dónde estabas?!? Ali y tú tienen que atender la mesa 12!! Corre!! -Le dice Daniel un poco apresurado y un tanto "atareado" le da los menús y Santiago corre hacia donde se encuentra Ali.

 - Pude haber ido yo Daniel, Santiago es nuevo – Dice Gabriel mientras mira hacia donde se dirigió, un tanto preocupado

 - Es para que vaya aprendiendo. - Daniel se acerca de manera insinuante a Gabriel

 - ¿Lo crees? -dice Gabriel preocupado

 - Si, es mejor ahora. - dice abrazando un poco a Gabriel por su cintura y oliendo un poco su cabello.

 - Me preocupa. Hace un momento estaba un poco nervioso - Gabriel sin darse cuenta inclina un poco su cabeza dejando ver su cuello.

 

Daniel, con una sonrisa dice. —No te preocupes por él —acto seguido acerca su boca al cuello del pelinegro. Gabriel respinga al sentir el aliento de Daniel en su cuello y nota la posición en la que se encuentra, así que de un empujón separa a Daniel de él. —¡¿Qué haces?! —chilla histérico.

 

 - Nada -ríe con prepotencia - Solo trato de calmarte, te estresas mucho por tu amigo.

 

Santiago nota como Gabriel sale de la cocina totalmente rojo, se queda parado ahí hasta que uno de los clientes llama su atención.

Pasados unos segundos gira de vuelta hacia donde había estado Gabriel, pero ya no se encuentra ahí.

 

Gabriel sale apenado hacia la bodega.

 - “¿Qué le pasa a Daniel?!! Se me acercó demasiado y casi… no…NO!! Él dijo que solo me estaba tranquilizando... él no sería capaz... – suspira - ¿Por qué?”

~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~~o~

 

 - “Dónde estará Gabriel?” -piensa el rubio, pero ahora no puede distraerse, se encuentra en el trabajo y la vida amorosa va a parte.

 - ENFÓCATE SANTIAGO!! -se repite una y otra vez.

 

Después de unos minutos escondido en la bodega, Gabriel sale de nuevo hacia el bufet  - “ojala no me encuentre de nuevo con Daniel" -  piensa para sus adentros.

Llega y ve a Santiago a lo lejos, le sonríe y el rubio le devuelve la sonrisa aliviado. 
A lo lejos también está Daniel ayudando a unos clientes; lo ignora y comienza con el trabajo.

 

El tiempo pasó y la hora de salir estaba próxima, Gabriel quiere irse, nunca le ha pasado esto antes, pero Daniel constantemente se le acerca mucho y siempre lo abraza por la cintura.

 - “Dani, no se comporta así, algo le pasa”... -piensa Gabriel-

Santiago nota la preocupación de su novio, mas no dice nada al respecto.

A la hora de la salida ambos caminan en silencio, un silencio incómodo que  se debe a la preocupación que ambos sienten. Y aun así ninguno dice nada.

Llegan a la casa de Gabriel.

 

- A ver Gabriel, esto se puso incómodo. Dime que tienes?- dice Santiago agarrándolo de la muñeca.

- Eh?... Ah, Santi... Olvidé que estabas aquí -Gabriel se encuentra  tan perdido en sus pensamientos que se olvidó por completo de Santiago... raro en él.

Santiago frunce el ceño frustrado por las últimas palabras de Gabriel. —¿Te olvidaste de que estaba acá? —Pregunta un poco enfadado—. ¿Qué pasa? —agrega.

-Eh. Nada, cosas del trabajo. Ven vamos a cambiarnos.- Lo agarra de la muñeca y se lo lleva al cuarto.

 - Hablando del trabajo... -dice Santiago mientras es  jalado por Gabriel- Ese tal Daniel ¿por qué te abrazó de esa manera?


Gabriel para de caminar y agacha la cabeza.

—N-No lo sé —murmura, pero tampoco quiso decir que era eso lo que le estaba comiendo la cabeza.

Santiago se molesta al ver la reacción de Gabriel.

- Cómo que no lo sabes? – le dice con el entrecejo fruncido y los brazos en jarra.

