Resumen:

Sabía su nombre completo, fecha de nacimiento, dirección de correo electrónico, la dirección de su casa, Facebook, Twitter, Skype, su cuenta en varios foros de interés común entre ellos y alguna que otra red social que se le escapara.

 

No, no era un acosador.

 

Está bien, puede que fuera un poco acosador…

 

Todo en él le volvía loco, el sólo verle cada día era suficiente para que todo brillara, una sonrisa se formara en su rostro y no se enterara de nada en clase. ¡Pero no importaba! Siempre que pudiera verlo era más que suficiente, así que ¿quién se preocuparía de una o dos –o siete- materias suspendidas?

 

Él no, era obvio.

Resumen:

Decir te amo a algunas personas se le hace más fácil que a otras, a Ritsu le costó mucho aunque a sus hijos no les costara tanto admitir ante la persona que aman sus sentimientos… Ok a uno de ellos sí; Chiaki está enamorado de su amigo de la infancia y como si fuese cosa de genes su hijo también se ha enamorado de su amigo de la infancia; Y Kisa... bueno Kisa ahora tiene dos Yukina. Ya vivida sus respectivas historias con su primer amor  ha llegado el momento de que ellos apoyen, ayuden y alienten a sus hijos a vivir sus historias de amor. 

Resumen: Noah a crecido, y ahora tiene diecisiete años, convirtiéndose en el líder de una pequeña banda de moteros. En una de sus innumerables peleas conoce, o más bien lucha, con Nagisa, el mejor amigo de Uriel, quién conocerá después. Tras su enemistad con Nagisa a Uri no le llega a caer bien, pero a él si a llegado a interesarle ¿Podrá conquistarle?

Resumen:

Fahrid Guerra Conde, un espectacular pelirrojo. A veces suele ser egocéntrico, vanidoso, presumido y muy indolente. En su vida se encuentra Daniel, al parecer odia a ese sujeto, pero detrás de ese desprecio existe una profunda atracción… su nombre clave: El diablo.

 

Marco Fabián Rivero Conde, delgado, piel clara y ojos color turquesa una tristeza y un dolor muy grande lo invaden desde tiempo atrás. Es cálido, amigable y más bueno que el pan dulce. Es molestado por el descarado y cínico ‘Tony’ él le hará pasar ciertos detalles nada agradables, intentando ocupar el lugar de Gabo, una persona muy importante para Mark. Su nombre clave: El bueno.

 

Jean Carlo C.C. muchacho promiscuo de veintiséis años. Su apellido es un completo misterio. Siempre cuenta las anécdotas de unos “amigos”. Comúnmente habla de ejemplos sexuales y por lo mismo es catalogado como muy sexoso. Dicen que es un idiota pero a veces da destellos de inteligencia. Es un chico común. Su vida se ve entorpecida con la aparición del beato y religioso niño de familia Maximiliano Fernández-Vidal. ¿Qué podría hacer un representante de la rodilla ensangrentada y la vela perpetua con un pecador como Jean Carlo? Nadie lo sabe, su nombre clave: El tonto.

 

Resumen:

Jongin estaba enamorado de Luhan.

Él había sido el primer hombre de Luhan y sería el último, lo amaba tanto que jamás lo dejaría ir.

Luhan era su "reina", el más hermoso de que jamás halla visto. Lo amaba tanto que lo protegió del mismo Sehun. Pero Jongin nunca entendió por que Luhan había perdonado a Sehun y le había permitido tenerlo cerca, como si Sehun nunca hubiera hecho nada malo. Como sí nunca hubiese intentado matarlo por no haberlo escogido a él en vez de Jongin.

Tal vez no protesto con la desicion de Luhan por que lo amaba.

Si era por eso, por que Jongin amaba a Luhan.

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.

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O tal vez era eso lo que Jongin creía.

KaiSoo

SeSoo

KaiLu

...

"¡KyungSoo!" Lo llamé, aún estaba sudado con su ritmo cardíaco acelerado y las mejillas rojas. Con sus piernas alrededor de mi torso con mi hombría aún dentro de él y su brazo derecho alrededor de mi cuello, con su mano derecha jugueteando en mi pecho.
Le acababa de hacer el amor. Por eso lo estaba abrazando tan posesivamente.
"Hmmm." Me contesto mientras hundía su cabeza en mi cuello.
"Kyungie. ¿Te gustaría volver a tener un hijo conmigo?." Le pregunte más bien sin saber lo que decía. Pero el que halla llegado esta tarde de esa manera, me hacia pensar muchas cosas.
"Yo... Estuve con Sehun." Me contesto mirándome a los ojos.
"Yo, lo se." Le conteste mientras lo volvía a besar y a tomar otra vez.
Claro que lo sabía. Sabía que las marcas rojas en su cuellos y en su clavícula eran un mensaje de Sehun para mi. No tenía porque reprocharle nada. Cuando fui yo quien lo orillo a los brazos de Sehun.