Ellos han vivido entre dos mundos durante siglos. Nunca habían necesitado nada mas en su mundo hasta la llegada de tres mortales, que ponen su mundo de cabeza, tres mortales en peligro, tres mortales testarudos y la misión de ellos… es mantenerlos vivos… por ahora. 

KiKuro, HimuAka, AoSaku

Pero cariño, ¿quién podría amar a alguien invisible?

-          Que idiota fui-soltó mirando el negro firmamento.

No tenia por que seguir engañándose, todo siempre había sido claro a sus ojos, nadie ama a los fantasmas. El era la sombra en los pasillos, nada más que eso. El sexto jugador fantasma de la generación de los milagros, El pase mágico de Seirin. Nombres sin significado. 

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El mundo en blanco y negro ¿nunca tuvieron esas sensacion? perder la esperanza en el amor, cerrar tu corazon y convertirte en un amargo espectador.

Drabble

"Para Kagami, Kuroko estaba evitandole por la culpabilidad que no debería sentir. Pero para Kuroko, era un desafío para hacerse más fuerte."

Kuroko Tetsuya no siempre fue invisible. Cuando tenía cinco años, tuvo a su primer mejor amigo.

Kagami Taiga // Kuroko Tetsuya

TRADUCCIÓN AUTORIZADA // El fanfic pertenece a TwoFacedPierrot (Más información dentro)

Kagami y Kuroko se dan cuenta de que que sienten algo más por el otro. Intentando poner una barrera de por medio y la inseguridad no les servirá de nada. Menos mal que ya está cerca Tanabata...

A pesar de estar en una relación aparentemente estable, Kagami y Kuroko siempre terminan enojados el uno con el otro debido a los celos del primero. Y aunque Kagami quiere cambiar, nunca lo consigué y además, Kuroko siempre regresa.

“¿Qué es que acaso no me escuchaste?” le dijo, su voz calmada como siempre. “No pienso dejar de ser su amigo sólo por un capricho tuyo.” 

Y es que Kuroko lo ama, pero a veces de verdad no puede lidiar con Kagami.

"Si tu sales por esa puerta puedes tener por seguro que lo nuestro se acabó.” 

Y Kagami no quiere perderlo, lo ama más que nada, pero no es capaz de expresar sus sentimientos de manera correcta. 

“No vayas a esperar despierto, Kagami-kun.”

Y kagami gritó, pataleó, lloró, pero esta vez, Kuroko no regresó.