- De verdad que no, y ándale vamos a ducharnos y cambiarnos que vengo agotado.- dice sin voltearlo a ver al momento en que sigue caminando hacia su cuarto y deja a Santiago en medio del pasillo.

Santiago deja salir un suspiro —y piensa en lo que significa "bañarse"— así que sigue a Gabriel en dirección al baño poniendo una sonrisa en su rostro.

Ya en la ducha...

Santiago le da un beso a Gabriel, baja por su cuello repartiendo besos, pasa una de sus manos por su cintura para atraerlo hacia su cuerpo.

 - Espera!! -Gabriel lo aparta al recordar  la mano de Daniel.

- oye, en serio estas bien?.- pregunta el rubio con una cara de desconcierto.

 - "No puedo decirle de algo que ni siquiera sé si es verdad" piensa preocupado. —Después te digo — le susurra sin mirarlo a los ojos. Santiago suspira ¿qué se suponía que tenía que hacer?

- De acuerdo Gabriel, esperaré hasta que me lo puedas decir. Confío en ti.- responde Santiago y sale de la ducha enrollando una toalla en sus caderas.
- "Diablos! no quiero que Santiago piense cosas que no son, pero es que, de verdad no sé porque Daniel se comporta así conmigo".- piensa Gabriel al momento de cerrar la llave del agua y tomar una toalla para secarse el cuerpo.- "definitivamente tengo que hablar con él".- Sale del baño aun secándose el cuerpo, cuando al voltear hacia la cama ve que el rubio está dormido.

- Ja, que tierno está dormido -piensa Gabriel acercándose para darle un beso en la frente y le murmura un suave "te amo"; acto seguido se puso el bóxer y se recuestó junto a él, sin saber que en realidad Santiago se encuentra despierto y con una sonrisa boba en la cara, el rubio se quedó dormido.

A la mañana siguiente….

Santiago se despierta con el pitido del despertador. 
- Que hora es?.- pregunta Gabriel. 
- Son las 5:30 de la mañana. Entramos en una hora. Hay que alistarnos.- Dice Santiago sentándose en la cama. 
- Espera.- dice Gabriel poniendo una mano en su hombro y volteándolo.- Te amo, lo sabes verdad?
- Claro, yo también te amo.- responde dándole un beso.- pero, si no nos apuramos llegaremos tarde, así que arriba perezoso.

- Aaaaah, no quiero!! – dice haciendo un tierno puchero y se oculta debajo de las cobijas.

- Ya muévete, llegaremos tarde!! –le dice Santiago con fingido enojo.

 

Gabriel sale de debajo de las cobijas sólo para atrapar a Santiago entre sus brazos y plantarle un buen beso de buenos días. —Como desearía que pudiésemos quedarnos acá todo el día —dice en cuanto se separaron.

- No me tientes Gabriel Altéz!! – le dice el rubio tratando de contenerse y no lanzarse sobre Gabriel.

Gabriel le regala una sonrisa pícara retándolo. —¿Quieres...? —pero la frase queda inconclusa porque Santiago entendió a la perfección a lo que su novio se refería.

Santiago le da un beso a Gabriel en los labios, el cual se empieza a convertir en uno apasionado, al momento en que Gabriel pasa la lengua por los labios de Santiago para pedir permiso de entrar, el cual no fue negado, y poco a poco empiezan a explorar la cavidad ajena, comenzando una batalla de lenguas.

Santiago, poco a poco recuesta a Gabriel de vuelta en la cama.

Ya Gabriel se encuentra totalmente recostado y, se podría decir a su merced. Santiago comienza a acariciar su abdomen. Gabriel, mientras tanto, entrelaza sus manos en el cabello de Santiago dándole un masaje en el cuero cabelludo.

- Ya no puedo... quítate el bóxer mierda! – dice con un jadeo Santiago al mismo tiempo que se le nota que está un poco ansioso.

Gabriel suelta un jadeo ante la afirmación, rápidamente acata la orden del rubio para  luego hacer lo mismo con las ropas de éste; se dan un beso repleto de necesidad.  Acto seguido Santiago se posiciona en la entrada de su amante, comienza a entrar suavemente, lo cual provoca un gemido de dolor en el pelinegro.

Toma sus caderas y se las levanta para que no le duela tanto.

- AAAAAAH!! -grita Gabriel

- Lo siento –le dice Santiago al oído mientras le besa parte del cuello.

- No te disculpes... dale muévete!! -dice Gabriel moviendo ligeramente sus caderas.

- “No quiero llegar tarde, pero tampoco quiero no hacerlo con Santi...” -piensa Gabriel- Muévete!!- le dice Gabriel entre jadeos y con tono ansioso.

Santiago comienza a moverse entrando en un frenesí de placer que los abarca por completo, gimen sin temor a que los escuchasen. Una mano se apoya en la cama y la otra comienza a masturbar el miembro del pelinegro.

 

- “¡Dios, éste pendejo de mierda me pone a full!” -piensa Gabriel.

Gabriel mueve sus caderas para sentir más a su rubio

Santiago toma una de las piernas de Gabriel y la abre un poco para que su novio sienta más placer.

- Aaaaah, papi, concha tu madre.. aaah... - gime Gabriel ante las sensaciones que su rubio le causa.

- Oh Joder!!

En cuanto estuvieron en un éxtasis increíble sólo bastaron unas pocas embestidas más para que ambos terminaran casi al mismo tiempo. 

La respiración de Santiago es entrecortada y trata de recuperarse del esfuerzo; mientras Gabriel sonríe para sus adentros "lo amo" repite en su mente a la vez que le roba un beso a su rubio.

Con la respiración menos agitada Santiago se incorpora para ir a ducharse, ya era un poco tarde para el trabajo.

Al ver esto Gabriel le sigue de cerca dispuesto a ducharse con él pero sin intenciones de hacer algo más... simplemente ducharse. 
Y a los pocos minutos estuvieron listos para salir de nuevo a trabajar, y sólo hasta ese momento Gabriel se percata que de nuevo tendría que ver a Daniel. Suspira. Tendrá que hablar con él.

~En el trabajo~

- Ah ah, lle- llegamos!! -dice Santiago cansado por correr desde el estacionamiento hasta el restaurante del hotel, para variar no encontraron un lugar para la moto.

- Buen día Santiago – Daniel le sonríe un poco molesto desde la barra.

 

- Buenos días —responde sin querer ser descortés. 
Gabriel pasa de largo y no saluda a Daniel, cosa que no pasa desapercibida para ninguno de los dos chicos, "¿qué le pasa?" se pregunta Santiago a sí mismo.

 - Hola Gabo!! ¿Como estas? –Daniel lo sujeta del brazo antes de que vaya por su uniforme.

De un movimiento ágil Gabriel se suelta del agarre. —Bien —responde cortante.

- ¿Pasa algo? Te veo un poco... molesto. ¿Te hizo algo ese rubio? Ja ja - trata de sonar amigable.

- “¿Qué le pasa a este tío?!!! ¿De cuándo acá me tutea?!! .- piensa Santiago apretando las manos en puños pero en su cara siempre hay una sonrisa, camina hasta Gabriel y se lo lleva mientras exclama. —Vamos, vamos, necesitamos ir a marcar el turno —Daniel sonríe hipócritamente para sí "maldito rubio ¿qué eres de Gabriel?" piensa intrigado.

 

- Por fin estamos lejos de ese pelotudo!! -dice Santiago

- Si... Santi hay algo que tengo que decirte que pasó con él... -Gabriel ya no lo aguanta, necesita decirlo ya.

 

—¿...Algo que pasó con él? —repite Santiago confundido, Gabriel abre la boca dispuesto a decirle lo que paso, pero de repente alguien se le abalanza encima a Santiago y le toma de un brazo. 
—¡Hola! —grita Ali entusiasmada, Gabriel la fulmina con la mirada pero ella ni lo nota. —¡Santi! ¡Santi! —canturrea  tomando confianza que nadie le ha dado—, el gerente me dijo que atendiéramos en el restaurante y que Gabriel fuera a la cocina —agrega, y sin más remedio Santiago se va con la chica no sin antes dedicarle una mirada a Gabriel que dice "hablamos de esto después".

- “Claro que hablaremos después”- piensa Gabriel- “no importa lo bien que nos llevemos, NADIE toca a MI Santi”

Mientras caminan por un pasillo en dirección al restaurante Ali se pega mucho más a Santiago. —Eres muy atractivo —dice ella con voz que considera sensual, Santiago sonríe con amabilidad sin percatarse de ello, sin embargo, en ese momento recuerda a su novio y el cómo se comportó.

- Bueno, tengo que ir al... Baño -se ríe un poco nervioso el rubio, se deshace del agarre y sale de ahí con un poco de prisa.

- Parece que te dejo con las ganas!! -dice Daniel al salir de una habitación.

- Cállate Daniel!! Lo conquistare, te lo aseguro -dice Ali convencida.

- Pero no sola... Te propongo algo...

- ¿Algo? —pregunta ella intrigada. 
- ¿Has notado algo extraño entre esos dos? — le pregunta Daniel haciendo referencia a Gabriel y Santiago, ella niega con la cabeza. —Creo que son más que amigos. 
- ¡¿Qué?! ¿Crees que son… gays?
Daniel asiente. —Entonces... te propongo algo; tú quieres conquistar a Santiago y yo a Gabriel ¿qué te parece una alianza?

- ¿Una alianza?
- Si, eso mismo. Unamos fuerzas para separar a Santiago y Gabriel y así poder estar cada quien con quien le gusta. 
- Mmm de acuerdo. Pero que hacemos o como empezamos?. 
- Mira: tú ahora alcanzarás a Santiago ahí comenzarás a coquetearle, yo haré lo mismo con... Gabriel – le dice  sonriendo maliciosamente.

- ¿Ese es tu plan? ¿Y crees que funcione? —le pregunta Ali desconfiada.
- Comencemos por eso... de seguro funcionará, mírate y mírame, ambos somos más atractivos que las personas comunes —Daniel sonríe y Ali le devuelve la sonrisa: Es hora de comenzar.

Mientras tanto con Gabriel en la cocina:

- “Me comporte muy grosero con Daniel, él venía a saludarme como todos los día y... Yo me comporte muy cortante”. Piensa Gabriel mientras limpia la barra del bar.

- Tengo que hablar con él -dice en voz alta.- “Además tengo que arreglar eso de por qué me abraza”.

 

Gabriel sale apurado del bar y se choca con el torso de Daniel.

- Ou! Perdón, ¿estás bien? –dice Gabriel

- Si no te preocupes, estoy bien -le sonríe mientras lo toma del brazo y lo recarga en la puerta para entrar al bar.

- Daniel —murmura Gabriel al momento de ser apresado contra una pared cercana—. Quería disculparme por mi actitud de esta mañana, creo que fui muy frío. 
- Es verdad, fue muy cruel —se apega más a su cuerpo y lo toma de la cintura con delicadeza—. ¿Qué harás para recompensarlo? —pregunta en doble sentido.

- Pues... ¿Qu-Que quieres que haga? -Gabriel se siente mal, él no se compota de esa manera y no entiende las indirectas que le lanza Daniel.

Daniel sonríe y abraza más a Gabriel  acercándolo más a él.

- ¿Te digo algo Gabo? -le susurra al oído.

- Que- Que pasa? -dice Gabriel realmente nervioso y  entendiendo a lo que se refiere Daniel.

 - Tu... Me gustas -lo dice con una voz bastante sensual en el oído, mientras le acaricia la mejilla.

 

Gabriel se sorprende, y tarda unos segundos en procesar las palabras que él había dicho, y para cuando lo hace, se encuentra totalmente apresado bajo los brazos de Daniel, quien poco a poco se acerca aún más con toda la confianza para plantarle un beso.

- Da-Daniel, espera yo... -Gabriel se encuentra atrapado.

Mientras tanto con Santiago

- Ali!! Qué bueno que llegas ayúdame con los trastos de esa mesita por favor -dice Santiago con su sonrisa característica.

Ali lo mira tratando de imaginar lo que haría con él, el cómo acercarse a él y ver bien lo que le diría y el tono.

- ALI!! Anda a ayudarme, son demasiados. -dice el rubio sacando a la chica de su transe.

 

Por fin despierta se acerca para tomar los platos que le ofrece Santiago, a su vez recuerda como Daniel había dicho que iría con Gabriel para poner en marcha su plan; "si quiero tener algo con él, primero tengo que separarlo de Gabriel" piensa para sus adentros. 
- Santi —Ali sonríe falsamente—. Déjame esto a mí y ve a la cocina a ayudar, ahorita que pasé por allá estaban bastante atareados y necesitaban una mano... —resignado, Santiago asiente y emprende marcha hacia la cocina.

 

~~~~~~~~~

- Daniel, pará... Yo... No... Puedo... –dice Gabriel y trata de resistir las caricias que Daniel le hace por sobré la ropa en su torso.

- Gabo... -dice Daniel mientras le besa el cuello y le acaricia.

Llega Santiago y ve cómo se encuentra su novio... Vaya situación.

 

Pudo reaccionar de muchas formas; pudo gritarle a Gabriel; preguntarle por qué estaba en esa situación con Daniel; pudo golpearlos a ambos; pudo llorar; pudo hacer mil y un cosas pero simplemente retrocede en silencio, vuelve al restaurante con la cabeza gacha y sin decir nada se queda allí mientras la vista de Ali se posa sobre él con una sonrisa triunfal.

- Paso algo Santiago? –pregunta Ali con falsa preocupación.

Santiago niega forzando una sonrisa en su rostro. —Nada, sólo siento que interrumpí un momento importante —suelta una risa irónica, sus ojos picaban pero se negaba a llorar, menos en medio del trabajo.

Se escucha un estruendo en la cocina y sale Gabriel con la respiración agitada y la camisa con unos cuantos botones desabrochados.

Daniel ríe suavemente a la vez que recuerda segundos atrás cuando Gabriel le había dado un empujón fuerte y se estampó en el lavavajillas logrando así que se rompieran unas tazas, después huyó del lugar.

Por otro lado Gabriel se acomodó la ropa antes de salir al restaurante, a lo lejos ve a Santiago y quiso acercarse a él, pues necesitaba algo de apoyo después de lo que había pasado, quiso contarle todo de una buena vez pero antes de lograr su cometido Ali le cierra el paso. 
- ¿A dónde vas? —pregunta.
- Necesito hablar con Santiago...

- No creo que sea conveniente Gabriel... Está algo deprimido y creo que tú tienes que ver con ello... -Ali lo mira con enojo.

Gabriel se queda pensando:” ¿Nos vio? ¿Él... Me vio con Daniel?... ¿Qué hago?... Si hablo ahora con él, de seguro me golpeara... ¿Qué debo hacer?. Pero si no hablo con él ahora... será mucho peor"; pasa de largo a Ali y llega hasta Santiago. 

- Hola —saluda, Santiago voltea a mirarlo y no responde nada.- Santi, yo... -lo interrumpe Santiago, quien se levanta de la silla donde estaba.

- Ali, necesitamos recoger los trastos de arriba, olvide los vasos del baño de la habitación 115 –dice el rubio con una pequeña sonrisa que se nota muy triste, su tono de voz se escucha deprimente.

 

Ali nota a la perfección como Santiago ignora a Gabriel y sonríe para sus adentros y asiente.

- Vamos —murmura, así ambos se fueron dejando a Gabriel parado en medio del restaurante con una cara que no cabía en su asombro. "¿Y ahora qué hago?" se pregunta. - Santiago -murmura y se queda en cuclillas, justo donde lo dejo Santiago.

Daniel sale de la cocina con una mano en su estómago, aún sentía ese empujón que le metió Gabo hace un momento.

 

Lo ve de lejos pero siente que no era momento para acercarse, eso si quiere conservar su salud física.

 

 

En otro piso con Santiago

Ali se arma de valor para preguntar lo que ya sabe. —¿Qué pasó? 
Santiago suelta un sonoro suspiro... —nada —repite. .
- Puedes contar conmigo para lo que sea —se le pega de manera provocativa pero Santiago no tiene mente para nada.

 

- Gracias... -dice el rubio sin tomar en cuenta la posición en la que se encuentra Ali.

- “Quizá es un mal entendido... Quizá ellos solo estaban jugando, Daniel acostumbra esa clase de juegos, cosquillas y ese tipo... ¿Debería hablar con Gabo? Será lo correcto, pero... No puedo verlo a los ojos!! No después de lo que vi!! -Santi habla en sus adentros, quería llorar, quería desahogarse!.

 

Llega un punto en que siente que su mente se vuelve un remolino de emociones, para en seco y trata de calmarse. Sus ojos ahora acuosos por esas las lágrimas que amenazan con salir;  a Ali se le remueve el corazón de verlo tan quebrado. 
- Todo estará bien —susurra sinceramente, Santiago asiente, acto seguido le sonríe.
- Eres una buena persona —y Ali ve en esas palabras la esperanza de conquistar a Santiago.

Ambos se sientan en el piso y la chica abraza al rubio, esto alivia un poco a Santiago, corresponde el abrazo y oculta su rostro en su hombro, logrando que se salieran unas pocas lágrimas de sus ojos.

Se quedaron así unos minutos hasta que Santiago retuvo sus propias lágrimas y se enderezó para mirar a Ali a los ojos. 
- ¿Estás bien? —pregunta ella, Santiago asiente.
- Estoy mejor, pero estoy muy confundido ¿podrías cubrirme con el jefe y decirle que me enfermé y que por eso me voy a ir temprano? 
Ali asiente. —Seguro. 
Se separan, Santiago sale del hotel mientras Ali vuelve al restaurante.

-“¿Dónde estará Santiago?, ¿ya lleva rato que no lo veo?, en verdad necesito hablar con él.- piensa Gabriel mientras atiende una mesa.

- Gabriel, la mesa 17 desde hace 10 minutos te ha pedido su cuenta.

- Gracias Ali, ando distraído.

- Si ya lo note. ¿Por qué estás así?

- Es que ya lleva rato que no veo a Santiago, y de verdad necesito hablar con él.

- Ahh Santiago está… atendiendo los cuartos, se me hace que por eso no lo has visto.- “No puedo decirle que se ha ido, se querrá ir también y no me conviene por el momento”.- piensa Ali tratando de disimular una sonrisa.

- Ok, será por  eso. Bueno voy por la cuenta de la 17. Gracias Ali.- Le dice Gabriel con una sonrisa fingida y se marcha hacia la caja.

Pasados varios minutos Gabriel comienza a sentir la ausencia de Santiago, pues ya ha pasado mucho tiempo como para que él siga en los cuartos, por lo cual se acerca de nuevo a Ali. 

-¿Dónde está Santiago? -pregunta de nuevo.

Ella se pone nerviosa, entonces dice la verdad. -Se fue del hotel porque se sentía mal –susurra.

- ¿Y hace cuanto se fue?
- Um.- Ali de verdad está nerviosa y mordiéndose el labio inferior contesta.- desde... desde hace 2 horas.
- ¿Y porque no me habías dicho?
- Santiago me dijo que no te dijera.- "espero que Santiago no lo desmienta".- 
- ¿Santi dijo eso?.- pregunta Gabriel preocupado. Tenía unas ganas enormes de llorar. 
- Si, lo siento Gabriel.- Le dice Ali apretándole el brazo y ocultando una sonrisa.- ¿Estás bien?
- No te preocupes, estoy bien.- responde haciendo un amago de sonrisa fallando miserablemente.

Gabriel pensó en salir del hotel e ir en busca de Santiago, pero la intención murió cuando se fijó en que su jefe no le daría permiso para ello, así que sólo le queda esperar dos horas más a que su turno acabara, pero se siente bastante mal, sabe que algo le había pasado a Santiago y aún le preocupa pensar que pudo haberlo visto con Daniel.
-Ali ¿sabes que le pasó a Santi? -pregunta fingiendo una sonrisa, ella niega. 
-Ya te dije, estaba deprimido y se sentía mal. Pero si quieres mi opinión -endurece su vista contra Gabriel-. No creo que puedas ayudarle.

- ¿Por qué piensas eso?.- pregunta con duda. 
- Pues porque lo que le pasa a Santiago no tiene nada que ver contigo. 
- Entonces con qué?
- Santiago está triste por otras cosas. 
- Cuales cosas?.- Gabriel está cada vez más desesperado por respuestas. 
- Ya te enterarás. Ahora con tu permiso, seguiré atendiendo a los clientes.- Le dice y se va rumbo a una mesa que se acaba de ocupar. 
- "¿Qué cosas habrán puesto así a Santiago? y ¿Nos habrá visto a mí y a Daniel? ¿Tengo que hablar con él cuanto antes".- se cuestiona Gabriel y se va rumbo hacia la cocina.

Pensando con un poco más de claridad las cosas Gabriel se pregunta si Santiago habrá vuelto a casa, porque por lo que él recuerda Santiago estaba molesto e inclusive lo ignoró. 
Y entre pensamiento y pensamiento el turno de Gabriel por fin ha terminado, así que con rapidez toma sus cosas para salir corriendo del hotel; se sube a su moto dispuesto a llegar lo más pronto posible a casa con la esperanza de que Santiago haya decidido ir allí.

Mientras Santiago... 
Al salir del Hotel toma rumbo hacia un parque cercano a la casa de Gabriel. 
-"No quiero llegar a casa, sé que Gabriel está trabajando y por lo tanto no está ahí, pero necesito pensar bien las cosas y todo allá me recuerda a Gabriel".- Piensa en lo que toma asiento en una banca cerca de un roble. 
"A ver, amo a Gabriel con todo el corazón y mi vida sin él no vale nada. Él es mi todo y en verdad me lastimó mucho lo que vi hace un rato. ¿Qué debo hacer?".- se cubre la cara con las manos y sigue pensando en que deberá hacer.

Tanto pensar lo confunde más y más "¿será que Gabo ya no me quiere?" se pregunta "¿o será que siempre ha tenido algo con él? No, no, eso es imposible yo sé que él me quiere, pero... ¿ahora como lo voy a mirar a la cara? Si todo el tiempo recuerdo esa maldita escena... creo que lo mejor será enfrentarlo" se levanta y como ya está oscuro, camina con un paso más apresurado en dirección a la casa.


Mientras espera para atravesar una calle, ve una moto muy conocida para él pasar por enfrente, y al parecer el motociclista también lo reconoce porque frena en seco y se dirige a él a la vez que se quita el casco. 
-¡Santi! -grita Gabriel aliviado, estaciona la moto y se baja de ella -. Te he estado buscando, llegué a casa y no estabas allí. 
-Lo siento -se disculpa en un susurro. 
-¿Qué te pasa? ¿Por qué saliste del hotel tan de repente? 
-Yo...

- ¿Santiago que pasa?.- pregunta Gabriel al momento en que le agarra el mentón para que lo vea a la cara. 
- Es solo que.- Toma aire antes de decir lo siguiente. -No creí que tuviésemos que pasar por esto alguna vez pero, te vi Gabriel, te vi con Daniel. 
-Yo... no es lo que tú crees -se apresura a responder, Santiago suelta una risa irónica. 
-No suenes como película dramática... sé lo que vi. 
-Daniel se me echó encima, yo no sabía... 
-¡Pero tú no lo apartaste! Casi como si lo estuvieras deseando... ¿cómo quieres que confíe en ti luego de ver eso?

-Santiago te amo.
- Yo también Gabriel, pero eso no puede evitar que ahora dude de ti. 
Gabriel cae de rodillas al piso.- No puedo creer que me digas esto. 
- Levántate Gabriel.- Santiago le ayuda a levantarse agarrándolo de un brazo.- Oye, te sigo amando, pero eso no significa que tenga que amarte justo ahora. 
- Santiago... 
- Por favor Gabriel - Lo interrumpe-  no agregues nada. Por ahora quiero estar solo y meditar las cosas. 
- Es-está bien, pero Santiago recuerda que te amo y que pase lo que pase eres el amor de mi vida. 
- Yo también te amo. Hey.. Sigues siendo mi novio.

-Te voy a demostrar que te sigo amando -sentencia Gabriel, acto seguido intenta darle un beso pero Santiago es inclusive más rápido y en vez de un beso agarra a Gabriel entre sus brazos. Se dan un fuerte abrazo aferrándose al otro. 
-Sólo quiero algo de tiempo -susurra Santiago al oído de su novio. 
-Te amo -repite Gabriel con voz quebrada.

Notas finales:

=P


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